El empresario Lorenzo Servitje sostuvo que es una  tristeza ver cómo la reforma educativa, tan importante, haya sido saboteada por los maestros disidentes, ante lo cual planteó un trabajo conjunto de todos los actores involucrados para mejorar la educaciónen el país.Insistió en que es fundamental la participación de la sociedad, y resaltó que “en las escuelas necesitamos la participación de padres, pero desgraciadamente, por lo menos en algunas de estas que sostenemos, hay el problema de las madres solas que no pueden acompañar a sus hijos a las escuelas y es preocupante cuando los dos padres trabajan”.En coincidencia, el arzobispo de Morelia y presidente de la Dimensión de Educación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alberto Suárez Inda, consideró que “tristemente, por intereses legítimos, (los maestros) abandonen el aula, lo cual queda como un vacío y tiempo irrecuperable”.

“Me preocupa esta situación y creo que sin duda lo que los legisladores, el Poder Ejecutivo quiere lograr, no se podrá sin la suficiente concientización y colaboración de los mismos maestros que descubran su vocación”.

Parafraseando al papa Francisco, subrayó: “no es lo mismo ser maestro que trabajar de maestro”.

“Creo que una cosa es la chamba y otra cosa es la vocación. Por eso invitamos a maestras y maestros a que se entusiasmen con esta labor de formar personas y a que los derechos laborales se defiendan de manera civilizada y propositiva”.

Servitje y Suárez Inda participaron en un acto en donde la Unión Nacional de Padres de Familia, la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Unión Social de Empresarios de México, así como tres Dimensiones de servicio de la Iglesia Católica Mexicana (educación, familia y cultura), firmaron el Convenio Rector para Formular y Promover los Talleres de Educación Popular para Padres de Familia.

En el acto efectuado en el Centro Libanés a donde asistieron, entre otros, el nuncio Apostólico, Christophe Pierre, el secretario general del Episcopado Mexicano, Eugenio Lira Rugarcía y Consuelo Mendoza, presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), se acordó ofrecer a las escuelas públicas y privadas, a las asociaciones de padres de familia, consejos escolares y a los distintos sectores de la sociedad: empresa, iglesias, sociedad civil en general, estos cursos, promoviendo principalmente la formación de sus propios capacitadores.

Christophe Pierre coincidió en la importancia de realizar un trabajo conjunto para mejorar la enseñanza. “Educar es un riesgo y debemos correrlo. Sobre todo cuando se trata de develar a los padres de familia algunos principios. Lo tendremos que hacer con estas iniciativas que parten de una acción de entrega, de transversalidad, de organicidad, de legítimo interés por el otro”.

Consuelo Mendoza, presidenta de la UNPF, señaló que en un contexto en donde en México la corrupción y la impunidad han mantenido la presencia de la violencia y la pobreza, es necesario este tipo de acciones en conjunto.

“Se organizan marchas, plantones, ruedas de prensa como si el remedio dependiera sólo de legislaciones o de gravar más impuestos o de la buena voluntad de las autoridades y se pudiera así dar una solución inmediata”, pero es a través de la unión de esfuerzos como se puede salir adelante, sostuvo.

LOS TALLERES

Sobre los talleres, se explicó en el encuentro que las instituciones firmantes en una estrecha alianza buscan ofrecer a las escuelas públicas y privadas, a las asociaciones de padres de familia, consejos escolares y a los distintos sectores de la sociedad: empresa, iglesias, sociedad civil en general, cursos, promoviendo principalmente la formación de sus propios capacitadores.

Para ello, además de promover la formación de los padres de familia, los dos cursos que se proponen, uno de 16 horas y el otro de un año y dos meses tienen el objetivo de alentar su participación en las comunidades educativas en las que participan.

Estos talleres están diseñados para que lleguen a todos los mexicanos, sin distinción de credo, opción política, nivel económico o posición social.

Es un esfuerzo que respeta las creencias y la no creencia, en el marco de libertad religiosa que impera en nuestro país.

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