Televisión y educación bancaria

Desde 1950 la televisión privada modela la política cultural de las emociones del pueblo de México. Pablo Latapí solía decir que lo que la escuela teje, por las mañanas, lo desteje la programación vepertina y nocturna de una televisión sensiblera, gimoteante, sufridora, chabacana, misógina, homófoba y clasista. En realidad, si pasamos revista a los programas humorísticos y a las propias telenovelas, también se puede concluir el ejercicio de una política discriminadora y racista en las cadenas privadas de telecomunicación.