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  • SEP: Educación básica, un debate público pendiente

    SEP: Educación básica, un debate público pendiente

    Juan Carlos Miranda Arrollo
    Juan Carlos Miranda Arrollo

    ¿Es viable diseñar programas de educación básica a partir de “capacidades” sin incluir ni definir “competencias”?

    En México, hay un debate público pendiente y latente en torno al análisis del plan de estudio de la educación básica, es decir, de la educación preescolar, primaria y secundaria de todo el país, en el sentido de que el planteamiento curricular más reciente (SEP, 2022) ha dejado fuera el concepto o enfoque de desarrollo de “competencias” y ha legitimado al enfoque basado en “capacidades”. ¿Es viable diseñar programas de educación básica a partir sólo de “capacidades” sin incluir ni definir un dispositivo curricular ni criterios para desarrollar “competencias” de niñas, niños y jóvenes en la escuela?

    Al respecto, pienso que, como lo he planteado desde hace tres años en este gentil espacio, la adopción del enfoque centrado en “capacidades” forma parte, conceptualmente, del enfoque más amplio y robusto que es el del currículo orientado al desarrollo de “competencias”. Es decir, ambas son entidades teóricas o metodológicas que forman parte de un mismo esquema pedagógico-didáctico. Por lo tanto, no sería viable ni consistente decir que en el diseño curricular de la educación básica actual se ponen al centro las “capacidades” sin considerar a las “competencias”.

    Ello se podría afirmar de manera explícita, pero no de forma implícita. Dicho en otras palabras, el cambio curricular más reciente de la educación básica en México (SEP, 2022) expulsó, de manera explícita, al concepto, término o enfoque de desarrollo de “competencias” pero, implícitamente, dejó intacto dicho enfoque al reivindicar el concepto o término de “capacidades“.

    El argumento central que sustenta la anterior afirmación es que las y los autores que han registrado diferentes definiciones sobre el desarrollo de competencias en la educación emplean, como concepto operativo secundario, a la noción o concepto de “capacidades”, “facultades” o “habilidades” (Eraut, 1994; Luengo, Luzón y Torres, 2008; Perrenoud, 2003; Rychen y Salganik, 2006, sólo por mencionar algunos ejemplos).

    Un argumento adicional a favor de la tesis de la no separación o de la armonía entre competencias y capacidades a partir de experiencias o aplicaciones en sistemas o instituciones educativas, es el siguiente: Como es sabido en círculos pedagógicos y de la investigación educativa, específicamente en el ámbito de los estudios y análisis del currículo escolar, los enfoques pedagógicos de desarrollo de capacidades y competencias, de manera combinada o integrada, son utilizados con frecuencia en el diseño de programas de educación básica (como en el caso de España), sin embargo, en otras naciones, donde dichos conceptos o enfoques están supuestamente separados o en condición de mutua exclusión (como en el caso de México), aparte de que esos casos se dan con baja frecuencia, la “separación” es considerada como controvertida, excluyente y ampliamente debatible.

    Por lo general, estos conceptos o enfoques van juntos o están “en armonía” (me refiero a la idea de desarrollar las capacidades y competencias en un mismo planteamiento curricular). Digamos que, como metáfora, existe un “maridaje” entre ambos conceptos o enfoques. Sin embargo, cuando estas nociones, conceptos o enfoques van “artificialmente” separados los diseños curriculares de la educación básica que se realizan sólo a favor del desarrollo de “capacidades” suelen enfocarse en el potencial humano y las oportunidades para el desarrollo integral.

    De hecho, en la literatura especializada sobre este campo problemático de conocimientos se han registrado aplicaciones curriculares, pocas de hecho, donde sí es posible diseñar programas de educación básica centrados únicamente en “capacidades” y ello implica adoptar un enfoque más flexible y menos estructurado que puede encarar desafíos diversos, conceptuales y prácticos, en contextos tanto de educación no formal (por ejemplo, en la alfabetización de adultos) como de educación formal (en la educación básica para niñas, niños y jóvenes). Este último caso puede ilustrarse con la experiencia mexicana reciente.

    Según Nussbaum (2011), en apoyo a la idea de la separación entre capacidades y competencias, las capacidades son las oportunidades reales que una persona tiene para desarrollar funcionamientos valiosos, es decir, lo que la persona puede ser o hacer. En educación básica, las capacidades se orientan al desarrollo integral de habilidades, conocimientos y actitudes que promueven la autonomía, el pensamiento crítico y la participación social, como sucede con la capacidad de resolver problemas, que significa analizar situaciones y proponer soluciones creativas. Ello se propone sin que necesariamente se tengan que definir criterios para desarrollar competencias.

    La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2005), conocida como el “club de los países ricos”, camina en sentido opuesto a lo expresado en el párrafo anterior, ya que define a las competencias como la combinación de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten realizar tareas específicas en un contexto determinado de manera efectiva, tangible y medible. Para la OCDE las capacidades y las competencias no deben ir por separado, sino que se unen y complementan.

    Los diseños curriculares instrumentalistas de la educación básica en la mayor parte del mundo, como hegemonía pedagógica y curricular, suelen alinear a las competencias con estándares curriculares nacionales o internacionales, tal como lo muestran las experiencias de los países miembros de la Unión Europea y, aparte, la experiencia de México con el planteamiento curricular de 2011.

    Las y los diseñadores del planteamiento curricular más reciente en México (SEP, 2022), centrado sólo en el desarrollo de “capacidades”, sin “competencias”, señalan, en su defensa, que este diseño permite adaptar los programas a las necesidades y contextos de los estudiantes, especialmente en educación básica, donde las y los niños, y las y los adolescentes están en etapas de desarrollo diversas y complejas, tanto en lo cognitivo como en la coordinación psicomotriz y el desarrollo emocional. Afirman que, en los años iniciales de la escolaridad como preescolar y primaria, el énfasis en capacidades como la autorregulación emocional o la colaboración entre estudiantes puede ser más apropiado que la integración de competencias específicas, ya que los estudiantes aún desarrollan habilidades básicas o fundamentales.

    Por su parte, el enfoque que combina competencias y capacidades argumenta (como en el caso de España, 2020) que en la educación básica las competencias son esenciales para garantizar que los estudiantes alcancen habilidades medibles, como la lectura y la escritura, que se evalúan a través de pruebas estandarizadas. “Sin definir competencias, ¿cómo medimos el progreso en primaria?”, dirían los defensores del modelo competencial.

    Como se puede observar, existen argumentos válidos para unos y no tan válidos ni consistentes para otros. Ese es justamente el estado del debate que hay hoy en el mundo y que es pertinente llevar a cabo tarde o temprano en México.

    Aunque en otras partes del mundo ya se hayan desarrollado diversas reuniones académicas sobre los diseños curriculares de la educación básica centrados en el desarrollo de competencias, es necesario que se abran espacios de ese tipo en nuestra nación. Debo decir, por cierto, que cuando se habla en los diferentes foros internacionales de desarrollo de competencias en la educación básica va implícita la incorporación del concepto o el enfoque del desarrollo de las capacidades.

    Por ello mismo, considero que la definición del modelo o enfoque más apropiado para rediseñar el currículo de la educación básica en nuestro país habrá de darse como producto de amplios consensos educativos y sociales.

    ¿Cuándo convocará la Secretaría de Educación Pública (SEP), en México, a la realización de uno o varios foros públicos para discutir estos enfoques, temas, ideas o conceptos que resultan de alto interés para profesoras y profesores, así como para directivos escolares, a efecto de reorientar los escenarios futuros de la educación básica?

  • Opacidad en la SEP: oculta el informe diagnóstico de Mejoredu

    Opacidad en la SEP: oculta el informe diagnóstico de Mejoredu

    Eduardo Backhoff Escudero
    Eduardo Backhoff Escudero


    Hace un par de semanas, en este mismo espacio, comenté que uno de los temas que ha causado mayor indignación entre la ciudadanía y la comunidad académica fue el apagón informático realizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en los portales de los extintos Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). De un plumazo, la SEP eliminó ambos portales, que contenían cientos de documentos y bases de datos del Sistema Educativo Nacional (SEN), generados durante más de dos décadas por especialistas nacionales e internacionales: docentes, directores, supervisores, autoridades educativas, expertos en evaluación, pedagogía, diseño curricular y elaboración de libros de texto.

    No habíamos salido del asombro cuando la periodista María Cabadas, de EL UNIVERSAL, publicó en primicia el reportaje “Reprobamos, informe matemáticas y lenguaje”, en el que reveló resultados de la Evaluación Diagnóstica de los Aprendizajes de las Alumnas y los Alumnos de Educación Básica 2024-2025. El texto destacaba que “entre el 80 y 90% de los estudiantes de tercero de secundaria presentan deficiencias de aprendizaje, mientras que ocho de cada diez alumnos de tercero de primaria son los peor evaluados”.

    Tras conocerse la nota, varios medios de comunicación me solicitaron el informe completo de Mejoredu. Al investigar, supe que dicho informe había sido entregado a las autoridades educativas estatales, pero los resultados que evidenciaban el fracaso del modelo educativo de la llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM) —la SEP y Mejoredu decidieron no hacerlo público. No obstante, el documento se filtró a la reportera de EL UNIVERSAL, y pronto circuló entre diversos especialistas y medios.

    Este episodio me recordó lo ocurrido con el estudio TIMSS (Third International Mathematics and Science Study), realizado en 1995. En aquella ocasión, México participó, pero al conocerse los malos resultados, la SEP decidió retirarse del estudio para evitar que se publicaran los datos en el informe internacional y así “no mandar mensajes pesimistas” a la población. Afortunadamente, el INEE pudo rescatar aquella información y publicarla e informar Tercer Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias: resultados de México en 1995 y 2000.

    Tres décadas después, la historia parece repetirse. México ha retrocedido treinta años: el actual gobierno morenista reproduce la misma lógica que el último gobierno priista del siglo pasado: la idea de que la mejor política es esconder la información para evitar el escrutinio público y el ejercicio de la rendición de cuentas. Prueba de ello es la desaparición de las ligas oficiales donde se alojaban documentos del Informe Diagnóstico de Mejoredu, como:

    Sin embargo, al igual que ocurrió con el estudio TIMSS, la información no se perdió del todo. Gracias a personas comprometidas con la transparencia educativa, los datos del Estudio Diagnóstico de los Aprendizajes 2024-2025 pueden consultarse en la liga:

    https://mejoredu-ed24.streamlit.app/

    Concluyo afirmando que un gobierno que esconde información rompe con el principio básico de la transparencia democrática. Cuando la ciudadanía no puede acceder a los datos públicos, pierde la posibilidad de evaluar las decisiones, los resultados y el uso de los recursos. En una democracia, el acceso a la información no es una prerrogativa del gobierno, sino un derecho de la sociedad.

    @EduardoBackhoff

  • Educación: violencia y autoridad retraída

    Educación: violencia y autoridad retraída

    Pedro Flores Crespo
    Pedro Flores Crespo

    El Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel sur y perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está asentado en una opulente zona de la Ciudad de México. Su construcción en varios niveles se mezcla con frondosos árboles, piedra volcánica y flores. Es –o era– un lugar agradable para estudiar.

    Si uno cursa la secundaria pública en México, el CCH brinda –o brindaba– la oportunidad de formarse bajo un modelo educativo que, en teoría, no es tradicional. En 1971, los fundadores lo pensaron como una opción educativa donde el estudiante es sujeto de su “propia formación”. Desde entonces, se consideró que los individuos éramos capaces de “captar” por nosotros mismos el conocimiento y aplicarlo.

    Por las contribuciones del CCH y su reconocimiento a la agencia individual que todos los seres humanos poseemos, el asesinato del estudiante Jesús Israel el 22 de septiembre pasado dentro de sus instalaciones fue un acto atroz y condenable.

    Algunos tenemos más preguntas que respuestas ante ello. ¿La violencia en los campi universitarios es sólo reflejo de lo que ocurre en el país? ¿Qué estamos haciendo mal las y los universitarios para que nuestros espacios de estudio no sean seguros?

    Permítanme una observación personal. Hace 30 años, Ciudad Universitaria era un espacio abierto donde uno caminaba con relativa libertad y aunque siempre hubo peligros, parece que el miedo fue directamente proporcional a la altura de las rejas y serpentines de púas que ahora existen sobre los edificios universitarios. Parece un campus amurallado. Las cámaras de vigilancia sobresalen y además, el comercio ambulante pulula. ¿A qué grado las autoridades universitarias ha sido permisivas para permitir la compra-venta de mercancías de distinta índole en la UNAM?

    Ante el asesinato de Jesús Israel, varios colegas investigadores comentaron que el combate a la violencia no reside necesariamente en el control y endurecimiento de las medidas de “seguridad” y concuerdo totalmente con ellos.

    De hecho, un reporte del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) sobre la violencia en la escuela señaló que a mayor rigidez institucional, las conductas violentas se incrementan. El problema es que, a mi ver, vivimos tiempos donde la autoridad educativa y universitaria está cada vez más diluida y retraída. Buscan no quedar mal y maximizar sus beneficios. Ser populares, pues.

    No falta un gobernador, presidente, rector o directora que lanza programas basados en prohibiciones. Persiguen la solución rápida a problemas complejos. Ante esto, amplios grupos sociales aplauden tanto la mano dura como la permisividad. En otro plano no educativo, ¿se acuerdan de Tlahuelilpan, Hidalgo en 2019 donde la gente festejaba el robo de gasolina ante los ojos complacientes del ejército y la policía? Fue otra tragedia: más de 100 personas quemadas y muertas.

    El problema con la permisividad y el autoritarismo es que ambas salidas son populares. Vivimos tiempos donde la “autoridad” eso es lo que busca: ganar votos, likes y simpatías, aunque en realidad la gente sufra, haya asesinatos, desapariciones y sufrimiento humano. Esto fue el principio de la política criminal del “abrazos no balazos”.

    Tristemente, falta mucho para que se construyan autoridades educativas y universitarias que asuman su responsabilidad, informen al maestro y estudiante de sus derechos y obligaciones, garanticen efectivamente condiciones de vida digna para todas y todos y actúen con plena protección a los derechos humanos.

  • Ejercicios integradores de aprendizaje. ¿Diagnóstico tardío?

    Ejercicios integradores de aprendizaje. ¿Diagnóstico tardío?

    Abelardo Carro Nava
    Abelardo Carro Nava

    No sé por qué razón los tiempos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) no son los mismos de las y los maestros. Bueno, en realidad sí lo sé, pero quise subrayar el hecho de que la SEP siempre anda un poquito desfasada, y no de ahorita, sino de toda la vida. Me explico.

    Quienes tienen o tenemos la oportunidad de laborar o asistir a las escuelas de educación básica, sabemos que, por ejemplo, la semana previa al inicio del ciclo escolar, además del dichoso taller intensivo que se trabaja como parte de los Consejos Técnicos Escolares (CTE), las y los profesores dialogan sobre varios temas, pero uno en particular es relevante, me refiero al diagnóstico educativo o, como ahora le llaman: diagnóstico socioeducativo. En algunos casos, la inscripción o reinscripción al ciclo escolar sucede antes del CTE y de este famoso taller, y este hecho, desde mi perspectiva, marca el inicio de esa valoración tan necesaria que debe realizar y realiza el profesorado mexicano en sus centros escolares.

    Hace unos días platicaba con una maestra sobre estos temas. Ella refería precisamente eso, que había acudido a la escuela primaria para apoyar el proceso de inscripción días antes de que iniciara el CTE, debido a que ya sabía que trabajaría con primer grado; y bueno, en dicha actividad se enteró que una niña con autismo estaría en su grupo. De inmediato puso manos a la obra y contactó a una o dos especialistas (conocidas suyas que trabajan en USAER) para pedirles materiales e información que le fuera de utilidad o apoyara en el trabajo con el grupo y con la niña.

    Otro caso fue el de un profesor al que, antes de comenzar el referido CTE, se le informó que ya no habría dos grupos de sexto grado en la escuela, sino que por decisiones “administrativas superiores” se había “acordado” fusionar los grupos de quinto. En razón de ello, comenzó a pensar y establecer posibles marcos de actuación para el trabajo que le esperaría con los chicos; como primer punto, y como parece obvio, sería la aplicación de un diagnóstico, porque, independientemente de que ya conocía un poco al grupo de estudiantes que se integraría con el que ya venía trabajando desde quinto grado, consideraba sumamente importante realizar este ejercicio, no solo en lo académico sino en lo conductual y hasta familiar, con la finalidad de contar con un panorama más amplio para pensar las estrategias a trabajar con los estudiantes, mismas que iban desde la integración hasta el desarrollo del trabajo colaborativo.

    Estos dos casos, y las acciones que tenían en mente los profesores, son dos claros ejemplos de lo que muchas maestras y maestros realizan antes o durante la primera y segunda semana recién comenzado el ciclo escolar, ¿por qué la SEP considera que un ejercicio integrador del aprendizaje (que no es otra cosa que un diagnóstico) deba aplicarse del 22 de septiembre al 3 de octubre? Tengo claro que tal aplicación queda a “consideración” de las autoridades estatales, pero de sobra se sabe que buena parte de estas autoridades aplican a rajatabla lo que desde la federación se envía, ¿no podría planearse para ser aplicado en los momentos precisos y hasta exactos y no después de 3 o 4 semanas en que inicio el ciclo escolar? Ese, creo yo, es el riesgo de diseñar ciertas políticas desde un escritorio, desde donde, como parece obvio, se desconoce el diario andar en una escuela.

    Ahora bien, si no es un ejercicio obligatorio, ¿por qué sí lo hacen obligatorio muchas autoridades educativas?, ¿qué necesidad y necedad de contar con datos que permitan valorar el aprendizaje de los estudiantes? Es cierto, alguien con mucha seguridad podría decir que los datos son fundamentales en y para la toma de decisiones y estoy completamente de acuerdo, pero, a fuerza de ser sinceros, ¿alguien podría decirme cuándo se ha hecho llegar información sobre los resultados obtenidos o, peor aún, cuándo se han hecho llegar diversas estrategias, materiales, recursos y lo que pudiera hacer falta para atender lo que esos mismos resultados arrojan?

    Lo anterior no significa que quien escribe este texto esté en contra del o los diagnósticos que deban aplicarse o realizarse en las escuelas por parte de las y los maestros, porque este es una piza fundamental en el engranaje que permite planear situaciones de aprendizaje para las y los alumnos; el meollo del asunto pasa por lo tardío de las acciones que la SEP planeta con la finalidad de “recabar” información que solo ellos saben para qué la emplean.

    Lo malo o peor de este asunto, es que un tema tan relevante para las y los maestros, suele convertirse en uno de carácter administrativo o, como bien de dice, de carga administrativa para el profesorado, debido a la cerrazón de quienes, se supondría, conocen del proceso educativo y lo que implica la enseñanza y el aprendizaje. ¿No acaso en el taller intensivo recién efectuado en los miles de planteles escolares del país, los docentes tuvieron que realizar varias acciones para “leer la realidad” afín de que con tal acción pudieran conformar su Programa Analítico y su Programa de Mejora Continua?

    Tengo claro que un diagnóstico inicial se va fortaleciendo, pero ¿entonces por qué muchos colectivos docentes ya tienen que entregar un programa analítico y un programa de mejora continua terminado? ¿No es un sinsentido?

    Y bueno, de la aplicación mejor ni hablamos, las grandiosas ideas que emanan de la SEP sugieren que los profesores tomen un curso (en línea) para que conozcan de qué va dicha aplicación y lo que se requiere para ello, por ejemplo, recursos o materiales para ese propósito. Se le olvida que los recursos y materiales para su aplicación casi siempre los pone de su bolsillo el docente, pero, además, que la captura de información que debería hacer el director generalmente la hacen las y los maestros. En fin.

    Los tiempos de la SEP son perfectos, sí, pero dentro de su imaginario y de su castillo.

  • Política educativa: revertir la ineficiencia

    Política educativa: revertir la ineficiencia

    Pedro Flores Crespo
    Pedro Flores Crespo

    Septiembre empezó a tambor batiente para el ámbito educativo. El lunes primero inició el ciclo escolar 2025-2026 y ese día también la presidenta dio su Primer Informe de Gobierno. Además, se inició una nueva legislatura y el Poder Judicial se “renovó”.

    ¿Qué llamó la atención del Informe de Claudia Sheinbaum? Que reportó avances sin siquiera haber publicado el Programa Sectorial de Educación 2025-2026 (Prosesu). Pese a las limitaciones de este documento, en él se ofrecen bases de política pública (diagnóstico, objetivos y metas). “Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará ahí”, escribió Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas.

    En Palacio, Sheinbaum dirigió un mensaje a la nación donde reconoció una clara continuidad con la administración pasada. Esta continuidad parece que no sólo será en términos de programas, sino también de conductas y documentos oficiales.

    Luego del Informe, el viernes 5, apareció el Prosedu 2025-2030. Este documento presenta una estructura y contenido muy similar al de hace 5 años. Esperamos que éste sí logre un cumplimiento efectivo porque el de su antecesor no alcanzó el 70 por ciento de las metas propuestas.

    ¿Qué debería cambiar Sheinbaum para imprimirle efectividad a su gobierno? ¿O es que esto ya no importa? La presidenta afirmó que su proyecto no es sólo económico o político, sino de “dignidad”. Enseguida, remarcó el número de becas entregadas y enfatizó que “siempre” van a reivindicar a los maestros de educación básica. Por ello, ya les otorgó 10 por ciento de aumento salarial, una semana más de vacaciones y redujo la edad de jubilación. Todo ello, sin documento de planeación.

    Asimismo, al calor de la campaña de 2024, la morenista prometió desaparecer la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), aunque este paso no se ve fácil. Para salir del atolladero, la presidenta dijo que va a convocar a una consulta “escuela por escuela” para que cada maestro decida en conjunto con el gobierno.

    Avezados analistas en técnica jurídica y política pública, observan que el objetivo de esta consulta es, como se dice coloquialmente, “patear el bote hacia adelante”. Es decir, retrasar lo más posible una decisión trascendental para el Sistema Educativo Nacional. La carrera docente es un terreno frágil en el escenario político actual. No hay, hasta el momento, enemigos (reales o imaginarios) que sirvan para victimizarse y evitar responsabilidades.

    Es probable que ante los cambios en USICAMM los líderes sindicales busquen acrecentar su poder y control sobre los maestros y en ello, la disyuntiva para los actuales funcionarios de la 4T será o defender la libertad del magisterio o ceñirse al pacto neocorporativo que sirve, entre otras cosas, para ganar gubernaturas. La de Colima en 2027, por ejemplo.

    Si los cambios en la USICAMM tardan, tampoco habrá manera de calcular el porcentaje de “personal educativo beneficiado con asignación de plaza o incentivo a partir de los procesos de selección determinados”, tal como determina el Prosedu 2025. La meta para 2030 es que 55 por ciento de los profesores obtenga su puesto con reglas claras, pero, ¿y el 45 por ciento restante? ¿Esperará su turno o utilizará vías “alternas” para lograr un puesto docente?

    En el sexenio pasado, la paz del sector educativo se compró a costa de la transparencia y la gobernabilidad. La autoridad se retrajo, los indicadores cayeron y la calidad desapareció del discurso oficial. Fue un modelo popular pero ineficiente. Esperamos que Sheinbaum no refrende esa lesiva continuidad.

  • Analfabetismo y vergüenza a la baja

    Analfabetismo y vergüenza a la baja

    Pedro Flores-Crespo
    Pedro Flores-Crespo

    A mi abuela, que aprendió a leer sola.

    Hace poco, Mario Delgado, secretario de Educación Pública, declaró que en este año, nuestro país podría “levantar la bandera blanca para declarar a México territorio libre de analfabetismo”. Esto significa que registraríamos un índice de analfabetismo por debajo de 4 por ciento (Comunicado SEP 235).

    Ser abanderado es un objeto del deseo de cualquier gobierno. En noviembre de 2018, por ejemplo, el entonces director del Instituto Nacional para la Educación de Adultos (INEA) dijo que estábamos a “punto de bajar” a una tasa de cuatro por ciento. Ya rondábamos, según él, 4.07% (La Jornada, 11/11/18 nota de Laura Poy).

    A siete años de distancia, el analfabetismo no disminuyó por debajo de ese parámetro ni tampoco llegó la banderita blanca, aunque los políticos la siguen buscando afanosamente.

    Un día antes de las declaraciones del titular de la SEP, el diario Crónica publicó una nota donde la UNESCO se “deslindaba” de cualquier reconocimiento a nuestro país en materia de alfabetización. Este periódico realizó, antes del deslinde, un reportaje donde muestra cómo el gobierno actual pudo haber alterado las bases de datos para hacer constar que estaba alfabetizando a personas cuando en realidad éstos no sabían leer ni escribir.

    Aparte de ello, el reportaje también “ventiló” el despido de personal del INEA a consecuencia de la restricción de recursos los cuales, dicen, fueron utilizados para cumplir los acuerdos con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) (24/07/25 nota de Daniel Blancas). Alguien tuvo entonces que pagar para comprar “paz” y estos fueron los más pobres, los analfabetas.

    Como sabemos, el analfabetismo es aquella condición donde las personas no pueden leer ni escribir y esta falta de libertad les impide desenvolverse y actuar de distinta manera en el complejo mundo que habitan. Pobreza y analfabetismo están fuertemente relacionados. Chiapas, Guerrero y Oaxaca, los estados más pobres de la República, también registran las tasas más altas de analfabetismo (11.5, 10.6 y 10 por ciento, respectivamente). El indicador a nivel nacional es de 4.1% (INEA).

    El analfabetismo, junto con el número de personas que no han terminado su educación obligatoria, constituyen lo que en la jerga educativa se conoce como “rezago”, el cual actualmente es de más de 27 millones. De éstos, cuatro millones de personas son analfabetas, siete no han concluido la primaria y 15,854,155 la secundaria.

    Es preocupante que aunque el rezago educativo disminuyó de 2019 a 2024 a nivel nacional, no así el número de jóvenes de 12 a 14 años que no completaron la secundaria. En este rubro, el rezago aumentó. ¿Qué bandera izaría la SEP ante este fracaso? Roja, al menos.

    Un gobierno responsable, dejaría de estar pensando en el relumbrón de ser abanderado y en cambio, debía estar enfocado a comprender las causas del rezago educativo para poderlo combatir eficazmente. Diversas investigaciones han mostrado que en ocasiones la reducción del analfabetismo ocurre en mayor grado por causas no atribuibles a la política educativa, sino a factores naturales como la muerte.

    Mayor atención ciudadana, programas eficientes y mayor presupuesto son necesarios. En el sexenio pasado, el gasto público en educación de adultos se redujo continuamente sin quejas ni movilizaciones. Sigue habiendo millones de personas que no saben leer ni escribir y que tampoco poseen la libertad de protestar y de luchar por sus derechos. Paulo Freire sigue sin poder ser reinventado en México aunque mucho se hable de él.

  • Ciclo Escolar 2025–2026 en Educación Básica: Proyecciones Oficiales y Retos Inmediatos

    Ciclo Escolar 2025–2026 en Educación Básica: Proyecciones Oficiales y Retos Inmediatos

    Sergio Martínez Dunstan
    Sergio Martínez Dunstan

    El 6 de agosto se celebró la LXIV Reunión Nacional del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Este encuentro presentó definiciones importantes para el rumbo de la política educativa, tanto en educación básica como en media superior.

    En media superior, la SEP anunció tres próximos acuerdos secretariales:

    1. Modificación al Marco Curricular Común en Educación Media Superior (MCCEMS).
    2. Creación del Sistema Nacional de Bachillerato.
    3. Fortalecimiento de la educación dual.

    En este artículo me concentro en educación básica, por su impacto directo en el trabajo cotidiano de maestras, maestros, directores y supervisores.

    1. Acciones recientes de la Subsecretaría de Educación Básica

    Durante la reunión, se informaron tres medidas implementadas en los últimos meses:

    1. Diagnóstico de coros escolares. La SEP y la Secretaría de Cultura organizarán un magno evento en el Zócalo de la CDMX, cumpliendo la instrucción presidencial.
    2. Encuesta sobre lineamientos de comida chatarra y recordatorio de la consulta del primer semestre sobre USICAMM, con participación de más de 140 mil escuelas.
    3. Ajustes al calendario escolar solicitados por autoridades locales ante climas extremos.

    Además, se subrayó que el 29 de agosto se conmemoran 100 años del decreto de creación de la escuela secundaria y la apertura de las primeras cuatro instituciones en 1926.

    1. Consejo Técnico Escolar (CTE) – Fase Intensiva (25 al 29 de agosto)

    La SEP definió cuatro momentos clave para esta fase:

    1. Reflexionar sobre la realidad escolar desde la perspectiva curricular de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y elaborar diagnósticos precisos.
    2. Apropiarse del planteamiento curricular y fortalecer el uso del Programa Analítico.
    3. Tomar decisiones para el Programa de Mejora Continua (PMC).
    4. Planificar las actividades esenciales del ciclo escolar.
    1. Actividades prioritarias para el ciclo
    • Las siguientes estrategias deberán integrarse de forma permanente:
    • Estrategia de Vida Saludable: Brigadas de salud visual, control de sobrepeso y obesidad. Los directores y docentes deben insistir en que las familias descarguen los expedientes y acudan a las clínicas cuando sea necesario.
    • Prevención de Adicciones: Tres jornadas nacionales (noviembre, marzo, junio).
    • Beca Rita Cetina: Orientaciones de SEP para que el magisterio las comunique a las familias.
    • Estudio sobre comida chatarra, UNICEF e Instituto Nacional de Salud Pública (INSP): 350–400 escuelas, cuestionarios y toma de glucosa a estudiantes de 4º a 6º grado.
    • Jornada nacional contra el abuso sexual y maltrato infantil (8 de septiembre): será obligatoria y contará con cuatro etapas: sensibilización comunitaria, activación cultural, fortalecimiento de redes de cuidado y cierre con el lema “Las niñas y los niños no se tocan”.
    1. Lineamientos y guías operativas

    Los sindicatos han pedido actualizar la Guía Operativa para la Organización y Funcionamiento de los Servicios de Educación Básica.

    Calendario previsto:

    • Septiembre 2025: Foro nacional.
    • Octubre 2025: Presentación de borrador de lineamientos.
    • Dic. 2025–Ene. 2026: Publicación en el DOF.
    • Posteriormente: guías estatales.
    1. Otras estrategias nacionales

    La Subsecretaría de Educación Básica participará en la estrategia nacional para prevenir el embarazo adolescente, con el objetivo de reducir las cifras en todo el país.

    1. Reflexiones finales

    El CTE mantendrá su estructura, reforzando la articulación entre:

    • Programa de Mejora Continua (PMC): instrumento de gestión (objetivos, metas, acciones).
    • Programa Analítico (PA): herramienta pedagógica para contextualizar y secuenciar contenidos, orientar la didáctica y sugerir evaluaciones, siempre con base en un diagnóstico socioeducativo.

    El reto será convertir estas directrices en acciones efectivas que fortalezcan la cultura de cuidado y prevención de la violencia infantil. Esto exige coordinación, voluntad y participación activa de toda la comunidad escolar.

    1. Implicaciones para directores y docentes
    1. Planificación con visión integral: Integrar las estrategias prioritarias desde el inicio del ciclo.
    2. Seguimiento activo: No limitarse a cumplir fechas, sino verificar resultados (salud, prevención de adicciones, detección de violencia).
    3. Trabajo con familias: Convertir cada acción en un proyecto comunitario.
    4. Formación continua: Revisar el Programa Analítico y el PMC como herramientas complementarias.

    El ciclo 2025–2026 nos reta a pasar de la planeación al impacto real. Las y los educadores tenemos la oportunidad —y la responsabilidad— de transformar lineamientos en mejoras tangibles para nuestras niñas, niños y adolescentes.

    Carpe diem… pero con compromiso pedagógico.

    Facebook: sergio.martinez.dunstan.2025

    Twitter: @SergioDunstan

  • Mensaje al Conaedu

    Mensaje al Conaedu

    Jesús Carlos Ornelas Navarro
    Jesús Carlos Ornelas Navarro

    Michael Freeden es profesor de ciencia política de la Universidad de Oxford y uno de los estudiosos más reconocidos de su campo. En un ensayo para el Handbook of Political Theory, apunta que quienes ejercen el poder, gobernantes legítimos y hasta los dictadores, requieren de instrumentos ideológicos, para convencer a los gobernados de las bondades de su política. Una de esas herramientas es el pensamiento político que, entre otras, tiene tres vertientes: 1) construcción meticulosa de argumentos, 2) prescripción de normas de conducta pública y, 3) producción de imágenes de eficacia.

    El 7 de agosto, Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación Pública, convocó a una sesión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas, el Conaedu, para poner en práctica 10 puntos para consolidar la Nueva Escuela Mexicana. Según el boletín 250 de la SEP, las autoridades de los estados refrendaron las 10 propuestas, aunque no informa si lo hicieron con entusiasmo. El informe describe las 10 acciones (incluye becas, la Escuela en Nuestra, universidades Rosario Castellanos y bachillerato nacional) que fortalecen e impulsan las estrategias de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, dijo Mario Delgado.

    Produjo la imagen de eficacia: “convertir a las escuelas en espacios naturales para la promoción de hábitos saludables y la prevención de adicciones, con el propósito de garantizar los derechos a la educación y la salud de niñas, niños, adolescentes y jóvenes”. Invitó al director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, quien dio cifras apantalladoras y expresó que “gracias a las Jornadas de Salud —las primeras en su tipo en el país—, se cuenta con el expediente escolar digital de cada niña y niño atendido, con un enfoque radicalmente preventivo”. Ni tan primeras. Las jornadas de vacunación desde los años 50, el Programa Solidaridad y subsecuentes arrojaron buenos resultados, hasta 2018. La novedad: ahora el expediente de cada alumno es digital.

    De cualquier manera, el designio del proyecto de vida saludable es meritorio; el asunto es cómo lograr que se cumpla. De acuerdo, hay programas que se abren paso, como ¿dejar de vender comida chatarra dentro de las escuelas, pero falta mucho para ganar la cruzada cultural y modificar de raíz los hábitos alimenticios.

    La sesión de la Conaedu sirvió al funcionariado de la SEP, no nada más al secretario, para dictar (bueno, proponer) normas y conductas a las autoridades estatales y a los docentes. Hay que fortalecer la NEM, es el designio. Sin embargo, a juzgar por los mensajes a los jefes de educación de los estados, la SEP no los considera socios ni compañeros: sólo ejecutores. Todos los programas y directrices tienen un tono centralista, no parece (al menos no lo mostraron en esa sesión) que los estados tengan iniciativas propias, no hay divergencias del pensamiento político que emana del gobierno federal. Y hay razones para ello. En los estados gobernados por Morena pueden estar convencidos y a los pocos de la oposición que subsisten, no les queda opción. El instrumento principal es el control centralista de los recursos financieros. Es el argumento más poderoso para alinear a las autoridades.

    Donde hay más imaginación y trabajo fino es en la conducción de los consejos técnicos escolares. En la retórica, los maestros (más allá de las facciones sindicales) son aliados imprescindibles, sin ellos ningún plan funcionará. Informes de investigaciones en curso en varios estados advierten que los docentes aceptan ciertos aspectos que promueve la NEM, en especial la autonomía curricular, aunque desconocen sus fundamentos ideológicos.

    Y, al parecer, las autoridades centrales abandonan los argumentos meticulosos que desplegó el gobierno de AMLO, para construir el plan de estudios de la Cuatroté. Nadie habló de revolución de las conciencias, ni de eliminar el sistema patriarcal y conductista. Tampoco de justicia curricular ni de soberanía cognitiva. Ya no son del bagaje del pensamiento político de este gobierno.

    Referencia: Freeden, M. (2004). Ideology, Political Theory and Philosophy. En G. F. Gaus & C. Kukathas (compiladores), Handbook of Political Theory (pp. 3-17). Sage.

  • DEFICIENCIAS DE LA LEY DE EDUCACIÓN DE TABASCO

    DEFICIENCIAS DE LA LEY DE EDUCACIÓN DE TABASCO

    Javier Tolentino García
    Javier Tolentino García

    En las deficiencias agrupo un conjunto de sinónimos, sin recurrir a la Real Academia, tales como, fallas, desperfectos, imperfecciones, lo que falta, las carencias, las ausencias, las insuficiencias, la escasez. O en el sentido conceptual de la planeación estratégicas, las debilidades o las áreas de oportunidad.

    Además, son deficiencias desde una óptica pedagógica, lo correspondiente a lo jurídico quedará al margen. Y por supuesto, no es un análisis especializado desde alguna de las disciplinas que abarca una Ley de Educación. Por ejemplo, la educación física, la educación ambiental, la educación para la salud, por mencionar algunas, las cuales tendrán que decir las deficiencias desde su especificidad, sin eludir la interdisciplinariedad la cual se considera indispensable.

    Por razones didácticas, se presentará de manera breve el contenido de la Ley de Educación para el Estado de Tabasco (denominación correcta y se aludirá con estas siglas LEET), omitiendo la verborrea de mencionar los capítulos, los artículos y las fracciones. Y a continuación se argumenta la deficiencia, también de manera general. El texto tiene algunos subtítulos y las deficiencias se han enumerado. Sólo se muestran algunas deficiencias, seleccionadas por su facilidad para ser evidenciada.

    GENERALIDADES

    • La actual LEET, publicada en octubre del 2008, hace casi 17 años, ha tenido sólo 7 reformas lo cual es un indicativo de su vigencia o de la inacción legislativa en dicha temática. En este sentido, en los últimos 5 años se han reformado 6 artículos las cuales han consistido en adiciones o modificaciones de párrafos y de fracciones, es decir, prácticamente no se han realizado actualizaciones acordes a los avances de las Ciencias de la Educación, de las políticas educativas o de las problemáticas mundiales, nacionales o estatales.
    • La no actualización se agrava cuando en el sexenio anterior, el de Andrés Manuel López Obrador (2019-2024) se realizaron cambios a la Ley General de Educación (LGE), publicada en 2019, los cuales no fueron retomados por las legislaturas estatales, al menos en la armonización legislativa, como se denomina en el argot.
    • Y quizás en el terreno de lo político, vale resaltar la inacción de los Diputados-as Locales, al menos los del partido Morena, cuando se entiende que la ley del 2019, era resultado de los compromisos de campaña de López Obrador, también del mismo partido político.
    • Entre las deficiencias de la LEET, no sólo son responsables los Diputados Locales, sino también, el Ejecutivo Estatal y quienes fueron los Secretarios-as de Educación del Estado de Tabasco, durante el sexenio 2018-2024.

    CONTENIDO OBSOLETO

    1. Continuando con la idea anterior, dice la LEET que se entenderá por “Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, al organismo constitucional autónomo, al que corresponde…”. La referencia a este instituto aparece en 25 artículos. Todos ellos son anacrónicos porque con la LGE de 2019 desapareció el INEE. En 6 años Tabasco sigue con una Ley de Educación que menciona una institución que ya no existe.
    1. En diversos artículos se menciona la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Esa ley tampoco existe desde el 2019. Era una promesa del gobierno, eliminar de la legislación la evaluación punitiva hacia el magisterio. A nivel federal se eliminó la legislación del sexenio anterior y a nivel estatal se sigue en el anacronismo.
    1. En otra parte la LEET se refiere a “las autoridades educativas… en sus ámbitos de competencia, con base en lo establecido en la Ley General del Servicio Profesional Docente…”. Igualmente, no existe esa ley desde 2019. Y su alusión es en muchos artículos. Incluso en el Título Cuatro con diversos Capítulos y un total de 50 artículos, Tabasco sigue con una ley cuyo contenido no está vigente.
    1. Dice, “Desarrollar a través de los distintos medios de comunicación, programas educativos dirigidos a los padres de familia…”. Se trata de una ley que se ha quedado en el pasado por la existencia de lo digital. Lo analógico ha sido superado e incluso es necesario evaluar el impacto de la televisión y la radio, para estos propósitos. O lo que las autoridades educativas realizan.
    1. Otro artículo plantea “atender de manera especial a las instituciones educativas que por estar en localidades aisladas, zonas rurales o urbano-marginadas, sea considerablemente mayor la posibilidad de atrasos y deserciones, mediante la asignación de recursos, que propicien mejor calidad para enfrentar sus problemas educativos”. Subrayado nuestro, para simplificar las incongruencias. No sólo se deserta en estas escuelas. Y la solución no es la asignación de recursos. Y la idea de calidad no es clara.
    1. También dice, “realizar actividades que permitan elevar la calidad, ampliar la cobertura y alcanzar los propósitos” de la equidad. Es obvio lo arcaico de la redacción, la cual esconde deficiencias: la equidad no se atiende con actividades, no se eleva la calidad, y no es una cuestión de propósitos.
    1. “Establecer… escuelas de tiempo completo…”, es el contenido de otro artículo de la LEET. Este programa ya desapareció. Y es una limitación que una legislación aluda a programas gubernamentales, cuando debe referirse a políticas de Estado, cuya transcendencia no es factible explicar aquí. Sobre el tema. se recomienda leer a Pablo Latapí Sarre.
    1. La ley en cuestión dice, “en la realización de programas que contribuyan al cumplimiento de la equidad en la educación… se utilizará el potencial de la educación comunitaria y a distancia para atender las necesidades educativas de las poblaciones más pequeñas, apartadas y dispersas”. En el contexto de la Cuarta Transformación esto es inaceptable. Porque traiciona el planteamiento de “primero los pobres”. Desde la década de los 90 ha quedado demostrado por la investigación educativa, cómo a los pobres les cuesta más la educación. Y eso no se debe seguir sosteniendo a través de la legislación. Interesados en el tema, se recomienda la lectura de Sylvia Schmelkes.
    1. “Las actividades de supervisión darán preferentemente atención al aspecto técnico-pedagógico, para garantizar la eficiencia y calidad del servicio… mediante el óptimo desempeño de la función docente”. Omito lo referente a la supervisión porque implicaría recuperar el estado del conocimiento, al respecto. Pero es alarmante, la alusión al concepto de eficiencia, la cual se refiere a la relación costo-beneficio. Eficacia o efectividad, son más acordes en una idea de calidad.
    1. “La educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias”. No se ha considerado la educación superior cuya obligatoriedad ya es Constitucional.

    Hasta aquí, se ha señalado un decálogo de deficiencias, tipificadas como contenido obsoleto. Es decir, son artículos y/o fracciones que es necesario eliminar. Y dependiendo del caso, quizás sustituir.

    Una advertencia, de ninguna forma debe entenderse que son todos los contenidos obsoletos, son solamente algunos ejemplos, lo cual también se deduce de lo planteado anteriormente, en el sentido de la necesidad de considerar la perspectiva conceptual de otros profesionales. Así, los expertos en educación ambiental podrán valorar el contenido de los artículos. Y lo mismo, con otros profesionales. O, mejor dicho, “zapatero a tus zapatos”.

    GRAVES AUSENCIAS

    1. La ausencia imperdonable es que la educación inclusiva no se menciona en toda la LEET.
    1. Dice la LEET “en el caso de la educación primaria, la secundaria, la normal…deberán ajustarse a los planes y programas de estudio que determine la autoridad educativa federal”. Omite mencionar al prescolar. Un nivel educativo obligatorio el cual forma parte de la educación básica desde la década de los 90.
    1. Desde 2020, “…para asegurar el debido cumplimento de los lineamientos emitidos por la Secretaría de Educación Pública a los cuales se encuentran sujetos el expendio, la distribución y la elaboración de alimentos y bebidas preparados y procesados…”. Es necesario armonizar de acuerdo a la LGE, la cual alude a prohibir, entre otras cuestiones.
    1. “Los procesos educativos gestados desde el ámbito escolar, se refieren a: la interacción con intencionalidad educativa entre educandos, docentes, directivos y comunidad, mediada por planes y programas de estudio, así como por metodologías de enseñanza y medios educativos que ocurre en un contexto institucional que posee normas organizativas”. No se menciona el aprendizaje. Eso sucede en diversos artículos.
    1. “Capítulo II. Tipos, niveles y modalidades”. Conformado por un sólo artículo, el 58 “Los tipos y niveles de los servicios educativos serán:” Y a continuación se presentan 3 fracciones y 2 párrafos. Como se puede deducir, no se presenta el contenido de las modalidades. En otros apartados de la LEET, también se alude a las modalidades, pero nunca son definidas. Llegó la pandemia en el 2020 y el lenguaje educativo incorporó la educación híbrida. Y al menos desde hace una década, la educación Dual existe en México. Y de allí la trascendencia de conceptualizar las modalidades. No quiero imaginar cómo aprueban las ofertas de educación no escolarizada a las escuelas particulares.
    1. La Sección VIII, de la educación indígena, con sus 3 artículos, considera “brindar lo bilingüe bicultural”. No alude a lo multicultural, ni a lo que actualmente se ha considerado en la Constitución y en la legislación federal sobre los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos, migrantes y jornaleros agrícolas.

    Hasta aquí, se han señalado algunas ausencias en la LEET. Son muchas más. Como, por ejemplo, la educación virtual o digital, la investigación educativa, las innovaciones educativas solamente asignadas a las bibliotecas y no a los docentes o los procesos del aula.

    LO CONCEPTUAL

    1. En una parte dice que “constituyen parte del sistema educativo estatal, los educandos y los educadores”. Y más adelante, plantea que “para los efectos de esta ley se entenderán como sinónimos los conceptos de educador, docente, profesor y maestro”. Primero, no son sinónimos, desde la rigurosidad científica y teórica de las Ciencias de la Educación. Y segundo, omite la LEET en la lista, los que luego se referirá como alumnos.
    1. “Las autoridades educativas… tomarían medidas… pleno derecho a la Educación de Calidad, una mayor equidad e igualdad de oportunidades de acceso, permanencia y promoción de los servicios educativos” (sic). No se define equidad. Y se limita a la permanencia, no a los aprendizajes, entre otras ausencias conceptuales.
    1. Dice la LEET, “… y que la aplicación de la disciplina escolar sea compatible con su edad”. Da la idea de disciplina de acuerdo a la edad, a preescolar una y otra a secundaria. Todo el artículo debe ser revisado a la luz de las diversas manifestaciones de comportamientos de los estudiantes (bullying no mencionado). Y de los Derechos Humanos. Y de las responsabilidades, incluso penales, de los docentes y directivos.
    1. Es lamentable, la ausencia de contenidos a nivel jurídico sobre la Educación para la Paz.
    1. No hay definición de educación en el marco del artículo Tercero Constitucional.
    1. La educación humanista no se menciona.
    1. Es necesario revisar lo referente a la integración de los alumnos de educación especial. E incluir la conceptualización de las barreras para el aprendizaje.
    1. No se menciona la Nueva Escuela Mexicana.
    1. En uno de los artículos dice, “la autoridad educativa estatal tiene los siguientes deberes y atribuciones”. Y son XIX fracciones. E inmediatamente, en el siguiente artículo dice, “adicionalmente a lo establecido en el artículo anterior, corresponden a la autoridad educativa estatal… los siguientes deberes y atribuciones”. Y sorpresivamente, son otras XXIII fracciones más. Sobra decir, las repeticiones, las incongruencias, lo irrelevante, y las limitaciones conceptuales.

    En lo referente a los ya mencionados vacíos y deficiencias teóricas y conceptuales, por supuesto, también son aspectos obsoletos y graves ausencias de la LEET. Tener una legislación con deficiencias no es un asunto irrelevante, porque esto impacta el derecho a la educación de los Tabasqueños. Ausencias, u otras omisiones en la ley, como no considerar la educación inclusiva, no nada más viola o limita el derecho a la educación, también coarta la posibilidad de ejercer su plena ciudadanía.

    El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia señala “la educación pública, gratuita y obligatoria es un derecho humano inalienable y un bien público universal. También es un derecho clave, en tanto permite a los ciudadanos el goce de otros derechos, como el acceso al empleo, la salud o la libertad de expresión (…). Cuando el derecho a la educación se niega o se viola, se priva a las personas de otros derechos, que son asimismo fundamentales para el ejercicio pleno de la ciudadanía. https://www.ceamope.org/post/a-10-años-del-odej-lab-una-mirada-crítica-y-posicionamiento-político-pedagógico

    HACIA UNA LEY DE LA 4T

    La tesis de este apartado, aunado al listado de deficiencias ya presentado es que la actual LEET tiene cuerpo y alma del neoliberalismo. Y no de la Cuarta Transformación (4T). Véase la siguiente argumentación:

    1. La ubicación cronológica del neoliberalismo comprende desde 1988 cuando inicia el sexenio de Salinas, luego con Zedillo (1994-2000), ambos del PRI. Y en el año 2000 se rompe la hegemonía por más de 70 años del PRI. Y comienza la alternancia partidista, con Fox (2000-2006) y con Calderón (2006-2012). Y luego regresa el PRI al poder con Peña (2012-2018). Es decir, desde 1998 hasta el 2018 son los 30 años caracterizados como el periodo neoliberal. Las leyes de esos años, responden a dicha ideología.
    2. Desde el 2018 con el triunfo de López Obrador, del partido Morena, comienza a construirse una ruptura con el neoliberalismo. En ese sexenio se va conformando lo que se denomina la Cuarta Transformación de la vida política de México. Y actualmente, desde el 2014, con la continuidad de Morena en el gobierno, con la Presidenta Claudia Sheinbaum, se pretende cimentar el segundo piso de la 4T.
    3. Después de la ubicación cronología de los gobiernos, unos de corte neoliberal y otros de izquierda, obviamente, las reformas educativas realizadas, pretenden formar a los ciudadanos de acuerdo con sus principios ideológicos. Reformas, siempre apoyadas por cambios en la legislación educativa.
    4. Con Peña el ultimo gobernante de los neoliberales, se instrumenta la reforma educativa la cual comenzó formalmente en septiembre del 2013, cuando se promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente. Aunque es un proceso que se inicia desde el presidente Salinas, una de las aristas de la reforma educativa es la evaluación de los docentes. Si se evalúan para el ingreso y su desempeño cuando están en servicio se podrá concretar la calidad de la educación. Ello, asociado a los estímulos económicos.
    5. La reforma educativa se materializa en Tabasco, con la armonización de la LEET, en el 2014. Es decir, se plasman en la legislación educativa del Estado los planteamientos de la reforma de Peña, el último presidente de los neoliberales.
    6. Por ello, los mayores cambios de la LEET se dieron en el 2014. Son de cantidad y de concepción educativa acordes a la ideología del neoliberalismo. Los cuatro cambios a la LEET del 2018 al 2024, además de referirse a menos de una decena de artículos, no han tocado lo central de los planteamientos neoliberales.
    7. En el 2018 con el triunfo de López Obrador, se inició la eliminación ruptura de la legislación neoliberal. Hubo una frase que lo describía todo. “No quedará, ni una coma”. Por lo tanto, la nueva Ley General de Educación se publicó en el 2018.
    8. A nivel federal ya la legislación educativa no es neoliberal, pero en tabasco, del 2018 al 2025 no se han cambiado los preceptos neoliberales.

    En conclusión, la LEET, no es una legislación acorde a los planteamientos del partido gobernante (Morena). No es compatible con los principios de la 4T. Y por ende, no coadyuvará a la construcción del Segundo Piso de la 4T.

    LO NO CONSIDERADO

    Se enlistan los apartados de la LEET que no fueron incluidos en virtud de que su tratamiento implica un abordaje específico. Por ejemplo, el caso de la educación superior, donde no tiene sentido analizar el ordenamiento estatal cuando en el 2021 se creó la Ley General de Educación Superior. Otros apartados, cuyo análisis son se reporta aquí son:

    • Del financiamiento de la educación
    • De la educación superior
    • De la educación que impartan los particulares
    • De la validez y certificación oficial de estudios
    • De los consejos de participación social en la educación
    • De los derechos y obligaciones de los padres y alumnos
    • De las infracciones y las sanciones
    • Del recurso administrativo de revisión

    COMENTARIO FINAL

    Hasta aquí se ha dado cuenta de algunas de las deficiencias de la LEET, las cuales son producto de las inacciones del Congreso del Estado de Tabasco. Si se quiere, habría que identificar a los Diputados-as Locales de los periodos comprendidos entre el 2019 y el 2024. E investigar con mayor detalle, para encontrar las causas, al menos de la falta de armonización, cuando este proceso puede ser relativamente fácil.

    Se ha señalado lo que está deficiente. Y la pregunta es qué cambiar, lo cual en algunos casos ha quedado esbozado ligeramente, porque no ha sido posible eludirlo, sin embargo, ello no significa que esa sea la única o la mejor alternativa.

    Cómo actualizar la LEET, es una respuesta que se deberá encontrar, por aquellos interesados en la educación de Tabasco. Y es urgente, porque se requiere una educación de y para la Cuarta Transformación.

    La educación tiene un enorme potencial. Destapemos su poder para que se cumpla el derecho a una educación universal de calidad, y para que, a través de formar personas íntegras, contribuyamos a transformar nuestras sociedades, nuestro planeta.

    Sylvia Schmelkes

  • Les guste o no les guste…

    Les guste o no les guste…

    Abelardo Carro Nava
    Abelardo Carro Nava

    Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, estuvo al frente de las investigaciones sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Gro.

    Como se recordará, estos trágicos hechos ocurrieron la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando un grupo de alumnos se trasladaron a Iguala a tomar autobuses para que pudieran participar en la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México; evento al que año con año se asiste porque se recuerda la represión del gobierno hacia los estudiantes en 1968; y bueno, en esa noche y en ese lugar, presuntos policías municipales de esa localidad accionaron sus armas contra los normalistas resultando heridos y/o asesinados algunos de ellos, pero 43 estudiantes más, hasta el momento en que cierro estás líneas, siguen desaparecidos.

    Días después el ex procurador Murillo Karam dio a conocer los resultados de las investigaciones pronunciando unas palabras que marcaron su paso por dicha procuraduría: “esta es la verdad histórica de los hechos”. Semanas más tarde (a finales de 2014), ante la presión de varios sectores de la sociedad y de prácticamente todos los medios de comunicación expresó otra frase que solo evidenció la insensibilidad, soberbia y arrogancia de este ex servidor público: “ya me cansé”. Dicha frase causó una indignación de enormes proporciones en la sociedad y, aunque Karam intentó componer sus dichos estos ya habían calado muy hondo, sobre todo, en los padres de familia de los jóvenes estudiantes quienes, a manera de recordatorio, siguen esperando la aparición con vida de sus hijos.

    Casi 11 años después de tal incidente sucedió algo que no hubiéramos imaginado, porque, en plena conferencia de prensa el pasado 28 de julio, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, expresó dos frases que, al igual que Murillo Karam, causaron indignación en la sociedad: “esa fue la realidad les guste o no, o si hacen escándalo”, refiriéndose a los hechos donde la profesora Irma Hernández Cruz perdió la vida en manos de un grupo del crimen organizado, debido a que presuntamente se negó a pagar derecho de piso.

    Como se recordará, la docente jubilada y taxista fue secuestrada el pasado 18 de julio en Álamo, Temapache, Ver., por un grupo armado. Un día después se dio a conocer un video donde aparecía hincada expresando algunas palabras frente a una cámara y rodeada de varios encapuchados que portaban armas largas. Desafortunadamente el 24 de julio fue encontrado su cuerpo sin vida en una zona aislada en la región norte de esa misma entidad federativa.

    En primera instancia, ante los cuestionamientos de los medios de comunicación, la gobernadora morenista no atinó a expresar con claridad sus ideas y, en un dejo inexplicable de barbaridad, se atrevió a señalar que la maestra no había sido asesinada, sino que fue violentada y que por esta razón le había dado un infarto. Tales dichos parecieron no reconocer la gravedad de la situación que, efectivamente acontece en todo el país, pero minimizar el actuar de los grupos criminales parecería una barbaridad; algo, repito, inexplicable.

    Ante la presión de los medios de comunicación y de varios sectores de la sociedad, en la conferencia del 28 de julio expresó que era de miserables hacerle esto a una familia enlutada llevándolo a niveles de escándalo; de hecho, en esa misma rueda de prensa, presentó al doctor que había hecho la necropsia (hoy se sabe que no cuenta con la especialidad en medicina forense), misma que confirmaba que la docente había sido violentada y, posterior a ello, había fallecido. Y remató: “esta fue la realidad les guste o no”. ¿Algo así como una verdad histórica?

    Dos eventos trágicos como lo son, con dos servidores públicos con un dejo de soberbia e insensibilidad verdaderamente impresionante. ¿Es lo que nuestro país y la sociedad merece y nos merecemos como mexicanos? Lo mínimo que podría pedírseles es un poquito de cordura y sensatez, vaya, porque ambos personajes han dejado y dejan mucho que desear en cuanto al cumplimiento de su responsabilidad al frente del servicio público que dijeron o dicen ejercer.

    Curiosamente, les guste o no les guste, muchos funcionarios de la actual administración a nivel federal o en los estados, son igualitos o peores a los que tanto criticaban en el pasado. Ahí tenemos a varios “prestigiados morenistas” dándose la gran vida en países del viejo continente que cientos, miles o millones de mexicanos en su vida podrán conocer. Ahí tenemos a un Secretario de Educación que disfruta de las mieles de Portugal mientras hay cientos de maestros padeciendo los estragos de la falta de presupuesto para el pago de cheques, estímulos, retroactivos, etc. ¿En qué son diferentes? Insisto, les guste o no les guste, son igualitos a los de antes.

    ¿No acaso desde la llegada de López Obrador a la presidencia de la República se ha defendido a capa y espada a la USICAMM, copia mal hecha de la CNSPD, en cuanto a los procesos de ingreso, promoción y reconocimiento?, ¿no acaso el actual gobierno sigue defendiendo a capa y espada el sistema de pensiones impuesto por el calderonismo que privilegia a los dueños de las afores y no a los trabajadores de la educación?, ¿no acaso el actual gobierno y, particularmente la SEP, ha establecido alianzas que parecieran ser inquebrantables con el charro mayor que dirige al SNTE, con el propósito de beneficiarse mutuamente pero no al magisterio en su conjunto?, ¿no acaso se ha burocratizado hasta el hartazgo los CTE como en los mejores tiempos de Peña Nieto y Aurelio Nuño afectando los procesos de diálogo y trabajo colaborativo en los centros escolares? En fin. La lista podría ser larga, no hay duda de eso; por ello es que pregunto ingenuamente, ¿acaso no son iguales?

    Les guste o no les guste, yo creo que sí, pero como alguien puede argumentar que no se trata de creer sino de comprobar, les dejo dos hechos irrefutables: la USICAMM y la ley del ISSSTE de 2007; ambas cuestiones surgidas en periodos neoliberales que tanto siguen criticando en Morena y que hoy siguen operando como si nada hubiera cambiado en el país.

    En fin.