La investigación educativa como insumo para la mejora

• Horacio Ortiz
• 18 abril, 2014
• Educación Normal
• Educación Normal, Foros de consulta, investigación educativa

En su ponencia “Vínculo entre la formación profesional docente y la atención a las necesidades del sistema educativo nacional. Investigación educativa como insumo para la mejora educativa”, la profesora normalista Angélica Gándara Gómez asegura que  las escuelas de educación superior adquieren una nueva visión, requiriendo de un modelo centrado en el estudiante, capaz de propiciar en ellos la adquisición de conocimientos propios de cada disciplina, además del desarrollo de competencias, aptitudes para la comunicación, el análisis creativo, el pensamiento crítico, la reflexión independiente, el pensamiento científico y el trabajo colaborativo.

En su participación en el Foro Regional de Consulta Educativa sobre Educación Normal, la maestra Gándara Gómez afirmó que “en nuestra época no basta con saber utilizar las nuevas tecnologías para la búsqueda de información, sino que además, es necesario el generar nuevo conocimiento, adentrándonos a una revolución de conceptos, promoviendo con ello la autonomía, solidaridad, pluralidad, participación e integración social.”

Por ello, señala, es necesario puntualizar que en lo referente a las Escuelas Normales, específicamente en lo concerniente al plan de estudios, delimita cinco campos a través de los cuales se puntualizan las habilidades, conocimientos, actitudes y valores que se desea adquieran los estudiantes; dichos campos hacen referencia a las habilidades intelectuales específicas, dominio de propósitos y contenidos de la educación secundaria, competencias didácticas, identidad profesional y ética, así como la capacidad de percepción y respuesta a las condiciones sociales del entorno de la escuela.

Finalmente, indica que la educación actual necesita de docentes investigadores que den respuesta a las múltiples problemáticas bajo un enfoque científico, es con el apoyo de procesos metodológicos que se contribuye en el crecimiento del conocimiento, evitando con ello solo la reproducción de saberes, considerando por lo tanto el adentrarse a la producción del mismo.