Preguntas para la nueva titular de la SEP, a propósito de su identidad política y pedagógica 

María Mercedes Ruiz Muñoz

Arcelia Martínez Bordón

Alejandra Luna Guzmán

Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Faro Educativo y Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

 

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo Estratégico en Acciones, Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

 

El presente comunicado tiene por objeto plantear algunas preguntas urgentes a la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), luego de rastrear las líneas discursivas que configuran su identidad política y pedagógica. 

El pasado 15 de febrero de 2021, la Mtra. Delfina Gómez Álvarez asumió la titularidad de la SEP e hizo su primera presentación pública en la Conferencia Matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en compañía también del exsecretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán. A lo largo de su discurso llaman la atención tres cosas: 1) la justificación de su legitimidad en el cargo; 2) la cita y alusión, en su discurso, a José Vasconcelos, a José Martí y a Jaime Torres Bodet, respectivamente, y 3) la mención de las cuatro líneas de acción que marcarán la estrategia central de su gestión. 

Sobre la primera. Dice el refrán que “a explicación no pedida, acusación manifiesta”, lo que nos obliga a cuestionarnos de qué se acusa a sí misma la Mtra. Delfina, cuando abre su discurso con una justificación de su legitimidad en el cargo. La Mtra. Delfina es una mujer de la política, pero también tiene experiencia como docente y autoridad en el nivel de educación básica. Ha sido funcionaria en diversos niveles, presidenta municipal de Texcoco y fue una fuerte contendiente a la gubernatura del Estado de México en las elecciones pasadas– una entidad de alta preponderancia priista–. La experiencia de Delfina nos da cuenta de su capacidad para navegar en el sistema político incluso en condiciones adversas. Su carrera política, hay que decirlo, también ha sido cobijada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en especial cuando contendió por la gubernatura del Edomex. 

Sin duda, la maestra sabe cómo opera la política desde arriba, pero, también, como lo declara, conoce profundamente las escuelas y las tensiones que han planteado a los docentes cada una de las últimas reformas educativas. Como primera maestra en el cargo, la Mtra. Delfina simboliza los anhelos de la revalorización docente. Ideológica y políticamente, estos anhelos se articulan a una línea de pensamiento contra del neoliberalismo, la corrupción y la burocratización, que son las banderas del partido gobernante. Cabe anotar que MORENA buscó la alianza con el magisterio desde que su entonces candidato presidencial andaba en campaña, y que ésta ha demostrado ser una de sus grandes fortalezas. Así, la carga de la identidad normalista de la Maestra Delfina queda sellada al retomar las palabras de su juramento y traer a la mente el pensamiento pedagógico de José Martí, haciendo patente lo apremiante de “una educación digna y coherente Alvarez, 2021). Pero el pensador cubano es sólo una de las tres grandes figuras de la educación a las que la Mtra. Delfina apela. 

Como ya señalamos, otra de las figuras de su discurso es José Vasconcelos, fundador hace cien años de la SEP, de quien retoma en especial el compromiso que tienen los docentes “ante un futuro no determinado… ante el futuro que hay que construir y, potencialmente, que se tiene para mejores oportunidades para vivir mejor” (Gómez Álvarez 2021). En el discurso de Delfina, dicha cita está vinculada al poder que tienen los docentes como generadores del cambio, como promotores de una transformación profunda en la calidad educativa y en el sistema mismo. 

Si bien a Torres Bodet no lo cita textualmente, hace mención de su obra al hablar del impulso a la capacitación y profesionalización docente, parte importante de su primera gestión al frente de la SEP (Ovalle, 2018), así como del magistral Plan de Once Años, este último durante su segunda gestión, al cual llegó con el sinsabor de haber caído “otra vez, en el engranaje de la máquina burocrática” (Torres, 1974, p. 187, citado en Meneses, 1988, p. 460).  

Así pues, en articulación con la referencia a Martí, la recuperación de Vasconcelos y de Torres Bodet se vislumbra como un fuerte posicionamiento para visualizar la educación como un agente de cambio no sólo en lo individual, sino en lo social, de interés humanista al centro. Una educación que en el discurso se equipara a la Nueva Escuela Mexicana, a la que atribuye adjetivos como “democrática, nacional, humanista, equitativa, integral, inclusiva, intercultural y de excelencia” (Gómez Álvarez 2021) y a la que contrapone aquella que fue abandonada, burocratizada, sujeta a la simulación de un gasto excesivo en infraestructura “tecnológica” sin cubrir necesidades básicas como servicios sanitarios, con una creciente brecha entre el soporte público y privado y que estigmatizó la práctica docente. La ideología es clara y va en sintonía con el discurso del partido gobernante. La Maestra también señaló que el legado de Esteban Moctezuma en estos dos años de gestión ha sido importante, al limpiar justo estas prácticas. A partir de ello, aplaudió la gestión de su antecesor y se comprometió a seguir con los cambios, aunque, dijo, de manera más veloz y más profunda. 

Respecto a las cuatro líneas de acción como estrategia de su gestión mencionó: 1) el trato digno a maestros; 2) la inversión en infraestructura a través del programa La Escuela es Nuestra (LEEN); 3) la mejora de los contenidos educativos, y 4) las becas para estudiantes. Éstas, sin embargo, no son nuevas y son las mismas que se enunciaron en el Plan Nacional de Desarrollo y que forman parte también de la Reforma Educativa 2019, la nueva Ley General de Educación y el Programa Sectorial de Educación 2020-2024 ─este último, por cierto, publicado en plena pandemia, y sin mención alguna de la situación crítica por la que atravesamos. 

La identidad política y pedagógica de nuestra nueva secretaria de Educación Pública se mezcla con una estrategia argumentativa afín a la pedagogía del amor, que da continuidad al tono conciliador, afable y promotor de alianzas de su predecesor. Se observa también en ella un esfuerzo por desprenderse de conceptos instalados, como lo es la calidad en la educación, al intentar sustituirlos, en ocasiones, por otros, como el de excelencia. Sin embargo, más allá de la sustitución de conceptos instalados, la Maestra Delfina debe timonear un enorme barco que navega con una infinidad de prácticas sociales instaladas a todos los niveles, y que atentan contra cualquier posibilidad de cambio. Por ello, más allá de cuestionar o justificar a sí misma y al resto de quienes la observamos, deberá hacer valer su liderazgo político y docente para lograr lidiar con esas prácticas y salir de la tempestad que atravesamos.

Señora Secretaria, le damos el beneficio de la duda, usted va llegando. Le dejamos algunas preguntas-reflexiones: 

  • ¿Qué significa para usted garantizar el derecho a una educación de calidad (excelencia)? Si bien se ha planteado como la base fundamental que orienta las acciones de este nuevo gobierno, notamos que en su discurso brilló por su ausencia, y preocupa más que no haya mecanismos para hacer la educación exigible y justiciable.
  • ¿Qué políticas, programas y acciones, y con qué presupuestos se van a implementar en su gestión para atender las distintas problemáticas que usted y su antecesor plantean? En los últimos dos años ha habido recortes importantes al presupuesto educativo, tanto para la atención de la primera infancia, como para la formación inicial de docentes y su desarrollo profesional, entre otros. Ello ha sido muestra de contradicciones. Las políticas y acciones para el cambio educativo requieren presupuestos y no sólo discursos. 
  • ¿Qué estrategia seguirá su gestión para atender las enormes brechas educativas que aquejan a nuestro sistema educativo mexicano, y que ha revelado, con más intensidad, la pandemia? Hasta ahora sólo tenemos, de parte del gobierno federal, una herramienta llamada “Aprende en casa”, que distintos investigadores y estudiosos de la educación, recogiendo el sentir de los docentes, hemos señalado como insuficiente. 

De nuevo, Señora Secretaria, apelando a su identidad docente y a su experiencia política, nos dirigimos a usted respetuosamente para decirle que nos faltan datos –sobre los aprendizajes y la pérdida de los mismos, sobre el abandono de la escuela–. Y sí, también nos urgen estrategias y políticas integrales. Más allá de la política están o debieran estar las políticas públicas, políticas educativas suficientes, coherentes, articuladas, con presupuesto. Usted lo sabe. 

 

Referencias

Gómez Álvarez D. (2021, 15 de febrero). Delfina Gómez, nueva secretaria de Educación Pública. México: Gobierno de México. https://www.youtube.com/watch?v=fJ_7aSihbHM 

Meneses, E. (1988). El Plan de Once Años. En Tendencias educativas oficiales en México, 1934-1964 (pp. 457-495). México: Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana. 

Ovalle, R. (2018). Desarrollo institucional y conflicto magisterial en México, 1939-1948. El caso del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y los maestros federales de San Luis Potosí. Revista de El Colegio de San Luis, 8(17), 237-271. https://doi.org/10.21696/rcsl8172018836 

 

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