Educación Futura

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  • Enseñar a sobrevivir es hoy el imperativo de la educación

    Enseñar a sobrevivir es hoy el imperativo de la educación

    Javier García Zapata

    Las redes sociales se han vuelto trampas mortales. Tres jovencitas fueron asesinadas en diversos estados de México; casos distintos con denominadores comunes: las contactaron a través de Facebook, les ofrecieron regalarles ropa para sus bebés, las citaron, se las llevaron y les arrebataron la vida.

    Como seguramente el lector sabe, en estos días el Parlamento francés aprobó una ley que prohíbe el uso de celulares por parte de los alumnos en “escuelas maternales, escuelas primarias y colegios”. Es una medida que se había anunciado desde comienzos del año, y fue también una promesa de campaña del actual presidente, Emmanuel Macron. La información no es muy específica en cuanto a qué se refiere con “colegios”, aunque señala que la medida entrará en vigor en septiembre próximo al comenzar el nuevo ciclo.

    La disposición ha sido recibida con escepticismo por los docentes, no obstante que el propio ordenamiento establece diferentes niveles de rigor en su aplicación, que van desde la prohibición total hasta el acondicionamiento de áreas o la asignación de horas para la utilización de los dispositivos.

    El tema se vuelve más relevante por ser Francia un referente clave en la defensa de los derechos humanos y la libertad, además de que se supondría que cuenta con un sistema educativo de primer mundo. También en tierras galas surgió, encabezado por el Marqués de Condorcet, el proyecto educativo universal, laico, gratuito y obligatorio

    De cualquier modo, creo que en los actuales tiempos no hay maestro que haya escapado al tormento de lidiar con alumnos absortos en el celular, ajenos a lo que ocurre en el aula. Pero antes de los móviles también había distracciones y distractores.

    En todo caso el reto principal y cotidiano del docente siempre será captar la atención del educando mediante la aplicación de estrategias creativas y efectivas que despierten su interés, lo incentiven, le demuestren la importancia de adquirir tal o cual conocimiento precisamente en la forma en que el maestro lo propone, y de esa manera conseguir que el alumno se involucre de manera determinante en su propio aprendizaje.

    Por supuesto, en nuestros días en tales estrategias debe ocupar un lugar preponderante el uso de las TIC. El buen uso, valga subrayar.

    El problema es que la tecnología, hoy por hoy, camina varios pasos adelante de nosotros mismos, lo que resulta en una punzante paradoja.

    El desarrollo tecnológico amaga con dejarnos muy atrás, escapando a nuestro manejo, control y dominio. De ello, el texto predictivo es un ejemplo simple, claro, frecuente y enfadoso, que hasta malentendidos nos genera y en no pocos líos nos mete.

    Hay algo menos “divertido” que esa terquedad de los dispositivos por cambiarnos las palabras y alterar el sentido de lo que deseamos transmitir, o de sorprendernos con anuncios hechos a la medida como si “alguien” adivinara nuestros pensamientos cuando navegamos por internet… y hasta nos provoca espanto en momentos que olvidamos las famosas “galletitas” espía (cookies).

    El punto de conflicto es todavía peor.

    Y no tanto por el torpe manejo de las TIC, o por la frustración que sufren no pocos usuarios cuando al salir de comprar un teléfono se dan cuenta de que ya es obsoleto porque en lo que hacían el pago ya en los almacenes de la tienda estaban desempacando la nueva versión. Tampoco porque utilizamos sólo una mínima parte de todas las funciones de nuestros aparatos, sea la entrañable cámara de rollo, el “Super phone cien plus mejorado” o la licuadora de doce velocidades.

    Lo dramático es que no sabemos usar racionalmente las nuevas tecnologías. Lo poco que aprendemos lo aprendemos poco y además lo aprendemos mal; a prueba y error, guiados por los niños y adolescentes. Y no nos preocupamos, los adultos, por aprender más allá de hacer y contestar llamadas, en un caso, o en prodigar likes y compartir lo que nos parece interesante, sin una visión crítica. Y menos nos preocupamos por el uso que nuestros niños y jóvenes hacen.

    Y ahí está el meollo. Ahí asoma la tragedia.

    Porque los chicos saben qué teclas oprimir, ¡pero ignoran o subestiman las consecuencias! Esto es, tienen un perfecto dominio técnico, mecánico por decirlo de alguna manera. Son duchos, porque lo han aprendido autodidácticamente, con los amigos, “picándolo aquí y allá” sin miedo alguno, a diferencia de los adultos a quienes nos aterra oprimir el botón digital con el que estallará la pantalla y saltarán tuercas y resortes por todos lados.

    Pero de similar manera a como experimentan sin miramientos las funciones de los aparatos, los niños, adolescentes y jóvenes también sin mayores precauciones hacen uso de las redes sociales, que encierran incluso peligros mortales.

    En las semanas recientes se conoció del asesinato de tres jovencitas en diversos estados de México. Casos distintos pero con denominadores comunes: las contactaron a través de Facebook, les ofrecieron regalarles ropa para sus bebés, las citaron y se las llevaron. Una de las chicas tenía 8 meses de embarazo y 20 años de vida; otra había dado a luz hace 3 meses, a sus 16 años de edad.

    Para los complicados tiempos que estamos viviendo parece no bastar la intervención de la familia en el cuidado de los hijos. De hecho, a la chica asesinada más recientemente se la llevaron junto con su bebé (que luego apareció abandonado), frente a los ojos de la madre, quien la había acompañado a la cita en un jardín. Su intuición materna le dictó esa medida de precaución pero resultó insuficiente, por desgracia.

    De manera que no son los celulares en sí el riesgo, ni para las clases ni para la vida. El gran peligro está, por si no nos hemos percatado, en el uso equívoco. En la distracción del fin educativo, que es primero y ante todo el de aprender y enseñar a sobrevivir. Con tecnologías, sin ellas y pese a ellas.

    De lo que se trata es de controlar los aparatos y sus aplicaciones, no a las personas.

    Es evidente que el orden, el respeto, la disciplina… son principios de convivencia social. Anarquía y libertinaje atentan contra los individuos y contra la sociedad. Lo importante es, en su caso, generar acuerdos.

    Los adultos adolecemos de limitaciones en cuanto al dominio de cuestiones técnicas, de conocimiento de aplicaciones y redes, pero también tenemos un poco más desarrollado el sentido común; tenemos olfato, experiencia, malicia. Sabemos más por viejos que por experticia en el manejo de la tecnología.

    La escuela, entonces, debe proveer a los alumnos orientación, además de información, de información; alertarlos más que sancionarlos; encaminarlos con prudencia, no prohibirles sin fruto.

    Para nadie es desconocido que un alto índice de percances automovilísticos obedecen a la imprudencia de conductores y peatones; accidentes de todo tipo están vinculados al descuido en la utilización del celular en condiciones inadecuadas.

    Sin embargo, hay todavía cuestiones más terribles.

    Sí. Estamos hablando de tecnología pero también de seguridad y de Ética, de la que el filósofo Fernando Savater dice que después de muchos años estudiándola ha llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: “Coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir”.

    Hay que enseñar a los muchachos cuestiones elementales de sobrevivencia. Sí, aunque nos parezcan obvias esas medidas. Lo son para nosotros, pero no para ellos. A veces los maestros suponemos que los alumnos tienen o deben tener conocimientos que juzgamos de lo más elemental, pero no es así; no los tienen ni en cuanto a datos duros ni en cuanto a aprendizajes empíricos.

    Ahora que se comienza a integrar un nuevo modelo educativo, bien se haría en incluir alguna asignatura específica orientada no al cómo del uso de las TIC, sino al por qué y al para qué. Sus riesgos, sus alcances, sus consecuencias. Cómo reaccionar ante el acoso; cómo no creer en bulos ni divulgarlos; cómo realizar una navegación segura; cómo mantener compartida la ubicación desde el teléfono en tiempo real…

    Debe ser permanente esa orientación y acompañamiento a cargo de docentes debidamente capacitados, e involucrar a la comunidad toda. Aunque aparente ser asunto nimio. Podría preguntarse a las familias de las chicas que perdieron la vida si a ese tipo de contenidos en los programas escolares lo consideran intrascendente.

    Nuestros niños y jóvenes deben aprender el uso eficaz y pertinente de la tecnología, y alejarse de cualquier riesgo por insignificante que les parezca.

    Ninguna medida que tomemos al respecto será nunca innecesaria.

    Hoy estar atentos y tomar las mayores precauciones es una cuestión vital. Literalmente

  • Se acortan los días de Díaz y los suyos en el SNTE

    Se acortan los días de Díaz y los suyos en el SNTE

    En Aguascalientes, el Delegado Especial en la Sección 1 del SNTE, José Luis Briones Briseño, y el representante del CEN, Jesús Salomé Rodríguez, encabezaron una reunión del Comité Ejecutivo Seccional con el propósito de respaldar al presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre. La convocatoria no encontró mayor respuesta, según se observa en la foto, publicada en el propio portal del sindicato.

    Francisco Javier García Zapata

    Hay indicios de que es cuestión de días para que Juan Díaz deje la presidencia nacional del SNTE, y la fecha sólo depende de que se concrete algún arreglo para darle forma a su salida sin hacer muchas olas; será de una tersura inversamente proporcional a la resistencia. Ocurrirá mucho antes de que comience el próximo ciclo escolar, el primero y quizá único en el que se aplique la tan llevada y traída Reforma Educativa de Peña Nieto.

    Así lo señalan diversas voces en las filas magisteriales, las cuales aluden a varios acontecimientos como aceleradores de la defenestración de quien alguna vez fue el principal operador político de Elba Esther Gordillo, y que luego tomó su lugar con resultados que los maestros califican de desastrosos. Su gestión es considerada de tal manera pésima, que casi por aclamación un significativo número de agremiados pide el retorno de La Maestra.

    Los primeros hechos específicos y a la vista son el triunfo de López Obrador, la formalización de Esteban Moctezuma Barragán como próximo titular de Educación, la confirmación oficial de que la Reforma Educativa del gobierno peñista será revertida y la descentralización física de administración federal.

    El peso de todos estos elementos es suficiente para causar un derrumbe. Pero lo que hace correr más rápido las aguas es que Moctezuma Barragán necesita ponerse ya a chambear tanto en el modelo que sustituirá a la Reforma Educativa peñista como en la mudanza de la SEP hacia tierras poblanas.

    López Obrador y quien será su Secretario de Educación han señalado que la nueva propuesta deberá ser fruto del trabajo conjunto y consensuado de todos los protagonistas del quehacer educativo, los maestros entre ellos por supuesto, con lo cual se le dará la mayor legitimidad, consistencia y aceptación al proyecto.

    Es de creer que para ello se requerirá del sector magisterial un interlocutor válido, legítimo y legitimado, con representatividad y liderazgo, con ascendiente y respaldo entre los maestros, la mayoría de los cuales optó por la oferta lopezobradorista. Si nos atenemos al ambiente que prevalece en el gremio, ninguna de esas cualidades hacen brillar hoy a Juan Díaz, quien por el contrario está en su punto más bajo de aceptación, sin capital político para negociar.

    De igual manera, se perciben por lo menos dos vertientes de una ofensiva concertada contra la actual dirigencia magisterial, que ha resentido los efectos y se apresta a atrincherarse, aunque no se ve algún soporte del cual pueda asirse. La primera vertiente es la acentuación de los cuestionamientos jurídicos; la otra, en respaldo, una intensa campaña en las redes sociales.

    ¿Por qué ahora, hasta ahora, luego de un lustro, se muestra rigor contra lo que se considera una imposición o un asalto de Díaz de la Torre a la dirigencia?

    Justamente por su desempeño. Al haber caminado del brazo de quienes los maestros consideran adversarios naturales, o al menos contraparte en la relación laboral, Díaz perdió la oportunidad para legitimar por el ejercicio del poder lo que era cuestionable por origen.

    Hay que tener presente asimismo que la política es de oportunidades, de momentos propicios (de coyunturas, dicen algunos). Y el cambio de colores y visiones en la administración federal genera sobradamente esa circunstancia. Colores y visiones que, por si hace falta recordarlo, no son los que la dirigencia nacional del SNTE respaldó en las elecciones recientes, y en cambio tuvieron en los trabajadores de la educación unos de sus más fervientes promotores.

    Por otra parte, en las redes sociales, santificadas por López Obrador, crece el golpeteo ante las dudas de que sólo sea una acertada administración y un poco de buena suerte lo que ha convertido en millonario, a los 30 años de edad, a un vástago de Juan Díaz.  

    Los pasos que Díaz de la Torre y sus cercanos escuchan en la azotea los llevó a reconocer de inmediato el triunfo de AMLO y manifestarse a sus órdenes, así como a convocar a una reunión nacional de secretariado en busca de asegurarse el respaldo y proyectar la imagen de que están en control del gremio. En los estados se realizan reuniones seccionales, sin mayor fortuna.

    También se puso en acción el secretario general del SNTE, Alonso Cepeda Salas, quien se reunió a fines de la semana anterior con el Secretario Otto Granados Roldán, ante quien hizo una defensa de las Normales, y de paso reiteró el reconocimiento del SNTE a la Reforma Educativa, pues considera que gracias a ella “realmente se han elevado los niveles de calidad según la OCDE en los últimos años en México”, si bien “nosotros insistimos en que hay que mejorarla, revisarla y perfeccionarla” (http://cort.as/-8DW7).

    Mientras tanto, en un lugar de la ciudad todavía sede de todas las secretarías, también se congregaron los integrantes de Maestros por México, con Tomas Vázquez Vigil a la cabeza, a fin de tomar acuerdos para impulsar la refundación del SNTE, mediante una estrategia que los lleve a tomar las riendas. Dicha agrupación cuenta con 153 comités (“capítulos”) en otras tantas ciudades, y tiene presencia en las 32 entidades del país, con los suficientes afiliados como para incidir y decidir en las secciones.

    Si usted cree que MxM cuenta con el aliento y apoyo de Elba Esther Gordillo, y si cree que La Maestra no tarde en retornar, justo por esa puerta, está en lo cierto.

    Es más, si cree que entre los hechos bajo cuerda está una alianza de La Maestra y el candidato triunfador, y que La Maestra tiene también en la mano los hilos de la CNTE, igualmente es certera su percepción. Al menos es lo que se escucha cada vez con mayor insistencia.

    Valga acotar que en todo caso el próximo primer mandatario ha afirmado varias veces que será respetuoso de la vida interna de los sindicatos. Es decir, deja el campo abierto para una batalla a una sola caída, sin réferi pero con un previsible vencedor; eso sí, con límite de tiempo, que está a punto de agotarse.

    Así que para Díaz de la Torre, Cepeda Salas, Silvia Luna y sus cercanos llegó el momento de recoger varas. Ya vienen otros, u otra, a lanzar los cohetes.

  • En el futuro de Juan Díaz se avizora un congreso del SNTE

    En el futuro de Juan Díaz se avizora un congreso del SNTE

    Francisco Javier García Zapata

    El terremoto del 1º de julio impactó de lleno al sector magisterial, precisamente uno de los elementos determinantes que provocaron y alentaron ese fenómeno, motivado por la expectativa de la cancelación de la Reforma Educativa, en estrecha concatenación al deseo de cobrar el trato recibido.

    Contrario a los movimientos telúricos, el sismo del domingo deberá resultar en cuantiosos beneficios para la mayoría; en la misma intensidad, aunque en menor cuantía, habrá damnificados. “Daños colaterales”, diría alguien.

    En lo institucional, los bajos números electorales señalan que el Partido Nueva Alianza pagará con su existencia el haber apostado al ahora candidato perdedor y haberse aliado al agonizante Partido Revolucionario Institucional, a contracorriente del sentir mayoritario del magisterio, que en todos los foros manifestaba su simpatía y respaldo a la coalición encabezada por López Obrador. Las dirigencias sindical y partidista actuaron contra los intereses de los maestros. Digamos que les faltó sentido común y una buena dosis de lealtad gremial; como diría Lupita D’Alessio: “ése fue su error”.

    La pérdida del registro del partido turquesa quedó registrada en la misma cuenta en la que se anotó el deterioro y sumisión del SNTE en todas sus instancias.

    De manera que el partido otrora brazo político del SNTE ni siquiera tuvo tiempo de disfrutar su adolescencia (recibió el registro el 14 de julio de 2005, apenas seis meses después de fundado) cuando se le acabó el veinte.

    Queda en evidencia que el voto corporativo ya no tiene porvenir. Deberá ser inhumado junto con el dinosaurio que ha sucumbido ante este meteoro electoral, sorpresivo y sorprendente incluso para los ganadores, por la inusitada fuerza y multiplicados efectos.

    En reciente colaboración decíamos que a Meade y a Nuño les cobrarían los maestros en las urnas los agravios, y a fin de cuentas resultó que en el paquete entraron también Juan Díaz, Luis Castro, Silvia Luna y hasta dirigentes seccionales. De esa magnitud fue la reacción de los docentes, sin distingos de origen. El grupo que hoy controla al SNTE se quedó sin partido, sin curules y sin fuero. Y casi en la orfandad política.

    El todavía presidente de Nueva Alianza, acompañado de sus principales colaboradores, dio un mensaje la noche del domingo (http://cort.as/-7oiV) sin imaginar aún la dimensión del desastre.

    En tanto, las Redes Sociales Progresistas, clave en el triunfo de López Obrador, podrían tomar vida propia; esto es, más allá del propio proceso electoral, mientras que por otro lado tenemos a Maestros por México, naciente agrupación que también pasó lista de presente en la recién culminada campaña, si bien su labor fue más discreta aunque igualmente efectiva.

    Sin embargo, MxM pronto habrá de cobrar protagonismo, sobre todo en la renovación de comités seccionales, y aun antes frente a los cambios que los no pocos malquerientes del todavía dirigente formal del magisterio vislumbran inminentes en el seno del Sindicato.

    En efecto, hay quienes auguran que en el futuro inmediato de Juan Díaz hay ciertamente un congreso, pero no de la Unión sino del SNTE, que además de exigirle cuentas también demandará su destitución como Presidente, cargo que, según lo acusan, ocupa ilegítimamente

  • Es inaplazable impartir lecciones de civismo

    Es inaplazable impartir lecciones de civismo

    Francisco Javier García Zapata

    Son verdaderamente preocupantes las ominosas señales que están mandando las autoridades electorales, más notable y recientemente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al determinar y autorizar que el gobernador con licencia Jaime Rodríguez participe como candidato “independiente” a la Presidencia de la República, pese a las numerosas inconsistencias y francas violaciones a la ley durante el proceso de recolección de firmas.

    Tal decisión abre de par en par las puertas a la ilegalidad y la desazón. A la impudicia y la impunidad. A la desconfianza y al desconcierto. Al enojo, también.

    Muy grave por tratarse de instancias que debieran ser garantes, precisamente, de que las contiendas electorales se desarrollen en un marco de legalidad, equidad, justicia, certeza… Y aquí la única y firme certeza que logran alcanzar los ciudadanos es que se trata de otro movimiento estratégico para intentar frenar e incluso tumbar al puntero en las preferencias electorales.

    Per se, tal medida sería insuficiente para que el autollamado Bronco esté de lleno y en serio en la pelea y no sólo en la boleta. Carece de la presencia, la fuerza, el arrastre y la estructura suficientes y necesarios para cosechar un porcentaje significativo de votos. Ni hablar de la empatía y simpatía.

    Las incontables reacciones adversas que ha suscitado la resolución “garantista” del TEPJF nada tienen qué ver con las (nulas) posibilidades de que el gobernador nuevoleonés con licencia llegue a Los Pinos.

    Se trata de legalidad, de certidumbre.

    Resultan poco convincentes los argumentos tanto del Tribunal como del INE para sustentar sus decisiones. En todo caso, “explicación no pedida…”

    Los encargados de arbitrar la contienda electoral y los de impartir justicia en este ámbito nos están diciendo que en este país la mejor lección que pueden adquirir los alumnos sigue siendo la de que “el que no tranza no avanza”, y que la mejor manera de sobrevivir y destacar es la simulación.

    Están diciendo que se puede ser candidato sin importar si se ha “robado poquito” del erario, como el edil nayarita, o si se han solapado desvíos multimillonarios en el desempeño de algún cargo; que se puede ser candidato y eventualmente acceder al poder aunque se haya incurrido en falsificación de firmas, usurpación de identidad, uso indebido de documentos, incumplimiento de requisitos legales.

    Pero por lo visto todo eso no importa si se logra concertar acuerdos cupulares y hay intereses más allá de la observancia de las leyes. “El haiga sido como haiga sido” como norma y expresión del descaro.

    El mensaje que se está mandando a la sociedad, a los jóvenes, es que la ilegalidad —en este caso de Margarita Zavala y de Rodríguez Calderón— no solamente no se castiga sino que se premia hasta con la posibilidad (aunque remota) de ser Presidente. Como apuntó en su twiter el jurista Diego Valadés: “Infringir la ley y quedar impune es muy grave; pero infringir la ley y recibir un premio es alarmante”.

    Frente a tales escenarios, cabe esperar que los maestros den a sus alumnos, a su comunidad, lecciones de civismo.

    Es importante dejar a un lado el activismo de sofá y la participación virtual, y por el contrario practicar la coherencia, haciéndoles notar que el cambio, el combate a la corrupción y la impunidad, con sus variados y múltiples rostros, sólo será posible con la participación ciudadana. La solución no vendrá de un solo hombre, ni se dará por milagro.

    Hay que decir a los alumnos y a los padres de familia que su participación es fundamental, pero primordialmente hay que convencerlos con el ejemplo, ir más allá del discurso y predicar con hechos.

    De otra forma resulta hasta absurdo, además de estéril,  lamentarse, quejarse y escandalizarse de lo que nos disgusta o nos afecta.

  • Los maestros están ante una oportunidad histórica

    Los maestros están ante una oportunidad histórica

    Francisco Javier García Zapata

    En la antevíspera de que las 12 campanadas pregonaran “el ‘requiescat’ por el año que ha pasado a formar entre los muertos”, un par de atronadores tuits agitó el avispero político, que seguía zumbando todavía al despuntar 2018. Sin duda el bullicio se mantendrá aún por un rato.

    Más que trinos fueron truenos y relámpagos los que salieron de la cuenta de Otto Granados Roldán, Secretario de Educación, con un destinatario muy evidente aunque no mencionado por su nombre. Abundaron reacciones en favor y en contra; algunas al punto de la lambisconería, en el primer caso; en los límites del ridículo, en el segundo. Hubo hasta algún funcionario educativo, paisano de Otto, que osciló entre ambos extremos en sendos tuits. En no pocas ocasiones el insulto desplazó los argumentos.  

    Desde felicitaciones hasta consejos, “regaños” y exigencias de que pida disculpas cosechó el Secretario, en no pocos medios pero sobre todo en las redes sociales. De hecho, uno de los tuits acumula más de un millar de respuestas, otro tanto de favs o likes, y ha sido retuiteado casi 700 veces. No es el punto citar aquí el contenido de los mensajes y hacer un recuento de los comentarios, pues han tenido abundante difusión.

    En Milenio, del que ha sido colaborador frecuente, Granados Roldán había publicado un día antes el artículo “Defender la reforma educativa, una máxima prioridad”. El título sintetiza puntualmente el tema del texto, que, además de reflexiones, despertó algún comentario puntilloso en virtud de la fecha de publicación: 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes.

    En tanto, al comenzar el 29 de diciembre pasado, el pretensor próximo titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, publicó en El Universal online (supongo que también en la versión impresa) un artículo denominado “Maestro: el gran aliado”, en el cual en largos trazos plantea el programa de educación que se aplicaría en un eventual triunfo de López Obrador.

    Por la mañana del mismo 29, Aurelio Nuño, coordinador de la campaña priista del no priista Meade, declaró a Radio Fórmula que López Obrador “no está en sus cabales” sino “francamente desequilibrado” por considerar dialogar con criminales y por “cancelar la posibilidad de un futuro exitoso con una educación de calidad para los niños y jóvenes” al pretender eliminar la RE.

    No es la primera vez (y seguramente no será la última) que Nuño se expresa de esa manera. Quizá por eso sus descalificaciones no provocaron reacciones en cadena como sí lo hicieron los tuits del exgobernador de Aguascalientes, quien también apareció ese día en un medio de su estado natal, en una entrevista (quizá grabada) en la que ponderó avances y ventajas de la Reforma Educativa.

    Así que en unas horas hubo más pirotecnia, más cohetones que en la noche de San Silvestre.

    Con todo ello quedó confirmado que el asunto es crucial por ser la educativa “las más importante y la de mayor calado de todas las reformas” de la actual administración, según lo expresado por el propio Presidente, por Otto Granados y por Nuño en distintas oportunidades. Ello independientemente de que, per se, el tema educativo es fundamental para cualquier nación.

    En ese contexto, los trabajadores de la educación tienen un papel de alta relevancia.  Seguro no incurriremos en hipérbole si decimos que serán el fiel de la balanza en las inminentes elecciones, aunque no necesaria y precisamente como grupo compacto y unitario, monolítico como antaño, sino como segmento profesional.

    Ya en una colaboración anterior planteamos, para subrayar la importancia de la tarea docente en el desarrollo del país, que es ineludible que los docentes hagamos un análisis sobre el desempeño profesional integral, más allá de la impartición de contenidos.

    Considero pertinente insistir al respecto, por que me parece que nunca como ahora los maestros tienen en sus manos el rumbo de la nación. Y no es retórica ni hay metáfora en esta aseveración. De ellos y su decisión depende en gran medida el rumbo del país entero; modificarlo o mantenerlo, creando a corto plazo las condiciones necesarias para, parafraseando a Freire, incidir de mejor manera en las personas que van a cambiar el mundo.

    Y es que tan sólo en lo que corresponde al sector oficial y a la educación básica, el SNTE, según sus propios números dados a conocer el 15 de mayo anterior, tiene una membresía de un millón 619 mil 990 agremiados. Datos del INEE cifran en un millón 50 mil 540 el número de docentes. Hay que añadir los maestros de educación media superior, e incluso superior, así como trabajadores administrativos y de apoyo.

    Por ahora ni los propios candidatos (perdón, precandidatos) tienen bien definido un proyecto global, en virtud de la limitación consecuencia de las alianzas y de la “ciudadanía” del aspirante priista. No sabemos con claridad si se izquierdizará el PAN o se derecharizará el PRD; lo evidente es que Meade representa el continuismo.

    Pero pese a estar entre los extremos del espectro político, suponiendo que todavía hubiera respeto a las ideologías, la coalición que impulsa a López Obrador empieza a dar color. El candidato (dejemos la farsa de los prefijos) ha dicho una y otra vez que, como los jardineros en el béisbol, la Reforma Educativa “va pa atrás”, una promesa que justo le ha granjeado los señalamientos de estar afectado de sus facultades mentales.

    La calidad, cómo no, es el objetivo primordial de la propuesta lopezobradorista. Según se puede colegir del escrito de Moctezuma, el proyecto tendría como elemento clave a los docentes, su capacitación y revaloración. Pero también su evaluación.

    El siguiente párrafo resume el artículo y de alguna forma el proyecto que dio a conocer el que fuera secretario de Gobernación con Zedillo: “Llegó el momento de la calidad, de lograr acceso total digital, de impulsar el aprendizaje de idiomas, en especial el inglés, de una capacitación pertinente de los maestros y de una evaluación acorde. De educar en artes, destacando la música orquestal y de apasionar a los estudiantes en ciencia y tecnología a través de la robótica”.

    Cierto que en el actual proceso —como no se dio en otros—, los principios, ideologías y propuestas partidistas se han diluido; las alianzas no son capirotada sino son un amasijo, un mazacote. Más ahora que en oportunidades anteriores, lo que se busca vender es al candidato: que si sabe hablar francés, que si nunca le han comprobado actos de corrupción personales, que si es puro ciudadano…

    Así que los maestros, y en general los trabajadores de la educación, están frente a un reto histórico; deberán estar muy atentos para decidir a quién darle su confianza, su apoyo, su voto. Si los maestros son —como deben ser—, líderes sociales, miembros de una familia, está claro que esos cientos de miles de votos que en lo individual representan, se multiplicarán en virtud de su influencia y trabajo, y podrán inclinar la balanza.

    De ese tamaño es la fuerza, y sobre todo la responsabilidad.

    Recuérdese que “hagia sido como haiga” sido, la “diferiencia” oficial en 2006 fue de 243,934 votos entre Calderón y López Obrador, con porcentajes de 35.91 y 35.29 sobre la votación total. (En un lejano tercer lugar, con 22.03, quedó el priista Roberto Madrazo, quien se agandalló la candidatura, igual que ahora Anaya).  

    Ojalá que los tuitazos del titular de la SEP tengan consecuencias, y la sacudida que provocaron haga que cada maestro cobre conciencia de las circunstancias actuales y de su valor personal; que valore; que deje el activismo de sofá; que evalúe las propuestas y actúe en conciencia y consecuencia. Esperemos que así lo consideren entre sus propósitos de año nuevo.

  • Adolescentes en el abandono

    Adolescentes en el abandono

    Javier García Zapata

    Dicen que el que tiene hambre, en pan piensa. Y quizá la Delegada de Iztapalapa está en obligada dieta desde hace buen rato, pues hace unos días convocó a decenas de preparatorianos a darle vuelo a la hilacha. “Cojan rico”, los exhortó.  “Pero con condón, no sean güeyes”, intentó matizar.

    A estas alturas de la vida, en la época que estamos, a pocos les espanta hablar de sexualidad y del derecho a su disfrute. Pero de igual manera, actitudes como la de esta funcionaria resultan por lo menos irresponsables, además de procaces, con todo y lo alburero que seamos los mexicanos.     

    ¡Caramba!, de por sí los muchachos son risueños… Aunque, ¿no es lo mismo lo que dice la Secretaría de Salud con sus campañas? Sólo un dato del propio Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva: De cada 100 adolescentes que “usan el condón según las indicaciones”, hasta 15 pueden embarazar a su pareja. Hay que subrayar que la cifra es de los que usan condón y lo utilizan según las indicaciones. ¿Cuántos hay que no recurren al preservativo? El asunto es que “las hormonas le ganan la carrera a las neuronas”, como se dice por ahí.

    ¿Y los papás? Ya sabemos que muchos hasta proveen de condones a sus hijos. Y no es la intención cuestionar sus decisiones, más bien proponer una reflexión sobre “el monstruo” que asecha a los jóvenes, y que tiene muchas caras, como canta Fato.

    Cuando nuestros hijos acuden a la guardería o al jardín de niños, nos desvivimos por registrar cada instante, y les queremos retratar hasta el aliento. Particularmente si es el primer hijo, y sobre todo ahora que cada teléfono es una cámara, lo que nos hace sentir a un tiempo directores, camarógrafos, fotógrafos, actores y productores, con la mirada puesta, más que en lo que está enfrente, en el Facebook, pasando por Instagram.

    Luego, cuando los niños cursan la primaria disminuye un poco nuestro ardor historiográfico, pero aún tenemos entusiasmo para treparnos a los árboles, o permanecer durante todo un festival escolar de puntitas o en cuclillas.

    En la secundaria los niños se muestran reacios a ser captados y nosotros perdimos entusiasmo, pues quizá llegaron nuevos hijos con quienes comenzamos el ciclo, en tanto los “chicos medianos” ya con celular propio se convierten a su vez en fotógrafos, en ocasiones hasta el exceso en todos los sentidos.

    Y llegando a la prepa, ni hablar: terminó el encanto. Hasta la relación paterno-filial entra en una especie de criogenia.

    Decimos que a los adolescentes, a nuestros  hijos, los perdemos durante su paso por la prepa y los recuperamos, a veces, una vez que terminaron su carrera; en el caso de que estudien, claro. Nos quejamos de que todo ese tiempo andan en otro mundo, buscándose. Que prefieren a sus amigos porque ellos sí los comprenden.

    Argüimos eso, pero no es cierto. No los perdemos: los abandonamos. Nos dedicamos a nuestro propio universo y dejamos de buscarlos. Decimos no comprender la actitud de los muchachos. Preferimos a nuestros amigos. O pretextamos trabajo.

    Con eso de que ya se saben ir solos, sea caminando, en camión, en la bici o en el automóvil… Con eso de que nos urge darles autonomía, no con el propósito de que crezcan sino para recuperar nuestra propia independencia… Con eso de que ahora ya no tenemos tiempo para compartirlo con ellos, a pesar de que para conseguirles un lugar hasta nos habíamos pasado la noche entera haciendo fila, aunque esto ya un poco menos gracias a que los procesos de selección y asignación de lugares se automatizaron… para complicarse más.

    El interés nuestro “aumenta inversamente proporcional” al crecimiento de nuestros hijos. Los papás los abandonan precisamente en el momento en que más necesitan apoyo, orientación y guía; se olvidan de procurarlos, de cuidarlos, de alentarlos, de amarlos, de mimarlos, de acompañarlos, de disciplinarlos, de protegerlos en el estricto sentido del término, y muchas veces hasta de proveerles al menos alimento.

    Se olvidan de que allá afuera de la casa, pero también adentro en la tele o en internet, hay muchas Diones Anguiano que promueven el sexo libre aunque supuestamente “responsable”, o que hay muchos que buscan arrastrar a los jóvenes hacia situaciones más complicadas y riesgosas.

    Y luego nos quejamos de que 41.7% de los estudiantes de EMS obtiene bajo desempeño en lectura; 56.6% en matemáticas, y 47.8% en Ciencias (INEE, 2017).

    Y luego sufrimos porque entre los adolescentes hay alto número de embarazos precoces, desbordado consumo de alcohol y otras sustancias, reprobación, dejación de las aulas, bullying, suicidios.

    No se trata de ponernos “moralinos”. Pero tampoco de tomar las palabras como un verbo en imperativo: “Cojan con condón”, o “A coger”, según el llamado festivo e irresponsable de la Dione. No es “a coger”, sino “acoger”. Se trata de reacomodar las palabras para traducirlas en actitudes, en infinitivo y en infinito de parte de los papás respecto de sus hijos, principalmente en esa etapa crucial de la adolescencia. Los papás responsables tienen que acoger, dar refugio, amparar, proteger, cuidar, guiar, acompañar. Amar.

    (La SEP editó una guía muy práctica para detectar y atender indicadores de conductas de riesgo, que pueden ver aquí:

    https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/233031/indicadores-de-conducta.pdf

    Las recomendaciones son sencillas, pero pueden ahorrar muchos dolores de cabeza).

    CNEGSR.  Condón masculino. http://cnegsr.salud.gob.mx/contenidos/descargas/SSRA/InfoSS/2_Condon_Masculino_Ficha_Informativa.pdf

    INEE (7 dic 2017). Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior 2016. Disponible en http://www.inee.edu.mx/images/stories/2017/comunicados/panorama/presentacion-pem.pdf

     

  • Los maestros de nuestros hijos

    Los maestros de nuestros hijos

    reforma-salon de clases

    Francisco Javier García Zapata*

    El tema de la evaluación magisterial mantiene el desencuentro entre las autoridades educativas y maestros que consideran laboral, y no educativa, la reforma promovida por la actual administración federal.

    La reforma incluye otros aspectos también de sobrada importancia, como los contenidos mismos y la infraestructura; sin embargo, el punto de quiebre está en las formas y consecuencias de la evaluación del desempeño. Sobre ésta, por cierto, disertará el próximo día 13 el subsecretario Otto Granados Roldán, y con ello dará apertura al seminario “La Reforma Educativa, avances y desafíos”.

    Sin lugar a dudas el trabajo de los maestros es elemento básico y del que dependen las cifras y estadísticas, pero lo relevante es que depende el futuro de los millones de alumnos y de nuestro propio país; del aula surgen y ahí se fraguan los éxitos que obtienen los estudiantes, las escuelas, la nación, lo mismo que los índices de reprobación y de abandono. Sueños y frustraciones tienen origen en el quehacer magisterial.

    Por eso, hay voces que se pronuncian por la evaluación de maestros y directivos… y evaluación “amplia y a fondo”, señalan, no solamente en términos académicos.

    Quizá no sea necesario recordar que la inmensa mayoría tenemos hijos o nietos, hermanos o sobrinos, alguien de nuestro entorno, que está en la escuela, en básica o media superior. Que ese alguien tiene contacto permanente con uno o varios maestros prácticamente más que con nosotros, pues pasa la mayor parte del día en los espacios escolares, así que está sujeto no sólo a la autoridad sino a la influencia y en ocasiones al dominio del maestro. A su cuidado también.

    En el caso de los papás, es evidente que con todo derecho a procurar la escuela ideal para sus hijos: la de más prestigio, donde “sí enseñan bien”, donde hay un buen ambiente, grato y seguro.

    Y si además de papás son maestros éticos, profesionales, preparados, dispuestos, innovadores, responsables, respetuosos, empáticos: ¿no es lo que esperan a su vez de aquellos en quienes confían la educación de los suyos?

    Como contribuyentes, como empleadores, como usuarios de un servicio público, ¿no estamos en posición de demandar, porque merecemos, un mínimo de calidad?

    En este sentido, hay quienes plantean que, más allá de la Reforma Educativa, la evaluación debe ser una práctica constante, y, como se apunta líneas arriba, no únicamente en cuanto a conocimientos. El buen desempeño tiene qué ver también con la forma en la que el maestro se relaciona con el alumno, lo cual por supuesto es crucial. Hablamos de valores, que para el caso podemos equiparar a competencias emocionales.

    Argumentan que si en no pocas instituciones se solicita a los maestros un certificado de buena salud física, no estaría por demás también una evaluación de buena salud mental, sicológica; la opinión es compartida incluso por trabajadores de la educación que han sufrido atropellos de directivos.

    La OMS define salud mental como “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. 

    Desde luego no se trata de incurrir en posturas maniqueas como las que exigen la hoguera para una institución y todos sus integrantes por las faltas de unos o muchos de sus integrantes (¿cuántos son pocos? ¿cuántos son muchos?), como ocurre hacia la Iglesia Católica. Así mismo mal haríamos en señalar a todos los maestros porque algunos fallan, pero…

    Muchos padres de familia afirman que podrían comprender y aceptar que un maestro “no le enseñe” matemáticas o español o inglés a sus hijos, es decir, tolerarían la incompetencia profesional, pero no le perdonarían que ejerciera o permitiera ejercer sobre los chicos algún tipo de violencia.

    Lamentablemente la violencia está presente en las escuelas, y en formas mucho más diversas de lo que imaginamos, incluyendo la económica. Lo peor es que no siempre hay personal e instancias adecuadas para atender estas situaciones y dar respuestas efectivas e inmediatas.

    En internet abundan las historias documentadas sobre casos en que los alumnos resultan víctimas de los problemas personales, traumas y frustraciones de maestros. Sí, claro, en China, en Japón, en India… ¿Nada más allá?

    Seguramente usted se dio cuenta de que, en días pasados, en Durango, ocho alumnas de secundaria aparentemente intentaron un suicidio colectivo, y justo en horas de clase. Para no entrar en detalle, diremos que la madre de una de ellas se quejó de que la directora del plantel tuvo una actitud desconcertante, pues se comportó de una manera déspota y hasta la echó de la escuela cuando acudió a consultarle sobre los hechos.

    También en fecha reciente, los medios dieron a conocer el caso de un maestro de primaria, en Jalisco, que reprobó a una alumna para poder mantenerla bajo control y seguir abusando sexualmente de ella. Aquí y allá hay casos.

    Pero no solamente acontece en el nivel básico; una encuesta aplicada a alumnos de media superior reveló que la práctica de la violencia docente hacia los alumnos sigue presente, al menos en cuatro tipos: física, simbólica, verbal y psicológica (Ceja, Cervantes y Ramírez, 2011). Los autores explican la agresión y violencia a partir de diez teorías catalogadas en dos clases: las teorías activas o innatistas, y las teorías reactivas o ambientales.

    Añaden que según “resultados relacionados con los primeros años escolares: 42% de los hombres y 24% de las mujeres tuvieron una experiencia física de violencia de parte de algún maestro”.  Y si se suman los que además señalan haber sido violentados de manera verbal, simbólica y psicológica, “el panorama se ennegrece aún más”.

    Tenemos claro que la violencia no solamente impacta en el rendimiento escolar, sino que influye decisivamente en la vida presente y futura de los alumnos; en su autoestima y estado de ánimo.

    Por supuesto, conforman mayoría inmensa los docentes buenos, en el sentido de aptitud y actitud, de competencia y bondad; con vocación y pasión; con habilidades socioemocionales innatas, con todas las cualidades y capacidades, conocimientos y conducta de un maestro en el sentido integral del concepto, que sin duda enfrentan sin temor cualquier evaluación, seguros de que no necesitan tres oportunidades para superarla con éxito; que tienen claro que, así como el matrimonio no se agota en la ceremonia nupcial, la profesión magisterial no termina cuando se cuelga de la pared el título y se lleva la cédula a la cartera.

    Si muchas veces fallan quienes, a juzgar por sus creencias y prédicas, estarían más obligados a mantener una conducta moral, a “portarse bien”, ¿qué se podría esperar de los simples mortales? Ante ello, no puede uno menos que preguntar: ¿Usted sabe qué tipo de maestros tienen sus hijos?

    *Maestrando en Neurocognición por el Instituto de Enlaces Educativos; Licenciado en Periodismo, con estudios en Letras Hispánicas. Se ha desarrollado en el sector educativo y los medios de comunicación.

    Ceja, S., Cervantes, N., Ramírez, L. (Dic. 2011). Estudio de la violencia que el maestro de educación media superior ejerce sobre sus alumnos, como factor de desmotivación académica. Revista electrónica Méthodos. Recuperado de: https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/revista-metodhos/article/view/30412/27448 [Consulta: 01/sep/2017].

    Ley General del Servicio Profesional Docente. Diario Oficial de la Federación 11 de septiembre de 2013  http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5313843&fecha=11/09/2013 [Consulta: 01/sep/2017].

    OMS. (Dic. 2013) Salud mental: un estado de bienestar http://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/   [Consulta: 01/sep/2017].