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¿A quién le importa la autonomía universitaria?

La Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) acaba de publicar el libro La Autonomía Universitaria en la coyuntura actual, donde se hace un repaso de esta capacidad para autogobernarse. Bajo la coordinación de Felipe Martínez Rizo, científicos, exrectores, juristas, exservidores públicos, académicas y académicos reflexionamos sobre la libertad de operar y desarrollar la universidad por nosotros mismos mediante el diálogo y la razón.

Esta discusión llega en un momento oportuno. Existe, por un lado, una creciente hostilidad del gobierno hacia la capacidad de pensar por sí mismo y contrariarlo, y por otro, estamos próximos a conocer una nueva Ley de Educación Superior (LES). Pésimo sería para un gobierno que se asume como “liberal”, idear una LES que centralice, vigile y controle el trabajo académico como si éste fuera de naturaleza fabril. No sería tampoco congruente con la “transformación” que en aras de “elevar” los indicadores, se vulnere, con una ley, la capacidad autonómica de las universidades.

Una idea de eficiencia no puede seguir estando por encima de la autonomía. Para evitar que un agente ordenador externo —alias papá-gobierno—, nos diga qué hacer como si fuésemos chamacos imberbes, los universitarios debemos asumir la autonomía con responsabilidad. Ofrecer oportunidades de desarrollo académico y formación integral para todos los jóvenes es también imprescindible si deseamos cultivar la autonomía. Aunado a la capacidad de deliberación y exigencia académica, también debemos saber organizarnos para utilizar los recursos de manera eficaz y transparente.

Si los desviamos para promover alguna ideología o credo, hacer campaña política o beneficiar a algún familiar o grupo, la autonomía va a menguar. El patrimonialismo en la universidad debe ser desterrado para evitar que el gobierno nos trate como infantes.

Como vemos, la autonomía universitaria se construye y defiende desde “adentro” y no sólo desde lo que estipula la Ley. Pero mantenerla en México implica un costo real, pese al idealismo que genera. ¿Quién estará dispuesto a pagarlo? Quizás aquellas universidades públicas que están conscientes del estrecho vínculo ente autonomía, desarrollo científico y fortaleza intelectual. Todo ello basado en la libertad, el pensamiento independiente y el auto examen crítico.

El libro puede ser consultado aquí: https://editorial.uaa.mx/docs/autonomia_coyuntura.pdf

*Pedro Flores-Crespo Profesor visitante en la Universidad de Harvard (2019-20) e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (FCPyS). Texto publicado originalmente en El Universal Querétaro

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