No basta lanzar la iniciativa “La escuela te extraña”, sino que es fundamental desarrollar políticas.

Se considera al abandono escolar como la deserción de un estudiante del sistema educativo antes de concluir un nivel (generalmente la educación media superior). Actualmente este fenómeno se analiza como un problema complejo con factores sociales, económicos y familiares, lo que puede limitar las oportunidades laborales y el desarrollo social y personal de los estudiantes.
Estudios realizados en México identifican tres causas de deserción: de tipo académico, económico y personal. Las causas académicas están directamente relacionadas con temas escolares, por ejemplo, acumular un determinado número de situaciones de reprobación, situaciones pedagógicas, falta de interés en el sistema educativo; las económicas relacionados directamente con temas financieros como la falta de recursos para costearse sus estudios, trasporte, manutención, alimentación y las causas personales que incluyen diversos asuntos de orden personal como la salud, emocionales, interpersonales, conflictos, disfunción familiar, desinterés de los padres, riesgo de drogadicción, embarazos tempranos, violencia de diversos tipos, etcétera (Heffington, et al, 2024).
Datos de las principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2024-2025 que publicó la SEP durante el ciclo escolar 2023-2024, la tasa de abandono escolar en México fue de 11.3 en educación media superior, 3.7 en secundaria y 0.6 en primaria. Estos datos son particularmente preocupantes ya que la tasa de abandono escolar refleja el número de estudiantes que dejan la escuela en el ciclo escolar, por cada 100 estudiantes que se matricularon al inicio de cursos de ese mismo nivel educativo.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Mario Delgado, expuso ante la Cámara de Diputados la existencia del programa piloto “La Escuela te Extraña”, la cual busca disminuir la deserción escolar, sin embargo, más allá de ser una iniciativa con la cual se identifica, contacta y facilita el retorno de estudiantes de medio superior a las escuelas, causó la crítica del personal educativo.
De acuerdo con la participación de Delgado, el retorno a las aulas se realizará mediante acciones, entre los que destacan analizar factores de abandono, ofrecer alternativas, flexibilizar las fechas de trámites y contactar por teléfono a los estudiantes, así como a sus familias, hasta realizar visitas domiciliarias por parte del personal educativo.
“Tenemos una política que se llama La escuela te extraña. Entonces, entonces las y los maestros y directores tienen la responsabilidad. Hicimos un piloto muy exitoso este año (2025), pero vamos de manera masiva, ya como una política de educación media superior en enero (2026), a ir por los que no regresan: ir a convencerlos, ver qué pasó, por qué abandonaron, para que regresen “Tenemos su teléfono, tenemos su dirección, tenemos su nombre, sabemos dónde viven sus papás. ¿Por qué no vamos a ir por él?”, explicó el político.
Todo lo anterior genera una serie de inquietudes y molestias dada la ligereza con que se lanza esta iniciativa. Como puede leerse el abandono escolar tiene causas multifactoriales que lo condicionan, si bien, una de las causas se relaciona con lo académico, ¿por qué no se focaliza el trabajo de los docentes en ese aspecto? No está en manos de los docentes resolver causas económicas y personales propias del contexto en el cual viven los estudiantes y que escapan a su trabajo pedagógico. No es posible pensar que con ir a buscarlos se podrá disminuir esta situación tan compleja.
La condición juvenil juega un papel relevante al estar estrechamente relacionada con los procesos de transición a la vida adulta y la búsqueda de identidad, lo que puede hacer que los jóvenes sean más susceptibles a presiones sociales, especialmente entre los 15 y 17 años, cuando suceden muchas de sus primeras veces. Por ejemplo, en este rango etario es cuando los jóvenes interrumpen sus estudios; consiguen su primer trabajo; salen por primera vez de la casa de sus padres; tienen sus primeras relaciones de noviazgo y sus primeras experiencias sexuales (ENJ, 2000, 2005 y 2010).
Y todas estas primeras veces en la vida de los jóvenes suelen estar relacionadas con su experiencia escolar, por lo que la intersección de juventud y género crea un espacio de especial relevancia para entender su relación con el abandono y con la escuela en general.
¿Qué si puede hacer en la escuela? De acuerdo a la propuesta de la Universidad Iberoamericana:
Participación activa de los jóvenes
• Incluir a los jóvenes como actores clave en el proceso de identificación de sus problemas y soluciones.
• Escuchar activamente a los estudiantes y fomentar su participación en el diseño de políticas educativas.
• Generar estrategias pertinentes y efectivas para su desarrollo educativo y personal, evitando que se les vea sólo como matrícula y su permanencia en la escuela como una meta gubernamental.
Desarrollo de programas de mentoría y tutoría
•Ofrecer apoyo académico y personal continuo a los estudiantes.
•Diseñar programas sensibles a las necesidades específicas de los jóvenes.
•Proporcionar acompañamiento cercano que refuerce tanto el desempeño académico como el bienestar emocional.
• Ayudar a los jóvenes a mantenerse en la EMS y a enfrentar desafíos durante su educación.
• Trabajar sobre los razonamientos y estereotipos socializados entre los jóvenes en riesgo de abandonar la escuela o que ya han interrumpido sus estudios.
Formación de docentes y personal educativo
• Formar en temas de género y juventud para ofrecer apoyo adecuado y comprensivo a los estudiantes.
• Incluir estrategias pedagógicas que reconozcan y aborden las diferencias de género en el ámbito educativo.
• Permitir a los docentes comprender mejor las necesidades y desafíos específicos de los estudiantes en la EMS.
• Reconocer la escuela como un espacio de vida juvenil, no sólo como un centro de enseñanza (Guerra Ramírez, 1998).
No basta lanzar la iniciativa “La escuela te extraña”, que por cierto no es una política, sino que es fundamental desarrollar políticas públicas focalizadas que se adapten a las necesidades concretas de las y los jóvenes en su heterogeneidad, en particular de aquellos entre 15 y 17 años y estas políticas deben basarse en el conocimiento de los jóvenes estudiantes, mediante un análisis de sus contextos y desafíos.
Es esencial que estas políticas sean flexibles y enfocadas en las particularidades de diferentes comunidades escolares, considerando factores como el entorno rural, las lenguas indígenas, el género y las diversas realidades socioeconómicas y culturales. Un enfoque específico y no universal es crucial para abordar de manera efectiva el abandono escolar, así como otros problemas en la relación jóvenes-estudiantes y escuela, capaz de promover una educación más inclusiva y equitativa (Ibero, 2024).
Pero para ello se requiere que los docentes se dediquen a lo que les corresponde, tanto trabajo administrativo, evidencias, planeaciones, exámenes, calificaciones, llenado de formatos, mandatos de la autoridad etc. que solo los alejan de su verdadero compromiso ligado a la enseñanza y al aprendizaje. Si ahora les aumentan ir a buscar a los alumnos, exponiéndolos a las situaciones particulares de sus contextos que no siempre son los mejores, ¿a qué hora y en qué momento se dedicarán al trabajo docente?
La Secretaría de Educación Pública, si va a echar andar esta iniciativa, debería contratar trabajadores sociales específicos para atender esta propuesta en cada institución educativa y también debería de analizar el programa de becas escolares Beca Benito Juárez, y condicionarlo a cierto número de asistencias al plantel y de aprovechamiento escolar, ya que en este momento es universal sin requerimientos académicos extras, más que estar inscrito en el ciclo escolar.
Referencias
ENJ. (2000). Encuesta Nacional de Juventud. Instituto Mexicano de la Juventud.
Guerra Ramírez, M. I. (1998). Los jóvenes frente a la desigualdad en las oportunidades de educación media superior en el contexto de un bachillerato universitario y uno tecnológico. Instituto Politécnico Nacional.
Heffington, Deon Victoria, Dzay Chulim, Floricely, Fernández de Lara Hadad, Rodolfo, Pérez Morfín, Armando, & Velasco Argente, Rafael Alberto. (2024). Una Aproximación Cuantitativa a la Deserción Escolar en la Educación Superior en el Sureste de México. Revista de la educación superior, 53(211).
Ibero (2024) El abandono escolar en la educación media superior en México desde una perspectiva de género y juventud https://iberopropone.ibero.mx/2024/07/04/el-abandono-escolar-en-la-educacion-media-superior-en-mexico-desde-una-perspectiva-de-genero-y-juventud/
SEP (2025) Principales cifras del sistema educativo nacional 2024-2025
*Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.
