viernes, diciembre 5, 2025
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
Sin resultados
View All Result
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
Sin resultados
View All Result
Sin resultados
View All Result
Home Opinión

Dudo, luego insisto

por Manuel Gil Antón
1 febrero, 2014
en Opinión
manuel-gil-anton

Manuel Gil Antón

Share on FacebookShare on Twitter

EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

Ni hablar. Ante la incesante y profusa denuncia, impulsada por Mexicanos Primero, del grave daño a la educación nacional que implica suspender este año la aplicación de la prueba ENLACE, afirmando que es una “vergüenza” tal decisión (la califican de ilógica e irracional) pues perjudica a los padres, maestros, investigadores y a toda la ciudadanía, dado que se ha hecho sin tener un mejor sustituto, hasta el punto que los conduce a “reprobar” a la SEP y al INEE en nombre de afianzar la evaluación, la transparencia y la rendición de cuentas sobre la educación nacional, vale la pena aportar, a la consideración de la opinión pública, otra forma de comprender la decisión.

Hay dudas, y evidencia suficiente a mi juicio, para entender que una pausa en el empleo de la prueba significa lo contrario: es conveniente para asegurar el valor de la evaluación, pero técnica y operativamente bien hecha, de la que se deriva, entonces, rendir cuentas claras al indagar, con transparencia, su idoneidad.

Por el lado de la cuestión técnica, encomendada a quienes de esto saben, es preciso confirmar su validez (la certidumbre de su adecuada aproximación a lo que busca medir: el aprendizaje) y confiablidad (que sus resultados no difieran en cada aplicación de manera inexplicable). En cuanto a su puesta en práctica, es necesario observar si se realiza en el país de manera correcta, sin la intervención de actores que alteran las normas establecidas, ya sea “soplando” las respuestas buenas, excluyendo a sectores de alumnos con bajo rendimiento para que no arrastren a la baja las notas de un grupo o escuela e, incluso, asegurar que no se modifican los números de una entidad interviniendo en el reporte de sus logros. En esa dimensión, es conveniente estudiar, también, el grado de distorsión que ha provocado en los procesos escolares al “preparar” a los alumnos para el examen por medio de (supuestas) tácticas para brincar el obstáculo de la opción múltiple, en lugar de enfocar el trabajo al aprendizaje y, por su importancia, analizar las consecuencias asociadas a su alto impacto debido a que el puntaje obtenido por los alumnos conducía a relevantes incentivos económicos para las y los docentes, amén de los prestigios asociados a los guarismos tanto a nivel personal como en la propaganda institucional: “somos la mejor escuela de la cuadra según Enlace”.

Si una pregunta de Enlace era: ¿cómo mejorarías el servicio del Metro en tu comunidad? cuando no existe ese transporte en la mayoría de las localidades del país, ha lugar a seguir el razonamiento de Descartes: “si en una ocasión mis sentidos me engañan, (la pregunta es a tal punto inadecuada) ¿qué seguridad tengo que no lo harán otra vez? (¿cuántas pueden ser del mismo tipo?). La duda cabe, y la revisión técnica tiene sentido. Por otro lado, es evidente que las consecuencias de las notas en la prueba no eran triviales y daban pie a prácticas cuya opacidad es palmaria. ¿De qué otro modo puede ser lógico que, entre 2008 y 2013, Chiapas haya pasado en primaria de 473 puntos promedio en español a 556, y en matemáticas de 485 a 608? En el primer caso, el incremento es 18%, y en el segundo equivale a 25%? En secundaria, los saltos son improbables: 13 y 20% en los mismos rubros. En matemáticas, la proporción de alumnos en excelencia en matemáticas, en el mismo estado, según Enlace, pasaron de ser el 4% en 2008, al 31% en 2013. No son tendencias esperables bajo ningún supuesto de mejora en la calidad de la enseñanza. ¿Cómo se explican? Urge despejar la incógnita. Hubo fenómenos parecidos en otras entidades, mientras estados en que constan esfuerzos notables, pasar del 2 al 5% en excelencia, en el mismo lapso, fue lo que ocurrió.

Pienso, luego insisto: calibrar el instrumento y estudiar su aplicación previa a fondo, contribuyen a fincar la valía de la evaluación y rendición de cuentas. Seguirlo aplicando, porque aún no hay otro, a pesar de las inconsistencias, no es conveniente. La estridencia de la crítica correspondería, considero, si se dirigiera a quienes niegan la relevancia de evaluar y la transparencia. En este caso, no es el caso.

mgil@colmex.mx

Profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México

Publicado en El Universal 
Facebook Comentarios
Manuel Gil Antón

Manuel Gil Antón

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Repetir grado en secundaria: el preocupante fenómeno que va en aumento y perpetúa la desigualdad educativa

    Compartir 0 Tweet 0
  • Celebración de la Lengua Materna en Comunidades Indígenas Migrantes Multigrado de Baja California Sur

    Compartir 0 Tweet 0
  • Después de Mejoredu, Veracruz encabeza la primera evaluación diagnóstica en educación básica

    Compartir 0 Tweet 0
  • SEP crea Comisión Nacional de Aprendizaje Permanente para transformar la Educación Superior

    Compartir 0 Tweet 0
  • Junta de Gobierno ratifica a Aguilar como rector de la UV; crece el malestar entre universitarios

    Compartir 0 Tweet 0

Educación Futura

CDMX

555555555

contacto@educacionfutura.org

  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
  • Directorio
  • Nosotros
  • Contacto
  • Publicidad
  • Apoya a EF
  • Súmate a EF
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA

Sin resultados
View All Result
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA