Organismos empresariales deben reducir su participación en el diseño educativo: expertos

Alberto Arnaut
Alberto Arnaut

“Es deseable que la sociedad, investigadores y profesores  tengan más participación en las decisiones educativas y que el gobierno escuche a estos actores educativos que no tienen que ver con los empresarios”, señaló Alberto Arnaut, investigador de El Colegio de México durante la mesa de debate “Rectoría del Estado y organización magisterial”.

En el marco del Seminario “Reforma Educativa: un balance a mitad de sexenio”, insistió en que los maestros son cada vez menos escuchados por las autoridades educativas.

Sobre el diseño curricular, Arnaut señaló que los estados, municipios y el Consejo Nacional de Participación Social deben tener mayor participación en  este rubro, pues son parte fundamental de la actividad educativa en nuestro país.

Agregó que cada día hemos visto una mayor participación de agentes externos como iglesia, empresarios o partidos políticos en el diseño curricular y la inserción de ideologías.

“Ya no sólo se ve el binomio SEP-SNTE, sino que vemos una gran diversidad de alianzas que poco tienen que ver con las tareas educativas”.

Explicó que el espacio público para el debate de lo educativo, administrativo y laboral de la reforma, está siendo ocupado por un principal interlocutor: los empresarios y organizaciones sociales con relación empresarial, quienes cuentan con todo el respaldo de los medios masivos de comunicación.

“Este espacio público ha evolucionado durante décadas, estuvo ocupado por la SEP y el SNTE, y, en una menor medida, por la iglesia. Sin embargo, en la época de los noventa, los grandes cambios económicos hicieron que los empresarios voltearan a ver el ámbito educativo, con miras a extender sus negocios”.

Por su parte, Aurora Loyo, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que una de las grandes acciones del gobierno fue haber encarcelado a la ex líder del magisterio Elba Esther Gordillo; sin embargo, reconoció que esto no significa el debilitamiento de esta organización ni la recuperación del control educativo.

Aurora Loyo
Aurora Loyo

Agregó que el Sindicato, aún recibe el 1% de la nómina magisterial, lo que significa un gran poder económico. Además, sigue teniendo mucho poder, recuperando prácticas que hacían cuando la lideresa estaba al frente del Sindicato.

Señaló que el SNTE va a seguir siendo un interlocutor importante, y las últimas acciones realizadas con el nuevo Secretario de Educación, Aurelio Nuño, lo confirman.

Coincidió con Arnaut, en que el Sindicato ha tenido una gran conexión con los grupos empresariales y sus Organizaciones Educativas, por lo que se debe tener muy en cuenta sus acciones en la materia.

Finalmente, señaló que las organizaciones civiles deben tener mayor impulso en el ámbito educativo, pues “los ciudadanos deben tener influencia en el diseño educativo, sin la influencia de estas organizaciones empresariales.”

Por último, Aldo Muñoz, académico de la Universidad Autónoma del Estado de México, explicó que es difícil entender cuando el gobierno se refiere a que recuperó la rectoría educativa, porque en ella intervienen muchos factores internos y externos como grupos empresariales, políticos, económicos y electorales.

aldo-munoz
Aldo Muñoz

El experto señaló que uno de los intentos de retomar esta rectoría fue la centralización de la nómina educativa, sin embargo aún existen muchas otras acciones por realizar para lograrlo.

Reiteró que aunque la actual estructura del sistema educativo fue diseñada para que pocos elementos estuvieran involucrados en sus procesos, es necesario que docentes e investigadores se involucren más en los cambios estructurales.

Del mismo modo, agregó que el Sindicato debe tener una profunda reestructura para lograr una verdadera implementación de la reforma educativa.

Finalmente, señaló que la división de las 5 regiones educativas que propone el titular de la SEP, sería un reconocimiento de que se les “pasó la mano con la centralización educativa y de que probablemente los gobernadores no son buenos interlocutores o negociadores frente a la SEP. Sin embargo, habría que ver  con detalle las nuevas tareas y los posibles incentivos para poder crear un verdadero sistema de coordinación educativa.”

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