Educación Futura

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  • Deformaciones Profesorales: Un Fenómeno de Relaciones Sociales y de Poder

    Deformaciones Profesorales: Un Fenómeno de Relaciones Sociales y de Poder

    Alejandro Moreno Lozano

    En el corazón del Sistema Educativo Mexicano, desde los niveles de preescolar, primaria y secundaria hasta la educación media superior, superior y posgrados, se observa un fenómeno preocupante que socava la efectividad del aprendizaje en el país. Este fenómeno se caracteriza por la presencia de docentes que, a pesar de ser contratados para desempeñar roles específicos en el aula, se encuentran cubriendo funciones de oficina, apartados de la enseñanza directa de niñas, niños y adolescentes, jóvenes o adultos.

    Según cifras oficiales, el sistema de educación básica en México, cuenta con 229 mil 379 escuelas y un millón 223 mil 387 docentes registrados. Sin embargo, no existen estadísticas precisas sobre cuántos de estos maestros han encontrado su camino hacia oficinas administrativas en supervisiones escolares y jefaturas, apartados de su función primordial en la enseñanza.

    El Capital de las Relaciones Sociales

    Las razones detrás de esta tendencia son variadas, pero una de las más destacadas es el capital de relaciones sociales que estos docentes poseen. Estas conexiones, ya sean abundantes o específicas, les han permitido acceder y mantenerse en oficinas que consideran más cómodos o ventajosos. Este fenómeno no es nuevo ni exclusivo del ámbito educativo; se trata de una dinámica de poder que permea diversas esferas laborales y sociales.

    Las maestras y maestros que ocupan estos puestos suelen justificar su permanencia con argumentos que van desde nombramientos con cambios de función, circunstancias físicas o de salud, hasta su cercanía con figuras de autoridad o políticas, actuales o pasadas. Esta última conexión es a menudo la más influyente, ya que les proporciona un manto de protección que utilizan para intimidar a quienes les solicitan realizar trabajos mínimos, escudándose en su relación con personajes de poder. Pierre Bourdieu (1930-2002) se refiere a este fenómeno como un capital adquirido por un tipo de cercanía social y que permite en ciertos casos la promoción beneficiosa, que pueden llegando el caso proporcionar apoyos útiles, capital de honorabilidad y de respetabilidad, indispensable para atraerse o asegurarse una base de confianza (Bourdie, 1997).

    Doble Plaza y Estrategias de Evasión

    La obtención de una doble plaza o múltiples claves dentro del sistema no impide que estos docentes continúen sus prácticas ventajosas. Cualquier tarea que se les solicite puede ser objeto de cuestionamiento, arguyendo que no forma parte de sus responsabilidades o que carecen de las habilidades necesarias para llevarlas a cabo. La solicitud de capacitación se convierte en una táctica dilatoria, un juego que perpetúa su ineficiencia al evitar comprometerse con el desempeño efectivo de sus responsabilidades.

    Si bien algunos pueden llegar a realizar ciertas tareas, estas se llevan a cabo a menudo de manera deficiente o incompleta, desalentando así a sus superiores que prefieren abandonar la idea de contar con un subalterno que se considera protegido por una figura influyente. Esto genera un círculo vicioso en el que la mediocridad se perpetúa, y las oportunidades de mejora y eficiencia quedan relegadas.

    Gracias al tiempo que tienen para pensar creativamente, son capaces de elaborar argumentos impresionantes, presentándose como víctimas de acoso laboral que los conduce a un estrés constante. Alegan sufrir de un síndrome de desgaste profesional, conocido como “Burnout”, del cual hablan con gran conocimiento. Ante los representantes y autoridades sindicales, ofrecen verdaderas representaciones de dolor y sufrimiento, a menudo culminando con lágrimas abundantes.

    La percepción de ser “intocable” es una necesidad constante de reafirmarse a través de acciones que desafían las instrucciones de sus superiores. Este comportamiento defensivo se refleja en su entorno físico, transformado en un espacio de comodidad personal, equipado con dispositivos electrónicos, humificadores con esencias aromáticas, música y videos de su preferencia, así como colaciones, frutas y cosméticos en el caso de las mujeres.

    Este entorno, lejos de ser un lugar de trabajo colaborativo, se convierte en un refugio de aislamiento donde el intercambio con colegas se limita a cuestiones triviales o sociales. Este distanciamiento intencional del trabajo en equipo evita exponer su falta de conocimientos administrativos en la gestión educativa, permitiéndoles mantener una fachada de eficiencia y compromiso.

    Estos profesores son maestros en el arte de aparentar. Ante la mirada ajena, exhiben puntualidad y dedicación, mostrando con creces el escaso trabajo que realizan. Su destreza en manipular la percepción se ha perfeccionado con el tiempo, cubriendo medianamente las apariencias y sugiriendo mínimas mejoras que esperan sean adoptadas por sus superiores. Si sus sugerencias no se implementan, siempre pueden decir: “Yo se los dije”.

    Este juego de apariencias y buenas relaciones interpersonales se convierten en una estrategia eficaz para prolongar su permanencia en el sistema educativo sin enfrentar consecuencias reales por su falta de compromiso con la enseñanza.

    Curiosamente, muchos de estos docentes no contemplan la jubilación como una opción viable a su estilo. Acudir a la oficina se ha convertido en un acto que hace más llevadera su vida diaria. Levantarse por la mañana, prepararse para asistir a la escuela y cumplir con un horario específico se ha transformado en su modus vivendi, perpetuando un ciclo que, aunque ineficaz para la educación, resulta satisfactorio a nivel personal.

    En términos generales, la mayoría de los profesores realizan estas actividades diarias. Sin embargo, la gran diferencia radica en que aquellos inmersos en este fenómeno, no están donde realmente deberían: en el aula, ejerciendo la enseñanza y transmitiendo conocimientos a estudiantes que aún no están maduros para las vicisitudes de la vida que la sociedad compleja exige, siguiendo la premisa de Émile Durkheim en su libro: Sociología de la educación.

    La presencia de docentes en condiciones de oficina, alejados del frente de enseñanza, representa una deformación en el sistema educativo mexicano que debe ser abordada con urgencia. Es necesario replantear las políticas de asignación de roles y responsabilidades, asegurando que aquellos capacitados y comprometidos con la enseñanza ocupen las posiciones adecuadas para el desarrollo integral de las nuevas generaciones.

    La reflexión sobre este fenómeno invita a cuestionar no solo las prácticas actuales, sino también a buscar soluciones efectivas que promuevan un sistema educativo más equitativo y eficiente, donde el verdadero capital sea el conocimiento y no la primacia del bienestar personal a costa del sacrificio del bien superior de la niñez. Un profesore con cambio de función en oficina se traduce en un profesor menos en la escuela.

    La vocación por la enseñanza, más allá de las relaciones de poder y conveniencia personal, debiera ser la máxima de los que perciben un sueldo proveniente del techo financiero que se destina al sector educativo. Sólo así se podrá avanzar hacía una educación de calidad para todas y todos los niños y jóvenes de México.

  • Humanismo a la mexicana en la 4ª T

    Humanismo a la mexicana en la 4ª T

    Alejandro Moreno Lozano

    Alex Octavio Moreno Miranda

    En la política actual mexicana, se pugna por un humanismo social, que pretende por lo menos en el discurso, que la mayoría de los ciudadanos gocen de equidad y para garantizarlo, el Estado está obligado al respetar y garantizar los Derechos Humanos políticos y sociales con la idea fundamental del significado de ciudadano como un ser “que es propietario de sí mismo”.

    La postura del humanismo, rebasa la idea de mercado que implica la imagen de que todo puede ser puesto como mercancía, incluso el mismo ser humano. La producción de riqueza por la mercadería con distintos productos del orden material ya sea de manera tradicional o mediados por las tecnologías, son generadores de una partida que ingresan a las arcas del estado bajo el rubro de recaudación fiscal que representa un porcentaje de la riqueza generada por la población activa, lo cual es distribuida como nunca antes entre algunos sectores de la población en el marco de los llamados “Programas para el bienestar”.

    Dentro de los programas del bienestar se encuentran “Pensión para el bienestar de los adultos mayores”, “Sembrando Vida”, “Jóvenes construyendo el futuro”, “Beca para el Bienestar Benito Juárez de Educación Básica”, “Beca para el bienestar Benito Juárez para la educación media superior”, Beca para el bienestar Benito Juárez para la educación superior”, “Pensión para el bienestar para las personas con discapacidad”, “Programas para el bienestar de niñas y niños, hijos de madres trabajadoras”, “La escuela es nuestra”, “Producción para el bienestar” “Programa de apoyo para el bienestar de pescadores y acuicultores” “Fertilizantes para el bienestar”, “Por una mejor vivienda” y “Programas para el bienestar, precios de garantía”.

    Tan sólo para el programa de “Pensión para el bienestar de los adultos mayores” se beneficiaron según las cifras oficiales del gobierno con corte marzo-abril y mayo junio de 2024 a 12,117,166 mil personas, con una inversión de 465, 048 millones de pesos y para la “Pensión para el bienestar para las personas con discapacidad” se destinaron 27, 860 millones, los cuales se distribuyeron entre 1,482,451 personas con alguna característica física o intelectual que las distingue significativamente de las demás. Con estos dos programas, se puede observar el cambio de paradigma, prefiriéndose ver la aplicación de recursos como una inversión entre las clases más desfavorecidas.

    Derivado de la velocidad del crecimiento de la población y envejecimiento de gran parte de esta y la aglomeración en los principales desarrollos industriales, se hizo necesario el diseño de políticas económicas y sociales que ayudaran a sus integrantes a superar con mayor eficacia su condición de desventaja o, a pasarla de la mejor manera, tal como es el caso de las personas añosas o con alguna discapacidad.

    Tan solo en el rubro educativo con el programa de las Becas Benito Juárez para todos los niveles ascendió a 80 mil millones de pesos, beneficiando a 12.5 millones de estudiantes, para apoyar la inversión del gasto que ellos o sus padres hacen mientras se preparan dentro del sistema educativo mexicano del sector público, en alguna área del quehacer humano. Otro programa dentro de la partida educativa es el de “La escuela es nuestra” el cual atiende a 172, 779 escuelas con un presupuesto acumulado que va de 2019-2024 de 27, 185 millones de pesos.

    Pasar de concebir al ser humano solo como un ente biológico y pensarlo como el artífice de su destino mediante el otorgamiento de los recursos que pueden contribuir en algo para alcanzar el máximo logro del que es capaz o, dicho con otras palabras: del máximo grado de perfeccionamiento, se entiende como la mejor forma de operar la visión humanista del actual gobierno del Lic. Andrés Manuel López Obrador que está concluyendo. Lo esperable es ver concretadas estas aspiraciones en la disminución de la deserción escolar, aumento en las tazas de empleo y mejora de calidad de vida de las personas beneficiadas.

    El efecto de la desamortización de lo humano como mercancía y el uso que le da el Estado con su nueva forma de hacer política social al invertir en lo que antes no se consideraba redituable: las clases oprimidas, violentadas y olvidadas históricamente, se ha transformado en el baluarte con el cual la llamada cuarta transformación presenta su bandera del cambio.

    La ayuda a los más necesitados es una frase usada con frecuencia por el presidente, el cual le imprime a su gestión una secularización de las formas provenientes de otros discursos como la cristiana, sobre todo cuando de ayudar a los que se encuentran en alguna condición de vulnerabilidad. Con ello parece que tratara de dar un tipo de respuesta a la exigencia de ayuda que les permita superar “su estricta condición de hombre, por la cual requiere ser rescatado, redimido, de la miseria pues él por sí mismo no puede salir de su condición. Es preciso un poder extrínseco para actualizar en ellos la capacidad de dignificarse por sí mismos. Ese principio extrínseco no será ahora las polis, ni la gracia, ni el mecenas, ni el mercado universal, sino que será el estado” Tal cual es el caso mexicano.

    Sólo la historia podrá indicar la asertividad de las acciones del presente gobierno y el siguiente que encabezará la Dra. Claudía Sheimbaum Pardo, mientras tanto, pongamos en análisis las acciones sociales y económicos, pero sobre todo sigamos construyendo el México que todas y todos merecemos, con un enfoque de Derechos Humanos, inclusivo y con calidad de vida que solo será posible con el cuidado del mundo natural que nos permite todo cuando podemos pensar y hacer mientras transcurre nuestra vida biológica y social sobre esta tierra.

  • Luchar por la inclusión de Niñas y Niños con discapacidad en la escuela regular en el marco del plan de estudios 2022

    Luchar por la inclusión de Niñas y Niños con discapacidad en la escuela regular en el marco del plan de estudios 2022

    Alejandro Moreno Lozano / Mahetzy Alexey Moreno Miranda

    En México se atienden en las escuelas de educación básica además de los estudiantes regulares, a las Niñas, Niños y Jóvenes que se enfrentan a Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP) como consecuencia de alguna condición de discapacidad, trastornos generalizados del desarrollo, problemas severos de conducta, dificultades psicosociales o problemas severos de aprendizaje.

    La lucha por garantizar su acceso, permanencia y egreso en estos espacios, constituyen un esfuerzo continuo por parte de los profesionales de la educación especial, quienes son los designados por el estado mexicano para apoyar a los escuelas regulares oficiales a conducirse con estricto apego a derecho, bajo el enfoque de Derechos Humano en un marco pedagógico pertinente, preferentemente con la utilización del Diseño Universal de Aprendizajes (DUA) y/o Ajustes Razonables en los casos necesarios, con el objetivo de que todas y todos puedan acceder a los conocimientos propuestos en el currículo oficial vigente contenido en el Plan de Estudios de la Educación Básica 2022.

    Las resistencias que se desatan en el terreno concreto del día a día en las escuelas y las aulas que son obligadas por la ley a aceptar a todas y todos los niños con alguna característica distinta al grueso de la población, se manifiesta en ocasiones por la negación de algún directivo, maestra o maestro de grupo, compañeros de los estudiantes o de los propios padres que ven una amenaza a la educación y seguridad de sus hijos regulares (por llamarlos de algún modo) por la presencia de otro diferente por el aspecto físico, intelectual o conductual.

    Disminuir las barreras del contexto escolar, es un trabajo constante que ha de abordarse en tres aspectos fundamentales: físicas-estructurales, administrativas-curriculares y pedagógicas-conductuales. Toda barrera es una construcción de tipo social de amplio espectro y de desiguales afectaciones negativas sobre los estudiantes vulnerables. El contexto siempre cambiante interactúa con las condiciones que se generan al interior de las escuelas para incluir o excluir a los más necesitados del bien que ofrece la educación que procura el desarrollo de todas las facultades del ser humano para alcanzar su máximo perfeccionamiento.

    El conocimiento preciso de las características de los estudiantes con alguna discapacidad, trastorno generalizado de desarrollo, dificultad psicosocial, problemas severos de conducta o de aprendizaje, se constituye en la piedra nodal que posibilita la identificación precisa del máximo esperable en cada ciclo escolar a medida que transita con sus compañeros de grupo.

    El otro eje que se entrelaza con el conocimiento preciso del estudiante, es el conocimiento de lo que se pretende lograr, es decir de la incorporación del Plan de Estudios para la Educación Básica 2022, sobre todo en el perfil de egreso, contenidos y procesos de desarrollo de Aprendizaje para cada grado y nivel educativo.

    La ausencia de los dos ejes anteriores no imposibilita un ejercicio pedagógico enriquecedor, dentro de un marco de acción que ofrezca múltiples formas de representación tanto del contenido de aprendizaje como de las formas que contienen las actividades para que el estudiante acceda a una comprensión gradual, acorde con su ritmo de aprendizaje y motivaciones para acceder al aprendizaje. El objetivo es que el aprendizaje pueda serle útil en la resolución de las situaciones reales que ofrece la vida diaria en el entorno comunitario en el que le toca desenvolverse.

    Lo expuesto hasta aquí se desarrolla en un proceder lógico que el pensamiento que se abstrae de la realidad compleja y siempre cambiante puede construir con ayuda de lo teórico y normativo hasta el momento. Sin embargo y como es esperable no contempla los múltiples vericuetos y sufrimientos de padres y niños que por alguna razón no logran acceder al currículo o alcanzar a relacionarse de manera satisfactoria en la escuela. Los apoyos nunca serán suficientes como no lo son tampoco los que puedan brindar los integrantes de la educación especial en cada uno de las entidades federativas de México. Su presencia se diluye dentro de las escuelas regulares al enfrentarse a las múltiples resistencias de directivos y profesores que consideran a los niños como población exclusiva de la educación especial.

    Corresponde a cada una y cado uno asumir la tarea educativa que corresponde de acuerdo a la función que se desempeña dentro del complejo mundo de la enseñanza, con la claridad de que el derecho supremo que se debe cuidar es el de las niñas y niños y que los rasgos distintivos son características propiamente humanas.

    todos llevamos escrito el código genético de la historia evolutiva de la humanidad. En cualquier generación los genes respectivos se manifestarán con fuerza para mostrar que la biología influye en el aprendizaje y la forma en que percibimos y nos relacionamos con el mundo.

    Tener claridad en que la biología influye el acto educativo no debe ser causa que lleve a asumir un pensamiento negativo y derrotista sobre los alcances que puede tener una niña o un niño en su aprendizaje.

    La inclusión educativa será pues, un proceso y no un punto de llegada; cuando la acción de los agentes educativos implicados procure ambientes donde todas y todos podamos aprender, superando los obstáculos que impone el ámbito social, académico, actitudinal, físico legal y curricular de cada contexto en particular.

  • Honores a la bandera: Espacios de ajusticiamiento profesoral y desconocimiento público en la Normal Rural Luis Villarreal del Mexe Hidalgo

    Honores a la bandera: Espacios de ajusticiamiento profesoral y desconocimiento público en la Normal Rural Luis Villarreal del Mexe Hidalgo

    Alejandro Moreno Lozano

    La crisis se entiende en contraposición a la normalidad que prevalecía en la vida interna del internado de la Normal Rural Luis Villarreal del Mexe, Hidalgo. Esta normalidad transcurría con mediana regularidad, estructurada por la distribución del tiempo en cada parte del día. En este contexto, es importante destacar los honores a la bandera que se llevaban a cabo todos los lunes. Esta actividad representaba un ritual cívico históricamente instituido en las normales, con la intención de preparar, mediante la habituación, a los futuros profesores. Estos docentes, a su vez, se encargarían de reproducir las mismas pautas de acción en la población campesina, inculcándoles prácticas cívicas como los honores a la bandera, la reverencia a los héroes nacionales y los festejos patrios. , que por medio de la repetición alcanzó a sedimentarse en las conciencias de quienes participaban como una actividad social sujeta a reiteraciones constantes crea “pautas que luego puede reproducirse con economía de esfuerzos.” .

    La dinámica esperada para los honores a la bandera, además de tener un componente cultural, a veces se transformaba en un escenario de ajusticiamiento, donde se ventilaban ante toda la comunidad estudiantil y el profesorado los desencuentros entre ellos. En ese espacio, podía manifestarse públicamente el rompimiento del pacto no explícito entre profesor y estudiante, donde se esperaba que este último mostrara respeto al docente por su experiencia en un área de conocimiento.

    Sin embargo, la realidad superaba con creces lo idealmente esperado.

    Los honores a la bandera ofrecían la puesta en escena ideal, ya que reunían por un sentido cívico a trabajadores manuales, de oficina, profesores y estudiantes. En ese contexto, se hacía del conocimiento público la decisión aprobada por el Comité Ejecutivo Estudiantil sobre el desconocimiento o expulsión de algún desafortunado. El desempeño académico no figuraba entre las razones por las que podía desconocerse a un académico, sino más bien la influencia política que este ejercía sobre el alumnado y, en algunos casos, por atreverse a reprobar sin causa justificada a alguno de ellos.

    Sobre el temor constante al que se adhería el personal, se relata lo siguiente, perteneciente a un profesor de la licenciatura en educación especial. Este sentir es compartido tanto por los profesores de nuevo ingreso como por los más veteranos:
    Me acuerdo que regresábamos a honores, para escuchar las novedades que se habían rumorado durante la mañana… digo, las veces que había ¿no?, muchas veces supongo que no hubo pero de las tres o cuatro que me tocaron ver para mi fueron muy impactantes mucho, mucho muy impactantes porque eh, yo no sabía de la existencia del Mexe, cuando a mí me dijeron pues esta, esta posibilidad para ir a trabajar yo dije ah, no si vamos no, pum, y nos fuimos, pero yo no sabía a dónde iba, yo de verdad que si hubiera sabido no se ahora al paso de los años me pregunto si hubiera ido, la verdad .

    El temor al desconocimiento marcaba la cúspide del castigo, el cual podía llegar con o sin aviso previo. El juez era sin duda, el Comité Ejecutivo Estudiantil, representado usualmente por uno de sus voceros. El análisis de las conductas se llevaba a cabo en los locales del Comité, ubicados en la segunda planta del edificio principal, durante días o incluso semanas. La decisión pública impactaba con distintos grados en la planta de profesores.

    Entonces yo llegaba y escuchaba de pronto estas cosas y las consignas y, y eso me estresaba un poco porque yo no venía digamos de un ambiente eh, a lo mejor contestatario o, o, o una idea con ideas socialistas de la educación no, no tenía nada que ver con lo que había sido mi formación, nada, nada, nada que ver, para mí fue un impacto duro no, cuando esa, me acuerdo que aquella primera ocasión en la que escuché que se iban ir a la hoguera los traidores, no sé qué, hay, y con las historias de terror que ya me habían contado, yo solamente decía a ver qué día me toca a mi acabar en el canal ¿no?, gracias a dios ya lo taparon pero pues con mala suerte hasta lo vuelven a abrir,,, lo vuelven a abrir y me echan. .

    Frente a las imágenes que puede evocar la escritura sobre el estrés, este se entiende como una respuesta emocional a un entorno hostil, que surge cuando un individuo se siente amenazado. A diferencia del miedo, que es un temor justificado hacia un objeto específico, el estrés implica una sensación de desconocimiento del entorno. Esto ocurre en un espacio particular donde se esperaría que la educación moral se desarrollara dentro de límites estrictamente permisibles. “La educación como una empresa moral que comienza y termina con las decisiones valorativas.” .

    La moralidad, en algunos casos, puede convertirse en un monstruo. El orgullo del actuar político, que pretende demostrar el poder de hacer cumplir sus designios, es un sentimiento que afecta a quienes tienen el poder de decisión. Este fenómeno ha caracterizado a la sociedad moderna, fascinada por el poder que somete los sentidos de aquellos que sucumben a su influencia. En este contexto, la simpatía queda anulada, al igual que la compasión, que busca aliviar el sufrimiento de los demás.

    El desconocimiento o la expulsión no sigue reglas estrictas para llevarse a cabo; basta con el acuerdo del Comité Ejecutivo Estudiantil. En este proceso, prevalece la ley del más fuerte: “los seres inferiores deben ser castigados, incluso eliminados”.

    Este hecho también explica por qué, en algunos casos, se sigue repitiendo la segregación, la exclusión y la expulsión mediante prácticas más discretas y sutiles hacia los profesores desfavorecidos por la percepción de los estudiantes normalistas. Ante la desaprobación de la que son objeto, estos profesores pueden llegar a experimentar, como cualquier ser humano, el miedo a sufrir algún tipo de destierro o aislamiento. Quien lo experimenta siente que su vida es menos interesante, exitosa y atractiva que la de los demás, y esta sensación de insignificancia le es continuamente restregada en la cara .

  • El normalismo rural en México: El rio revuelto de las discordias

    El normalismo rural en México: El rio revuelto de las discordias

    Alejandro Moreno Lozano

    Desde su nacimiento, Las normales rurales se han caracterizado por ser instituciones escolares que preparaban a profesores que enseñarían la lectura y la escritura, matemáticas, comportamiento social adecuado para la época en los lugares de mayor consentración poblacional. Está lógica se rompe con el fín del régimen de Porfírio Díaz en 1911, Para adquirir un sesgo mas rural.

    En los años posteriores a la Revolución, la educación rural fue una preocupación constante para los nuevos grupos gobernantes, no sólo porque México era un país predominantemente rural, sino porque una cantidad significativa de los habitantes apenas se imaginaban parte de una entidad política llamada México. Como es el caso de toda nación, el Sistema Educativo Mexicano de ese tiempo, estaba íntimamente ligado a la necesidad de forjar patria. Así mismo, el origen agrario de la Revolución Mexicana exigía una reforma íntegra y las escuelas rurales serían instrumentos fundamentales dentro de este proceso. Los profesores mismos debían ser líderes en las comunidades y sus lecciones harían posible la transformación que el nuevo Estado decía llevar a cabo. De esta forma los profesores serían el vínculo concreto entre los ideales abstractos del nuevo proyecto nacional y los beneficios materiales, como el acceso a la tierra.

    La orientación socialista que tuvo en la década de los treinta la educación, permaneció con fuerza en el Sistema Educativo Mexicano. Aunque su significado era siempre ambiguo, mientras que para unos esta orientación significaba socializar los medios de producción, para otros representaba simplemente una lucha contra el alcoholismo, la superstición y el “fanatismo religioso”. Con su “socialismo a la mexicana”, el presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) desde su campaña presidencial había delimitado el perfil del maestro de la educación socialista: se concibe al maestro como revolucionario, líder social, consejero, orientador, que no solo se aboca a enseñar a leer y a escribir, sino muestra también la manera de convivir mejor, de crear una existencia más humana y justa.

    Aunque en la práctica la educación socialista fue siempre problemática, su apoyo por parte del Estado abrió un importante espacio para la transformación social. José Santos Valdés, profesor, inspector de normales rurales y pedagogo, se mostró inicialmente escéptico a la educación socialista. Al parecer sabía que era una contradicción introducir una educación socialista en un país de propiedad privada. Sin embargo, en la contradicción se vislumbraba una amplia oportunidad para la creación de la necesaria conciencia de clase en las niñas, niños y jóvenes de esa época, quienes serían los propiciadores del cambio revolucionario. Así lo comprendió la burguesía y de allí su ruda oposición. Ciertamente, la oposición se hizo sentir de forma virulenta. Auspiciados por hacendados y por la Iglesia, los Cristeros se dedicaron a quemar escuelas, a asesinar y desorejar maestros, y a violar maestras .

    Cuando el Estado logró derrotar a este movimiento religioso, los grandes terratenientes siguieron activos en la persecución de profesores y el clero no desdeñaba oportunidad para hablar mal de ellos. Ser maestro significaba enfrentar no sólo el aislamiento y las dificultades de habitar tierras lejanas, sino exponerse a la violencia de los que defendían el antiguo orden. De allí la imagen del maestro que cargaba el libro en un brazo y el rifle en el otro, un heroísmo celebrado tanto en círculos populares como en oficiales, y que muestra el papel tan importante que ocupa el maestro rural en la historia contemporánea.

    Forjar patria era una de las primeras preocupaciones de los arquitectos del Sistema Educativo Mexicano. Moisés Sáenz, subsecretario de Educación de 1924 a 1933, afirmó que los dos propósitos trascendentales de la educación rural fue la incorporación de [la] gran masa indígena a la familia mexicana; [y] la formación del espíritu rural. Sin considerar el conocimiento que la población rural había acumulado tras siglos de vivir de la tierra (o simplemente caracterizándose como retrógrada), el gobierno revolucionario se propuso instruir a las comunidades en los mejores métodos para cultivar la tierra.

    Pero este esquema pronto dio lugar a varias contradicciones. Por un lado, la efervescencia del nuevo orden revolucionario creó un ambiente propicio para la experimentación con las más recientes teorías pedagógicas. La filosofía de John Dewey, por ejemplo, tuvo especial resonancia en México. Moisés Sáenz, que estudió con él en la Universidad de Columbia, se dedicó a propagar sus ideas. En 1923 la SEP decretó que todas las escuelas debían ser “escuelas de acción” conforme a la filosofía expuesta por Dewey, en la que el niño aprende haciendo. En ningún lugar parecía encajar mejor esta teoría que en la escuela rural, donde el mismo campo abierto sería el salón de clase. La naturaleza proveería la base para construir una nueva realidad. Dewey mismo, quien en 1926 impartió una serie de conferencias en México, resaltó las posibilidades que daba el momento en que se encontraba México. “Creo ocioso decir que ustedes, aquí en México –dijo en su primer seminario– están pasando por una época tan crítica que, si su sistema de escuela ha de estar en armonía con lo que exige la vida social, debe perseguir un ideal de creación y transformación social, más bien que la simple reproducción del pasado”.

    El énfasis que ponía Dewey en la necesidad de integrar la escuela con la comunidad, era otro elemento natural de las escuelas rurales cuyos maestros serían no sólo educadores, sino líderes sociales. Ningún sistema educativo en el mundo –observaría Dewey–, demuestra mejor el espíritu de íntima unión entre actividades escolares y aquellos de la comunidad .

    La escena que se vislumbraba del profesor rural era de un único maestro, en una pequeña escuelita con piso de tierra, sin materiales, con mesitas precarias y con un montón de chiquillos de todas las edades que tiene que organizar por lo menos, enseñarles a leer y escribir. Maestros que muchas veces se quedan a dormir en la propia escuela y que tardan horas para llegar a las cabeceras municipales a cobrar raquíticos salarios.

  • Inclusión Educativa: El gran pendiente en la Nueva Escuela Mexicana

    Inclusión Educativa: El gran pendiente en la Nueva Escuela Mexicana

    Dr. Alejandro Moreno Lozano 

    El Plan y Programas 2022 incorpora el eje articulador de la Inclusión para mantener una visión que todas y todos accedan al aprendizaje en las mejores condiciones dentro de las instituciones educativas, en las cuales, cada maestra y maestro deben llevar a cabo una práctica docente diaria con las Niñas, Niños y Adolescentes, ya sea con o sin discapacidad, trastornos o síndromes.

    Es fundamental comprender que dentro de la diversidad humana es natural que nazcan Niñas y Niños con características diferentes en términos intelectuales, emocionales y por supuesto  físicas. Esta comprensión se convierte en un punto de partida para que los que se dedican a la educación puedan brindar una educación de calidad con el objetivo de suprimir o reducir las Barreras para el Aprendizaje y la Participación, las cuales obstaculizan o impiden a algunos estudiantes acceder, progresar y completar su educación de la mejor manera posible.

    Inclusión educativa

    La inclusión educativa se materializa en los planes y programas de 2022 como un movimiento educativo avanzado que busca superar la exclusión que ha afectado tanto a las personas con diferencias físicas e intelectuales, con el objetivo de aprovechar la educación como un bien social del cual todos, sin distinción, debemos disfrutar.

    La exclusión social y educativa, es un constructo con bases históricas que se fundamenta en características fácilmente perceptibles por los seres humanos, quienes califican, denigran y excluyen sin más motivo que la diferencia que creen de mayor valía que la dignidad de la persona. La Proclamación de los Derechos Humanos de 1948 establece que el simple hecho de que un individuo nazca dentro de la comunidad humana es totalmente suficiente para que sea considerado en dignidad por sus progenitores, familiares, comunidad y todos los demás que, al igual que él, han nacido humanos.

    La materialización de los derechos humanos fundamentales requiere del esfuerzo de los profesionales implicados, especialmente en el ámbito educativo. Entre ellos se encuentran los trabajadores de la educación especial, a quienes se les confiere la responsabilidad de brindar atención y diseñar estrategias pedagógicas y de sensibilización para lograr la inclusión educativa, mitigando los efectos perjudiciales de las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP) que tanto afectan al Niño, Niña, Adolescente o Joven (NNAJ) en su ingreso, permanencia y exitosa finalización de la educación básica, media superior y superior en México.

    La incorporación de estos aspectos en los planes de estudio de 2022 tiene como objetivo primordial cumplir con la Agenda 2030 de la ONU, especialmente en lo que respecta a los objetivos: 4 (“Educación de calidad”), 10 (“Reducción de las desigualdades”) y 16 (“Paz, justicia e instituciones sólidas”). Superar la exclusión implica un proceso continuo, no es un punto de llegada. Este proceso se lleva a cabo a diario en acciones que parecieran invisibles y, a veces, mediante denuncias directas de los actos que invisibilizan, destruyen o obstaculizan los derechos de los niñas,  niños y jóvenes del disfrute pleno de su derecho a la educación.

    El nuevo plan de estudios tiene la intención de orientar la inclusión como un eje que guíe las acciones de todos los maestros de México, con el fin de mejorar las condiciones de la población en riesgo, que incluye a los Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes con alguna discapacidad, síndrome o trastorno, ya sea del Espectro Autista o de Déficit de Atención. También se incluyen otras categorías en riesgo, como aquellos que tienen orientaciones sexuales diferentes o pertenecen a culturas o religiones minoritarias.

    El papel del docente es hacer que la palabra plasmada en el papel adquiera dinamismo y se convierta en realidad a través de sus acciones. El maestro es quien, mediante el ejemplo, sensibiliza a otros estudiantes, padres y a la sociedad en general. Hagamos de la acción docente el norte de la inclusión

    Conclusiones

    Incluir el Eje articulador de la inclusión en en plan de estudios 2022, es una oportunidad que nos permite seguir avanzando en el amplio horizonte de posibilidades. Cada acción que realicemos en armonía con el contexto se convierte en una oportunidad que nos acerca, como sociedad, a la reducción de las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP), las cuales obstaculizan el pleno disfrute de la experiencia de aprendizaje por parte de las Niñas, Niños y Adolescentes en la Educación Básica, Media Superior y Superior en México y el mundo.

    Tenemos la oportunidad de transformarnos  como sociedad en agentes inclusivos, capaces de generar cambios significativos en la vida de todas y todos. Esto implica estar dispuestos a adaptar nuevas visiones y prácticas, fomentar entornos inclusivos y brindar apoyo personalizado para garantizar que todos los estudiantes, sin importar sus diferencias, tengan igualdad de oportunidades y apoyos específicos para aprender y desarrollarse.

    Los profesores de los niveles de educación básica, tienen el poder de promover la igualdad, el respeto y la valoración de la diversidad en el aula,  generando espacios seguros y acogedores donde cada estudiante se sienta aceptado y valorado por lo que es. Al hacerlo, estaremos construyendo una sociedad más inclusiva y equitativa, donde todos tengan la oportunidad de desarrollar su máximo potencial.

    La inclusión educativa es un proceso continuo y desafiante, pero también es una oportunidad para marcar la diferencia en la vida de toads y todos  en la construcción de un futuro más justo y equitativo. Aprovechemos esta oportunidad para transformar nuestra sociedad  y convertirnos en agentes de cambio en el ámbito educativo.