carlos-ornelas-avatar-2

Por la transparencia en Oaxaca

No soy muy dado a ser uno de los abajo firmantes. Me parece difícil suscribir todas las palabras de algún manifiesto, aunque esté de acuerdo con su espíritu. Pero el jueves hice una excepción. Signé —con firmeza— una petición del Consejo Estatal de Participación Social en la Educación, de Oaxaca, al gobernadorAlejandro Murat Hinojosa.

Bajo el título de Dignificar la educación que se imparte en el Estado de Oaxaca, el CEPSE exige participar en las negociaciones entre la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y el gobierno del estado. El Consejo no pide mucho, nada más que se cumpla la ley y que el gobernador actúe con transparencia.

Cientos, que pronto serán miles, de ciudadanos de todo el país respaldan al CEPSE en sus demandas. La primera: Oponerse a cualquier deseo, debilidad, omisión y negociación que tenga como finalidad entregar de nueva cuenta la rectoría de la educación a la S-22.

El antecedente inmediato: el 23 de octubre Eloy López Hernández, el secretario general de la S-22, declaró a los medios que el gobernador Murat había acordado con ellos regresar al cogobierno del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, además de gestionar la liberación de “presos políticos” de la S-22. También insinuó que el gobernador había aceptado remover al director general del IEEPO, ya que no estuvo en la reunión. El gobernador no esclareció nada.

La segunda demanda que hacemos quienes apoyamos al CEPSE es que cualquier junta o reunión que tenga por objeto negociar cualquier tema con la S-22 sea pública, transparente, abierta a la sociedad y a los medios de comunicación.

La tercera, en consecuencia, es reclamar que el CEPSE de Oaxaca sea incluido en todas las reuniones que el gobierno estatal sostenga con la S-22. Los padres de familia piensan que el gobernador es sensible a la amenaza y el chantaje que acostumbran los líderes de la S-22. Todos los movimientos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca han resultado en el atraso del estado, la corrupción administrativa y el abandono de los niños en las escuelas.

La divisa del CEPSE es clara. “Nuestro único objetivo es promover y propiciar las condiciones idóneas para que nuestros niños y niñas puedan asistir a clases de manera cotidiana, siempre anteponiendo el derecho superior de la niñez a contar con una educación de calidad”.

Alejandro Murat acaba de rendir su primer informe de gobierno. La prensa nacional reporta varios activos; incluso La Jornada, que por lo regular elogia las acciones de la S-22. En primer lugar, depositó su informe en el Congreso, a pesar del bloqueo de los militantes de la S-22. En segundo lugar, acudió en persona a hacer la entrega, asunto que sus antecesores no cumplían. En tercer lugar, llegó al Centro Cultural y de Convenciones en camioneta, no en helicóptero, como estilaba Gabino Cué. En cuarto lugar, escuchó las posturas de los representantes de los partidos políticos.

No obstante, no aprovechó el espacio para puntualizar que su gobierno se rige por la ley, que no hay concesiones indebidas a la S-22, que lo de la bilateralidad en la educación es una vacilada de la S-22, que no entregará más plazas en automático y que no se liberará a los maestros acusados de delitos sin el debido proceso. Tampoco respondió al CEPSE.

Dice el refrán popular que quien calla, otorga. Su silencio y opacidad en las negociaciones con la S-22 arrojan una nube negra de sospecha sobre su gobierno. Si de veras quiere ser transparente y abonar a la educación en su estado, lo más sensato es abrir las puertas al CEPSE. Sería un testigo de calidad de que el gobierno de Murat no transa.

Facebook Comentarios

Leave A Comment