Los jóvenes y el derecho a la educación

Sylvia Ortega*

La Educación Media Superior (EMS) es el nivel educativo en el cual las personas desarrollan competencias y aprendizajes clave que les permiten desempeñarse adecuadamente en los estudios superiores, en el trabajo, en la sociedad y, en último término, en la vida misma. La EMS tiene un alto impacto en la trayectoria de los jóvenes. La CEPAL sostiene que quienes no concluyen la EMS quedan expuestos a un alto grado de vulnerabilidad social. No es, pues, casualidad que este tipo educativo haya registrado una significativa expansión en los últimos años. Según cifras de la UNESCO, en América Latina la cobertura de Educación Media Superior se ha incrementado cada año y actualmente se acerca al 81 por ciento.

La Educación Media Superior (EMS) es el nivel educativo en el cual las personas desarrollan competencias y aprendizajes clave que les permiten desempeñarse adecuadamente en los estudios superiores, en el trabajo, en la sociedad y, en último término, en la vida misma. La EMS tiene un alto impacto en la trayectoria de los jóvenes. La CEPAL sostiene que quienes no concluyen la EMS quedan expuestos a un alto grado de vulnerabilidad social. No es, pues, casualidad que este tipo educativo haya registrado una significativa expansión en los últimos años. Según cifras de la UNESCO, en América Latina la cobertura de Educación Media Superior se ha incrementado cada año y actualmente se acerca al 81 por ciento.

Como en otros países, en México se ha desarrollado una creciente consciencia respecto a la importancia de este nivel educativo en sí mismo y no sólo como tránsito a la Educación Superior o al trabajo. Esta convicción motivó que en 2012 el Congreso decretase la obligatoriedad de la EMS y diese un plazo que vence en el ciclo escolar 2021-2022 para que todos los jóvenes de 15 a 17 años, que hayan concluido la secundaria, dispongan de un lugar asegurado para continuar sus estudios.

De 2012 al presente ciclo escolar, la cobertura total a nivel nacional se incrementó en 18.7 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 84.6 por ciento. La matrícula total de estudiantes de Educación Media Superior pasó de 4.4 millones a 5.6 millones de alumnos. Además de continuar y potenciar los esfuerzos para incrementar la matrícula, lograr la universalización de la EMS requiere abatir el abandono escolar (sobre todo, si consideramos que actualmente casi todos los egresados de secundaria ya ingresan a la Educación Media Superior). En este sexenio, la tasa de abandono escolar pasó de 15 por ciento a 13.4 por ciento. La disminución es relevante pero insuficiente para lograr todos los que ingresan, culminen este tramo en el tiempo previsto.

Ahora bien, la universalización de la EMS solo tendrá su verdadero sentido si la educación a la que acceden los jóvenes es de buena calidad. Priorizar el fortalecimiento académico y la pertinencia de una oferta incluyente es de la mayor importancia para que los jóvenes que recién ingresan a la EMS encuentran una verdadera oportunidad de moldear una trayectoria de aprendizaje a lo largo de la vida. Enfatizar esto es importante, debido a que la rápida expansión de la matrícula ha dificultado dotar a todos los servicios educativos de las mejores condiciones. El caso de los Telebachilleratos Comunitarios (TBC) es paradigmático en este sentido. Este servicio educativo que surgió en 2013, atiende a la fecha a más de 137,000 alumnos y el 87 por ciento de sus planteles se ubica en comunidades rurales aisladas. Si bien gracias a los TBC decenas de miles de jóvenes que no contaban con opciones educativas cercanas pudieron continuar sus estudios, es necesario considerar que los alumnos de los TBC presentan los resultados más bajos en la prueba PLANEA.

Para mejorar la calidad educativa es imprescindible reconocer las necesidades e intereses de los jóvenes; desarrollar las competencias que precisan para desenvolverse en la sociedad contemporánea; desarrollar las habilidades socioemocionales que les ayuden a construir su propio proyecto de vida, a colaborar con otras personas y aprovechar las oportunidades de un mercado laboral cambiante.
En estos años, los objetivos de la política hacia este nivel han avanzado, pero existen grandes retos. Para garantizar el derecho a la educación es necesario mejorar la permanencia escolar, impulsar los aprendizajes efectivos, así como propiciar el egreso y el transito tanto a la educación superior como al mercado laboral. Otro aspecto fundamental es la profesionalización docente y directiva a través de una relevante, cercana y diversa oferta de formación continua. Por último, pero no menos importante, estas acciones deben ir acompañadas de una gobernanza eficaz del sistema de educación media superior y de un financiamiento adecuado para garantizar el compromiso del incremento de la cobertura y la implementación de políticas de alto impacto en la educación.

Hay acumulación de experiencias y evidencias que dan fundamento a la convicción de que es posible acometer exitosamente los grandes retos de la educación de todos los jóvenes mexicanos en favor de los mejores intereses de la nación.

*Subsecretaria de Educación Media Superior.

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