Conacyt alista un ajuste al SNI

EnriqueCabreroMendoza

El Universal reporta que El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval) puso en duda la eficacia del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), uno de los programas estrella para apoyar a los científicos, pues sospecha que define “metas laxas” para alcanzarlas exitosamente. Incluso no es posible medir el impacto positivo del programa para el país.

Enrique Cabrero, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), admite que la evaluación del Coneval es correcta, por ello anuncia que el SNI es sujeto de revisión y será modificado. “No hay indicadores que permitan a la sociedad saber cuál es el impacto de la ciencia y la tecnología”, añade.

El astrónomo José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), plantea que los estímulos recibidos por los investigadores vía el SNI se integren directo al salario.

Cabrero rechaza la propuesta de Franco, pero reconoce que debe establecerse un esquema que facilite la jubilación digna de los investigadores, aunque eso “es costoso”.

Estamos en otro México

El SNI “ha sido una institución importante pero sí creo que ahora la realidad impone volver a visitar el SNI, estamos en otro México y necesitamos revisarlo al cumplir este año tres décadas de existencia. Tenemos que hacer una revisión”, dice el director del Conacyt.

René Drucker, ex presidente de la AMC y actual secretario de Ciencia del Gobierno del Distrito Federal, coincide en la necesidad de someter a cambios al SNI.

Este sistema cumple tres décadas el próximo año. Fue creado en 1984 para detener la “fuga de cerebros” originada por la crisis económica que redujo drásticamente los salarios de los científicos en el país. Hoy cuenta con 19 mil 747 miembros en varios niveles.

En el SNI existen cinco niveles de investigador en los que los estímulos van desde 5 mil 906 pesos mensuales (tres salarios mínimos) hasta 27 mil 561 pesos (14 salarios mínimos vigentes).

El presupuesto anual del SIN se incrementó de 2 mil 349 millones de pesos en 2008 a 2 mil 802 millones de pesos en 2012.

En la revisión del Coneval, los expertos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), instancia responsable de la evaluación, detectó que la población científica que potencialmente recibe los estímulos “está definida de forma errónea”.

Nota completa en El Universal

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