Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero

Gloria Esther Trigos Reynoso

En este tiempo de inicio de clases, se ha observado de manera recurrente la necesidad de apoyos para proseguir o bien, para iniciar estudios, en diferentes niveles educativos.

Cuántas solicitudes se tienen que procesar para poder gestionar y brindar los apoyos solicitados y, aunque hay instancias dedicadas a ello, la petición de ayuda a diferentes áreas y personas, está a la orden del día.

Quizá desde nuestro espacio, es muy poca la labor que podamos realizar en este sentido, pero ¡cuánta satisfacción proporciona poder hacerlo! Lo cierto es que este tipo de iniciativas implican, en sí mismas, una cadena de favores que muchas personas con generosidad en su corazón, no dudan en sumarse a ellas. Me agradó sobremanera que, al tratar de apoyar un caso, una Maestra expresó muy dulcemente: “si Dios nos da en abundancia, ¿por qué no compartir?”

Y es que la vida es así, es un entramado de buenas voluntades y acciones para apoyar a quien por alguna razón acude a nosotros aunque lamentablemente, no siempre está a nuestro alcance poder hacer algo.

En mi hogar siempre escuché decir, entre otras frases “no es lucha la que no se hace” y también “la unión hace la fuerza”. En lo particular, las he tomado como una consigna en mi propio actuar. 

Entiendo que las necesidades son tan distintas, como personas existen en el mundo. Hay quienes en este tiempo de pandemia, incrementan sus capitales debido al valor que se le ha dado al uso de la tecnología tan necesaria para brindar educación en línea. Bien por ellos, ya que tuvieron la visión de generar esos negocios y sus necesidades van más en la línea de mejorar sus productos para un mejor servicio, que de luchar por su sobrevivencia. Sin embargo, en el lado opuesto, hay quienes para que sus hijos puedan seguir la modalidad de educación en línea requieren sumar nuevos compromisos a los que ya tienen (la gran mayoría),  para poder adquirir equipos que les permitan el acceso a esa forma de estudiar, con la esperanza de evitar mayor atraso en la formación de sus hijos y asumiendo, además, el incremento de los recibos de luz y agua generados por la permanencia en casa y uso de dicha tecnología. 

En este escenario, sólo tratando de lograr la empatía necesaria con cada caso, podemos acercarnos, aunque sea un poquito, a comprender el valor y la dimensión que tiene para su proyecto de vida, un apoyo tan sencillo que en ocasiones está al alcance de nuestra mano, brindar. A veces, sólo se requieren palabras sinceras de aliento para lograr que emerja el coraje, la decisión, la casta en cada uno y sigan adelante hasta alcanzar sus metas personales. Otras veces, es sólo orientación por el desconocimiento que tienen de los procedimientos, desconocimiento que los lleva a no obtener oportunamente algún beneficio o soporte para su impulso.

Y es que son los jóvenes quienes representan el futuro de nuestro país, ¿cómo no escuchar sus voces o ignorar sus deseos de superación para su propio beneficio, de su familia y de su entorno inmediato?, ¿cómo permanecer impasibles a tantos y tantos proyectos que han quedado truncos, a pesar de su probado talento, por falta de algún apoyo, a veces, mínimo?, ¿cómo…?

Los pocos que, en lo material, ya lograron asegurar su futuro y el de sus descendientes, quizá como una forma de gratitud con la vida, podrían ser imparables en generar programas de apoyos con algún tipo de supervisión para su uso adecuado a estos conglomerados que lo requieren. Seguiremos alimentando esa esperanza.

Mientras, ayudar a nuestro prójimo es una tarea que de manera personal podemos y debemos seguir efectuando. Aunque, de esta forma, los logros no sean los que anhelamos, no podemos dejar de reconocer que “el grano no hace granero, pero…ayuda al compañero”

Gracias y bendiciones a quienes han hecho posible brindar un apoyo de esta naturaleza, que intrínsecamente, lleva una esperanza de cambio. 

 

Dra. Gloria Esther Trigos Reynoso

Dirección de Información Académica y Administrativa

Universidad Autónoma de Tamaulipas

gtrigos@uat.edu.mx

 

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