Consulta y consenso, las vías para reformas en educación superior

MGA

 

Alejandra Galván. Héctor Rojas. Educación Futura

Hasta el momento, las instituciones de educación superior han procesado sólo de dos formas las consultas a su comunidad académica, las formales o institucionales y las asambleas, no obstante, ambas, al momento de tomar decisiones importantes para las casas de estudio, han resultado ineficaces, alerta el investigador de El Colegio de México (Colmex), Manuel Gil Antón.

Los mecanismos formales, a través de los consejos universitarios como el que tiene la UNAM, pueden ser falibles; de no ser así, la huelga de fin de siglo, que duró todo un año, no habría sido posible en la máxima casa de estudios.

Las asambleas suelen estar dirigidas por estudiantes que son activistas políticos, cuya labor más relevante es alargar lo más que se pueda una asamblea hasta que se tomen las decisiones cuando quede el número menor de personas, por lo cual, tampoco son eficaces, señaló el investigador de El Colegio de México y director académico de Educación Futura.

Al analizar la problemática con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Gil Antón, sugirió utilizar las redes sociales para consultar a los estudiantes, porque “tal parece que los mecanismos tradicionales ya no están siendo útiles”.

Es el caso de las autoridades del IPN, que “sí emitieron una convocatoria para consultar entre la comunidad los cambios al reglamento, pero esta convocatoria no tuvo éxito”, por lo que se vuelve necesario “encontrar mecanismos atractivos y eficaces para la consulta, no sólo del Politécnico sino de todas las Instituciones de Educación Superior (IES) en el país”.

Gil Antón recalcó que el modelo cardenista con el que fue creado el IPN, pertenece a un espíritu socialista de nación, que por lo menos, constitucionalmente, ya no existe.

Entrevistado por separado, Imanol Ordorika, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien fue uno de los organizadores y dirigentes, del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) durante las movilizaciones de 1987, considera que el actual movimiento estudiantil, está recogiendo las mejores tradiciones de movilización del Politécnico y de otros movimiento estudiantiles, pues el contexto en el que se desarrolla ha sido no violento y muy organizado, descartando acusaciones típicas que hacen las autoridades de que son gente de fuera y manipulados.

Coincidió en que el conflicto estudiantil evidencia, una vez más, que cuando las autoridades toman decisiones relevantes que afectan a la comunidad y no son consensuadas, el episodio concluye en conflicto, tal como hoy se ve en el IPN.

Para Ordorika, especialista en temas estudiantiles, las reformas se tienen que hacer con la participación y consenso de la comunidad; de otra manera, “lo que sucede es que surgen conflictos como el que vemos ahora, o bien, que estas reformas resulten irrelevantes”, señaló.

Al respecto, también coincidió la directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), Marisol Silva, quien consideró que el conflicto que se ha presentado responde a que la manera de tomar las decisiones y analizar los problemas en el IPN debe modificarse.

Autonomía para el IPN

De acuerdo con Marisol Silva, una institución de la dimensión del IPN, debería ser autónoma, para de este modo fortalecer sus acciones a favor de la calidad y la equidad en la educación superior.

“El tema de la autonomía se ha venido postergando, es hora de resolverlo y conviene aprovechar este momento para dialogar sobre la autonomía y la funcionalidad del ‘Poli’ en la sociedad mexicana”, dijo la directora del INIDE.

Imanol Ordorika recordó que, cuando Vicente Fox era presidente de México, y siendo Miguel Ángel Correa Jasso director del IPN, Fox ofreció iniciar un proceso para otorgar autonomía al ‘Poli’, pero por razones desconocidas se detuvo la iniciativa.

 

 Para ver la entrevista completa con Manuel Gil Antón, puedes hacerlo al dar  click aquí

 

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