El triunfo de la escuela “A Favor del Niño” (AFN) de la Ciudad de México, ganadora del prestigioso ‘World’s Best School Prize 2025’ en la categoría de Colaboración Comunitaria, no es solo un motivo de orgullo nacional, sino una lección monumental para nuestro sistema educativo. AFN demostró que la corresponsabilidad familiar y la atención integral son la clave para el éxito en contextos vulnerables.
Sin embargo, el verdadero valor de este galardón, considerado el “Nobel” de la educación, reside en la hoja de ruta que las cinco escuelas premiadas en 2025 ofrecen a México. La replicación de sus modelos de excelencia podría significar un salto cuántico en la calidad de nuestra educación pública.
La clave está en observar a cada ganador y tomar nota de sus pilares fundamentales:
Colaboración Comunitaria, categoría en la que se le otorgó el premio A Favor del Niño, México (AFN), nos enseña un modelo que entiende que para educar al niño vulnerable, se debe empoderar y hacer corresponsables del proceso educativo primero al padre y a la madre, reconociendo que su estabilidad y participación son directamente proporcionales al éxito académico y emocional de sus hijos, por ello articula una jornada de 10 horas con nutrición y salud.
Superación de la Adversidad, que galardonó a la Escola Estadual Parque dos Sonhos de Brasil, al operar en un contexto social difícil, se erigió como un faro de estabilidad, con programas enfocados en la esperanza y el bienestar emocionalpara sus alumnos y comunidad entera.
Innovación, que dio este premio a la escuela Franklin School de Estados Unidos mostró que rediseñar el currículo con creatividad asegura que los estudiantes estén preparados para prosperar en un mundo en constante cambio.
Acción Ambiental, categoría que coronó a la Arbor School de Emiratos Árabes Unidos, con su enfoque demostró cómo la conciencia y la acción ambiental pueden integrarse de manera esencial en la cultura escolar, convirtiendo a los estudiantes en custodios activos del planeta.
Promoción de Vidas Saludables que hizo ganar a la escuela Sk Putrajaya Presint 11 de Malasia, se basa en un modelo que integra el bienestar socioemocional y la salud física de forma integral en el currículo, garantizando que los estudiantes crezcan con equilibrio y confianza.
Ante esto, imaginemos, por un momento, que nuestro sistema educativo público adoptara estos cinco pilares como un estándar.
Sé que muchas escuelas de nuestro país, desarrollan modelos educativos como estos, que con creatividad, innovación, resiliencia, conciencia y compromiso social se transforman día a día.
Pero que pasaría, si lograramos que cada escuela pública tenga la visión de AFN para empoderar a las familias, la resiliencia de la escuela brasileña, la audacia innovadora de la estadounidense, la conciencia de los Emiratos Árabes y el enfoque de bienestar de Malasia, superaríamos muchos de los problemas que hoy se viven en ellas y en nuestra sociedad entera.
Si nuestro sistema no fuera tan rígido y dejara hacer a las y los directivos, maestros y maestras, lo que saben hacer de una manera más libre y creativa,como realmente son, sin tanta carga administrativa, no dudo que muchas escuelas lograrían resultados como los de estas 5 escuelas o quizás, mejores.
Los modelos ganadores del World’s Best School Prize, nos demuestran que la excelencia no es un lujo privado, sino una decisión de liderazgo y de libertad, que pone a la niñez, su bienestar y a sus familias en el centro de la misión educativa. La lección ya nos la dieron, ¿la aprenderemos?.
