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  • La planeación didáctica en la segunda sesión del CTE: ¿Y el formato?

    La planeación didáctica en la segunda sesión del CTE: ¿Y el formato?

    Abelardo Carro Nava
    Abelardo Carro Nava

    La segunda sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE) se aproxima y los colectivos docentes se preparan para abordar algunos de los 12 temas que la Secretaría de Educación Pública (SEP) propuso para que se trabajen en los planteles escolares. Este abordaje se desprende de una “nueva” organización de los CTE, pues, como se recordará, bajo el argumento de que las y los docentes gozan de autonomía para decidir qué tema pueden trabajar en esos Consejos, la Secretaría les “otorgó” ese poder de decisión, siempre y cuando se consideraran únicamente las temáticas que esta misma sugiere; entonces ¿si gozan de autonomía o no?

    Los temas en cuestión son: 1. La planeación didáctica, 2. Programa Analítico, 3. Trabajo por proyectos, 4. Programa de mejora continua, 5. Evaluación formativa, 6. Vida saludable, 7. Integración curricular, 8. Ejes articuladores, 9. Reflexión de la práctica, 10. Trabajo con familias, 11. Estrategias para atender rezago, 12. Infancias y adolescencias trans y no binarias; además de las que corresponden a la educación multigrado.

    Se entiende que, con la finalidad de que las y los maestros puedan seleccionar las temáticas a abordar, la SEP colocó así los temas, es decir, de manera “separada”, cuando muchos de ellos son parte de un mismo proceso, por ejemplo, el de la planeación didáctica. ¿Por qué trabajar por separado, por ejemplo, el tema de la planeación cuando se sabe que esta tiene una correspondencia con el programa analítico, el trabajo por proyectos, el programa de mejora continua, la evaluación formativa, la integración curricular, los ejes articuladores y la reflexión de la práctica?, ¿no acaso la misma SEP desde que comenzó a operar el Plan de estudios 2022 ha insistido hasta el hastío en esto que estoy señalando? Sí, es cierto, alguien podría decir que se organizó de esta forma porque la idea es que los docentes pueden seleccionar un tema y con este buscar el vínculo con los demás… ¿y luego?, ¿se trabajan los temas por separado o vinculados? Si su abordaje es separado, ¿podría considerarse que las y los profesores tendrían que planear sin contemplar el trabajo por proyectos porque en el material que proporciona la SEP relacionado con dicha planeación no se menciona nada de ello? En fin.

    Sospecho que la SEP sabe que, por ejemplo, una de las más sentidas dificultades que está teniendo la implementación del plan 2022 es la referida a la planeación, sin embargo, se dijo (varias voces lo señalaron y señalamos en su momento) que era bastante apresurado implementar un plan como el que permea la Nueva Escuela Mexicana de la noche a la mañana, pero nadie hizo caso. Y bueno, si a ello le agregamos que prácticamente es inexistente un esquema de formación continua en el país para el profesorado, la cosa se complica aún más. Es curioso que después de tantos CTE y talleres intensivos para la formación de docentes aún seguimos hablando de planeación didáctica.

    Y por si esto fuera poco, llamó mi la atención que, específicamente, en el material de la planeación didáctica proporcionado por la SEP, la palabra “formato” no apareciera, como si esta dependencia no supiera que la “formatitis” es, hoy por hoy, uno de los grandes males que la misma SEP generó o ha generado a través del tiempo, tanto a nivel federal como local. Nadie, pero absolutamente nadie desconoce que las autoridades educativas imponen formatos a diestra y siniestra en el Sistema Educativo. Obviamente, el de la planeación no podría quedarse atrás, ¿por qué negar o no visibilizar su existencia? Repito, para nadie es desconocida esta situación, pero también, la venta de formatos y planeaciones que, indistintamente, dejan grandes ganancias a ciertos particulares o empresas. Entonces ¿por qué no hablar de descarga administrativa efectiva para concentrar tiempos, esfuerzos y capacidades para la elaboración de una planeación didáctica con los elementos que se requieren para una proyección de la enseñanza y aprendizaje?

    Y bueno, sobre el tema de la IA nada, pero absolutamente nada se menciona en ese material que la SEP distribuyó para esta segunda sesión; ¿acaso esta institución desconoce el empleo de esta tecnología para la elaboración de las planeaciones didácticas?, ¿por qué no reconocer su existencia y, sobre todo, diseñar esquemas de formación continua que le permitan al docente acercarse a este tipo de dispositivos para la generación de actividades que pueden complementarse con el saber y conocimiento del profesorado mexicano?

    Hace días leía una columna, a propósito del sarampión en México y el impacto que está teniendo en la niñez y las escuelas; su autor señalaba que la SEP va lento, pero muy lento en planes y acciones para atender o acercar a las y los maestros a las distintas formas de abordar los temas o problemáticas que van surgiendo, y es cierto. El tema de la planeación didáctica no escapa de ello.

    Desafortunadamente la SEP vive en un mundo que no es el de las y los maestros, porque, aunque no guste, para muchas autoridades educativas este ejercicio, el de la planeación, solo indica un mero trámite burocrático, para muchas y muchos maestros también representa lo mismo, sin embargo, hay quienes han comenzado a verlo desde otra perspectiva, tal vez sean los menos, pero esos menos ya es ganancia.

    Ojalá podamos transitar de ese esquema burocrático a aquella acción que favorece una previsión intencionada de las acciones educativas orientadas a generar un aprendizaje significativo y el desarrollo integral de los estudiantes, siempre bajo una mirada crítica y situada, lo cual implica decidir anticipadamente qué enseñar, cómo hacerlo, con qué recursos y cómo evaluar el aprendizaje (Camilloni, 2007); esto considerando la capacidad del docente para leer el contexto y responder de manera creativa a las circunstancias (Perrenoud, 2004) halladas, porque contextualizar la enseñanza a partir de la diversidad existente es, hoy por hoy, una prioridad necesaria.

    En suma, pienso que la SEP sigue viviendo en el siglo XIX, cuando la planeación didáctica estaba permeada por el enfoque normativo y directivo, caracterizado por la imperiosa necesidad de cumplir con un programa y con la entrega de un formato que poco o nada abonaba a este ejercicio, el de la planeación y la enseñanza. Si estamos ante un currículo vivo, ¿por qué maniatarlo con un formato?

    Bien dicen en mi pueblo, del dicho al hecho hay mucho trecho…

    Finalizo estas ideas pensando en la necesidad de regresar a un sistema de formación continua para el fortalecimiento del quehacer docente, pero también, en resolver las grandes dudas que tiene el magisterio, porque dentro del plano didáctico, por ejemplo, el trabajo por proyectos y las metodologías sociocríticas son complementarias, PERO NO SON LA MISMA COSA, sin embargo, AMBAS SON PARTE UN PROCESO que se le conoce como PLANEACIÓN DIDÁCTICA.

    Tiempo al tiempo.

  • Ciclo Escolar 2025–2026 en Educación Básica: Proyecciones Oficiales y Retos Inmediatos

    Ciclo Escolar 2025–2026 en Educación Básica: Proyecciones Oficiales y Retos Inmediatos

    Sergio Martínez Dunstan
    Sergio Martínez Dunstan

    El 6 de agosto se celebró la LXIV Reunión Nacional del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Este encuentro presentó definiciones importantes para el rumbo de la política educativa, tanto en educación básica como en media superior.

    En media superior, la SEP anunció tres próximos acuerdos secretariales:

    1. Modificación al Marco Curricular Común en Educación Media Superior (MCCEMS).
    2. Creación del Sistema Nacional de Bachillerato.
    3. Fortalecimiento de la educación dual.

    En este artículo me concentro en educación básica, por su impacto directo en el trabajo cotidiano de maestras, maestros, directores y supervisores.

    1. Acciones recientes de la Subsecretaría de Educación Básica

    Durante la reunión, se informaron tres medidas implementadas en los últimos meses:

    1. Diagnóstico de coros escolares. La SEP y la Secretaría de Cultura organizarán un magno evento en el Zócalo de la CDMX, cumpliendo la instrucción presidencial.
    2. Encuesta sobre lineamientos de comida chatarra y recordatorio de la consulta del primer semestre sobre USICAMM, con participación de más de 140 mil escuelas.
    3. Ajustes al calendario escolar solicitados por autoridades locales ante climas extremos.

    Además, se subrayó que el 29 de agosto se conmemoran 100 años del decreto de creación de la escuela secundaria y la apertura de las primeras cuatro instituciones en 1926.

    1. Consejo Técnico Escolar (CTE) – Fase Intensiva (25 al 29 de agosto)

    La SEP definió cuatro momentos clave para esta fase:

    1. Reflexionar sobre la realidad escolar desde la perspectiva curricular de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y elaborar diagnósticos precisos.
    2. Apropiarse del planteamiento curricular y fortalecer el uso del Programa Analítico.
    3. Tomar decisiones para el Programa de Mejora Continua (PMC).
    4. Planificar las actividades esenciales del ciclo escolar.
    1. Actividades prioritarias para el ciclo
    • Las siguientes estrategias deberán integrarse de forma permanente:
    • Estrategia de Vida Saludable: Brigadas de salud visual, control de sobrepeso y obesidad. Los directores y docentes deben insistir en que las familias descarguen los expedientes y acudan a las clínicas cuando sea necesario.
    • Prevención de Adicciones: Tres jornadas nacionales (noviembre, marzo, junio).
    • Beca Rita Cetina: Orientaciones de SEP para que el magisterio las comunique a las familias.
    • Estudio sobre comida chatarra, UNICEF e Instituto Nacional de Salud Pública (INSP): 350–400 escuelas, cuestionarios y toma de glucosa a estudiantes de 4º a 6º grado.
    • Jornada nacional contra el abuso sexual y maltrato infantil (8 de septiembre): será obligatoria y contará con cuatro etapas: sensibilización comunitaria, activación cultural, fortalecimiento de redes de cuidado y cierre con el lema “Las niñas y los niños no se tocan”.
    1. Lineamientos y guías operativas

    Los sindicatos han pedido actualizar la Guía Operativa para la Organización y Funcionamiento de los Servicios de Educación Básica.

    Calendario previsto:

    • Septiembre 2025: Foro nacional.
    • Octubre 2025: Presentación de borrador de lineamientos.
    • Dic. 2025–Ene. 2026: Publicación en el DOF.
    • Posteriormente: guías estatales.
    1. Otras estrategias nacionales

    La Subsecretaría de Educación Básica participará en la estrategia nacional para prevenir el embarazo adolescente, con el objetivo de reducir las cifras en todo el país.

    1. Reflexiones finales

    El CTE mantendrá su estructura, reforzando la articulación entre:

    • Programa de Mejora Continua (PMC): instrumento de gestión (objetivos, metas, acciones).
    • Programa Analítico (PA): herramienta pedagógica para contextualizar y secuenciar contenidos, orientar la didáctica y sugerir evaluaciones, siempre con base en un diagnóstico socioeducativo.

    El reto será convertir estas directrices en acciones efectivas que fortalezcan la cultura de cuidado y prevención de la violencia infantil. Esto exige coordinación, voluntad y participación activa de toda la comunidad escolar.

    1. Implicaciones para directores y docentes
    1. Planificación con visión integral: Integrar las estrategias prioritarias desde el inicio del ciclo.
    2. Seguimiento activo: No limitarse a cumplir fechas, sino verificar resultados (salud, prevención de adicciones, detección de violencia).
    3. Trabajo con familias: Convertir cada acción en un proyecto comunitario.
    4. Formación continua: Revisar el Programa Analítico y el PMC como herramientas complementarias.

    El ciclo 2025–2026 nos reta a pasar de la planeación al impacto real. Las y los educadores tenemos la oportunidad —y la responsabilidad— de transformar lineamientos en mejoras tangibles para nuestras niñas, niños y adolescentes.

    Carpe diem… pero con compromiso pedagógico.

    Facebook: sergio.martinez.dunstan.2025

    Twitter: @SergioDunstan

  • Currículo y pedagogía decolonial: una agenda pendiente en los CTE

    Currículo y pedagogía decolonial: una agenda pendiente en los CTE

    Sergio Martínez Dunstan
    Sergio Martínez Dunstan

    El codiseño curricular y la integración curricular fueron los protagonistas de la pasada sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE). La Secretaría de Educación Pública (SEP) guió el análisis desde las razones y los argumentos de un plan de estudio en implementación, es decir, los porqués y los para qués, a través de las orientaciones plasmadas en el texto del mismo nombre. Se dejó temporalmente de lado la perspectiva del programa de estudio para reducir la insistencia en los aspectos metodológicos de la formulación del programa analítico.

    En esa sesión, la atención se centró en los fundamentos del currículum integrado, destacando la importancia de equilibrar los contenidos y procesos de desarrollo de aprendizaje establecidos en los programas de estudio nacionales y obligatorios —específicamente los programas sintéticos— con los contenidos contextualizados a nivel nacional, local y regional, definidos por las y los docentes en su programa analítico, a partir del cual se proyectara el plano didáctico. De ahí su relevancia.

    Centrar el trabajo docente y la enseñanza únicamente en el primer plano de concreción curricular —es decir, en el currículum nacional— sin considerar las características del entorno en que se ubica la escuela y del contexto de donde provienen sus alumnos implica una visión parcial y una práctica descontextualizada sin la claridad de un enfoque territorial. Esto es precisamente lo que el marco curricular del plan de estudio busca evitar. En consecuencia, se dificulta la orientación del plano didáctico —proyectos de aula, escuela y comunidad— mediante metodologías activas que fomenten la interdisciplinariedad y articulen un entramado de saberes y capacidades para fortalecer la relación entre la escuela y la comunidad. En este sentido, dicho enfoque resultaría poco pertinente.

    Esta tendencia a instrumentalizar y simplificar una realidad compleja ha tenido consecuencias negativas, como la proliferación de formatos burocráticos que las autoridades educativas exigen a las y los docentes para documentar su práctica reflexiva. Lejos de aligerar la carga, esto supuso una recarga administrativa.

    A finales de marzo, se llevará a cabo la sexta sesión ordinaria del CTE. En esta ocasión, le corresponderá a los colectivos docentes definir la temática. Vendría bien la incursión en otros temas diferentes a los propuestos por la SEP. Uno de ellos podría ser el currículum integrado, a fin de conocer su concepción, características, semejanzas y diferencias con el Plan de Estudio 2022.

    Otro tema igualmente relevante, aunque hasta ahora ausente o apenas abordado de manera tangencial, es la decolonialidad. No solo desde una perspectiva filosófica y epistemológica —que, por cierto, sería valioso considerar— sino también desde la pedagogía y la didáctica. Es decir, desde una visión anclada en las pedagogías del sur: la pedagogía decolonial y la didáctica decolonial. Esto implica comenzar por la decolonización del currículo, estrechamente vinculada con la ecología de saberes.

    En este sentido, valdría la pena retomar la serie bibliográfica editada por la SEP Un libro sin recetas, particularmente los volúmenes correspondientes a las fases tres y cinco, dirigidos a maestras y maestros de preescolar, primaria y secundaria.

    Es fundamental aprovechar la nueva modalidad de los CTE para profundizar en la revisión de estas u otras temáticas, que resultan clave para comprender a fondo la filosofía de un currículum llamado Plan de Estudio 2022.

    Carpe diem quam minimun credula postero

  • Consejos técnicos escolares: ¿hacia dónde transformar?

    Consejos técnicos escolares: ¿hacia dónde transformar?

    José Emilio Mejía Mateos

    En educación básica, la política pública de la actual administración está orientada a garantizar el derecho humano a la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. La Nueva Escuela Mexicana reconoce a la escuela y a la comunidad donde se sitúa como espacios fundamentales del Sistema Educativo Nacional para contribuir al bienestar, la transformación y el mejoramiento de la sociedad de la que forman parte las y los estudiantes. En esta perspectiva hay que situar al Consejo Técnico Escolar y reconocer el papel que le corresponde en el proceso.

    El cambio no sólo implica mirar a la escuela como un centro de aprendizaje comunitario donde se construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas, culturas y formas de convivencia, sino, además, reconocer su papel como espacio de expresión de la diversidad lingüística, regional y sociocultural que conforma nuestra pluricultural nación.

    Una primera cualidad del Consejo Técnico Escolar (CTE) es que funciona en la lógica de la gestión integral de la institución de la que forma parte. Conviene establecer esta obviedad para delinear hacia dónde transformarlo y desde dónde hacerlo.

    De acuerdo con sus lineamientos (SEP, 2019a), el CTE es el órgano colegiado de mayor decisión técnica pedagógica de cada escuela de educación básica y su misión es mejorar el servicio educativo que ésta presta.

    Por otra parte, la Ley General de Educación (SEP, 2019b) establece su funcionamiento en el Capítulo II “De la mejora escolar” y, en su artículo 108, señala su carácter de órgano colegiado a cargo de adoptar e implementar decisiones para contribuir al máximo logro de aprendizaje de los educandos, al desarrollo de su pensamiento crítico y al fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad.

    Así, los CTE se entienden como espacios especializados desde donde la escuela se asume como un centro de aprendizaje comunitario de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ), y del desarrollo de su pensamiento crítico. En él convergen asuntos, informaciones, problemas, requerimientos, etcétera, de carácter educativo; y de ahí parten acuerdos y resoluciones para intervenir en la mejora escolar: aprendizajes, desarrollo curricular, formación y práctica docentes, convivencia y administración escolar, por mencionar algunos ámbitos explicitados en el artículo 109 de la Ley General de Educación.

    Por lo dicho, es evidente el carácter estratégico del CTE para la transformación que implica la Nueva Escuela Mexicana (SEP, 2019b: arts. 11-13):

    • Equidad, excelencia y mejora continua en la educación;
    • Máximo logro del aprendizaje de NNAJ como centro de la acción pública;
    • Transformaciones sociales dentro de la escuela y la comunidad;
    • Desarrollo humano integral basado en la identidad, el sentido de pertenencia y el respeto desde la interculturalidad que entraña una nación pluricultural y plurilingüe, con una historia que cimienta perspectivas del futuro;
    • Convivencia armónica, respeto a las diferencias, reconocimiento de derechos e inclusión social;
    • Responsabilidad ciudadana sustentada en la honestidad, la justicia, la solidaridad, la reciprocidad, la lealtad y la libertad, entre otros valores;
    • Respeto y cuidado al medio ambiente, orientados hacia la sostenibilidad, la interrelación con la naturaleza y la responsabilidad para su preservación.

    Como se aprecia, esta transformación involucra a todo el Sistema Educativo Nacional (SEN), y su puesta en marcha parte de diferentes polos. Para decirlo llanamente: el cambio del SEN en su conjunto influirá en el funcionamiento del Consejo Técnico Escolar y, a su vez, la transformación que desde esta instancia se impulse contribuirá a la consolidación de la Nueva Escuela Mexicana.

    Por ello es pertinente y relevante puntear desde dónde parte la transformación del CTE, para lo cual se deben considerar los siguientes ejes:

    La escuela como centro de aprendizaje comunitario

    Esta extensión del entramado escuela/comunidad exige del Consejo Técnico Escolar sensibilidad y habilidad para percibir, interpretar y adecuarse al contexto comunitario, e intervenir pedagógicamente en él. La integración de los conocimientos comunitarios a los escolares abre la puerta de la escuela a un cambio de las prácticas de enseñanza y aprendizaje.

    La revalorización a maestras y maestros como agentes fundamentales del proceso educativo, profesionales de la formación y del aprendizaje con amplia visión pedagógica

    Es necesario revertir el efecto que dejaron la perspectiva instrumental y sus prácticas al interior de la escuela y del CTE, el cual redujo el trabajo de las y los docentes a meros operadores de programas de estudios, en demérito de su calidad de profesionales de la educación. Ante los retos que enfrenta, el Consejo Técnico Escolar debe revisar sus funciones y renovarse para contribuir al desarrollo social que el artículo 3º constitucional y la Ley General de Educación reconoce al magisterio. Por ello, el CTE debe contar con una organización incluyente, capaz de incorporar los saberes, la experiencia y el compromiso personal docente en el abordaje de los asuntos y en la toma de decisiones; un funcionamiento ágil para la atención oportuna de los temas
    que le atañen.

    La función de directoras, directores, supervisoras y supervisores

    La labor que realizan las y los directivos de las escuelas de educación básica es fundamental. Su desempeño toca diferentes facetas del trabajo educativo: dirección escolar, liderazgo académico, participación como colega de maestras y maestros en las sesiones del CTE… Conviene entonces orientar pertinentemente su actuación en cada uno de ámbitos en los que interviene.

    A los ejes de actuación mencionados seguramente se podrán agregar otros que resulten de la participación de los diferentes componentes del SEN comprometidos con la función social de la Nueva Escuela Mexicana.

    Referencias

    SEP. Secretaría de Educación Pública (2019, 12 de mayo). Acuerdo número 12/05/19 por el que se modifica el diverso número 15/10/17 por el que se emiten los Lineamientos para la organización y funcionamiento de los Consejos Técnicos Escolares de Educación Básica. Diario Oficial de la Federación.

    Secretaría de Educación Pública (2019b, 30 de septiembre). Ley General de Educación. Diario Oficial de la Federación.

    * Dirección General de Gestión Escolar y Enfoque Territorial, SEP

    Artículo publicado en el Boletín Educación en Movimiento núm. 15 (tercera época) de Mejoredu, disponible AQUÍ.

    Publicado originalmente en el boletín mensual de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación

  • El consejo técnico escolar: un espacio potencial de autonomía y de desarrollo profesional docente

    El consejo técnico escolar: un espacio potencial de autonomía y de desarrollo profesional docente

    Consejo+Técnico+Escolar

    Durante esta semana todas escuelas de educación básica del país vivieron una jornada de trabajo, al interior del Consejo Técnico Escolar, la cual tuvo como finalidad el conformar esto que le han dado en llamar el “diseño de la ruta de mejora”. Haciendo un símil con el futbol, esta semana fue la fase previa, la charla técnica en el vestidor, el partido verdadero inicia el próximo lunes 21 y concluye hasta el mes de julio del próximo año. En esta semana los técnicos (directores de escuela y supervisores de zona) no tuvieron oportunidad de decirle a sus jugadores (docentes frente a grupo): “salgan a la cancha (entren al aula), hagan lo que les gusta (enseñar, educar) diviértanse y disfruten el juego (actúen libremente y disfruten la fascinante tarea de educar). No, el ambiente se siente tenso, las voces son de reclamo, de inconformidad, de desasosiego, de incertidumbre colectiva.

    La instalación y funcionamiento de los consejos técnicos escolares es un espacio plural y colectivo muy valioso, conforma a los docentes de escuela, de zona, por nivel educativo, el problema está en que no hay autonomía en el trabajo, ni tampoco condiciones para hacerla valer. La SEP desde el centro dicta los lineamientos, la agenda a revisarse, hasta la dinámica de trabajo. Las maestras y maestros bailan al son que la SEP va tocando y la música es un sonsonete que se repite cada año.

    La ruta de mejora por otro lado inicia con los mismos viejos problemas: rezago educativo, problemas de lectura y de comprensión de lo que se lee, problemas en el aprendizaje de las matemáticas, es la misma agenda que se maneja desde hace 30 o 40 años la cual no modifica los indicadores, seguimos a la baja, con déficits, en los aprendizajes, en los estándares nacionales e internacionales. Un problema más es la falta de apoyo y de involucramiento de los padres de familia en el compromiso y las tareas educativas de sus hijos. Los padres de familia han sido fuertemente golpeados y zarandeados por la crisis económica y social, crisis de la cual no son culpables, ni responsables pero si son a ellos y ellas quienes han tenido que pagar los platos rotos de un mal gobierno que se prolonga por muchos años de esta larga noche oscura mexicana. Los padres y madres han antepuesto sus intereses de sobrevivencia y seguridad, no es que sus hijos no les importen, les importa y mucho pero no saben cómo ayudarles, ni tampoco saben en la mayoría de los casos, cómo pueden hacerlo. Una madre de familia  que sólo llego a tercero de primaria le dice a su hija que ya llegó a quinto. “Mariana, fíjate bien lo que te explican en la escuela, porque yo no te puedo ayudar en la casa”.

    Así las cosas el espacio del consejo técnico es un espacio fugaz que se vive más por el compromiso burocrático, que por la convicción de construir desde abajo verdaderas propuestas de mejora.

    Los maestros y maestras deberían de aprovechar estos espacios, para intensificar la cultura del diálogo, del intercambio verdadero de experiencias, a partir de la cultura dialógica de participación. Aquí cabe muy bien el concepto de Jorge Larrosa acerca del valor de la experiencia. Cada escuela, cada consejo, cada colectivo escolar debería de comprometerse en recuperar las voces de los actores, en generar la sistematización de su propia narrativa desde dentro de la escuela y al final del ciclo poder sacar un libro en donde se plasme y se haga circular todo lo dicho a partir de lo hecho, y hacer un balance de lo bueno y lo no tan bueno y cerrar con nuevos compromisos para una siguiente etapa de trabajo escolar.

    Es necesario que los consejos técnicos se desmarquen de las prescripciones y persecuciones dela SEP y de las secretarias de educación en los estados, que hagan valer la verdadera autonomía docente y construyan un nuevo imaginario de encuentro colectivo, en donde todos los sujetos son importantes y todas las propuestas quepan en un ambicioso y a la vez modesto proyecto de mejora. Esa es la verdadera escuela al centro la cual había que hace valer desde abajo.

    *Doctor en educación. Profesor – investigador de la Universidad Pedagógica Nacional. Campus Guadalajara. Correo electrónico: mipreynoso@yahoo.com.mx

  • El funcionamiento del Consejo Técnico Escolar (CTE), ¿instancia para construir colectivamente o para legitimar la política pública?

    El funcionamiento del Consejo Técnico Escolar (CTE), ¿instancia para construir colectivamente o para legitimar la política pública?

    consejo-tecnico-escolarEn el período en el que la maestra Alba Martínez Olivé fue sub-secretaria de Educación Básica de la SEP, tuvo la iniciativa de instalar de nueva cuenta los Consejos Técnicos Escolares (CTE) o consejos de escuela como se les llama en otro lugar, para ello se destinaron los últimos vienes de cada mes como fechas dispuestos para convertirse en jornada de trabajo, se hizo un ajuste en el calendario escolar y se creó una agenda nacional de trabajo. Bajo una lógica de trabajo de detección de problemáticas, de necesidades educativas, diseño, operación y evaluación de una ruta de mejora, la operación y evaluación de dicha ruta. El criterio que reforzaba esta medida era a partir de poner en juego tres supuestos básicos:

    1. Darle una mayor y mejor autonomía a las escuelas de tal manera que sean capaces de llegar a acuerdos colectivos y desplegar proyectos para la mejora de la escuela.
    2. Legitimar la figura de los directores de las escuelas como líderes académicos de las mismas los cuales serían capaces de sacar adelante un proyecto de largo aliento.
    3. c) Vincular el proyecto de la escuela a las necesidades educativas del entorno, reforzar la lectura, escritura y las matemáticas como asignaturas básicas, atender las necesidades de aprendizaje de alumnos y alumnas en condición de rezago e incrementar las fortalezas de cada institución, etcétera.

    En el papel la propuesta parecía interesante, a partir de la corta experiencia acumulada y a reserva de generar trabajos de investigación serios en este sentido, se presentaron un par de fenómenos desfavorables que fueron desvirtuando la propuesta original:

    • Carecemos de una cultura de construcción colectiva y de un estilo de trabajo que involucre a los docentes a trabajar de manera colaborativa, de incluir visiones de otros que están en posiciones diferentes y no siempre el directivo es el líder real de cada institución.
    • Al interior de los consejos técnicos se comenzó a reproducir el esquema autoritario que prevalece en el sistema, se olvidó la autonomía y los pocos intentos de autogestión fueron sustituidos por directrices nacionales, prescriptivas (obligatorias), que olvidaron el respeto a la singularidad de cada escuela y su contexto.

    Hoy al interior de los consejos técnicos se vive una parálisis académica y una tendencia sobre burocrática de pensar y sacar adelante la tarea. Se ratificó para este año los espacios de los viernes últimos de cada mes como espacios exclusivos al trabajo de la institución, pero se obliga a los docentes a reproducir un esquilma arriba–debajo de la gestión institucional. El fracaso en este rubro también está asegurado.cte

    Aunque a diferencia de otras muchas cosas, aquí hay pequeñas fisuras e intersticios de acción, los espacios de autonomía real deben ser aprovechados para gestionar verdaderos proyectos de acción y participación, al margen de los lineamientos marcadas o impuestos desde la SEP. Es obvio pensar que la tarea no es sencilla, hay que deslindarse de los tentáculos oficiales y desplegar verdaderas iniciativas alternativas, ¿a qué nos lleva esto? A que las escuelas se apropien verdaderamente de su destino educativo. Esto no es sencillo, pero si es profundamente gratificante.

    La clave está en la capacidad de educadores y educadoras de moverse bajo una lógica diferente que sea la de compartir con los pares, la de dialogar y saber escuchar, la de construir en colectivo otras formas de concebir el trabajo educativo, la relación con padres de familia y el compromiso con niños y niñas para superar las dificultades de los aprendizajes entre otras muchas cosas.

     *Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx

  • Reforma educativa y pedagogía: Consejos Técnicos Escolares en Aguascalientes (primera parte)

    Consejo+Técnico+Escolar

    Eduardo Andere / Elisa Guerra

     

    Hay cosas que no funcionan como debieran; las buenas intenciones no son suficientes  Tal es el caso, parece ser, de los Consejos Técnicos Escolares que desde hace algún tiempo, a instancias de las autoridades educativas, han tomado un rumbo pre-determinado, sin evidencia de avance en calidad. Los CTE podrían ser la inteligencia colectiva de la organización escolar. En su lugar, se han convertido en instrumentos de una política administrativa de control.

    Los CTE, al igual que otros consejos creados por la ley o la autoridad, responden a la visión de unas cuantas personas que la educación de un país puede ser clasificada como se ordenan los automóviles de un estacionamiento. Las escuelas son organizaciones vivas que se desarrollan por el quehacer cultural de las personas que las integran. Y como las personas en lo individual y colectivo responden a funciones de comportamiento diferentes, ordenarlas en un cartabón es desconocer la naturaleza de las organizaciones humanas y la riqueza de la improvisación, creatividad e innovación. Sí, es políticamente adecuado enarbolar la bandera de cientos de miles de CTE funcionando y trabajando, como sucede con los consejos de participación social en la educación. Eso no quiere decir que lo hagan adecuadamente. En ese camino los CTE son más adorno político que solución pedagógica.

    El Consejo Técnico Escolar debería ser un espacio para el crecimiento profesional y la colaboración entre docentes; un lugar de encuentro entre educadores; una mesa de coloquios; un espacio para el debate, la innovación y las decisiones que orientarán la vida de la escuela.  Debería ser, según lo marcan los mismos Lineamientos para la organización y funcionamiento de  los Consejos Técnicos Escolares a nivel nacional, “el medio por el cual se fortalecerá la autonomía de gestión del centro escolar con el propósito de generar los ambientes de aprendizaje más propicios para los estudiantes (…)”.  ( SEP, Considerando IV, p.7). Debería, pero no lo es.

    En principio la idea es positiva: dotar a los centros escolares de un espacio para el autoanálisis y el establecimiento de una ruta de mejora específicamente diseñada para cada escuela.  Pero para que tal efecto suceda, es indispensable atender a las necesidades, contextos e idiosincrasia de cada institución.  No es posible diseñar una estrategia de “talla única” y pretender que dará un buen servicio a la totalidad de muy diversas escuelas que conforman los sistemas local, estatal y nacional. Eso es una falacia.

    El caso Aguascalientes

    Las autoridades educativas del Estado de Aguascalientes han tomado bajo su control la organización logística de las sesiones de los Consejos Técnicos Escolares. Los asiste la normatividad nacional: el citado documento de Lineamientos, así lo establece en el Artículo 10, cuando dicta que “ Las sesiones del CTE podrán ser organizadas por estado, región, zona o escuela, de acuerdo con las disposiciones de la autoridad educativa estatal.” (SEP, Artículo 10, último párrafo, p. 10)

    En el caso específico de este estado, las autoridades educativas han decidido que las sesiones de CTE se lleven a cabo, en los días señalados, en una sola sede por zona escolar. Esto con el fin de facilitar la labor de las supervisiones y aumentar el grado de control sobre las escuelas. Es menos complicado vigilar que estas sesiones se lleven a cabo de la manera determinada por la autoridad, cuando los colectivos de las escuelas se encuentran reunidos en un solo plantel.

    El argumento de la autoridad es comprensible pero insostenible. Se cree que el cumplimiento de las normas necesariamente creará la calidad educativa que todos buscamos. El argumento corre así: “si las supervisiones pueden constatar que las sesiones de CTE se llevan a cabo de manera regular y ordenada, con ello se garantiza no sólo el cumplimiento sino la calidad también.” Esto no es necesariamente cierto. Ni el ordenamiento ni la orden de autoridad garantizan la calidad.

    El llevar a cabo las sesiones de CTE en una sola sede acarrea desde problemas prácticos hasta profundos a los colectivos de las escuelas que tienen que reunirse en las instalaciones de una institución que no es la suya. Muchos de estos problemas son de naturaleza práctica, es cierto, pero no menos de ellos impactan de igual manera el aspecto pedagógico de la labor educativa. Pensemos, por ejemplo, que los consejos de administración de las empresas públicas PEMEX, CFE, CONASUPO, INFONAVIT, ASA, NAFIN, BANOBRAS, BANCOMEXT, etc., se reunieran en un mismo local con unas mismas reglas para facilitar la labor de contraloría de la Secretaría de Función Pública federal.

    Consideremos algunos ejemplos de la logística de los CTE en Aguascalientes:

    • Al obligar a los colectivos a realizar las sesiones fuera de su escuela se atenta contra la autonomía de gestión de cada centro, la misma que los lineamientos con anterioridad reconocían. El decir que una escuela es autónoma en su gestión pero al mismo tiempo exigirle  una logística forzada para la celebración de sus sesiones de CTE, es el primer indicativo de una simulación incómoda.
    • Los colectivos que deben trasladar sus reuniones a otras escuelas se enfrentan con obstáculos de tipo práctico y también de clima organizacional. Utilizando el mundo del futbol, o cualquier otro deporte en competencia, para una metáfora, no es lo mismo jugar un partido como local que como visitante. Estar en casa siempre ofrece ventajas anímicas y estratégicas. Y la evidencia empírica muestra que en casa se gana más y con más frecuencia.
    • El tener que trasladar el CTE fuera de la escuela, implica que hay que llevar consigo no sólo los materiales, sino el equipo de presentación necesario para cubrir la temática prevista: rotafolio, proyector, insumos. Y aún considerando que éstos se transporten con mayor o menor grado de dificultad, es imposible, por supuesto, trasladar la escuela completa, con todas las cosas que eventualmente pudieran necesitarse. Cito el caso de una maestra que se estrenaba en la docencia y  quiso aprovechar la reunión de CTE para cruzar ideas y valorar estrategias para el trabajo en grupo, con sus colegas más experimentadas, en el marco de la temática ya definida.  Si bien se generó un diálogo interesante, la riqueza del mismo se vio limitada ya que las docentes no tenían en sus manos, en ese momento, las evidencias de trabajo de sus niños, para fines de comparación y análisis. Acordaron compartirlos en otro momento, sin embargo,  hasta ahora no han logrado reunirse debido a la incompatibilidad de horarios y la vertiginosidad de las labores diarias. El espacio de interacción que las sesiones de CTE ofrecían es muy valioso, pero lamentablemente desaprovechado por la nula versatilidad.
    • La complejidad que este esquema de “una sola sede” impone sobre las escuelas, es aún mayor en las instituciones de sostenimiento privado, sobre todo cuando son pequeñas –como la gran mayoría- y tienen recursos limitados. Existen escuelas con una sola directora para tres niveles educativos. Si cada uno de los niveles debe reunirse, en el mismo día y mismo horario pero en diferentes sedes,  las escuelas particulares necesitan “desarticular” a sus colectivos, y además conseguir los mismos insumos pero tres veces, para cada nivel que se separa.  Si una escuela cuenta con sólo un cañón proyector, dos de los tres niveles deberán prescindir de él, por ejemplo. No sólo esto, sino que, habiendo una sola directora o director para la escuela completa, es necesario nombrar, entre los integrantes del colectivo, a un maestro responsable de su nivel que opere en representación del director.
    • La productividad y aprovechamiento del tiempo de la sesión de CTE puede verse mermada por situaciones que no sucederían si cada escuela se reuniera en sus propias instalaciones. Como ejemplo citaremos lo ocurrido en la primera sesión de CTE, el pasado mes de Septiembre, en una zona que reunió a casi dos decenas de escuelas en una sede común.  La escuela anfitriona amablemente ofreció todo aquello que estaba en sus posibilidades: cada colectivo pudo contar con un aula para trabajar con sus docentes.  Los materiales previstos para la sesión, designados a nivel nacional, incluían una serie de videos para los cuales se requería conexión a internet. Una de las escuelas muy pronto se percató de que en el aula donde estaban reunidos, el acceso a internet era nulo o muy limitado. La maestra responsable de esta escuela particular –la directora estaba atendiendo al colectivo de otro nivel, en otra sede- se dio entonces a la tarea de visitar las aulas vecinas para ver si los demás colectivos tenían conexión a internet. Al percatarse de que nadie podía conectarse, acudió a la dirección, en donde se encontraba también la supervisora de la zona, para buscar la manera de resolver el problema.  No hubo forma de lograr una conexión lo suficientemente estable para poder observar los videos. De las casi veinte escuelas que estaban reunidas, sólo una había tenido acceso a los videos, y esto porque los había “descargado” con anterioridad. El resto de los grupos, simplemente no usaron los videos.

    La lección de todo esto es que la centralización a nivel local tiene efectos tan perniciosos en la vida cotidiana de la escuela y la pedagogía como la centralización a nivel nacional. Si centralizamos la educación escolar por todas partes terminaremos asfixiando a las escuelas y a los docentes con pérdida de tiempo, desanimo, y por supuesto, ineficiencia. La mejor forma de enfrentar una centralización nacional es con una descentralización operativa local y pedagógica.

    Referencias

    Andere, E. (2013) La Escuela Rota: Sistema y Política en contra del Aprendizaje en México. México, DF. Siglo XXI editores.

    Andere, E. (2010) ¿Cómo es la mejor educación en el mundo? Políticas educativas y escuelas en 19 países. Santillana.

    Secretaría de Educación Pública (2013) Lineamientos para
la organización y el funcionamiento de los Consejos Técnicos Escolares. Educación Básica. Preescolar, Primaria y Secundaria. http://basica.sep.gob.mx/seb2010/pdf/MCTE/1LiOrFunConTecEsEduBa.pdf (Consultado Octubre 23, 2013).

     


    Eduardo Andere M. Es analista y escritor. Profesor-investigador visitante del la Escuela Steinhardt de Cultura, Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Nueva York y profesor-investigador de medio del ITAM.

    Elisa Guerra es Maestra en Educación por el ITESM, Presidenta de los Institutos  para el Logro  del  Potencial Humano en Latinoamérica y  fundadora del Método Doman para la Educación Escolar.