Educación Futura

Etiqueta: sindicalismo

  • Del discurso, al olvido de PCE de Chihuahua

    Del discurso, al olvido de PCE de Chihuahua

    Autor: Dr. Joel Orozco González.

    No hay cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza.

    Paulo Freire

    No es exagerado decir que atravesamos una crisis estructural y multidimensional, no se trata sólo del colapso de un sistema de pensiones; es el derrumbe de la confianza, de la coherencia institucional, de la solidaridad histórica. Vivimos en un sistema que precariza al docente mientras proclama que la educación es el motor del desarrollo. Nos exigen resultados de excelencia, pero nos condenan a condiciones laborales de miseria.

    La situación de las pensiones es un reflejo de algo más profundo: la deshumanización progresiva del trabajo educativo. ¿Qué dice de un país el hecho de que sus maestras y maestros trabajen durante décadas, y luego envejezcan en la incertidumbre, sin acceso a medicamentos, sin especialistas, sin garantías mínimas?

    Esta realidad no es producto del azar, es resultado de decisiones políticas concretas, de reformas impuestas sin consulta, de leyes aprobadas a espaldas de la base magisterial, de liderazgos que traicionaron su mandato histórico.

    Aún más grave que la traición visible es el silencio de quienes pudieron hacer algo y no lo hicieron. El silencio de algunos dirigentes sindicales que priorizaron sus carreras políticas. El silencio de quienes, aún hoy, prefieren mirar hacia otro lado porque ya no les toca, porque ya están dentro, porque no les afecta tanto. Pero ese silencio también educa, y lo hace desde la resignación. Enseña que hay que agachar la cabeza, que no vale la pena luchar, que es mejor adaptarse. Y eso es profundamente peligroso, porque una pedagogía que no cuestiona, termina por perpetuar el orden injusto que dice querer cambiar.

    El SNTE, no puede seguir siendo un espacio de representación vacía, operando como un canal de ascenso político, actuando como si los problemas de la base fueran una molestia, y no la razón misma de su existencia. La dirigencia sindical que necesitamos no es la que repite discursos con elegancia, sino la que se arremanga, escucha, pregunta, se duele con la base y se pone al frente sin esperar aplausos. Una dirigencia que entienda que representar no es hablar por los otros, sino hablar con ellos, desde ellos, para ellos.

    Y la base, nosotros, también tenemos una responsabilidad ineludible: dejar de esperar que alguien más venga a solucionarlo todo. El SNTE que queremos no nacerá de una elección más; nacerá del involucramiento cotidiano, del debate crítico, del compromiso colectivo.

    Como bien señala Marx Arriaga, el discurso de la unidad puede ser una trampa, si no se acompaña de claridad política y ética. Unirse sin saber para qué es un acto vacío. Y peor aún: muchas veces, se ha usado esa palabra como una forma de callar las críticas, de cancelar la pluralidad, de evitar el debate. La unidad verdadera se construye desde la diferencia, desde el conflicto transformador, desde el ejercicio honesto de la autocrítica. No estamos llamados a obedecer; estamos llamados a deliberar, a dialogar, a decidir juntos el rumbo que queremos.

    Compañera, compañero si has sentido frustración, si te has cuestionado, si te duele lo que pasa, no estás solo. Y ese sentimiento, lejos de paralizarte, puede ser la chispa de

    algo mayor. Porque la transformación empieza cuando dejas de aceptar lo inaceptable como normal. La esperanza es lucha, es organización, es acción crítica. Es el acto profundamente humano de decir: esto no puede seguir así, y yo quiero hacer algo para cambiarlo.

    Frente a esta realidad debemos decidir qué tipo de educadores queremos ser: ¿Los que enseñan sin preguntar?, ¿los que cumplen sin reclamar? o ¿los que se adaptan al sistema para sobrevivir, o los que lo cuestionan para transformarlo?

    Porque educar es un acto político y si no actuamos, estamos enseñando, aunque no lo digamos, que la injusticia es aceptable. Por eso te pregunto, con la humildad del diálogo: ¿Estás educando para perpetuar lo que te oprime, o para liberarte junto a tus compañeras y compañeros?. La respuesta, la acción, la esperanza están en tus manos y en nuestras manos juntas, cabe un futuro diferente.

    Arriaga Navarro, M. (2025). Sobre la lucha ideológica: De cómo algunos mitos neoliberales se disfrazan como izquierda. El mito de la unidad.

    Bobadilla Marrón, R. (2025). ¿ElSNTEquequeremos?¡Estáennuestrasmanos!

    Reflexión publicada en espacios de diálogo magisterial.

    Freire, P. (1997). Pedagogía de la autonomía: Saberes necesarios para la práctica educativa. Siglo XXI Editores.

    Freire, P. (1992). Pedagogía de la esperanza: Un reencuentro con la pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.

    Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.

  • Alfonso Cepeda y el fin de un imperio prestado

    Alfonso Cepeda y el fin de un imperio prestado

    Luis Hernández Navarro
    Luis Hernández Navarro

    Actual secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas, apodado El Gato, pasó de ser un modesto profesor de banquillo a un acaudalado senador.

    No imparte clases frente a grupo, al menos desde 1983, cuando fue nombrado secretario de Trabajo y Conflictos del Nivel Superior de la sección 38, en Coahuila, por casi seis años. Desde entonces ha saltado sin interrupción de comisión sindical en comisión sindical. 

    Cepeda llegó a la dirección nacional del gremio en 2018, como resultado de un pleito entre caciques sindicales. Detenida en 2013, Elba Esther Gordillo fue absuelta de lavado de dinero y delincuencia organizada, y liberada el 8 de agosto de 2018. Estrechamente ligada a Esteban Moctezuma, quien sería el primer secretario de Educación de la 4T, exigió venganza contra el Judas que la traicionó: Juan Díaz de la Torre. Su reclamo de revancha le fue concedido. El 22 de noviembre de ese año, en el 47 consejo nacional, Díaz de la Torre solicitó licencia definitiva como dirigente nacional del SNTE, y puso “pies en polvorosa” rumbo a Miami. 

    No todas sus solicitudes fueron concedidas a la maestra. A pesar de que se soñaba con regresar a liderear a los docentes como en otros tiempos, se quedó con las ganas de hacerlo. Alfonso Cepeda, uno de los principales operadores financieros de Díaz de la Torre, fue designado para quedar al frente del sindicato. Su nombramiento fue también una felonía: creció a la sombra de Gordillo. Operador vitalicio en las catacumbas del SNTE, capo de los cadeneros de los antros de La Laguna que sirven de grupo de choque contra la disidencia magisterial, tiene en sus cuestionados negocios sanitarios en Coahuila y Nuevo León, un talón de Aquiles que lo vuelve proclive a la docilidad y mansedumbre gremial. Lo suyo no es la lealtad. 

    Pese a apoyar en la campaña presidencial de 2018 a José Antonio Meade, servir a lo largo de años a las iniciativas políticas de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, al PRI, al PAN y a Nueva Alianza, y apoyar activamente la reforma educativa del Pacto por México, no tuvo empacho en proclamar que el sindicato eran los soldados intelectuales de la 4T. En 2024, Morena lo hizo senador, se acaba de inscribir a ese partido y, en un viaje a través del túnel del tiempo al más cerril corporativismo, ofreció afiliar a ese instituto a 5 millones y medio de maestros y sus familias, regalando para ello 6 mil tabletas. Cepeda está al frente del SNTE de manera ilegal. 

    Terminó su interinato en febrero de 2024. Solicitó a su consejo nacional una extensión de su mandato hasta noviembre de ese año. La fecha ya pasó y, desde entonces, funge de secretario general irregularmente. No sólo es un dirigente charro, sino un charro al que se le pasó su periodo estatutario. Todo parece indicar que piensa convocar a un recambio del comité nacional hasta 2027. De tres años a la fecha, en el SNTE se echó a caminar una democracia de mentiras (obviamente nunca ha sido verdadera). La gremial tiene 61 secciones. En 56, la mayoría fuera de las fechas establecidas, se realizaron “elecciones”. Sin embargo, es la dirección nacional la que controla los órganos electorales, del padrón, de las convocatorias, de la instalación de casillas, del conteo de votos, de las finanzas y de “atender” las impugnaciones. 

    Es juez y parte. La contienda es absolutamente inequitativa y tramposa. Los profesores han exigido siempre nuevo reglamento y estatutos democráticos, al margen del SNTE. Pese a la farsa electoral (o precisamente por ella), la mitad de los trabajadores de la educación no votan. Y, de la mitad restante que sí sufraga en los comicios seccionales, 77 por ciento lo hace por planillas contrarias a la oficial. Esto es, sólo 23 por ciento vota por la planilla de los institucionales. Esto significa que el apoyo real de las fuerzas de Cepeda, es de apenas 11.5 por ciento de los maestros sindicalizados. Un resultado absolutamente catastrófico. Enfrentados a El Gato, los miles de maestros que integran la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tienen una capacidad de movilización y presión mucho mayor que la de él. 

    Son como un fuelle que se expande y contrae, más allá de su representación formal, dependiendo de las coyunturas. Pero, además, Cepeda ha generado un gran malestar dentro de muchos liderazgos institucionales. En el pasado, se daba a los dirigentes seccionales un conjunto de prestaciones (hojas de crédito) para que las manejaran. Ya no lo hace. Su política es que “los que ya fueron, ya fueron”. 

    Su cuota de regalos, vehículos y fiestas se ha encogido dramáticamente. Y figuras como su paisano Carlos Moreira, traen una fuerte bronca con él. Hace casi un año, El Norte y Vanguardia documentaron una trama mafiosa en que una red de empresas encabezadas por el hijo del líder hace negocios subrogando servicios médicos multimillonarios en Coahuila y Nuevo León. Entre los integrados a la familia Cepeda están: Alheira Medicina Avanzada; Alheria Servicios Hospitalarios; Alherira Servicios Operativos; Sistema Operativo Hospitalario; Médica Integralis; Cevisal Integral y Albora Grupos Empresarial de Capital Humano.

    El Gato es como un pequeño rey sindical venido a menos. Un charro sindical en la peor tradición de Jesús Robles Martínez, Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo. Apuntalado desde el poder, ha sido incapaz de contener el descontento magisterial con la ley del ISSSTE de 2007, que él avaló como coordinador del Colegiado Nacional de Organización del SNTE (cargo que ocupó entre 2004 y 2011). Cada día, su castillo de naipes se desmorona. Sobre él, se cierne la sombra de una doble traición. Pero, sobre todo, el desprecio de cientos de miles de maestros.

    Texto publicado originalmente en La Jornada

  • La degeneración del SNTE: la afiliación a MORENA

    La degeneración del SNTE: la afiliación a MORENA

    Lucilda Pérez Salazar

    Hace unos días el dirigente nacional del SNTE, Senador Alfonso Cepeda Salas se afilió a Morena.  Esto no es cuestionable. Está en su derecho.  Es una decisión individual y libre a la que todo mexicano y mexicana tiene derecho.  Cada ciudadano es libre de afiliarse al partido de su preferencia, o bien a ninguno, como la mayoría de los mexicanos.

    Lucilda Pérez Salazar

    Lo que se cuestiona, es la determinación del dirigente del SNTE de involucrar a la estructura del sindicato en la tarea de afiliar a los agremiados a un partido político, en este caso a Morena, así sea éste el partido en el que milita el líder mencionado. 

    El Senador se comprometió a afiliar a 1,500,000 maestros, que con sus familias y amigos podrían llegar a la cifra de 5,500,000 personas afiliadas. 

    Esta tarea de “afiliación corporativa” a un partido político no le corresponde al SNTE, no figura en el Estatuto, ni en la Declaración de Principios, más bien los contradice, porque el SNTE está integrado por personas con una amplia pluralidad política, con criterios e ideologías diversas y con preferencias políticas distintas, que deben respetarse. 

    El SNTE siempre ha estado adherido corporativamente a los partidos y a los gobiernos en turno, por décadas al PRI, luego al PAN y ahora a Morena. Esta es una relación perversa que no es nueva.

    Lo sorprendente ahora es que, sin recato alguno, utilice las estructuras seccionales y delegacionales para realizar la afiliación a Morena, a pesar de la resistencia y objeción de los maestros que harán este trabajo. 

    El SNTE debe ser un sindicato independiente del gobierno y de los partidos, porque de no ser así, se pierde la fuerza y la unidad de la organización, se cae en la subordinación al gobierno, que lejos de beneficiar a los agremiados los perjudica.  Como ejemplo están los acuerdos del SNTE con el gobierno para imponer la Ley del ISSSTE, la Ley del ISSSTELEON, la Ley de la UMA, la Reforma Educativa de Peña Nieto, la USICAMM, los bajos salarios, etc. 

    El corporativismo ha sido y sigue siendo el lastre más terrible del sindicalismo mexicano.

    Para rematar el desaguisado, el artículo 3 de la Ley General de Partidos Políticos prohíbe que las organizaciones sindicales intervengan en la afiliación de sus miembros a algún partido político.

    Dejen en libertad a los maestros para que ellos decidan por propia voluntad, cuándo y porqué se afilien, o no, a un determinado partido. 

    ¿Cómo quieren afiliar a los maestros, cuando la inminente reforma a la Ley del ISSSTE lesiona los ingresos de los agremiados al SNTE que ganan más de 34,394pesos mensuales, al ser calculadas las cuotas y aportaciones del seguro de salud sobre el salario integrado?

          ¿Este es “trato de privilegio” que busca el dirigente del SNTE?

           ¡No a la “afiliación corporativa” del SNTE a ningún partido político!

  • Otro golpe al normalismo mexicano

    Otro golpe al normalismo mexicano

    El pasado 13 de diciembre de 2024, Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), anunció durante la ceremonia de entrega de títulos profesionales a egresados y egresadas de la carrera de formación docente de las Universidades del Bienestar, que podrían participar en los procesos de admisión en educación básica del siguiente año. Dicho anunció pudo no tener mayor eco en la prensa nacional, así como también, en el Sistema Educativo Mexicano, porque, como se sabe, con la reforma promovida por el Pacto por México y ejecutada por Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño Mayer, cualquier egresado de alguna Universidad o Institución de Educación Superior hoy día puede participar en los procesos de admisión a este nivel educativo, obviamente cumpliendo algunos requisitos, pero de que pueden ingresar pueden ingresar, aunque no hayan tenido una formación inicial ligada con la pedagogía y la didáctica.

    Y bueno, ya que estoy hablando de ciertos personajes, recuerdo que por marzo de 2016, el ex titular de la SEP, Aurelio Nuño, declaraba ante los medios de comunicación que cualquiera con título de licenciatura podía ser maestro o maestra, porque esa era una de las bondades de la aprobación y aplicación de la reforma educativa de 2013; de ahí la importancia de dicha reforma y de los concursos de oposición que de ella se desprendían, porque lo ideal era que las y los estudiantes contaran con las y los mejores maestros.

    Como era de esperarse, estas palabras causaron revuelo entre algunos sectores de lo que en ese entonces era conocida como la oposición al régimen, hoy morenistas “destacados y distinguidos”, también entre integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entre algunos académicos e investigadores y, finalmente, entre algunos sectores del normalismo mexicano y/o de algunas instituciones formadoras de docentes (IFD), entre ellas el Centro de Actualización del Magisterio (CAM) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

    La discusión, derivada de esa declaración y de lo que en la ley se aprobó y aplicó, abrió un tremendo debate entre, digamos: universitarios y no universitarios. El ejemplo muy sencillo que empleaba para abordar este tema en ese entonces era el siguiente: si yo estudiara en una escuela normal para formarme como maestro de educación primaria, ¿podría aspirar a ser médico con especialidad en gastroenterología? La respuesta es muy sencilla: claro que podría aspirar a ser médico, pero por obvias razones tendría que prepararme para ello, realizando los estudios correspondientes que me llevarían a tener un conocimiento muy especializado sobre el aparato digestivo; en consecuencia, la aspiración que pudiera haber en mí sería muy válida en ese momento, pero, para cumplirla, tendría que hacer varias cosas como el formarme académicamente para este propósito.

    Lo anterior puede entenderse a partir del reconocimiento de que mi campo de conocimiento sobre el tema de la salud sería en extremo limitado, porque, independientemente de pudiera leer y estudiar por algunas semanas algunos libros sobre la disciplina y especialidad para aprobar un examen que me permitiera ejercer en un hospital público y/o privado, la verdad de las cosas es que esa limitación no significaría otra cosa más que la necesidad de contar con todo un proceso formativo que me llevara a atender a pacientes con el conocimiento de la disciplina y especialidad.

    En consecuencia, la pregunta que surgiría en estos momentos sería, ¿por qué un médico que no ha sido formado con todo lo que implica o significa la pedagogía y la didáctica sí puede participar para ser docente en educación básica? Cierto, el conocimiento sobre su disciplina sería un hecho evidente e irrefutable que lo acreditaría, pero ¿y la pedagogía y la didáctica que se adquiere y desarrolla a lo largo de todo un proceso formativo en las escuelas normales o IFD a partir del abordaje de distintos cursos o materias de un plan de estudios, así como de las prácticas profesionales que se llevan a cabo en contextos reales de trabajo docente?

    Insisto, el debate siguió su curso en esos años y muchos egresados de universidades hoy se encuentran dando clases; otros, definitivamente abandonaron el barco cuando se dieron cuenta que no era tan sencillo ser maestro tal y como Nuño lo señalaba, y menos en secundaria.

    Llegó el 2018 y el triunfo del lopezobradorismo trajo nuevos bríos; se dijo hasta el hartazgo que se “revaloraría” al magisterio y el papel del docente después de que fuera denostado por seis largos años; de hecho, como se recordará, en la ley que derivó la puesta en marcha de la pusilánime Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), se le dio “preferencia” a las y los egresados de las Escuelas Normales, CAM y UPN en los procesos de admisión en educación básica, claro, sin excluir a los egresados de todas las universidades porque, según se dijo: “nosotros no somos iguales; aquí no excluimos a nadie”. Y bueno, el tiempo pasó y los procesos de admisión siguieron (y siguen) siendo un desastre; tan es así que después de tantos años, “alguien” se dio cuenta de que ese organismo tiene que desaparecer para que se construya otro; es decir, que todo tenga que cambiar para que todo siga igual o… ¿peor? En fin, ese es tema de otro artículo.

    Decía en el párrafo anterior, que los procesos de ingreso al sistema educativo se fueron dando en el sexenio anterior, pero también, un proyecto que nada más los que están dentro de él entienden, porque, por más que se le busque pies y cabeza no se encuentra, me refiero a las Universidades para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ); instituciones que, de acuerdo al expresidente Obrador, fue la respuesta a casi cuatro décadas de neoliberalismo que tachaba y trataba de manera indigna a los jóvenes mexicanos y, por obvias razones, había la necesidad de abrir espacios educativos para ellos y para quienes que no tuvieran la oportunidad de llegar a una educación superior. Desafortunadamente, este proyecto a pesar del enorme financiamiento que se destina ha dejado mucho que desear en estos años; esto, independientemente del pésimo trato de su titular para con la gente que comenta o cuestiona sobre su operatividad, porque, para pocos es desconocido, que en muchas sedes las instalaciones no cuentan con lo necesario para funcionar, el despido de docentes es una constante so pretexto de que no cuentan con una base, la ineficiencia administrativa en varios planteles es evidente, y un largo etcétera más; sin embargo, lo que desde mi perspectiva es grave, es que sus planes de estudio realmente no se entienden. Veamos un poco el de formación docente, que es el caso que me ocupa.

    En la página de las UBBJ (https://ubbj.gob.mx/plan_de_estudio), se pueden encontrar diferentes planes de estudio que corresponden a diferentes carreras, por lo que se refiere a la formación docente se encuentra la Licenciatura en formación docente en educación básica: patrimonio histórico y cultural de México con sede en Atlahuilco, Tacámbaro, Valladolid, Francisco I. Madero y Xochimilco. Insisto, hay otras carreras con probable relación a la formación docente, pero nos concentraremos en esta.

    Al hacer una revisión de su plan de estudios y su respectiva malla curricular, a ciencia cierta no se sabe qué maestro o maestra se está formando en esas universidades. Puede ser que la imagen de un educador comunitario esté plasmada en este documento, sobre todo cuando se señala que dicho plan se orienta a ampliar los horizontes de conocimiento de los y las ¿docentes normalistas? respecto a materias indispensables para el trabajo en las comunidades, sin embargo, repito, no se sabe qué docente es el que se está formando. Esto se complica si analizamos el perfil de los egresados; perfil que solo contiene 3 “puntos” que refieren: al conocimiento que se debe de poseer sobre el proceso de formación de estudiantes de educación básica, a la organización y las instituciones que son parte del sistema educativo y la forma en que se vinculan con la comunidad y, finalmente, a la “conducción” de quienes participan del proceso educativo en la formación para el servicio a la comunidad. Bien dicen que más no es mejor, pero ¿solo tres “puntos”? Pregunto: ¿cuántos rasgos tienen el de la educación básica? Y bueno, coloco la palabra puntos entre comillas porque en el documento que puede ser consultado en la red no se señala si son rasgos, dominios o lo que sea que ello signifique. Probablemente se deba a que tampoco en ese documento se observa y, muchos menos se comprende, el enfoque que lo permea.

    Ahora bien, un tema que es harto preocupante es lo relacionado con su malla curricular, específicamente me refiero a los ejes problemáticos y asignaturas, porque la pedagogía y la didáctica difícilmente puede visualizarse, pero tampoco puede hallarse la práctica profesional docente y todo lo que de este importante ejercicio se deriva. Y bueno, del pensamiento pedagógico nacional hoy tan necesario recuperar en nuestro país; de la pedagogía crítica de la que tanto se ha hablado en los últimos años; de un ejercicio fundamental como lo es el de la planeación de la enseñanza y la evaluación de los aprendizajes, por ejemplo, en el marco de un enfoque por capacidades como el que permea el de la Nueva Escuela Mexicana; o del propio trabajo por proyectos y/o metodologías sociocríticas como parte de este quehacer tan importante en las comunidades, entre otras tantas cuestiones más, poco, pero muy poco puede decirse porque en este documento nada más no se encuentra. En fin, tengo claro lo que significa trabajar con ejes problemáticos y materias, sin embargo, bien valdría preguntarse: qué eje más problemático podría ser el que representa o significa el acercamiento a condiciones reales de trabajo docente, me refiero a la práctica profesional docente que, insisto, no aparece como un eje dinamizador del plan referido.

    Pienso que, entre un educador comunitario, un sociólogo, un antropólogo o un etnógrafo educativo (entre otros tantos más) podría encontrarse el tipo de maestra o maestro que se está formando en esas universidades, la verdad de las cosas es que quién sabe, pero, aun con ello, así van a participar en los procesos de admisión en educación básica los egresados de estas escuelas quienes, desde luego, no tienen la culpa o un gramo de responsabilidad por la ligereza y/o simpleza con la que sus coordinadores han tomado este proyecto. Digo, podría reconocerse el que se tenga la sana intención para que todas y todos los jóvenes accedan a una institución de educación superior a realizar ciertos estudios profesionales, pero en este caso, y en cualquier otro, estamos hablando de las y los futuros maestros de México que educarán a cientos de estudiantes. Sí, lo leyó usted bien: educarán a las siguientes generaciones de mexicanos. Esto, mírese por donde se mire no requiere de ligereza o simpleza, sino de un trabajo mayormente fundamentado y elaborado.

    Tal ejercicio, el de los procesos formativos de las y los niños y adolescentes, demandan un conocimiento amplio y profundo de lo que ya he señalado: la didáctica y la pedagogía, y eso, guste o no, se realiza en las escuelas normales o IFD.

    Habría que revisar el enorme esfuerzo que hace dos años emprendió el normalismo mexicano para que, de manera colegiada, se construyera un plan de estudios (el 2022 para la educación normal), así como el cincuenta por ciento de su malla curricular nacional y estatal; esto, en virtud de los acuerdos que fueron alcanzados en las diferentes etapas del Congreso Nacional para la Transformación de la Educación Normal convocado por la misma federación y en el que participaron docentes y estudiantes normalistas de todos los rincones del país. Dicho plan, con todas las áreas de oportunidad que pudieran hallársele, ahí está, para ser analizado, criticado, mejorado, comentado, pero tal cuestión, dista mucho de, insisto, la simpleza con la que los responsables o coordinadores de los planes de estudios de las UBBJ actuaron para entregar un plan de estudios como el que he señalado.

    Lo anterior no quiere decir que las normales sean un ejemplo incuestionable; no, desde luego que no puede ni podría ser visto de esa forma, pero quienes en el camino andamos nos cercioramos de que muchos de sus egresados, formados con planes de estudio con un claro sentido pedagógico y didáctico, tienen un mejor desempeño en las aulas de aquellos que no lo tuvieron en su proceso formativo.

    En resumidas cuentas, el menosprecio hacia las escuelas normales sigue presente, ya no a través de Aurelio Nuño y compañía, sino del mismo Mario Delgado quien, con bandera de la 4T, se da baños de pueblo cuando difícilmente ha sido pueblo. ¿Dónde estarán todas esas voces que le gritaban en 2016 a Aurelio Nuño que cualquiera no podía ser maestro?

    Qué caray, este Mario salió más Nuño que el mismo Aurelio.

  • El declive del charrismo sindical ha comenzado…

    El declive del charrismo sindical ha comenzado…

    Con la victoria en las urnas de los maestros Filiberto Frasuto Orozco y Marcelino Rodarte Hernández, en las Secretarias Generales de las Secciones Sindicales 34 y 58 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), el magisterio democrático ha logrado un triunfo histórico. Un triunfo que, si bien es cierto debe ser celebrado por quienes por décadas han sufrido los estragos del “oficialismo sindical”, también es cierto que debe tomarse con cierta mesura, dada la inmensa estructura sindical a nivel nacional conformada por esos liderazgos vitalicios, caciques y/o señores feudales, que harán todo lo necesario para no perder los cotos de poder que les han permitido vivir a costa de los trabajadores de la educación esparcidos a lo largo y ancho de la República Mexicana.

    Es cierto, no solo en Zacatecas sino es buena parte del territorio nacional en los últimos años, una parte de magisterio mexicano ha venido dando muestras del hartazgo hacia esos “liderazgos sindicales” que antaño eran intocables; ya sea en reuniones de Centros de Trabajo o en las plenarias de las Delegaciones Sindicales o Secciones Sindicales, el reclamo parece ser el mismo: la falta de defensa de los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación ante las arbitrariedades cometidas por las autoridades estatales o federales, y no es para menos porque, a lo largo de todos estos años, el conocimiento y registro de innumerables violaciones por parte de la dichas autoridades hacia las y los trabajadores, sin que el sindicato haya hecho algo al respecto, ha ido en aumento.

    Baste con preguntarse, ¿qué es lo que hizo este sindicato ante la serie de tropelías que en su momento cometió contra el gremio la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente hoy llamada Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros? La respuesta es contundente: nada. ¿Qué es lo que hoy día hace ese mismo sindicato para defender las afectaciones laborales y profesionales por la aplicación de una ley a todas luces violatoria de los derechos de los trabajadores por parte de esa Unidad para la Carrera de las Maestras y Maestros? La respuesta sigue siendo contundente: nada, con excepción de que hoy “dice” que trabaja de la mano con el gobierno para contar con un nuevo organismo que, igual que antaño, mantendrá el régimen de exclusión al que ha sido sometido el gremio desde hace varios años. Complicidad algunos le llaman; charrismo yo le llamo.

    ¿Acaso ya se olvidó la luna de miel que vivió durante varios años el SNTE, a través de su ex lideresa vitalicia de apellido Gordillo, en los sexenios de Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y Calderón?, ¿acaso durante este periodo las bases magisteriales mejoraron sus salarios, prestaciones, servicios médicos, jubilaciones o pensiones a las que tendrían derecho después de haber entregado más de una vida al servicio de la educación y del pueblo?, ¿no acaso esos líderes que tanto hablaban de conquistas y conquistas para los trabajadores, lo único que conquistaron fueron propiedades, puestos para familiares y compadres, becas para sus hijos en las mejores universidades, entre otros más, mientras al gremio solo le daban las migajas que sobraban?

    Curiosamente, durante todos estos años y aún antes de éstos, ¿qué era lo que pasaba si algún trabajador o algunos trabajadores de la educación se “indisciplinaban? Para pocos es desconocido que estos mismos seudo líderes, que aún se encuentran en este Sindicato, así como sus files vasallos, al más puro estilo de Carlos Jonguitud Barrios y su vanguardia revolucionaria, han amedrentado, reprimido, sobajado y hasta humillado a cuanto trabajador se les ha antojado, porque, desde luego, habría que “disciplinarlo” para que dejara de cuestionar aquello que podría ser cuestionado.

    Esto último ha sido el legado que se ha transmitido de generación en generación en el gremio.

    “Te callas o no avanzas”, parece ser que ha sido el mecanismo a través del cual se ha mantenido el control de las masas. ¿Cuántas maestras no han sido humilladas y violentadas para obtener un préstamo, cambio de centro de trabajo o beca comisión?, ¿cuántos maestros no han sido denostados o sobajados por tener el valor de expresar las injusticias cometidas en contra de sus propios compañeros?, ¿cuántas maestras y maestros no han sido excluidos o castigados simple y sencillamente porque no han sido parte de sus acarreos, negocios o juegos?

    Bien decía hace días una querida colega, a propósito de los actuales representantes sindicales a nivel nacional y de lo inservibles que son en estos días: “son ustedes, con sus cuotas, complicidades y silencios quienes les otorgan la fuerza que poseen y solo ustedes los que pueden decir basta”.

    Lo sucedido en Zacatecas bien podría interpretarse, con cierta mesura, como el comienzo del declive de ese charrismo sindical en nuestro país. Sin embargo, insisto, esto bien podría decirse que es el comienzo porque, como es evidente, aún falta mucho por hacer.

    No obstante, pienso que solo las y los trabajadores de la educación, los que a diario arrastran la escoba o limpian la escuela, los que hace uso del lápiz o una máquina de escribir o computadora, los que llegan a dar sus clases y se retiran con la esperanza de un mejor mañana, los que llevan en sus hombros el peso de la administración de sus escuelas, en fin, son ellos, las y los trabajadores de la educación los que podrán lograr un cambio verdadero.

    ¡Nadie más, solo ellos!

    Zacatecas ha demostrado que sí se puede, y se puede porque la base así lo quiere.

  • Salario docente, incertidumbres y confusiones

    Salario docente, incertidumbres y confusiones

    Uno de los problemas que la CNTE enfrenta de manera cotidiana es la desinformación, es decir, las noticias falsas y las medias verdades sobre sus demandas y su lucha. Los casos no son pocos.

    Entre otros, se encuentran las declaraciones sobre la apertura del Mexe, hasta hoy incompleta; la supuesta abrogación de la reforma educativa, que todavía mantiene el régimen de excepción laboral, y el limitado fondo de pensiones del Bienestar, que no es para todos los trabajadores. Además de éstas, recupero tres ejemplos para explicar el porqué de la inconformidad y la intensificación de las acciones de presión del magisterio.

    El pasado 17 de febrero, en gira por Guerrero, se dijo a los maestros de esa entidad que se analizaba hacer lo mismo que en Michoacán, donde ya se había logrado la federalización de la nómina. Desafortunadamente, esto no es del todo así. A los 28 mil trabajadores estatales de la tierra de Ocampo se les sigue negando cualquier movimiento que implique mayores recursos federales, como ascensos, promoción horizontal para mejora salarial, horas adicionales a los docentes de secundaria, cambios de escuela a las zonas de vida cara o la medida del bienestar que se aplicó a los maestros de apoyo a la educación a nivel nacional. En otras palabras, los deja con todas las obligaciones laborales y básicamente sin ningún derecho.

    En mayo de 2023 se anunció un aumento salarial de 8.2 por ciento y un incremento especial para que ningún profesor ganara menos de 16 mil pesos mensuales. Ni una ni otra cosa sucedieron. Se otorgó un alza diferenciada cuyo porcentaje fue menor, por ejemplo, para docentes de tiempo completo, y ningún profesor de plaza inicial en educación básica alcanzó la media nacional del IMSS, porque su percepción real, sin impuestos agregados, no es mayor a 14 mil pesos mensuales.

    El Día del Maestro del presente año se anunció 10 por ciento de alza salarial. Todavía no se ha explicado oficialmente cómo será la distribución del monto global en los porcentajes concretos que se destinarán a sueldo base y prestaciones. Ojalá no sea necesario esperar hasta después de la jornada electoral del 2 de junio para calcular el impacto real que esto tendrá en la recuperación del poder adquisitivo del magisterio, tan deteriorado en las últimas décadas.

    En reiteradas ocasiones se ha dicho que los aumentos son una medida para los trabajadores de la educación federalizados, es decir, se excluye a quienes dependen de los sistemas estatales. En diálogo con los disidentes se informó la aplicación de sólo 4 por ciento al salario base, lo que representa un aumento de alrededor de 200 pesos quincenales para quienes tienen plaza inicial. El incremento restante sería para prestaciones, pero distribuido de forma diferenciada, de manera que el alza total para estas plazas podría alcanzar hasta 350 pesos. Con ello se afecta los maestros contratados con más de 22 horas semanales, tiempo completo, doble plaza, directivos y supervisores, que tendrían un incremento menor en prestaciones.

    Luego de la escalada de movilizaciones de la CNTE, que pasaron del plantón en el Zócalo capitalino a los bloqueos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que cerraron vialidades y oficinas gubernamentales, centrales de autobuses, instalaciones de Pemex, oficinas de partidos políticos y del INE, tanto en la capital como del interior del país, la respuesta gubernamental fue ofrecer, sin respaldo documental de por medio, un nuevo aumento de 13 por ciento, el cual, en el caso de profesores con plaza inicial, redistribuirá el impacto al sueldo base hasta con 11 y 2 por ciento a prestaciones. Con esto se mantiene un trato diferenciado que divide al magisterio y que lo segrega en niveles de precariedad salarial.

    Es de reconocer el temple de los docentes para tomar distancia de las agendas partidistas, su decisión de sostener el plantón frente a las manifestaciones de los dos bloques electorales, desinteresados en resolver las demandas de la CNTE. Es de celebrar que, pese a la desinformación y el monopolio comunicacional en el que sólo se aparecían en las calles y plazas los partidos políticos en campaña, los maestros estén en el centro de la vida nacional, colocando las banderas de izquierda de los movimientos sociales para eliminar las continuidades del neoliberalismo. Entre éstas, la reforma al Issste de 2007, que no sucumbió a pesar de los amparos de más de 2 millones de trabajadores y que prevalece, prácticamente, intacta.

    *Doctor en pedagogía crítica

  • La participación del SNTE en los procesos de asignación y promoción docente

    La participación del SNTE en los procesos de asignación y promoción docente

    Juan Rubén Compañ García

    La reforma educativa de 2013 acotó la participación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en asuntos educativos —aunque no de forma total, menos en la política de la carrera docente— con el argumento de que eran los responsables del control de las plazas docentes y de los bajos logros de aprendizaje. Sin embargo, aunque la participación del SNTE se ha visto acotada y debilitada, también se nutre de ciertas prácticas que le han permitido tener una posición más activa en las negociaciones que se llevan a cabo en el sistema educativo nacional, en específico, en lo concerniente a los procesos de asignación y promoción docente.

    Por un lado, la reforma educativa vigente le concede una participación más activa al SNTE, pero en un escenario donde el Sindicato no ostenta el poder ni la representación, como los tuvo en otros gobiernos. Empero, el Sindicato genera, como lo demuestra su historia —producto del corporativismo— formas de negociación y distribución del poder que le han permitido sobrevivir en diferentes administraciones de gobierno. Y el gobierno en turno no es la excepción. Incluso la tendencia ha sido recuperar espacios. La propuesta de candidatura plurinominal al Senado de Alfonso Cepeda Salas, líder sindical, por parte de Morena, puede darle un giro importante a la participación del SNTE en las decisiones educativas.

    En ese tenor, la intención en las siguientes líneas es mostrar la participación del SNTE en los procesos de asignación de plazas y promoción docente durante este sexenio. A pesar de que el gobierno actual enfatiza su combate a la corrupción y la revalorización docente, las prácticas corporativas diluyen tal aspiración. El SNTE está recuperando el control de las plazas docentes a través de dos elementos que se articularon a su favor: lo laboral y lo político.

    En lo laboral: los sindicatos se rigen por las regulaciones que dicta el Estado y a través de reglas ilegítimas, pero institucionalizadas. La reforma educativa de 2019 le otorgó de nueva cuenta al SNTE el control de la asignación de plazas. Lo anterior requirió dos vías: la formal y la informal. La formal se cristalizó en la reforma al apartado B del artículo 123 constitucional que le dio al Sindicato el 50 % de las plazas docentes de nueva creación o disponibles. De manera paradójica, la vía informal nació con la transgresión de la normativa: se basificó a docentes que no transitaron por los procesos de selección, sino porque poseían una plaza sin titular, según lo dicho por la secretaria de Educación Pública, Leticia Amaya. También por participar en mítines políticos, por tener una “palanca” con el sindicato, o porque las autoridades educativas federales o estatales “esconden” las plazas —no las reportan como vacantes a la Unidad del Sistema para la Carrera de los Maestras y Maestros (Usicamm)—. Hay entidades que sólo ofrecen 20 o 30% de las plazas vacantes, porque no se tiene conocimiento de las plazas docentes de nueva creación o porque no se someten a concurso todas las plazas vacantes por jubilación, renuncias o decesos.

    Ilustración: Patricio Betteo

    La presente administración nutre la opacidad y la corrupción, y desdeña la transparencia. Los datos de la Tabla 1 no nos muestran un crecimiento en los distintos procesos de admisión y promoción al servicio educativo a lo largo del tiempo. Incluso hay un decrecimiento si comparamos la asignación y la promoción de las plazas docentes con las cifras de las vacantes de los diferentes concursos en los ciclos escolares 2020-2021 y 2022-2023. Por ejemplo, en las vacantes docentes por plaza jornada y de promoción por función directiva y supervisión, hay una disminución del 40 % y, en el concurso de oposición por horas clase, hay un decrecimiento del 60 % —de 37 184 a 13 951 vacantes—. Ello contrasta con lo que refiere el tercer informe de gobierno de la administración actual, con 387 867 docentes incorporados o promovidos, un crecimiento del 90 % respecto al sexenio de Enrique Peña Nieto (206 836 docentes). Los datos que presenta el gobierno ni son transparentes, ni se sostienen.

    Tabla 1. Vacantes ofertadas por tipo de plaza y función

    Entidad federativaPlaza jornada por Ciclo escolarPlaza por horas por
    Ciclo escolar
    Plaza función directiva por Ciclo escolarPlaza función de supervisión por Ciclo escolar
     20-2121-2222-2320-2121-2222-2320-2121-2222-2320-2121-2222-23
    Aguascalientes7571748314472961341717211
    Baja California**24457181933132111910761125340
    Baja California Sur0015*10030*58841170
    Campeche340102002628710030
    Chiapas2504*34507*117185015460
    Chihuahua906061*28830720*4085265538677
    Ciudad de México26816426512841489301718113511325549
    Coahuila1203810610321515482583171122291
    Colima1208*000*6586199144
    Durango1004475119241013015926*16417*
    Estado de México1495533*2313979*4116497672340
    Guanajuato1007358301*915514366373*275431121*132710*
    Guerreros.d.663350s.d.4540620s.ds.d.0s.d.s.d0
    Hidalgo8300136704941382853223713
    Jalisco1615630690885471872519051900560
    Michoacán0013*0011*0300040
    Morelos19715100140489120016260
    Nayarit234921452385156311031081310890
    Nuevo León50600006007798*081*
    Oaxaca53140638*244022401*s.d.s.d.0s.d.s.d.0
    Puebla151346486495420402263332669662510611
    Querétaro167*99115938*1632141418263
    Quintana Roo0029*0052*518119*045*
    San Luis Potosí1120117872108841381701618249
    Sinaloa004100010718709240
    Sonora120*047656*0202377112*173413*
    Tabasco0032005432153123913150
    Tamaulipas580194*1695609151*1061244*26350*
    Tlaxcala407166655527966389234100
    Veracruz015076*1129020*371305043350
    Yucatán6010*001*11816068*8158*
    Zacatecas2890216*2271450*146278416255
    Total685537224297371844039013951411185162535396821147

    Elaboración propia con base a las convocatorias que emiten las entidades federativas del país
    *Estos datos no se obtuvieron de las convocatorias de las entidades, pues no se referían. Para obtenerlos se utilizó el Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas (SATAP) o las plataformas de asignación de plazas que utilizan las entidades.
    **Los datos hacen referencia a Baja California y Tijuana

    En lo político: la participación de los sindicatos y las diversas secciones no es homogénea. A partir de los datos de la Tabla 1, puede apreciarse que en el concurso de oposición para vacantes docentes por horas clase en el ciclo escolar 2021-2022, Guanajuato y Jalisco en conjunto ofertan un total de 21 553 vacantes, el 50 % del total en el país. Ambas son entidades que cumplieron de manera cabal —Jalisco, con “excelencia” — con el proceso para la homologación de las disposiciones locales en materia educativa. Armonizaron sus estructuras legales locales con lo dispuesto en la reforma constitucional. Para la armonización en Jalisco se diseñaron foros de consulta donde participaron empresarios, líderes sindicales y especialistas en educación. Ello generó ciertas respuestas efectivas. En contraparte, las entidades que no adecuaron sus disposiciones emiten, en varias de sus convocatorias, vacantes con cero plazas docentes. Tal es el caso de Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. En el caso de Zacatecas, la no armonización de las leyes pudo llevarse a cabo por la negociación que realizó el Sindicato con las autoridades estatales en defensa de los derechos laborales de los docentes. El Sindicato, tanto en Jalisco como Zacatecas, logró incidir en la política educativa con diferentes recursos y bajo diferentes posiciones: una, como aliado de la reforma educativa; otra, como opositor y negociador administrativo de asuntos laborales.

    En suma, las prácticas corporativas continúan en la presente administración, pese al discurso que enfatiza el combate a la corrupción. Si bien el SNTE o los sindicatos no tienen una participación con tanto alcance en el presente gobierno, es un hecho que están recuperando el control de las plazas docentes, y no precisamente por ser un contrapeso en los procesos de selección, sino por las ambigüedades que se generan en lo laboral y en lo político. Sin embargo, la esperanza está en la pluralidad de organizaciones sindicales y la gestión que se genera en las diversas entidades. Parece que ello puede ser un contrapeso importante en los procesos de asignación y promoción docente.

    Juan Rubén Compañ García
    Profesor de educación secundaria en el Estado de México.
    Este texto es producto de una investigación más amplia que se encuentra publicada aquí.

    Publicado originalmente en Revista Nexos

  • CNTE: guerra contra maestras y maestros

    CNTE: guerra contra maestras y maestros

    El único deber que tenemos con la historia es reescribirla

    Oscar Wilde

    Alberto Sánchez Cervantes*

    La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) nació en 1979 por la necesidad de enfrentar y resistir, al interior del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la antidemocracia sindical, el control corporativo y clientelar, la injusticia, la arbitrariedad, la persecución política, la violencia física, la represión, la amenaza y el chantaje.

    Sin embargo, al transformarse en la expresión hegemónica en algunas secciones (7, 18, 22), la CNTE repitió los vicios que antes combatió. En esas secciones se reprodujeron las prácticas que los fundadores de la Coordinadora habían combatido, es decir, se ejerció el control político de antaño y los maestros críticos e insubordinados fueron acosados y reprimidos.

    El periodo 2013-2018 fue particularmente álgido por la resistencia de la CNTE a la reforma del servicio profesional docente impulsada en el sexenio de Enrique Peña Nieto. “Fue una guerra”, afirmaron líderes centistas entrevistados. Los peones de esa guerra fueron los maestros de base.

    Las cinco historias documentadas a continuación dan cuenta de que la guerra no fue solo contra la reforma, sino también contra los docentes que no se sometieron a la línea sindical establecida.

    1. No queremos gente traidora que se vende al sistema
      Eduardo Mercado (seudónimo) es un maestro chiapaneco de educación primaria, integrante de la Sección 7. Fue acosado y amenazado por los líderes de su delegación sindical por haber participado en la evaluación del desempeño docente a la cual se oponía la CNTE.
      Dice: “Yo hice el proceso básicamente ocultándolo de toda mi delegación sindical. Lo oculté por el miedo de que fuera desplazado de mi escuela, como les sucedió a muchos maestros en Chiapas. Si te evaluabas te desplazaban, pues la condición era no evaluarnos. […] El secretario, con todo su comité, me llamó a una reunión con ellos. Fui yo solo y ellos eran como diez. Me preguntaron si yo había hecho mi evaluación. No les dije ni sí ni no, nada más les dije que lo averiguaran. Pero el secretario sí se mostró muy alterado, muy enojado, decía palabrotas. Me dijo: ‘Necesitamos saber [si te evaluaste] porque te vamos a correr de la zona, no queremos gente traidora y gente que se vende al sistema’. Fue una situación de gritos, de amenazas verbales. Nunca llegaron a los golpes, pero sí fue una situación muy tensa para mí”.
      Tiempo después de ese suceso el maestro Eduardo se presentó a otro proceso de evaluación, ahora para promoverse al cargo de dirección, objetivo que logró. “Cuando me presento en la zona, el supervisor me dijo que no podía aceptarme porque la delegación sindical había dicho que no [se iba a aceptar a ningún director promovido mediante proceso de evaluación]. Siendo él la autoridad educativa me decía eso. Aquí se ve que el poder de la CNTE está detrás de la parte institucional. Pero no es algo que ellos puedan controlar, de hecho, los supervisores también están condicionados por la Coordinadora”.
    2. Una multa de 5 mil pesos
      La maestra **** **** **** presentó una queja en la Visitaduría Regional de la Mixteca de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), localizada en Huajuapan de León. La querella fue en contra de la secretaria general de la delegación D-I-250 de la zona escolar 068 y de los representantes sectorial y regional de la Sección 22 porque le negaron una constancia con 80 por ciento de participación sindical.
      La maestra **** requería la constancia porque aspiraba a obtener un ascenso al cargo de supervisión. Sin embargo, los dirigentes se la negaron porque no asistió en agosto de 2013 al campamento que la CNTE instaló en el Zócalo de la Ciudad de México.
      Con tal de obtener la constancia, la maestra dijo estar dispuesta a pagar la multa de 5 mil pesos fijada por la asamblea delegacional, pese a que no pudo estar en el plantón debido a problemas de salud, lo cual justificó con la documentación expedida por el ISSSTE. Como no pudo pagar de inmediato la multa, se le entregó una constancia del 70 por ciento de participación: 50 por ciento por movilización representativa y 20 por movilización masiva.
      Las plazas de supervisión disponibles para el ascenso eran tres y pese a que la maestra ocupaba el segundo lugar en el escalafón fue desplazada de la lista por carecer de la constancia de participación sindical con el 80 por ciento requerido. En su lugar, los representantes sindicales propusieron a otra persona. La maestra alegó que con esa acción se le negó su “derecho laboral, sindical y profesional de ascender por escalafón”.
      Ante la reacción de la maestra, el representante regional de jefatura de la Sección 22 le propuso un arreglo, “por la buena”. Le pidió que no impugnara la propuesta de la parte sindical.
      La maestra narra en su queja: “[me dijo] que los dejara trabajar de acuerdo con su propuesta; que me esperara, que próximamente se jubilaría otro compañero y que entonces me apoyarían; que si me iba a conciliación iba a tardar más tiempo y quién sabe si ganaba”.
      Cuando la maestra impugnó ante la autoridad laboral competente, el representante regional, molesto, la desconoció como integrante del sindicato “por estarles declarando la guerra y por estar en contra del movimiento”; y por supuesto, pidió que se le aplicara la forma de represalia más frecuente en la Sección 22: el desplazamiento de centro de trabajo.
    3. Desplazar a los maestros que no apoyaron la movilización sindical
      Al inicio del ciclo escolar 2016-2017, el director de la escuela primaria “Gustavo B. Mendoza” le comunicó al maestro **** **** **** que no se presentara más en su escuela, sino que lo hiciera en la delegación sindical D-I-101 porque iba a ser removido de su centro de trabajo por no apoyar al movimiento magisterial.
      Los hechos ocurrieron en Ciénega Zimatlán, un municipio de la región Valles Centrales. El maestro fue desplazado de su escuela sin considerar que contaba con 22 años de servicio y nueve años laborando en ella. Pero no fue el único, muchos maestros fueron removidos de sus escuelas y concentrados en la delegación sindical mientras se realizaban los cambios de centros de trabajo. La razón: mover de sus escuelas a los maestros que no participaron en las movilizaciones sindicales y poner en su lugar a maestros adeptos a la Sección 22.
      El profesor **** demandó ante la DDHPO su reinstalación en la escuela “Gustavo B. Mendoza” con el argumento de que se estaban pasando por alto sus derechos laborales y que él no había incurrido en falta alguna ni existía procedimiento oficial en su contra para ser removido. Efectivamente, la trama había sido urdida por los líderes sindicales.
      El maestro dirigió un escrito a Jesús Castillejos Aguilar, titular de la Unidad de Educación Primaria en el estado de Oaxaca: “No estoy de acuerdo en que se me haya incluido en una remoción de escuela, puesto que no he realizado ningún comportamiento contrario a mi ética profesional como docente, ni he realizado conductas contrarias en perjuicio de la escuela en donde me encuentro adscrito. Se violó en mi perjuicio mis derechos laborales, como la antigüedad en el servicio educativo, antigüedad en la zona escolar y así también la antigüedad en el centro escolar, sometiéndome sólo y únicamente por no haber participado en las actividades [sindicales] de estos tres meses…”
      Finalmente, como represalia por no participar en las movilizaciones, el maestro fue desplazado y enviado a la escuela “Revolución” del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, a unos diecisiete kilómetros de la escuela donde había prestado sus servicios durante nueve años.
    4. Una escuela de castigo
      Agosto de 2015. El maestro de educación indígena **** **** ****, originario de Zaachila, se presentó ante el supervisor de la zona escolar 083 para iniciar el ciclo escolar 2015-2016. Sin embargo, se encuentra con dos noticias inesperadas: 1) ya no trabajará más en la escuela de San Antonio Huitepec. 2) Se le asigna un nuevo centro de trabajo ubicado a 22 kilómetros de distancia, en San Miguel Piedras.
      Ante la DDHPO, el maestro declaró: “A raíz de no haber participado en las movilizaciones sindicales en vacaciones de julio y agosto por no estar de acuerdo con tales acciones, el supervisor me cambió de centro de trabajo a San Miguel Piedras […], comunidad donde se considera de castigo como medida de represión, pero a la edad de 51 años, con 24 años de servicio y con diabetes y sin tener ningún problema laboral en mi centro de trabajo […] El argumento del supervisor fue que el cambio lo hizo en coordinación con el comité delegacional D-I-203 por tener muy bajo puntaje en la participación sindical y no haber participado en las marchas y plantones del mes de julio y agosto”.
      El maestro pidió la intervención de la DDHPO por considerar injusto el desplazamiento de su centro de trabajo, realizado “de manera arbitraria a modo de represión”.
      Al iniciar la indagatoria, la DDHPO consideró la probable violación de los derechos al trabajo y al debido proceso.
      El expediente se cerró en octubre cuando el maestro aceptó su adscripción en la escuela “Don Benito Juárez” de San Miguel Peras.
      En la siguiente tabla se indican los desplazamientos que hubiera hecho el profesor desde su lugar de residencia (Zaachila) hasta la escuela que le fuera impuesta o asignada.

    La información anterior permite confirmar que el plantel al que se pretendía enviar al maestro por no participar en las movilizaciones sindicales era efectivamente una “escuela de castigo”. La defensa que hizo de sí mismo ante la DDHPO logró detener la arbitrariedad y además salir beneficiado con un plantel más cercano a su localidad.

    1. Un supervisor que cumple el acuerdo sindical
      La asamblea de la delegación sindical D-I-146 sesionó la tarde del 14 de enero de 2014. En el punto nueve, asuntos generales, se discutió la situación de dos docentes de las escuelas primarias “Benito Juárez” y “Melchor Ocampo”. Después de “un gran análisis y una ronda de participación” –según se lee en el acta de la asamblea– se acordó ponerlos a disposición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) “por no cumplir cabalmente con sus funciones laborales y sindicales”.
      La maestra **** **** ****, laboró durante siete años en la escuela primaria “Melchor Ocampo” de Soledad Etla hasta que fue desplazada por no participar en las movilizaciones sindicales. Según consta en el expediente de la DDHPO, la maestra se negó a participar en mítines, marchas y plantones y a pagar 14 mil 246 pesos de adeudo a la delegación sindical.
      El acuerdo de la asamblea lo asumió como instrucción el supervisor de la zona 095, quien citó a la maestra **** para informarle que sería puesta a disposición de la autoridad educativa del IEEPO.
      En oficio enviado a la Dirección de Educación Primaria General, el supervisor expone los motivos de la puesta a disposición de la maestra (se respeta la sintaxis original):
      “[Fausto Olivares Lara] se dirige a usted de manera atenta y respetuosa para hacerle de su conocimiento que por acuerdo de la asamblea general de la delegación sindical D-I-146 […] desconocen como integrante de esta delegación sindical a la C. **** **** ****, quien actualmente presta sus servicios en la escuela primaria Melchor Ocampo […] por no acatar los acuerdos y demás disposiciones que convoca la Sección 22 del SNTE en Oaxaca […] argumentando que su religión no se lo permite; a pesar de haber establecido en varias ocasiones un diálogo para que deponga su actitud, no ha sido posible debido a la actitud de la profesora **** se ha visto reflejado en el centro de trabajo donde propicia la inconformidad y el descontento entre los trabajadores del centro de trabajo […] Por todo lo anterior la delegación sindical y supervisión escolar ponen a disposición de esa dirección de educación a la profesora **** por armonía emocional [sic]”.
      Después de casi dos meses de inseguridad laboral y litigio, la maestra fue desplazada a la zona escolar 075 de Santiago Choapam, una localidad a 206 kilómetros de Soledad Etla y a cinco horas de camino.

    Estas historias tienen un común denominador: los maestros que desafiaron la línea de sus dirigencias sindicales sufrieron consecuencias que afectaron su seguridad, su honor y su dignidad como personas.

    No se ahorraron calificativos para estigmatizarlos: traidores, charros, espurios, entreguistas.

    En estos casos se repitió la historia de represión que vivió el magisterio en las décadas de los años setenta y ochenta de la mano del SNTE.

    Referencias
    1Historia basada en la entrevista realizada el 18 de mayo de 2020 al maestro Eduardo Mercado (seudónimo)
    2Historia basada en el expediente número DDHPO/RM/16/(07)/OAX/2014. Huajuapan de León, Oaxaca, 04 de marzo de 2014.
    3Historia basada en el expediente número DDHPO/2082/(01)/OAX/2016. Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 10 de octubre de 2016.
    4Historia basada en el expediente número DDHPO/1249/(29)/OAX/2015. Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 20 de agosto de 2015.
    5Historia basada en el expediente número DDHPO/215/(01)/OAX/2014. Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 17 de febrero de 2014.

    * Profesor en educación primaria. Periodista, autor del reportaje Maestros bajo control. Clientelismo político en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (en prensa).