El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, y el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, calificaron como un avance que cerca de 60% de los maestros registrados se hayan presentado a la evaluación del desempeño docente la semana pasada. Estiman que, dadas las condiciones de resistencia, fue un éxito. Pero los maestros disidentes lanzaron un desafío considerable: “Que nos corran a todos”.
16 de Diciembre de 2015
… el servidor público del sistema educativo nacional … que incumpla con la asistencia a sus labores por más de tres días consecutivos o discontinuos, en un periodo de treinta días naturales, sin causa justificada será separado del servicio.
Artículo 76 de la Ley General del Servicio Profesional Docente
José Luis Escobar, vocero de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación —la cabeza de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Chiapas—, en entrevista con Adela Micha, declaró con cierta altanería: “La ley dice que con tres faltas nos sancionarán. Hoy cumplimos cuatro días afuera del aula, queremos ver que cumplan en Chiapas esa infame ley; somos 120 mil maestros, la totalidad del magisterio de la entidad está fuera, queremos ver que cumplan la ley”.
Por supuesto es una exageración que la totalidad de los maestros hayan participado en el paro y por los cuatro días. Pero aunque sólo haya sido la tercera parte, el reto es formidable. Supongo que no se puede despedir, como lo marca a ley, a alrededor de 40 mil maestros y sustituirlos en cuestión de días.
Además, en la jornada de Tuxtla Gutiérrez se perdió una vida humana. ¡Es de lamentar! Para algunos será una baja colateral, otros acaso quieran convertirlo en mártir de la causa. Lo que me sorprende es que no sea motivo de duelo para ninguna de las partes en conflicto.
Al parecer, en la reunión que sostuvieron el secretario y el gobernador, siguieron la máxima maoísta de considerar al adversario con una mirada estratégica —disminuir su importancia— y tratarlo con acciones tácticas de jerarquía. En el comunicado de la SEP sólo se habla de los porcentajes y que lo pendiente se realizará en febrero, no se responde a la provocación de la disidencia, no al menos en público.
Pero es imposible pensar que no hayan discutido qué hacer para reducir la resistencia y aplicar sanciones. Según la ley, la autoridad educativa tiene 10 días hábiles para notificar la punición y proceder a sustituir a los maestros en falta.
Es un dilema que no se puede resolver aplicando la ley de forma literal, pero que —desde su perspectiva— la alta burocracia tampoco puede dejar pasar. Será interesante observar qué hará la Secretaría de Educación Pública en los primeros días de enero. Si aplica un correctivo, digamos, descontar tres días de salario a decenas de miles de docentes y separar del servicio a los líderes, echará lumbre al fuego y alimentará a las voces que aseguran que ese era el propósito de la reforma: despedir a los docentes.
Si no impone sanciones, el gobierno enfrentará un déficit de credibilidad, como en 2013 y 2014, cuando la Secretaría de Gobernación negociaba la no aplicación de la ley. No sólo incumplirá con un mandato expreso, sino que será también el centro de la crítica de organizaciones civiles, periodistas y académicos que abogan por el Estado de derecho y el imperio de la ley.
Tal vez en enero, junto a las advertencias de aplicar la ley y seguir adelante con la reforma, veamos las líneas generales de cambio curricular, métodos de enseñanza y relaciones en las aulas. Apuesto a que el concepto de zonas de aprendizaje representará un papel central. Por allí vendrá lo que algunos llaman la verdadera Reforma Educativa.
Sin embargo, el gobierno y, en primerísimo lugar, el secretario Nuño no la tienen fácil. La oratoria agresiva y la movilización policiaca no han reducido la resistencia a la evaluación. Tampoco han servido para ganar el favor de los maestros de banquillo.
RETAZOS
Enrique Graue Wiechers, nuevo rector de la UNAM, no se aguantó, se asentó en la corrección política: “Tengo mi punto de vista sobre la Reforma Educativa; es un primer paso, pero no es una Reforma Educativa. Hasta este momento es una reforma en la forma de contratación de los profesores y evaluación de ellos; esperamos ver la verdadera Reforma Educativa pronto”. Luego señaló que es una verdadera Reforma Educativa: “Hacer cambios en los modelos educativos, contenidos y materias”.