Educación Futura

Etiqueta: desarrollo educativo

  • Más allá del autismo

    Más allá del autismo

    “La diversidad es la única cosa que todos tenemos en común. Celebremos nuestra diferencia.”

    – Winston Churchill

    La comprensión y el reconocimiento de las características únicas de las niñas, niños y adolescentes en el espectro autista constituyen un pilar fundamental para su desarrollo integral y su inclusión efectiva tanto en el ámbito familiar como educativo. A medida que la sociedad avanza hacia una mayor inclusión y aceptación de la diversidad, es imperativo reflexionar sobre la importancia de adaptar nuestros entornos y actitudes para responder adecuadamente a las necesidades de esta población.

    El espectro autista abarca una amplia gama de condiciones caracterizadas por desafíos en la comunicación y la interacción social, así como por patrones de comportamiento, intereses o actividades únicos. Reconocer estas características no solo es crucial para entender el mundo desde la perspectiva de la persona con autismo, sino también para identificar estrategias y apoyos específicos que faciliten su aprendizaje y su bienestar.

    En la familia, conocer estas características permite crear un ambiente de amor, aceptación y seguridad, donde las niñas, niños y adolescentes se sientan comprendidos y valorados por sus seres queridos. Este entorno de apoyo es esencial para su desarrollo emocional y social, brindándoles la confianza necesaria para explorar el mundo a su alrededor y desarrollar al máximo su potencial.

    En el ámbito escolar, una comprensión profunda de las necesidades educativas especiales asociadas al espectro autista es vital para adaptar los métodos de enseñanza y los entornos de aprendizaje. Esto incluye la implementación de estrategias pedagógicas flexibles y personalizadas, el uso de ayudas visuales y tecnológicas, y la promoción de un clima escolar inclusivo y respetuoso. Tales adaptaciones no solo benefician a los estudiantes en el espectro autista, sino que también enriquecen el ambiente educativo para todos, fomentando una cultura de empatía, respeto y solidaridad entre estudiantes y educadores.

    Por lo tanto, fomentar la inclusión y la educación sobre el espectro autista en la sociedad es esencial. A través de la difusión de información precisa y la promoción de historias y experiencias personales, podemos desmantelar mitos y estereotipos, promover la aceptación y comprensión, y abogar por políticas y prácticas inclusivas. Esto no solo mejora la calidad de vida de las personas con autismo, sino que también enriquece la comunidad en su conjunto, celebrando la diversidad humana y fomentando una sociedad más justa y compasiva.

    En este sentido, el conocimiento y la comprensión de las características de niñas, niños y adolescentes en el espectro autista son fundamentales para su inclusión y éxito en todos los aspectos de la vida. Al abrazar esta diversidad y trabajar juntos hacia la inclusión, podemos asegurar que cada individuo tenga la oportunidad de brillar con luz propia, contribuyendo a una sociedad más rica, más diversa y más empática. Porque la educación es el camino…

    https://manuelnavarrow.com

    manuelnavarrow@gmail.com

  • Pigmentocracia y educación

    Pigmentocracia y educación

    En México, existe una relación directa entre el tono de piel, los niveles educativos y el desarrollo socioeconómico de las personas. La pigmentocracia, alimentada del racismo y la discriminación, parece marcar el destino de la población.

    Estudios realizados por investigadores de El Colegio de México (2019) y la Universidad Autónoma Metropolitana (2020), revelan que el color de piel está conectado de manera importante al posicionamiento financiero y nivel académico: quienes tienen el tono de piel blanco cuentan con escolaridad que varía entre los 10 y 12 años; mientras que el grupo con tono de piel más oscuro tienen una escolaridad promedio de 8 a 9 años (Herrera, 2022).

    Al medir los ingresos económicos, estas diferencias son muy similares. La Encuesta PODER (2019) revela que las pieles oscuras “son más frecuentes entre quienes provienen del 20 por ciento de familias más pobres, mientras que las más claras predominan entre quienes surgen del 20 por ciento más rico” (Solís, 2020).

    En el análisis “Tono de piel y desigualdad socioeconómica en México”, los investigadores Patricio Solís, Marcela Avitia y Braulio Güémez (2020) señalan que estas “desigualdades de cuna” junto con la persistencia de prácticas discriminatorias vinculadas al color de piel, alimentan las brechas de movilidad social de manera preocupante: “Las personas con tono de piel más claro tienen más del doble de posibilidades de acceder al quintil socioeconómico superior en comparación con quienes tienen el tono de piel más oscuro, las cuales tienen 3.5 veces más probabilidades de permanecer en el quintil socioeconómico más bajo.” (Solís, 2020)

    En el acceso a la Educación Superior, estas correlaciones tienen un impacto igual de profundo. Según la Encuesta de Discriminación realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (2022), las personas con tonos de piel claros tienen mayor acceso a educación superior: el 30.4 por ciento de los que se identificaron con tonalidades de piel más blancas se encuentran en este nivel y aquellos que se identificaron con tonos más oscuros apenas alcanzan un 18 por ciento.

    Para las Instituciones de Educación Superior públicas, esto ha sido todo un reto mayúsculo.

    Desde la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) también se realiza una importante encuesta de autopercepción de tonos de piel al alumnado de nuevo ingreso para identificar y romper con estas correlaciones de discriminación y “desigualdades de cuna”.

    En este análisis, donde también se incluyen preguntas opcionales sobre discapacidad, hablantes de lenguas indígenas y diversidad sexual, se encontró que de los 4112 alumnos aceptados en el trimestre 23-P, apenas el 7.9 por ciento se identificó con tonos de piel claros; el 90.28 por ciento con tonos más oscuros y el 1.75 por ciento no se identificó en ninguna tonalidad.

    Dada la conexión entre el tono de piel y la exclusión social, universidades públicas como la UAM buscan contribuir en la construcción de una sociedad más inclusiva e impulsar acciones concretas contra estas desigualdades.

    Es lamentable que los factores asociados al desarrollo educativo y social tengan que incluir también el color de nuestra piel. Es ahí, donde las comunidades académicas de todos los niveles desarrollamos un papel importante para eliminar estas brechas y rupturas que nos marca la errónea y lastimosa pigmentocracia.

    @elErickJuarez

  • El dilema de las mujeres en la Formación Dual: ¿es esto para mí?

    El dilema de las mujeres en la Formación Dual: ¿es esto para mí?

    Jimena Hernández Fernández*

    El Modelo Mexicano de Formación Dual (MMFD), o Sistema de Educación Dual en el nivel medio superior (por un cambio reciente de nombre), es una adaptación del modelo alemán de formación/educación dual. Este modelo combina la formación académica tradicional de la escuela con experiencia práctica en empresas participantes.

    En este artículo analizo los retos que enfrentan las estudiantes mujeres de educación media superior (EMS) en su ingreso y participación en el MMFD. Mis reflexiones se basan en información proveniente de un proyecto de investigación que tiene financiamiento del Consejo de Investigaciones Económicas y Sociales del Reino Unido. Para la realización de este artículo utilizo únicamente información de las entrevistas semiestructuradas realizadas con 30 estudiantes mujeres del MMFD en los estados de Coahuila y México en tres momentos. Para más información sobre la investigación se puede consultar la página web del proyecto: https://dualapprenticeship.org/.

    Históricamente la educación dual ha estado dominada por hombres en muchos países. Sin embargo, en las últimas décadas ha habido un creciente interés y esfuerzo por aumentar la participación de las mujeres en este tipo de programas educativos, así como en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). No obstante, en el MMFD aún predomina la participación de estudiantes hombres (58%) a pesar de que en México la proporción de mujeres estudiantes en EMS es inversa: 48% hombres y 52% mujeres. En el MMFD las y los aprendices comienzan sus estudios de EMS en el plantel educativo y es a partir de tercer semestre que pueden optar por esta modalidad. Con base en las conversaciones sostenidas con mujeres aprendices del MMFD identificamos que en México persisten dos retos importantes.

    Primero: barreras para el ingreso de las mujeres al MMFD
    Se observa que las familias de las mujeres muestran mayor resistencia, comparada con las de los hombres, para la participación de sus hijas en el MMFD. Lo anterior, en voz de las estudiantes, se explica porque –comparado con ir a la escuela– los trayectos para trasladarse a las empresas generalmente son más largos. Cabe precisar que en el Estado de México esta problemática se acentúa porque los trayectos entre casa y escuela son aún más largos, aunado a una percepción más alta de inseguridad y violencia por razón de género.

    Segundo: las estudiantes enfrentan retos en las empresas para poder desarrollar de manera integral las actividades de aprendizaje correspondientes.
    Las participantes, especialmente en las áreas de electricidad, mecánica, mecatrónica, así como en máquinas y herramientas expresaron que el trabajo en las empresas no es del todo sencillo: “Dentro de la empresa no había mujeres trabajando en el área de mantenimiento”, comentó una estudiante en Coahuila. Ello significaba, por un lado, que no tenía un modelo femenino a seguir, y por otro, referían carecer de una persona (mujer) a la cual acercarse en caso de presentarse alguna situación. Otra problemática de las mujeres se ejemplifica en el siguiente comentario:

    “Yo veía como los técnicos de mantenimiento miraban a algunas de las muchachas. Yo podría considerarlo un tipo de acoso, pero al no acercarse ellos de manera así tan brusca, como vemos en el acoso callejero, no sabría si clasificarlo de esta forma. […] entonces esto sí fue algo desagradable porque no es algo que nos guste a las mujeres, y no quiero que me pase”. Estudiante en el estado de México.

    Asimismo, las estudiantes comentaron que observaban trato diferenciado con relación a sus pares del sexo opuesto. Principalmente, las estudiantes de la carrera de Máquinas y Herramientas refirieron no tener las mismas oportunidades de aprendizaje que sus pares hombres porque: “se tiene la idea de que las mujeres no podemos mover máquinas”, refirió una estudiante en Coahuila. Lo anterior tiene implicaciones importantes no solo para las oportunidades de aprendizaje, sino en los beneficios que se pueden obtener de los programas de formación dual. Una estudiante añadió que, como resultado, de que sus pares hombres tenían mayores posibilidades de involucrarse en tareas, se beneficiaban de una mayor oferta laboral al finalizar su formación:
    “Pues la verdad me desanimé mucho porque una compañera me comentó que a todos nuestros compañeros les habían marcado o les estaban marcando, y nosotros no recibimos ninguna llamada de los trabajadores, de los ingenieros de la empresa. Fue cuando nos dimos cuenta de que a ninguna de las mujeres les querían dar oportunidad laboral […] Sí es como una decepción.” Estudiante en Coahuila

    Cabe comentar que hubo excepciones de estudiantes mujeres en áreas de tecnología, mecánica, e incluso de máquinas y herramientas, que tuvieron experiencias positivas de aprendizaje en las empresas. Algunas referían que habían “tenido suerte”, “Me daban chance de hacer cosas y equivocarme”, “Me tocó una compañía en la que pude hacer de todo y aprender de todo”.

    Las estudiantes en ambas entidades con experiencias positivas estaban conscientes de que no eran la generalidad y que las mujeres en su área de estudio generalmente tenían experiencias diferentes.

    Por el contrario, las estudiantes que estaban en áreas administrativas y de hospitalidad referían un ambiente laboral distinto, ya que sus equipos laborales estaban más equilibrados en cuanto a género, por lo que referían experiencias muy parecidas a las de sus pares hombres en la misma área.

    Shutterstock

    Para cerrar, quiero resaltar que ha habido avances significativos en la incorporación de mujeres al MMFD, así como en la participación de mujeres en programas de corte técnico en México. Sin embargo, todavía hay desafíos y barreras que deben identificarse y atenderse para que las mujeres puedan beneficiarse de manera integral del MMFD. Entre los mayores retos destacan los estereotipos de género arraigados, no sólo en las familias y comunidades sino también en la industria.

    Nuestra investigación da cuenta de que los estereotipos de género limitan la participación e involucramiento adecuado de las mujeres en el MMFD (particularmente en las áreas tecnológicas e industriales). Los estereotipos a su vez afectan las posibilidades que las mujeres tienen para desarrollar aprendizaje situado y relaciones profesionales.

    En segundo lugar, la falta de modelos femeninos a seguir en campos técnicos y científicos influye en las experiencias de aprendizaje de las mujeres en las empresas. Nuestra evidencia expone que las jóvenes en el MMFD requieren ambientes que brinden orientación y apoyo, así como entornos inclusivos que fomenten su participación e involucramiento. Necesitamos continuar impulsando la participación de las mujeres en el MMFD para que se rompan los estereotipos de género y se abran espacios para las siguientes generaciones.

    https://www.muxed.mx/blog/mujeres-formacion-dual

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    Jimena Hernández Fernández*. Integrante de MUxED. Es académica del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, doctora en Educación por el Centre for International Education de la Universidad de Sussex (Reino Unido), maestra en Administración y Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y licenciada en Economía por el Instituto Politécnico Nacional. Entre sus líneas de investigación destacan: diseño y evaluación de política educativa; acceso, transición y progresión educativas; así como, economía de la educación.

    Redes sociales: Twitter: @Jimena_HdezFdez

  • El relevante papel de los padres en la resignificación de la escuela

    El relevante papel de los padres en la resignificación de la escuela

    Eduardo Grajales

    Uno de los aspectos fundamentales en el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana es el papel de padres y madres de familia en la búsqueda del máximo logro educativo de niñ@s y adolescentes.

    Me parece de suma relevancia analizar esto, debido a que los primeros actores capaces de formar o deformar la estructura emocional determinante en la maduración-crecimiento-desarrollo de las nuevas generaciones, son precisamente los padres.

    Con base en lo anterior, es relevante qué este sector conozca sus tareas y acciones, no sólo como responsabilidad personal sino como obligación ciudadana consagrada en la Constitución.

    Para ello, la Reforma Educativa 2019 promovió un cambio sustancial en el Artículo 31 constitucional que por ahora cita como responsabilidad de padres-madres y tutores “participar en su proceso educativo, al revisar su progreso y desempeño, velando siempre por su bienestar y desarrollo”.

    Lo anterior no es cosa menor, obliga a los que tenemos hij@s a informarnos más y mejor.

    A decir del psicólogo Eliu Ramos, un destacado especialista con quien conversé en Causa Magisterial TV, las y los padres juegan un papel crucial desde la educación inicial hasta la adolescencia, pues en la etapa de madurez se observarán los resultados del trabajo hecho en la primera infancia.

    Es por esto que aspectos básicos de la dinámica diaria, como fijar la atención, motivar a través del juego evita que los niñ@s pierdan experiencias importantes en su vida a causa del ya normalizado uso de dispositivos digitales.

    Aunque parezcan actos comunes, la dinámica actual está impidiendo que le dotemos a nuestra niñez de estas actividades determinantes en su contención emocional y otros procesos fundamentales para construir mecanismos sicosociales que les permitirán enfrentar problemas de la vida.

    Por tanto, es importante reflexionar qué tipo de niñez queremos y cuáles son nuestras expectativas de la escuela.

    Responder estas interrogantes ayudará a replantear el papel de la escuela y la educación familiar-comunitaria como pretende la NEM.

    Solo partir de ello lograremos replantear nuestra dinámica paternal y darle su verdadero significado a dicho espacio educativo que hasta hoy lo seguimos pensando como mera guardería en la cual se resguarda a los niños durante la actividad laboral.

    Urge sensibilizar a la población para que vea en la escuela y la educación un proceso determinante en la calidad de vida de sus hijos y de los ciudadanos que habrán de formarse en el futuro inmediato.

    Lograr una sana relación entre padres e hijos es elemental para resolver de poco los grandes problemas que contaminan nuestra sociedad (violencia, drogadicción, alcoholismo, hipersexualidad, entre otros) y que afectan principalmente a la niñez exponiéndolos a situaciones de alto riesgo como la delincuencia organizada y el suicidio.

    Es tiempo que colaboremos en este esfuerzo por hacer y ser una nueva escuela, donde padres, maestros y estudiantes formen una comunidad educativa sólida y que ésta se refleje en una sociedad cohesionada y con mejor calidad de vida. roberto.e.gglz

  • Más allá de las calificaciones

    Más allá de las calificaciones

    Históricamente, hemos atribuido un peso excesivo a las calificaciones como métrica de éxito académico. Mientras que las calificaciones pueden ofrecer una visión sobre ciertos aspectos del rendimiento de estudiantes, este enfoque unidimensional puede omitir una serie de habilidades y competencias valiosas que no se reflejan necesariamente en una boleta de calificaciones.

    La convivencia, el trabajo en equipo y la comunicación son habilidades vitales que, a menudo, no se reflejan en las calificaciones. Los estudiantes que pueden trabajar efectivamente como parte de un equipo, que pueden comunicarse con claridad y respeto y que entienden el valor de la diversidad y la inclusión, están equipados para tener éxito más allá del aula.

    Para fomentar este cambio de enfoque en la sociedad, es esencial reevaluar cómo medimos y celebramos el éxito en la educación. Necesitamos promover una cultura de aprendizaje que valore la resiliencia, la creatividad, la empatía y la ética, tanto como la competencia académica, es decir, una evaluación formativa.

    La evaluación formativa se centra en brindar retroalimentación oportuna y específica, involucrar a los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje y promover el crecimiento y desarrollo de habilidades. Al brindar una retroalimentación oportuna y constructiva, los estudiantes pueden comprender sus avances y trabajar en áreas que requieren más atención.

    Pero esta evaluación no solo beneficia a estudiantes, también tiene un impacto en los docentes y en el ambiente de aprendizaje en general. Al enfocarse en el progreso y desarrollo de habilidades, se fomenta una mentalidad de mejora continua tanto en los estudiantes como en docentes. Además, al crear un clima de confianza y colaboración en el aula, se promueve la participación activa de los estudiantes y el intercambio de ideas en el centro escolar.

    Es fundamental que como sociedad reflexionemos sobre cómo podemos fortalecer la evaluación formativa en nuestras instituciones educativas. Esto implica un compromiso colectivo de directivos, docentes, padres y estudiantes. Es necesario fomentar una cultura de evaluación formativa, brindar capacitación y apoyo a los docentes, y promover la comunicación abierta entre todos los actores involucrados.

    La evaluación formativa es un enfoque transformador que puede impactar de manera significativa en la calidad de la educación. Al centrarnos en el crecimiento y desarrollo de nuestros jóvenes, les estamos brindando las herramientas necesarias para enfrentar los retos del futuro. Además, al involucrar a la comunidad en la discusión sobre este tema, estamos generando conciencia y promoviendo un diálogo constructivo que impulse el cambio.

    Así, la evaluación formativa es más que una simple calificación. Es un proceso que nos permite entender y apoyar a nuestros estudiantes en su desarrollo integral. La implementación de este enfoque requiere un compromiso de todos los actores involucrados en la educación. Trabajemos juntos para entender y fortalecer la evaluación formativa y proporcionar a nuestros jóvenes las herramientas necesarias para un futuro exitoso, porque la educación, es el camino

    Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann.

    Doctor en Gerencia Pública y Política Social y parte de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

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