La complejidad del currículum y sus complicaciones

Sergio Martínez Dunstan

El asunto curricular en educación básica es por demás complejo y tiene sus complicaciones para los maestros. ¿Qué tipo de mexicano se desea formar? ¿Cuáles serían sus características? ¿Cuál es el perfil de egreso al término de su trayectoria escolar?¿Qué deben aprender los alumnos? El Estado Mexicano define estas cuestiones básicas haciendo uso de la rectoría que le otorga la Constitución. El documento que da cuenta de ello se conoce como “Planes y programas de estudio” o “Modelo Educativo” como se denominó al más reciente. Entre ellos hay distinciones, conceptuales y metodológicas. A los planes y programas de estudio, como un constructo único, así como al modelo educativo los llamaré currículum sólo por atribuirles un nombre común. Aunque es necesario profundizar en su estudio para una mejor comprensión. Dicho lo anterior, el trabajo del docente parte del currículum. ¿Cómo planear la enseñanza para moldear al sujeto imaginario? ¿cómo diseñar las estrategias o situaciones didácticas y cuáles son las más apropiadas? ¿qué hacer y cómo hacerle para cumplir con los propósitos curriculares?

Con esa finalidad se realizaron los trabajos de la fase intensiva de los Consejos Técnicos Escolares. Los maestros organizaron las actividades de aprendizaje correspondientes a los primeros días del periodo lectivo recién iniciado. Cada uno preparó el diagnóstico integral de su grupo tomando como referencia el Programa Escolar de Mejora Continua centrado ahora en los alumnos. Sobre esta base, los docentes esbozaron su planeación.

Previamente, en el Taller “Hacia una Nueva Escuela Mexicana”, se instruyó a los maestros modificar la implementación de los Aprendizajes Clave, según se había establecido en el Acuerdo Número 15/06/19 (http://bit.ly/2YLOJGZ. La transición curricular, esto es la aplicación del Plan de Estudios 2017, se mantiene en preescolar, en 1º y 2º de primaria, así como en 1º y 2º de secundaria. En los otros grados (tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria, así como tercero de secundaria) se utilizará el Plan de Estudios 2011, conocido también como el Acuerdo 592 o simplemente como el 592 junto con los componentes de “Desarrollo Personal y Social” y “Autonomía Curricular”.

La implementación de los clubes escolares es decisión de los directores y maestros. De no continuar con ellos, es recomendable emplear ese tiempo en los otros componentes. En secundaria, se restablece la asignatura de tecnología, los tradicionalmente conocidos como talleres, que podrán llevarse a cabo conjuntamente con los clubes, si el Consejo Técnico Escolar lo considera apropiado. La convivencia de ambos planes de estudio, 2011 y 2017, en este ciclo escolar trae consigo monumentales retos para la planeación de la enseñanza.

En el Anexo 4 de la Guía “Hacia una Nueva Escuela Mexicana” se anuncia que la ruta para la renovación curricular “en función de los criterios establecidos en el Artículo 3º Constitucional (…) que contribuya a la formación de personas técnicamente competentes y socialmente comprometidas” (http://bit.ly/326X6Ox). En este ciclo escolar, entre los meses de enero a marzo del siguiente año se evaluarán las posibles modificaciones curriculares y se esperaría contar con una versión final del nuevo Plan y Programas de estudio en el 2020, con la expectativa de ponerlo en marcha de manera gradual a partir del ciclo 2021-2022 y generalizarlo en el subsecuente ciclo escolar.

Resultado de lo anterior, ahora se han acuñado algunos términos que vale la pena revisar: flexibilidad curricular, en lugar de autonomía curricular, para hablar de la libertad que tienen las escuelas de ofrecer algunos clubes, talleres y tecnologías como asignaturas cocurriculares y/o extracurriculares. Transición curricular para referirse a la convivencia curricular o la coexistencia de los planes de estudio 2011 y 2017 en un mismo ciclo. Renovación o cambio curricular para aludir al proceso de evaluación, diseño e implementación de otro curriculum, el del 2020. Aunado a lo anterior: las horas lectivas para cada plan de estudios; el ajuste al Plan 2011 a los periodos de evaluación considerados en el modelo 2017 y para este 2019; los libros de texto, digitales o en linea para el Acuerdo 592; el reciclaje cuando la distribución sea ineficiente en cantidad o tiempo; la incorporación de nuevas temáticas en los programas de estudio, como por ejemplo el fortalecimiento de la formación cívica y ética, así como de la educación física. Como se puede observar, el currículum se compone ahora de una gran cantidad de elementos, variados y variables. ¿Así o más complejo? En consecuencia también tiene implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje. ¿Así o más complicado? Los profesores planearán sus clases haciendo malabares entre las tres currícula vigentes.

Hace bien la Secretaría de Educación Pública en reconocer, en la página 38 de la mencionada guía, que “Las maestras y los maestros del país tienen una gran experiencia y creatividad en la elaboración de sus planes de clases, conocen la mejor forma de organizar sus actividades, de elegir sus recursos didácticos y de generar estrategias para favorecer en sus alumnos el logro de los aprendizajes” (http://bit.ly/2OSV6ri). De acuerdo con esto, los docentes tienen la libertad de elegir el formato que mejor se ajuste a su diseño. Confiar en el maestro, en sus capacidades técnicas, en su experiencia docente, es lo menos que pudiera esperarse dadas las complejidades y complicaciones que deben enfrentar este ciclo.

En síntesis. El Estado Mexicano pretende formar tres tipos de mexicanos según las currícula vigentes. En consecuencia, los maestros planearán tomando como referencia el plan de estudios correspondiente al nivel y grado que imparten: para el Plan 2011 el maestro ajustará, al menos, las horas lectivas y los periodos de evaluación para adecuarlos a la regulación vigente. El Plan 2017 encaja a la normatividad establecida. En ambos casos, se incorporarán algunas novedades en adelanto al Plan 2020 que se aprobará hasta el próximo año. El Maestro tendrá que hacer “maravillas” al momento de realizar su plan de clase. E igualmente o aún más complejo y complicado, para llevarlo al salón de clases, para trabajarlo con sus alumnos. Alabo el profesionalismo de los maestros. Reconozco y aprecio su experiencia. Tengo la certeza de que el logro de los propósitos curriculares se cumplirán, en buena medida, gracias al esfuerzo de las maestras y los maestros.

Carpe diem quam minimun credula postero

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