Así no, Maestra

Joel H. Orozco*

Hablar del tema educativo en México es sinónimo de política pública y no de política de Estado. Sexenio tras sexenio hemos visto a la SEP como un trampolín para aspiraciones partidistas. Lo vimos con Ernesto Zedillo y hoy con Delfina Gómez Álvarez, quien en pasados días ha dejado esta dependencia para ser la candidata al gobierno del Estado de México.

Después de que Esteban Moctezuma Barragán, ex titular de esta secretaría (algunos sectores del magisterio piden su regreso) inició con la transformación de lo que se denomina la Nueva Escuela Mexicana, la Maestra Delfina, no pudo culminar con ésta encomienda, debido a que no encajó y se mostró desangelada a nivel nacional con los miles de maestros que veían en ella la posibilidad de transformar muchas de las cosas en el ámbito educativo dentro de las aulas escolares y con los cientos de alumnos en todo el país. Ella como maestra, tuvo la gran posibilidad de encaminar una verdadera reforma educativa, debió aprovechar esa coyuntura política y educativa para que el magisterio fuera revalorizado, después de las políticas punitivas de las administraciones de Nuño Mayer y Chuayffet Chemor, que laceraron e hicieron que muchas de las prestaciones y derechos de los docentes se perdieran en la omisión y opacidad del SNTE (pero esa es otra historia). 

Sin embargo, la ex titular de la SEP, se comportó a la misma altura que ellos, con poca simpatía por los docentes que cada Consejo Técnico Escolar la veíamos y escuchábamos “ler”, como diría Aurelio Nuño, un discurso carente de empatía y muy alejado a lo que se vive en el sistema educativo nacional. Nuca pudo ponerse en los zapatos de los profesores que enfrentaron una pandemia con escuelas que develaron cientos de carencias en infraestructura y conectividad, pero sobre todo, una inmensa carga administrativa, carentes de una verdadera estrategia para abatir el rezago educativo post pandemia y que nosotros, los maestros, tendremos que ingeniárnosla con nuestra creatividad y propios recursos para mitigar todas las deficiencias académicas que las niñas, los niños y los adolescentes han acumulado a falta de dicha estrategia. Nos dimos cuenta, que para algunos funcionarios de la SEP, más vale la campaña política, la pose en la fotografía, que el trabajo educativo. 

A unos cuantos días de iniciar con el ciclo escolar 2022 – 2023, con una fase intensiva de capacitación, tanto para el CTE y para el nuevo Programa Curricular 2022, con información y materiales hechos al vapor, podemos imaginar que esto desde hace varios meses quedó a un lado, por una campaña política rumbo a la candidatura del Estado de México. Como vemos, la revalorización del magisterio está muy lejos de consumarse, mientras sigamos teniendo líderes que aspiren a un puesto político, que prefieran los intereses de un partido, a la verdadera necesidad de transformar el sistema educativo, que es la columna vertebral de cualquier país y mientras sigamos atrapados en programas educativos que sólo buscan legitimar al gobierno en turno, la educación seguirá siendo política pública en cualquier discurso. Por lo tanto, le podemos decir Maestra Delfina, que así no, de esta manera no es como imaginábamos a una secretaría de educación de origen docente, así no maestra, no la vamos a extrañar y, aunque haya estado al frente de la SEP, la reprobamos por simular una encomienda tan loable para la nación. 

 

*Asesor Técnico Pedagógico

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