¿Enseñaderos o escuelas?

¿Qué se requiere para transformar la experiencia educativa en el país, y no sólo aparentar que se ha hecho? Si lo que se busca es que, al asistir a la escuela, se acceda no sólo a un pupitre sino a la posibilidad de aprender, es preciso contar con algunas ideas claras de lo que ese proceso lleva consigo. Son condición de posibilidad de una reforma educativa que merezca ese nombre. Una, crucial, es la noción que se tenga del lugar al que, cada día, llegan millones de niños en el país.