Educación Futura

Etiqueta: Alberto Ramírez Martinell

  • Audio Social en la Educación

    Audio Social en la Educación

    Dr. Alberto Ramírez Martinell

    @armartinell |albramirez@uv.mx

    Universidad Veracruzana

     

    El uso de redes sociales en México es alto. Ocho de cada diez mexicanos las utilizan para socializar, divertirse o inclusive, para realizar actividades educativas. Facebook y YouTube son los servicios sociales más populares en el país con una penetración de 70% y 61.5%, respectivamente. Pero no son las únicas opciones. Otras redes y servicios sociales como TikTok (36.8%), Instagram (28.9%), Pinterest (13.6%), LinkedIn (13.17%), Snapchat (12.9%) y Twitter (10.77%) están a disposición de los internautas (https://wearesocial.com/es/blog/2022/01/digital-2022/).

    Twitter no es la red social más utilizada en México. Solamente uno de cada diez mexicanos mayores de 13 años tiene una cuenta. Sin embargo, esta red social de microblogging es una opción importante para lo comunicación global. Twitter, fundado en 2006, no ha tenido muchos cambios en su plataforma, salvo por la ampliación de los 140 caracteres, los fleets y la popularización de los hilos, desde sus inicios, este servicio se ha mantenido sin grandes modificaciones. Pero en 2021 lanzó TwitterSpaces (https://twitter.com/TwitterSpaces), un servicio en el que los usuarios pueden habilitar la opción de transmisión sincrónica de voz. En el blog de Twitter (https://blog.twitter.com/en_us/topics/product/2021/spaces-is-here) se define a los espacios como una opción sincrónica tanto para transmitir opiniones de viva voz como para conversar oralmente de manera global. A diferencia de la radio, en un TwitterSpace, el organizador puede abrir el micrófono a su audiencia generando una conversación en tiempo real con decenas, cientos o hasta miles de personas. 

    Derivado de una afrenta política a la libertad de expresión, la noche del viernes 11 de febrero de 2022 una cuenta de twitter de un sector de la Sociedad Civil Mexicana organizó un #space que congregó a más de 64mil usuarios simultáneos. Llegando a ser el TwitterSpace más concurrido a nivel mundial. Durante sendo evento, el diálogo fluyó de manera ordenada por horas. Los administradores del espacio moderaron la intervención de los hablantes, en su mayoría comunicadores, miembros de la clase política mexicana y de la sociedad civil, quienes previa solicitud del micrófono, podían hacer breves intervenciones. Para los escuchas, la experiencia de un TwitterSpace es similar a la de aquel que oye un programa de radio, salvo que, en este espacio, que es público, de fácil acceso y de convocatoria amplia, todo aquel que así lo quiera, puede intervenir. 

    El audio social no es del todo nuevo en el ciberespacio. Los podcasts, por ejemplo, han encontrado un nicho especial en sus escuchas. Lo mismo sucede con los fanáticos de los audios enviados por mensajeros instantáneos. El audio social sincrónico pareciera estar encontrando entre los usuarios de redes sociales un lugar especial. Los servicios de audio social van en aumento. En 2020 se fundó Club House (https://www.clubhouse.com/) un servicio de comunicación social basado en voz, que requiere de una invitación para su uso. Club House es selecto, ofrece temáticas diversas en distintos idiomas y su experiencia podría resultar envolvente e inmersiva resarciendo en cierto nivel la ausencia del componente visual. En 2021 además del lanzamiento de TwitterSpaces, Spotify, el servicio de podcasts y música digital bajo demanda, lanzó Greenroom, su app de salas sociales de voces, en las que los creadores pueden organizar un evento de audio en vivo con hasta 1000 personas. 

    El futuro de las redes sociales pudiera abrir un espacio considerable a los servicios de audio social sincrónico. Técnicamente, el audio es más portable, y por ende de alcance mayor. Un teléfono o una computadora de especificaciones técnicas limitadas podrían tener complicaciones para acceder a un en-vivo de Twitch (https://www.twitch.tv) o de YouTube, pero sin mayor problema podrían trabajar con la recepción y envío de audio. 

    Debemos de reconocer que ni las instancias gubernamentales estatales o federales ni las instituciones educativas mejoraron de manera significativa la infraestructura tecnológica y de conectividad de los establecimientos escolares, por lo que trabajar con recursos educativos pesados podría saturar la red y entorpecer la experiencia educativa.

    En algunos casos las escuelas agregaron videocámaras, micrófonos y pantallas para intentar transmitir o grabar las clases. También hay casos en los que se agregaron puntos de acceso a la red inalámbrica y servicios de Internet complementarios, que usualmente son pagados a través de cuotas estudiantiles, patronatos o por los profesores mismos. Pero la realidad es que los estudiantes que tomaron clase en marzo de 2020 desde un teléfono celular, a dos años del inicio de la jornada nacional de sana distancia, siguen recurriendo a su dispositivo móvil para sus asuntos escolares. No hubo una campaña institucional, estatal o nacional de equipamiento de estudiantes y profesores, como aquella que se dio hace más de una década con las computadoras One Laptop Per Child (OLPC) en países en vías de desarrollo. Siendo Uruguay un ejemplo de éxito del proyecto coordinado por el MIT en Estados Unidos y por el Plan Ceibal en el país de la Garra Charrúa.

    En este primer trimestre del año 2022, alumnos y profesores han demostrado su adquisición de experiencia en el uso de medios digitales para la educación, pero no hay evidencia que apunte a la mejora de sus equipos de cómputo, o a un acceso resuelto a Internet.  La saturación de la red y las limitaciones técnicas de los equipos de cómputo siguen siendo entonces variables que debemos seguir observando al proponer soluciones educativas. 

    El horizonte educativo en el corto plazo es híbrido, por lo que el uso de tecnología digital no decaerá cuando volvamos a las aulas. El audio social como fenómeno tecnológico en asenso pudiera representar una alternativa para el envío de contenidos más ligeros que un video sincrónico o asincrónico. Trabajar con aplicaciones de audio social en línea acompañadas de presentaciones de uso local, podría evitar la saturación de los no tan anchos anchos-de-banda de las instituciones educativas. 

    Aprovechemos el momento de renovación que vive el audio como medio de comunicación, exploremos sus usos pedagógicos y, en caso de ser viable, subámonos a la ola de la innovación que se está gestando en torno al audio social sincrónico. 

  • Una imagen de futuro de la Universidad Veracruzana

    Una imagen de futuro de la Universidad Veracruzana

    Dr. Alberto Ramírez Martinell  

    Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior

    @armartinell

    La Universidad Veracruzana está por designar a quien ocupará la rectoría del 2021 al 2025.  Quien lleve las riendas de la institución deberá tener una mirada de futuro clara que atienda los retos actuales que enfrenta la Institución en función de las reformas de la Ley General de Educación Superior; de los estragos causados por la Pandemia por Coronavirus; de la inminente necesidad de vincular a la UV con el gobierno, la empresa, la sociedad y la naturaleza; de una reforma académica mayor que incluya el uso disciplinario de las tecnologías de la información y de la comunicación; y de la siempre importante promoción de una cultura de la paz y del respeto en la institución, en el estado y en el país.

    Un cambio de rumbo es inminente. Y tendrá que ser observable al cabo de los primeros 100 días de gestión. Conservar procesos y maneras de resolver los problemas de la UV no solamente resultarán insuficientes, sino equívocos. La máxima casa de estudios de Veracruz necesita una transformación en su estrategia de gestión; un cambio de rumbo en la trayectoria que se ha seguido en los últimos años y procesos innovadores para proceder en lo cotidiano. 

    Un nuevo paradigma institucional, implica una renovación ideológica, modificaciones notorias en la administración y un inminente cambio de funcionarios de alto nivel. Los nuevos cuadros de la rectoría tendrán que estar compuestos por personas que conozcan la UV, que gocen de reconocimiento local, regional, nacional e incluso internacional de sus acciones de docencia, de investigación o de gestión y que además tengan liderazgo y trayectorias académicas destacadas que motiven a sus pares y estudiantes.

    Las habilidades blandas y las digitales son deseables en este tipo de funcionario, así como una visión panorámica pero clara de las opciones de una vinculación de cinco hélices. El balance de género en el equipo de la administración central y la representatividad de las regiones son fundamentales.

    Un nuevo paradigma en la administración de la UV no sólo se traduciría en la ejecución de acciones resolutivas; la simplificación de la burocracia; y la ponderación de los asuntos académicos sobre cualquier tipo de cuestión administrativa, que de facto ya marcaría distancia de las gestiones pasadas. El paradigma contemplaría asimismo la apertura de las puertas de los tomadores de decisiones iniciando por la rectoría y sus secretarías. La gestión de puertas abiertas amplificaría las voces de la comunidad promoviendo su participación en la construcción a una agenda relevante para todos, en la que se atiendan de manera informada temas transversales en relación con la vinculación, la internacionalización, la reducción de la huella ecológica institucional, la sostenibilidad, la responsabilidad social, la transparencia y rendición de cuentas, la perspectiva de género, el respeto a la diversidad y el fomento de la paz.

    Para el personal académico, el cambio tendría que observarse en la profesionalización de sus conocimientos; en su habilitación tecnológica; en el reconocimiento a su desempeño y en la simplificación administrativa además de en la ejecución de un programa de carrera académica. Para el personal administrativo y de apoyo, los destinos tendrían que ser similares.

    Una administración con estas características tendría que entregar resultados importantes en materia de finanzas, gobernanza de la UV, desarrollo institucional, acciones para la descentralización y sobre todo en el terreno de la academia. 

    El cumplimiento de las siguientes 20 metas en los primeros 100 días de gestión daría cuenta del avance en la apropiación de un nuevo paradigma en la Universidad Veracruzana. 

     

    Finanzas

    1. Análisis del estado financiero de la institución para identificar las áreas de oportunidad y propuesta de un plan de austeridad y eficiencia financiera. 

    Gobernanza institucional 

    1. Consulta a la comunidad de la UV para la renovación de la Ley Orgánica.
    2. Definición de la estrategia para la implementación gradual de la gratuidad de los servicios educativos conforme a la Ley General de Educación Superior.
    3. Articulación de funciones sustantivas de la UV con la Secretaría de Educación de Veracruz.

    Descentralización

    1. Definición de metas regionales para la actualización del Plan General de Desarrollo.
    2. Análisis de la vocación general de las regiones de la UV.
    3. Evaluación de la orientación del crecimiento de la investigación en las regiones de la UV a partir de su vocación contextual.
    4. Evaluación de la orientación del crecimiento de la oferta y la calidad del posgrado en las regiones de la UV a partir de su vocación contextual.

    Academia

    1. Iniciativa de reforma del modelo educativo integral y flexible (MEIF) de la UV, que añada a los ejes teóricos, heurísticos y axiológicos el de los saberes digitales.
    2. Promoción de una discusión colegiada que oriente hacia el diseño de una estrategia para migrar gradualmente hacia una educación híbrida en todas las áreas académicas de la Institución
    3. Discusión y definición de las bases para la renovación del modelo de tutorías.
    4. Trazo de una ruta crítica para la habilitación tecnológica del profesorado a través del Programa de Formación Académica.

    Desarrollo institucional 

    1. Definición de estrategias para una Universidad libre de violencia.
    2. Diagnóstico y definición de una estrategia para el fortalecimiento del proyecto universitario de difusión cultural.
    3. Evaluación de impactos del plan maestro de sostenibilidad.
    4. Discusión y establecimiento de las bases para la definición de un programa de carrera académica y otro para el personal de confianza. 
    5. Discusión y establecimiento de las bases para la definición de un programa de carrera para el personal de confianza. 
    6. Diagnóstico y evaluación del Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Académico (PEDPA).
    7. Diagnóstico y evaluación de los retos institucionales en materia tecnológica.
    8. Análisis de factibilidad de la creación del hospital universitario.
  • Hibridación de la tercera función de la Universidad

    Hibridación de la tercera función de la Universidad

    Alberto Ramírez Martinell

    Investigador del CIIES – Universidad Veracruzana |@armartinell

    Además de las funciones de formación y de investigación, las Instituciones de Educación Superior (IES) atienden con calidad y responsabilidad una tercera función cuyo impacto trasciende los límites de sus espacios físicos y temporales además de su alcance académico. La tercera función en la educación superior concentra actividades de difusión del conocimiento universitario, cultural y de valor para la generación de bienestar en la sociedad y región donde se ubican las IES.

    Dentro del plan general de hibridación de la educación superior que se ha esbozado en publicaciones anteriores (https://www.educacionfutura.org/plan-general-para-la-hibridacion-de-la-educacion-superior/), la hibridación de la tercera función de las IES está a la par de la hibridación de la docencia y de la investigación.

    Durante el periodo de distanciamiento social derivado por la COVID 19, la organización de seminarios, conferencias y congresos siguió, en algunos casos, de manera cotidiana a través de plataformas de videoconferencia o de transmisión de video en vivo en redes sociales o en servidores de video; y en otros, inclusive se multiplicó tanto en el número de eventos como en la cantidad de asistentes. El formato de videoconferencia se instaló como una opción, accesible, estable y de alcance amplio tanto para eventos académicos como culturales.

    No ha sido infrecuente en este periodo encontrarnos en redes sociales o en las agendas culturales de las IES con documentales de puestas en escena, exposiciones pictóricas, fotográficas o escultóricas, así como con presentaciones de libros –como las de la FILU-UV del 2021–, o con la transmisión en vivo de archivos históricos de conciertos de orquestas universitarias sinfónicas o filarmónicas, como la de Xalapa o la OFUNAM, respectivamente. Los recitales en vivo a través de plataformas de video de estudiantes virtuosos, invitados especiales o profesores del área de música también fueron comunes al igual que las presentaciones de danza, ballet folklórico o incluso las sesiones en línea de estiramiento, yoga o danza híbrida.

    El contenido cultural generado en las IES encontró en la comunicación mediada por transmisión de video un canal adicional para su difusión, que además se puede enriquecer con las versiones asincrónicas de sendos eventos y con la inigualable experiencia de asistir a un recinto cultural a presenciar un despliegue artístico.

    Para hibridar esta función de las IES propongo la atención de dos tareas: Una de digitalización y otra de liberación del contenido, cuidando, a lo largo del proceso, tres características del contenido cultural en formato digital: 1) la calidad sonora y visual del contenido; 2) un licenciamiento flexible que propicie el acceso abierto; y 3) la asignación de metadatos estandarizados para una mejor búsqueda, intercambio y cosecha de contenido de otros repositorios.

    La digitalización de productos académicos ya se ha dado en otros sectores de las IES. El caso de las revistas académicas es quizás el más representativo. La Revista de la Educación Superior de la ANUIES, por ejemplo, ha pasado por cuatro momentos en los que los editores han tenido que tomar decisiones técnicas sobre el soporte de los artículos. El primer momento que identifico es el comprendido entre el número 1 de la RESU publicado en enero de 1972 y el número 97 con fecha de libración de enero de 1996. El soporte de ese centenar de volúmenes fue impreso y su circulación tuvo un alcance limitado.
    La segunda etapa de la revista inicia con el portal web de la ANUIES que según se puede ver en los archivos históricos de Internet (https://web.archive.org/web/19970723231915/http://www.anuies.mx/educacionsup/educasup.html), inicia en 1997. Los números 98 a 144 publicados entre abril de 1996 y diciembre de 2007 tuvieron soportes dobles. Las versiones impresas siguieron circulando en físico a la par de la publicación de las versiones digitales de los números corrientes y de la digitalización parcial de los números previos. En el acervo de las publicaciones de la ANUIES se pueden observar dichas versiones http://publicaciones.anuies.mx/acervo/revsup/indexnum.htm.

    Un tercer momento evolutivo se dio con los números 145 de 2008 al 156 publicado en 2010. Esa decena de volúmenes estaban incrustados en una página web y tenían como parte de su presentación una animación de cambio de página creada con la hoy extinta tecnología de flash. Esta decisión –quizás naïve– de la época duró poco y para 2012 dejó de existir, dando paso al cuarto momento de la evolución de los formatos de publicación de la RESU caracterizado por cuatro aspectos: 1) el uso de un formato de archivo digital más común, compatible y estable; 2) una digitalización homogénea de los números anteriores; 3) la indexación estructurada de artículos para facilitar las búsquedas; 4) y la libración de todos los números en un repositorio de acceso abierto y de licencia flexible consultable en http://publicaciones.anuies.mx/revista.

    Hoy la RESU tiene un portal OJS, con diseño renovado adaptable al dispositivo de lectura, con métricas bibliográficas, indicadores y ligas a sitios de interés, pero en esencia conserva los cuatro puntos adoptados desde 2012 http://resu.anuies.mx/.

    El acceso digital abierto a otros bienes culturales producidos en las IES puede seguir la ruta evolutiva de la hibridación de los soportes de la revista. Para eso se requiere de un equipo especializado de producción multimedia formado por diseñadores instruccional, gráfico e informático; un productor de video, especialista en grabación de audio y un integrador multimedia. La célula de producción –y transmisión– tendría que asistir a conciertos, recitales, eventos dancísticos y puestas en escena para generar las versiones digitales de los eventos culturales asincrónicos y, de ser necesario, transmitirlos en vivo. Para los bienes culturales de acceso efímero como las exposiciones de pintura, escultura o fotografía, la célula de producción tendría que encargarse de digitalizar los recursos actuales y en caso de tener acervos históricos proceder a su digitalización. En todos los escenarios, además de cuidar la calidad audiovisual de la digitalización de todos los bienes culturales, estos deberán ir acompañados de metadatos –quizás del Dublin Core–, de una licencia flexible –como la creative commons–, y de los formatos digitales adecuados para una consulta efectiva independientemente de la plataforma o el ancho de banda de los interesados.

    En relación con la liberación del contenido, esta acción tendría que hacerse de manera ordenada y proveyendo al recurso digital, del respaldo institucional. Estoy convencido de que un repositorio digital robusto, bien indexado y de acceso amigable sería la interfaz ideal para el acervo de los bienes artísticos de las IES. De contar con un repositorio cultural, de acceso abierto y de navegación amigable las IES no sólo estarían salvaguardando el patrimonio cultural, natural e inmaterial producido por sus comunidades académicas, sino que estarían atendiendo con creces su tercera función. La construcción de acervos digitales no sólo democratizará el acceso libre al contenido cultural producido en las IES sino que las posicionará como responsables de su creación, difusión y salvaguarda. Lo que se produce en las IES públicas debe ser de acceso libre, abierto y de amplia difusión.

  • Pautas para la hibridación de la investigación y el posgrado

    Pautas para la hibridación de la investigación y el posgrado

    Alberto Ramírez Martinell
    Investigador del CIIES-Universidad Veracruzana
    @armartinell

    En la primera entrega de esta serie de reflexiones sobre la hibridación de la docencia, de la investigación, de la tutoría y de la gestión en la educación superior, evidencié la necesidad de consensuar un plan institucional, estatal o nacional para la hibridación de la educación superior (https://www.educacionfutura.org/plan-general-para-la-hibridacion-de-la-educacion-superior/) en el que a partir de pautas y reflexiones colegiadas se trazaran los caminos conducentes para la ejecución de las funciones sustantivas de las IES considerando lo mejor de las modalidades educativas presencial y no presencial. En esta entrega propongo una visión renovada de la investigación a partir de su hibridación con elementos, insumos, sistemas, estrategias y prácticas propias del entorno digital.

    Las universidades públicas federales, estatales, con apoyo solidario, institutos tecnológicos, universidades tecnológicas, politécnicas, interculturales y escuelas normales suelen concentrarse en la docencia, dejando a la investigación en un orden secundario de importancia.

    En la Universidad Veracruzana, por ejemplo, los reportes estadísticos de 2020 de profesores (https://www.uv.mx/informacion-estadistica/files/2021/01/05-Academicos_2020.pdf) y estudiantes (https://www.uv.mx/informacion-estadistica/files/2021/01/04-Alumnos_2020.pdf) indican que en las cinco regiones de la institución hay 4168 profesores de tiempo completo, medio tiempo y por asignatura, que se encuentran distribuidos 44% en Xalapa; 21% en Veracruz-Boca del Río; 11% en Coatzacoalcos – Minatitlán; 12% en Poza Rica – Tuxpan; y 12% en la región de Córdoba-Orizaba. La distribución de la matrícula de licenciatura en el Estado tiene un comportamiento similar con 40% en Xalapa; 22% en Veracruz-Boca del Río; 10% en Coatzacoalcos; 13% en Poza Rica – Tuxpan; y 14% en Córdoba Orizaba. Estos datos nos pueden servir para indicar que la proporción de profesores por estudiantes en la UV es de 1 profesor por cada 15 estudiantes.

    En lo relativo a la investigación en la UV, los anuarios dicen que de los 520 investigadores de la UV que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el 88% se concentra en Xalapa (73%) y en Veracruz- Boca del Río (15%); quedando solamente 14 investigadores en Coatzacoalcos-Minatitlán; 23 en Poza Rica-Tuxpan; y 25 en Córdoba-Orizaba. La proporción de investigadores por estudiantes en la UV es de 1 investigador por cada 124 estudiantes. Aunque esta proporción cambia al considerar las cuestiones regionales, que para el caso de Coatzacoalcos – Minatitlán estaría dada por 1 investigador por cada 464 estudiantes. Lo que demuestra que la UV, como la gran mayoría de las IES del país, es una universidad de docencia, y que la investigación está lejos del grueso de la comunidad académica. La matrícula de posgrado en 2020 en la UV alcanza 696 estudiantes que representa el 1% del total de la matrícula de la máxima casa de estudios de Veracruz y su presencia en el Estado se comporta de manera parecida a la distribución de investigadores por región.

    La investigación es una actividad que debe incrementarse en las IES reflejándose a través de indicadores de impacto institucional como el número de profesores con posgrado, cuerpos académicos, investigadores del SNI, productos académicos, patentes, oferta de posgrado y programas de maestría y doctorado en el padrón nacional de posgrados de calidad (PNPC), entre otros. Para mejorar en este rubro, se podría intensificar el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en tres acciones. Una para la habilitación tecnológica de los Investigador, otra para la mejora de la visibilidad de la producción académica en la institución y una más orientada hacia la hibridación del posgrado.

    La presente propuesta descansa sobre la idea de que la producción del conocimiento ha cambiado. A mediados de los 90, Michael Gibbons reconoció dos tipos de producción del conocimiento. Refirió como modo 1 a las actividades investigativas puras tanto en teorías, recursos, personas y aplicación directa para una disciplina dada. Al modo 2 de producción de conocimiento lo describió como transdisciplinario y de aplicación más amplia. En el modo 2, los actores, escuelas de pensamiento, teorías y estrategias para la producción de conocimiento son diversas y los resultados son de impacto y distribución social más amplios. Con el extenso uso de sistemas de información, comunicación y manipulación de datos no es erróneo considerar que quizás estemos ante un nuevo modo de producción de conocimiento que las IES deben fomentar.

    Para conservar como antecedentes las reflexiones de Gibbons y sugerir una dinámica rica en tecnología digital de acceso abierto, difusión rápida e impacto social ampliado que son propios de la web social, permítanme llamarle a este nuevo modelo: modo 2.0 de producción de conocimiento.

    El modo 2.0 reconoce el amplio uso de las TIC para el procesamiento de datos, generación de productos y socialización de resultados. Bajo esta visión, un investigador debe ser hábil en la búsqueda de información en bases de datos especializadas; y diestro en el manejo de programas para el análisis estadístico, para la simulación y para el procesamiento de información. Además, debe recurrir a metodologías de recolección y captura digital de datos; a la elaboración de productos académicos como artículos científicos; de difusión como libros y capítulos; para la vinculación con la industria como patentes; o para la divulgación y socialización del conocimiento a través de videos, diagramas, infografías y hasta como artículos enciclopédicos, por mencionar solo algunos ejemplos.

    Una habilitación tecnológica especializada para los investigadores de las IES les permitiría profundizar sus análisis, ampliar los alcances de sus investigaciones y simplificar las tareas de gestión de la investigación y de administración de referencias bibliográficas. También serviría para construir y administrar un perfil público que mejore su visibilidad en el campo. Las redes sociales profesionales como Linkedin, las académicas como Researchgate o Academia; los perfiles académicos públicos como el de Google Scholar; los sistemas para la identificación de investigadores como ORCID o el ID de Autor de Scopus son espacios para la comunicación entre investigadores y sociedad, elemento central del modo 2.0 de producción de conocimiento.

    En relación con el posgrado, al hibridar el modelo educativo se incentivaría la descentralización de la oferta y el crecimiento de la matrícula, que para el caso de la UV sería de impacto positivo en las regiones, facilitando incluso el acceso de los profesores universitarios a estudios de posgrado. A través de las TIC, los estudiantes de posgrado se podrían profesionalizar en el uso de programas informáticos y de bases de datos de alta especialización. Asimismo, tendrían la posibilidad de realizar acciones de internacionalización en casa, de liberar sus tesis y resultados de investigación, a través de una serie de mecanismos de socialización de hallazgos propios del movimiento de ciencia abierta. Con esto los resultados de la investigación que deriven de los posgrados y del trabajo de los investigadores de las IES fluirían entre fronteras disciplinarias, programas educativos, recursos humanos e instituciones, proveyendo a la sociedad de técnicas avanzadas para la resolución de problemas y asuntos prioritarios para la nación.

    Al hibridar la función de la investigación en las IES, la producción de conocimiento –en modo 2.0– no solamente servirá como un indicador para la consolidación de la institución, sino también para la creación social de comunidades de investigadores que se vinculen con otros gremios disciplinarios, instituciones educativas y sectores de la sociedad, factor necesario para el crecimiento local, municipal y nacional.

    Doctor en investigación educativa, es Investigador del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior de la Universidad Veracruzana @armartinell

  • Hibridación de la docencia

    Hibridación de la docencia

    Alberto Ramírez Martinell*
    Investigador del CIIES – Universidad Veracruzana

    En una reflexión anterior sugerí la construcción de un plan general para la hibridación de la educación superior en el que se contemplara la combinación de las modalidades educativas presencial y no presencial no solamente para dar certeza a las comunidades  académicas ante un latente regreso a las aulas sino para sentar una base para la actualización de la manera de operar de las instituciones de educación superior (https://www.educacionfutura.org/plan-general-para-la-hibridacion-de-la-educacion-superior/).

    En esta entrega ahondaré en la propuesta de hibridación de la docencia, función de gran alcance e impacto para las comunidades académicas, distinguiendo una serie de beneficios y actividades que son sensibles a cada una de las modalidades educativas consideradas.

    Con la premisa de que la docencia superior no se limita al discurso elaborado de los docentes, a la asignación de lecturas meticulosamente seleccionadas y a la resolución experta de situaciones problemáticas que bien pueden ser trasladadas al espacio virtual; debemos reconocer que a través de esta función sustantiva de la educación superior, los docentes en sus aulas transmiten actitudes, valoraciones y formas de ver el mundo, que resultan ser aspectos culturales necesarios para forjar a los estudiantes en cuestiones disciplinarias.

    La presencia del docente orienta el eidos, hexis, ethos y aisthesis de los estudiantes, dimensiones bourdieunas que refieren, respectivamente, al sistema de estructuras cognitivas propias de una disciplina dada para organizar las visiones del mundo; las posturas, gestos y maneras de ser del cuerpo y para orientar al conjunto de valoraciones y disposiciones morales y estéticas propias del campo disciplinario de adscripción. El estudiante que al concluir su bachillerato ingresa a una carrera del área de ciencias de la salud, por ejemplo, con el tiempo adquiere no solamente conocimientos de medicina, sino que eventualmente se vestirá como doctor, percibirá a su entorno con los ojos de un profesional de la salud, escribirá como tal y eventualmente su cuerpo adquirirá la postura propia de un profesionista de la medicina.
    En la modalidad presencial los docentes se cercioran de que los estudiantes hayan comprendido la lección, ejecutan ritos de docencia y de corrección de errores, además de transferir, a través de sus actos y conductas, la cultura propia del campo disciplinario. En la mayoría de las veces, las sesiones prácticas resultan intransferibles a la virtualidad, ya que el acompañamiento del docente, el entorno de la experiencia práctica, su contexto, maquinaria, equipamiento y acceso a materiales son parte de un entorno de representación física insustituible.

    Por su parte, en la modalidad virtual de interacción sincrónica, los docentes pueden compartir con estudiantes y colegas sus discursos a través de sistemas de videoconferencias de duración limitada, enviar y recibir mensajes de voz o texto; y colaborar en la construcción de documentos compartidos. Asincrónicamente, la búsqueda de información en bibliotecas virtuales y bases de datos especializadas, la asignación de lecturas guiadas, el trabajo en plataformas digitales, la revisión de objetos de aprendizaje, el empleo de apps o software especializado para el procesamiento y análisis de datos, la producción multimedia y la redacción de textos, ensayos, reportes o tesis son recursos y actividades que el docente asigna para complementar la transmisión del discurso sincrónico y que además se puede enriquecer con actividades complementarias como la internacionalización en casa, la revisión de cursos abiertos masivos y en línea o MOOC o la conexión a conferencias de relevancia temática.

    Adicionalmente, el estudio en la educación superior requiere de un trabajo fuera del aula y fuer de línea u offline en los que los estudiantes, desde sus casas, estudios o bibliotecas locales, estudian, realizan sus deberes, actividades de reflexión, lecturas, preparación de discursos, análisis de datos o ensayan sus prácticas performativas.

    La docencia híbrida en este nivel educativo es mucho más que el e-reading con retroalimentación presencial o la combinación del discurso áulico con el trabajo en foros virtuales de discusión. Para hibridar esta función sustantiva de la educación superior debemos partir de cuatro premisas que nos permite dosificar el componente presencial con las actividades en línea o autónomas. Las premisas son:

    1) La enseñanza práctica es una actividad propia del entorno presencial, aun cuando se pueda enriquecer por tecnologías digitales.
    2) Lo experimental, el trabajo práctico profesional y la actuación en escenarios, talleres, laboratorios o espacios con equipamiento experto deben darse en los lugares adecuados; y de requerirse un regreso abrupto a las aulas, este tipo de actividad tendría que ser la que encabezara la lista de tareas por realizar.
    3) Es necesario un sistema de corrección y de acompañamiento de estudiantes que es usualmente posible gracias a la actividad de geografía compartida.
    4) Los ritos presenciales propios de la interacción que se da en el establecimiento escolar para la transferencia de la cultura disciplinaria son fundamentales para la formación profesional de los estudiantes de la educación superior.

    Por su parte, el componente no presencial del modelo híbrido debe considerar como entorno de trabajo tanto al virtual como al del trabajo autónomo de los estudiantes, sea éste mediado por TIC o no.

    En la virtualidad, el docente se encargará de presentar la teoría, el discurso temático o la asignación de deberes, ayudado por videoconferencias, videos asincrónicos, asignación de lecturas, consulta en bibliotecas virtuales, redacción individual o colaborativa de reportes, trabajo en la plataforma, revisión de presentaciones electrónicas, recursos interactivos o con servicios de web, apps o simuladores.

    En la educación superior de financiamiento público, lo asincrónico resulta más democrático y accesible para los estudiantes. Por lo que resulta importante considerarlo como componente principal de lo virtual y en caso de recurrir a la videoconferencia como modo de interacción de la clase, vale la pena considerar una duración no mayor a 50 minutos para los discursos docentes. Esto servirá para organizar, de ser necesario, la rotación de la asistencia al aula, el acceso escalonado al recurso, su repetición o la generación de una versión asincrónica de la clase que sea empática, más manejable y que además considere que el trabajo prolongado frente a la computadora puede ser desgastante.

    Con estas consideraciones, las IES podrán diseñar modelos de interacción híbrida en los que los estudiantes se beneficien tanto del valor de lo presencial como de la flexibilidad de lo virtual.

    Alberto Ramírez Martinell, doctor en investigación educativa, es Investigador del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior de la Universidad Veracruzana | @armartinell

  • Plan general para la hibridación de la Educación Superior

    Plan general para la hibridación de la Educación Superior

    Alberto Ramírez Martinell

    Cuando las comunidades educativas estén fuera de todo riesgo de contagio de la COVID19, personal académico, administrativo y estudiantes de las Instituciones de Educación Superior (IES) regresarán a los espacios escolares. Aulas, bibliotecas, laboratorios, salas de juntas, oficinas, cubículos, salas de concierto, estadios, gimnasios, parques, jardines y otros espacios al aire libre en los establecimientos escolares recibirán nuevamente a su gente.

    Pero la vuelta al campus no debe representar un regreso al pasado. Un regreso a la docencia presencial tradicional, al uso ramplón de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), a reuniones periódicas de larga duración de carácter secreto y sectario o a la prohibición de medios de comunicación para el acceso remoto a actividades académicas de corte eminentemente presencial.

    Es necesario que el regreso a las aulas se haga sobre la base de un plan general de hibridación de la institución que conserve algunos usos estratégicos de las TIC que potencien tanto el impacto, el alcance y la eficiencia en la docencia, la tutoría académica, la investigación, la difusión de la cultura y la gestión.
    La docencia es el activo más vivo y dinámico de las IES, aun en situaciones de emergencia. Durante la pandemia, los profesores de este nivel educativo procuraron la continuidad académica a través de la aplicación de estrategias personales de emergencia para la docencia no presencial y aunque los resultados individuales son, en algunos casos, dignos de aplaudirse, se hizo evidente la necesidad de sentar bases comunes para una enseñanza superior en medios digitales que trascienda la docencia mediada por videoconferencia y el e-reading, o lectura de textos académicos hospedados en plataformas virtuales de enseñanza.

    Las IES necesitan un modelo educativo híbrido y flexible que dé certeza didáctica, tecnológica y de acceso a los contenidos para profesores y estudiantes. Un modelo que combine lo más eficiente de las modalidades presenciales, a distancia, abierta y virtual y que garantice que la experiencia educativa sea exitosa.

    La tutoría académica, por su parte, es una actividad importante en la educación superior, no sólo por las cuestiones formales de orientación y de información institucional, sino por el diálogo que se puede establecer entre los estudiantes y los académicos de la institución. En la tutoría académica, las TIC sirven para tender canales de comunicación entre tutores y tutorados y para ampliar las posibilidades de acceso a la información institucional, noticias y comunicados. El acceso al tutor a través de medios digitales da una sensación de acompañamiento permanente que enriquece el diálogo académico, promueve el conocimiento de la IES y termina por mejorar la trayectoria de los estudiantes. La hibridación de la tutoría académica podría hacerse a partir de un sistema seguro de mensajería instantánea en el que la institución educativa salvaguardara los datos privados de profesores y estudiantes.

    En la investigación, el uso de herramientas tecnológicas para la recopilación de datos, el procesamiento de datos, la documentación audiovisual durante el trabajo de campo, el análisis de resultados y la elaboración de reportes de investigación no es infrecuente ni antes ni durante el periodo de aislamiento.

    Investigadores consolidados o aquellos en formación han usado las TIC en los niveles y para los objetivos que así lo requiere su estilo de investigación y la tradición disciplinaria de sus proyectos, sin embargo, las IES podrían promover esquemas de capacitación en el uso de herramientas informáticas para el análisis cuantitativo y cualitativo, la visualización de datos o para la mejora de la presencia en línea de los académicos y sus productos de investigación. Para la hibridación de esta función, se debe de reconocer que el trabajo de campo siempre tendrá que ser en el campo, pero que el trabajo de escritorio puede afinarse a través del uso de herramientas digitales para la investigación.

    Para la difusión de la cultura el reto ante la hibridación no es menor. Los artistas y creadores deben enfocarse en lo que saben saber y recibir el apoyo institucional para la mejora de sus actividades a través del uso de dispositivos digitales o herramientas informáticas en un primer momento y del procesamiento de la información generada por los artistas después. La hibridación de la difusión de la cultura podría orientarse a la ampliación y cobertura del acceso a los bienes culturales. Esto incluye el registro, almacenamiento, indización y apertura de la oferta cultural de las instituciones a través de medios de comunicación de amplio acceso y de uso irrestricto. Esto se podría lograr a partir de la creación de una memoria histórica en formato digital de acceso abierto en la que se archive y se oferte de manera ordenada la producción artística de las IES. Un repositorio digital que almacene el contenido plástico, musical, dancístico, pictórico y dramátic generado en la institución y que además realice y permita la cosecha de metadatos de otros repositorios constituiría una acción institucional derivada de la hibridación que no sólo cambia la práctica académica, sino que además ampliaría y difundiría el patrimonio cultural de la institución, del estado y del país.

    Durante el trabajo en casa, nos dimos cuenta que algunas reuniones colegiadas propias de la función de gestión pueden bien organizarse en formatos flexibles y de acceso irrestricto o incluso ser resueltas a través de un hilo de correos electrónicos. También quedó en evidencia que la participación en las reuniones puede hacerse de forma remota y que la apertura de su contenido para la comunidad sería ideal. La eliminación de la secrecía de estas reuniones a partir de su registro audiovisual permitiría que la comunidad académica accediera de manera sincrónica o asincrónica a las discusiones colegiadas, transparentando los procesos de gestión al interior de las IES.

    Para hibridar la gestión de las IES se necesitan protocolos para las juntas y reuniones en los que se definan las condiciones de acceso, de participación, de archivo de documentos y del signado correspondiente. Para eso, se deberá promover el uso de un sistema institucional de firma electrónica avanzada; el envío y recepción de oficios, circulares y documentación oficial en formato digital a través de plataformas electrónicas que garanticen el acceso seguro y permanente a documentos oficiales y la homologación de bases de datos y sistemas de información.

    La definición de un plan general para la hibridación de la Educación Superior dará certeza y rumbo a las comunidades académicas mejorando el desempeño y la experiencia del regreso a las aulas.