La Nueva Escuela Mexicana y lo que la hace distinta de las reformas anteriores

El pasado viernes 3 de julio, fui invitado por los colegas de la Unidad 161 Zamora de la UPN, a un Panel sobre la Nueva Escuelas Mexicana y la formación de docentes en el marco de la realización de su Foro Internacional que organizan año con año. En esta ocasión y por cuestiones atribuidas a la pandemia se realizó dicho evento totalmente a distancia con el apoyo de las plataformas digitales. El panel en el que participé fue un dialogo informado al lado de los siguientes colegas: la Mtra. Leticia Torres Soto de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Fidel Negrete Estrada Director de la Unidad 161 (Morelia) de la UPN, y Dany Becerra de la CNTE (Sección 18). 

Quiero desarrollar en este espacio parte de mis intervenciones en dicho evento, dando las gracias de antemano, a la Unidad 162 Zamora de la Universidad Pedagógica Nacional, a su director y a la organizadora de este espacio por permitirme desarrollar estas ideas.

Inicio diciendo que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) intenta desde su origen distanciarse de lo que fue la propuesta de Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto, para ello se buscó resolver el problema legal en la parte legislativa. Y para buscar las diferencias entre una y otra propuesta, habría que definir cuando menos tres coordenadas para hacerlo. Dichas coordenadas podrían ser las siguientes:

  1. Lo solidez en los contenidos de la propuesta.
  2. La pertinencia para responder a las necesidades educativas de la sociedad. Y
  3. El vínculo o la legitimidad con el resto de los actores y agentes educativos.

La propuesta educativa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN), tuvo la distinción de que fue el dispositivo de evaluación sobre el cual giraron la mayoría de las acciones. La evaluación terminó secuestrando al sistema y dicho gobierno se vinculó con la OCDE orara cumplir con su lista de intenciones marcadas por aquel organismo. Pero el mayor desacierto del gobierno de EPN fue el violentarse con el magisterio, al utilizar a la evaluación de manera punitiva y como un recurso para castigar y excluir, y no para conocer y retroalimentar el propio desempeño académico de los y las educadores.

Sin embargo, el problema desde el origen de la Nueva Escuela Mexicana en el marco de la 4 T, es que, a sus creadores, les ha preocupado de manera obsesiva el ser diferentes a sus antecesores. La NEM, es uno de los proyectos o las iniciativas educativas oficiales menos documentadas, no existe el libro blanco de la propuesta (modelo reforma, acuerdo) o como le quieran llamar sus creadores, se ha generado mucha más literatura desde los espacios externos ms que desde la propia SEP. 

La NEM efectivamente no se parece a la propuesta de reforma de EPN, lo primero fue hacer los ajustes legislativos, modificar la ley para que no aparezca el carácter obligatorio de la evaluación y lo lograron, pero hace falta muchas cosas más. 

El gran acierto de la NEM es que tiene la mirada puesta en atender a los des-atendidos ancestralmente, a partir de los componentes de equidad, inclusión y justicia educativa, pero la NEM no camina porque existen problemas serios en dos planos:

Primero no existe un pleno consenso de la propuesta educativa en las esferas del gobierno y del grupo cercano al señor presidente. Las posiciones en el grupo en el poder se asumen encontradas.

Y Segundo, en aras de legitimar la propuesta a toda costa la los creadores y defensores de la NEM (con el titular de la SEP a la cabeza) se han encargado de negociar con todas las instancias, intentan quedar bien con todos, con dios y con el diablo para ganar apoyo, consenso, legitimidad y no siempre se puede. Las autoridades educativas dialogan por igual con la dirigencia de la CNTE, con la cúpula del SNTE y con el grupo de empresarios interesados desde hace algunos años en la intromisión estratégica en los asuntos educativos con Mexicanos Primero a la cabeza.

En otra pregunta se nos pedía en el panel mencionado ¿dar cuenta de qué le falta a la NEM para que camine? Y yo decía tres cosas:

  1. Mayor claridad en cuanto a los contemos programáticos de la propuesta (lo propiamente educativo).
  2. Mayor claridad en cuanto al diseño de la ruta de acción que se pretende seguir y las metas o los fines intermedios a los que se pretende llegar. 
  3. Y como tercer punto, el ser más enérgicos en cuanto a la negociación que se tiene con la propuesta de desarrollo educativo de carácter sexenal. Parece que la actual cúpula de la SEP en aras de quedar bien con todos, no deja plenamente satisfechos a nadie, es necesario que la balanza se incline hacia algún lado.

Me parece que de manera segada en la actual coyuntura entramos en una fase importante en cuanto a las propuestas educativas que surgen desde la esfera de gobierno, dicho elemento consiste en el reconocimiento verdadero (no solo retórico) del carácter pluricultural, pluriétnico y plurisocial, de nuestro país; el gobierno de López Obrador es el primer en entender que eso que le llamamos México se compone de muchos Méxicos y a cada uno hay que atenderlo por separado.  Para ello entonces se requiere que el modelo nacional sea flexible y se atienda verdaderamente a los entornos especificas a los contextos regionales y sobre todo a las necesidades específicas de cada comunidad en concreto.

Por último, la relación de la NEM con la formación de docentes y con el magisterio en general, ahí dije que es importante recuperar el carácter profesional del magisterio, el arribo del siglo XXI y a partir de la frase de Manuel Castels, de que hemos pasado de una época de cambios a un cambio de época, nos exige pensar de mejor manera en el asunto de los docentes.

Parece que estamos ante el agotamiento del aparato de gobierno como generador de propuestas educativas, que se pueden sostener y es importante entones comenzar y gestar y generar propuestas dese los intersticios y los márgenes del sistema, se trata de recuperar el carácter de intelectual orgánico de los profesores y profesoras, como líderes de las comunidades y de las causas populares, pero para ello necesitamos contar con docentes que lean, que escriban que piensen, que se cuestiones y que revisen y sistematicen la práctica que realizan en el entorno de la comunidad en donde se encuentran.

La técnica está secuestrando al intelecto, por lo tanto, se requiere regresar a revisar al carácter profesional del magisterio, junto con su compromiso social. Pero también con propuestas, muchas prácticas educativas se realizan en los márgenes, pero en los mismos márgenes se pierden, se trata ahora de recuperar y sistematizar dichas experiencias para dialogar con el gobierno la conformación de un modelo de NEM desde la práctica y desde los saberes prácticos de los y las educadores.

Debido a que el Panel se llevó a cabo, en el marco de un foro nacional organizado por la Unidad Zamora de la UPN al final dije que habría que regresar a hacer efectivo el lema de nuestra universidad “Educar para transformar” hoy más vigente que nunca.

Facebook Comentarios

Leave A Comment