Frente al discurso político de la inclusión, es urgente reposicionar el derecho a una educación intercultural bilingüe

Rosa Guadalupe Mendoza Zuany*

En la coyuntura de la presentación del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria y de la emisión de las Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas por parte del INEE, el pasado 18 de marzo presentamos, en Xalapa, Veracruz, el libro “La educación indígena en Veracruz: diagnóstico y recomendaciones para la política educativa”. El objetivo de este trabajo es reposicionar el derecho a una educación intercultural bilingüe para la niñez indígena. ¿Por qué? Porque es innegable que ante la avanzada de la educación inclusiva hay de un debilitamiento, e incluso retirada, del enfoque intercultural en el sistema educativo mexicano.

En la presentación del libro estuvieron presentes Sylvia Schmelkes, Consejera Presidenta de la Junta de Gobierno del INEE, y Sara Ladrón de Guevara, Rectora de la Universidad Veracruzana, quienes resaltaron su utilidad como brújula orientadora para las tareas que debe emprender la Autoridad Educativa Local (AEL).

Veracruz es uno de los estados más diversos del país. En la entidad se ofrecen servicios educativos a niñas y niños de quince grupos originarios. Cabe mencionar que 16.2% de la población total de la entidad se autoadscribe como indígena, y 12.4% es hablante de alguna lengua indígena. Es importante contar con un enfoque intercultural bilingüe en todas las escuelas y no sólo en las de modalidad indígena: si bien 56.5% de los alumnos hablantes de lenguas indígenas de sexto grado de primaria estudian en una escuela del subsistema indígena, el resto lo hace en escuelas regulares, las cuales, por supuesto no implementan el enfoque intercultural bilingüe. Además, 61.4% de los preescolares indígenas son unitarios, y 53.6% de las primarias indígenas son unitarias o bidocentes, lo cual implica importantes retos en torno a la enseñanza multigrado y la gestión escolar, sólo por mencionar dos asuntos que requieren atención prioritaria con equidad (INEE-UNICEF, 2016).

El libro ofrece un diagnóstico del problema y recomendaciones para mejorar diversos aspectos relacionados con las características generales del subsistema indígena, el perfil docente, la formación continua, la pertinencia cultural del currículum, los materiales educativos, la infraestructura y equipamiento, así como la gestión escolar. Tanto el diagnóstico como las recomendaciones se fundamentan con datos de documentos públicos oficiales, estadísticas, investigaciones y evaluaciones de políticas educativas en el tema. Asimismo, las recomendaciones incluyen las voces de docentes, directores, supervisores, jefes de sector y asesores técnico pedagógicos (ATP) del subsistema indígena en Veracruz, quienes participaron en grupos de discusión en los que se abordaron cada uno de los temas que incluimos en el libro.

La marginalidad del subsistema indígena es palpable en el diagnóstico que se presenta. Se resaltan, entre otros problemas, la poca o nula disposición de materiales educativos en todas las lenguas, para todos los niveles y correspondientes a los planes de estudio vigentes, y la precaria condición de los centros de trabajo y su equipamiento. Con todo, se identifican avances en algunos temas, particularmente el trabajo de elaboración de programas de estudio y libros para el maestro en varias lenguas indígenas presentes en el estado (náhuatl, hñañhú y tutunakú).

Las recomendaciones van en el sentido de que las autoridades educativas locales ejerzan sus competencias y capacidad para diseñar e implementar una política educativa para atender a la niñez y juventud en el subsistema indígena y en todas las modalidades y niveles educativos. En este sentido, el libro provee insumos para elaborar una respuesta a las Directrices y para la adopción de medidas que respondan concretamente al contexto veracruzano.

El libro, y las propuestas que se incluyen en éste, surgen a partir de la colaboración entre los ámbitos en los que nos ubicamos sus dos autoras: el técnico-pedagógico de la Dirección de Educación Indígena de Veracruz y el académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana. Su publicación es parte de las actividades de la Comisión Estatal para la Planeación y Programación de la Educación Indígena del Consejo Interinstitucional Veracruzano de Educación (CIVE), a la que pertenecemos María Consuelo Niembro Domínguez y una servidora. Este ejercicio de colaboración es una muestra de que es posible superar las barreras para el diálogo y la colaboración que habitualmente se observan entre la academia y quienes se ocupan de implementar políticas educativas.

Pese a ello, el documento no tuvo la recepción que esperábamos. Preocupa que a la presentación del libro no asistieron ni el Secretario de Educación, ni el Subsecretario de Educación Básica, ni tampoco el Subsecretario de Educación Media Superior y Superior del estado de Veracruz, pese a que este material está dirigido principalmente a ellos, intentando proveer un insumo para su importante trabajo. ¿Ello nos habla de un desdén histórico hacia la educación indígena? ¿De un desdén hacia el derecho a una educación pertinente desde el punto de vista cultural y lingüístico, ocasionado por la moda de la inclusión como alternativa? ¿De la marginalidad de los pueblos indígenas en el sistema educativo? ¿O quizá de la imposibilidad de escuchar opiniones y recomendaciones si éstas no se gestan dentro del principal círculo de toma de decisiones de la autoridad educativa local?

Sin duda, el panorama no es halagüeño. Los problemas son acuciantes y el diálogo con la autoridad está ausente. Así que habrá que pensar en qué mecanismos debemos utilizar para acercar a los tomadores de decisiones las investigaciones y las recomendaciones que desde la academia se generan y que, en principio, deberían contribuir a la solución de problemáticas históricas como las educativas.

Para concluir, sólo quiero señalar que el posicionamiento en la agenda educativa de la educación intercultural bilingüe en el sistema educativo mexicano, en la coyuntura del Nuevo Modelo Educativo, deja mucho que desear. El nuevo Modelo perpetúa vacíos y omisiones para el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas a una educación pertinente, tanto desde el punto de vista lingüístico como cultural. Urge, por tanto, tener un diálogo abierto con la autoridad educativa local, en el que se llegue a acuerdos, definiciones de política, soluciones, más allá de un discurso político de inclusión.

Para consultar el documento véase: https://drive.google.com/file/d/0B-hMGEaW4gCST2xkMjZDSVhBc2M/view?usp=sharing

*Rosa Guadalupe Mendoza Zuany es investigadora en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.

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