Ismael-Vidales

Escuelas de tiempo completo ¿Una utopía?

Desde que Tomás Moro escribió  Libro del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía, en 1516, el término ha quedado disponible para designar tanto “lo imposible” como los sueños e ideales que impulsan al hombre hacia metas supremas: Eduardo Galeano invoca a un poeta amigo suyo para acuñar esta visión de la utopía “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.”

Las Escuelas de Tiempo Completo (ETC) se ubican precisamente en esta doble dimensión: algunos ven en este programa muchas y variadas esperanzas, otros lo ven con pesimismo. No son grupos contrarios ni rivales, en momentos son intercambiables, depende de cómo amanezca el día. Tomo como ejemplos algunas notas de prensa:

  • La primera proviene de Tamaulipas y dice “En riesgo, escuelas de tiempo completo: SNTE”, y se refiere a la declaración de un líder sindical que denuncia ” La aplicación de las escuelas de tiempo completo fue mal planeada, ya que faltó acompañar este proyecto con recursos para su aplicación adecuada”.
  • La segunda la tomé de un periódico de Chihuahua en la que se advierte un entusiasmo desmedido de parte de las autoridades educativas que expresan ” Actualmente, ese programa tiene cuatro mil 751 planteles y 935 mil alumnos. El objetivo es que para 2013 crezca 95%, lo cual implicará la cobertura de nueve mil 502 escuelas y un millón 870 mil estudiantes.”
  • La tercera proviene de Chiapas y sus autoridades educativas hablan de duplicar la cantidad de escuelas de tiempo completo, así lo anuncian ” Para el próximo ciclo escolar se establecerán en Chiapas mil 893 primarias en la modalidad de escuela de tiempo completo, las cuales se suman a las 402 existentes.”
  • La cuarta se ubica en Durango, entidad en la que también las autoridades visualizan triplicar sus  ETC y señalan “A la fecha son aproximadamente 240 instituciones educativas de nivel básico las que están adheridas al programa y para este ciclo la cifra casi se triplicará, aumentará a más de 700.”

En Monterrey, personalmente visité cuatro escuelas de tiempo completo, supongo que habrá algunas que funcionan de acuerdo con lo planeado, pero éstas no. Conversé con un visitador de la SEP en agosto, me dije que eran cuatro los que visitaban la entidad y entre las observaciones que tomaron, destacan: que no se capacitó correctamente a los maestros, que se están habilitando más escuelas de las presupuestadas por la SEP, y que es evidente la falta de condiciones físicas en la mayoría de los planteles.

 Conversando con algunos maestros que están participando en el Programa me comentan: que no está muy claro lo relativo a sus percepciones, que los supervisores no conocen totalmente este programa porque les van informado a cuenta gotas y de manera errática y que lo de los alimentos se está resolviendo erráticamente.

 Los maestros que conocen la sustentación teórica del Programa, están de acuerdo en que está bien elaborado, y lo mismo digo yo después de leer cuidadosamente los documentos que dispone la SEP en su página. Sin embargo, ya se han presentado expresiones estridentes de padres de familia en los medios, rechazando el Programa que presuntamente adolece de planeación, por ejemplo: se instaló en escuelas de doble turno, no se previó el estatus laboral de los maestros, la infraestructura es totalmente inapropiada, y son más preguntas que respuestas las que afloran cuando apenas inicia.

 La utopía: presuntamente en estas escuelas se fortalecerán los aprendizajes en lenguaje, matemáticas y razonamiento científico, además se atenderá el desarrollo de habilidades digitales, arte y cultura, recreación y desarrollo físico, inglés y vida saludable.

 La realidad: aunque es temprano para adelantar vísperas, la experiencia me indica que existe una ola de entusiasmo en la que están subidas las autoridades educativas, algunos padres de familia, maestros y directivos, aunque no tantos, pues varios han expresado su deseo de abandonar el Programa y jubilarse en la primera oportunidad. Esta ola de entusiasmo produce una alucinación que pronto volverá a la realidad. Lo digo con la experiencia de haber realizado la primera  investigación sobre Enciclomedia (Aula Siglo XXI, Santillana 2005, disponible en PDF en www.caeip.org), el entusiasmo fue la constante y pronto la burbuja explotó y mostró no sólo un terrible fracaso sino otras cosas más; lo mismo pasó con Habilidades Digitales para Todos (HDT), igual ocurrió con la obligatoriedad de la Educación Preescolar y otros programas nacionales, por ahora ya los colegios particulares están rechazando los ocho viernes reservados a la reunión de Consejos Escolares. Los informes oficiales nunca reconocerán estas verdades, porque como dice el refrán africano “Mientras los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán al cazador.”

Sinceramente, creo que van demasiado aprisa, sin orden ni concierto, pero como dice la conseja popular “Rápido y bien, rara vez se ven”. Ruego a Dios estar equivocado, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo.

ividales@att.net.mx

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