Conafe, 45 años ¿y cuántos más? / Francisco Lozano Díaz

Francisco Javier Lozano Díaz*

conafe_2Cada 8 de septiembre se reconoce el Día Internacional de la Alfabetización, declarado por la Unesco en 1965. Años después, el 23 de Agosto de 1981 en Managua (Nicaragua), se reconoce por la misma institución a la Cruzada Nacional por la Alfabetización. Cruzada impulsada por el gobierno revolucionario “nica” que contó con el apoyo internacional, mención especial el aporte de Cuba bajo el gobierno castrista, que dotó de medios, formación y otros recursos.

Pero, ¿por qué celebrar la alfabetización? Porque, como apunta Jerome Bruner [1], la educación es la puerta a la cultura y las letras son la mejor llave para abrir dicha puerta. Como dijo el comandante Carlos Fonseca Amador [2] en el campo de instrucción militar: “Y enséñales también a leer” desde el conocimiento cierto que el desarrollo de los pueblos pasa por el acceso a la cultura letrada.

Entre estos dos hitos históricos, se encuentra el 11 de septiembre de 1971 hito en el país México, porque es publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto para la creación del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Dándose este año la celebración del 45 aniversario. Esta institución dependiente en parte de la Secretaría de Educación Pública es un organismo descentralizado que tiene como tarea brindar servicios de educación inicial y básica a niños, niñas y adolescentes que habitan en localidades marginadas y/o con rezago social. La labor más relevante consiste en ofrecer Educación Comunitaria. Es decir, dar la oportunidad de la alfabetización aquella población que por cuestiones de contexto social y geográfico no tienen la posibilidad ordinaria de recibir educación formal.

Para esta labor, Conafe cuenta con una serie de figuras educativas organizadas de un modo jerárquico desde la figura de Líder para la educación comunitaria hasta la de Coordinador Regional adscrito a una delegación estatal. Entre la figura más implicada en el desarrollo ejecutivo de la educación y la figura de coordinación existen tres figuras intermedias, a las cuales se accede en función a los méritos adquiridos en el desempeño de la figura anterior. Los cargos de mayor responsabilidad son nombrados por libre designación de representantes políticos, específica el decreto publicado en el Diario Oficial de la República, el 18 de marzo de 2016, en el artículo 11 expone: El Director General del Conafe será designado y removido por el Presidente de la República, o a indicación de éste, a través del Secretario de Educación Pública por la Junta de Gobierno, y deberá reunir los requisitos previstos en la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y su Reglamento [3].

Desde la asepsia pedagógica y el enfoque maquivélico, no cabe duda de la importancia educativa de Conafe para un país extenso en territorio, difícil en orografía y diverso en distribución de población. ¿Por qué? Porque el fin justifica los medio. Siendo el fin la educación y el medio personas en su mayoría sin experiencia ni formación para la tarea didáctica, menos en tales condiciones extremas. Porque el concepto “Lideres para la educación comunitaria” no es más que un eufemismo de personas que en busca de un apoyo para seguir estudiando o moratoria vital, toman la calle de en medio con más valentía que conocimiento y se adentran en una comunidad rural a desarrollar un paquete didáctico a prueba de “bombas” que recibieron en una capacitación express. Como toda generalización, es equivocada porque tiene excepciones.

En defensa de la institución, he de decir que hace unos años la conocí de voz y testimonio vivo de sus “maestros”, líderes comunitarios, que conocí en aulas de Pedagogía. Hablaban desde el amor y la pasión, como aquellos nicaragüenses de las Cruzadas Nacionales de Alfabetización. Defendían el orgullo de participar en un proyecto real de mejora para su país y oírlos me transportaba a tantos lugares hermosos: los tiempos de Paulo Freire en su Recife natal, la lucha bélica y pedagógica de Carlos Fonseca Amador y tantos otros combatientes, incluso me trasladé mentalmente a la Segunda República española con sus misiones pedagógicas, que en todos los casos  trataban de liberar a los oprimidos de los opresores mediante la ilustración. En concreto, Concepción y Ana me  comentaban anécdotas y se emocionaban al recordar los progresos de muchos pequeños y pequeñas. A ellas y tantos otros talentos entusiastas nada que reprochar, todo lo contrario: admiración y respeto perpetuo para su batalla. Estaban llegando a la Universidad, necesitaban aliento y no desazón. Aunque horrorizado me pregunté: ¿Por qué lo hacen antes de formarse? Le dediqué tiempo a conocer el estado de la cuestión, producto de aquella tarea surgieron muchas conclusiones y esta pequeña reflexión: La brecha educativa en México es inmensa y así seguirá con Conafe.

En conclusión, habían sido “maestros y maestras” de niños, niñas y adolescentes que según está escrito en la constitución mexicana el Estado les iba a garantizar: la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos [4]. En cambio, el Estado les niega instalaciones, les reporta personal no docente para la docencia y le encorseta un método educativo. Porque de otro modo los Líderes para la educación comunitaria deberían reportarse mediante la evaluación del desempeño docente, deberían ser remunerados como cualesquiera de los docentes de las zonas urbanas y el currículum, las prácticas y demás asuntos debería ser supervisado por la inspección educativa. conafe

Para concluir, el error imperdonable en estos 45 años de Conafe y los cooperadores necesarios es pensar que la batalla por la educación se va a ganar con los soldados más  débiles en las batallas más duras. Es como estar en la propia batalla con hemorragia en la femoral y querer cortar el sangrado con una sola toatilla húmeda.

¿Cuándo aplicará la sentencia eterna para Conafe: renovarse o morir?

*Francisco Javier Lozano Díaz. Psicopedagogo, especialista en Currículum, Tecnología e Inclusión. Maestría en Gestión del Conocimiento y Tecnología Educativa.  epedagogo@franlozano.es  @epedagogo http://www.franlozano.es

Nota al pie:

[1] Psicólogo estadounidense, autor de La educación como puerta de la cultura (1997).

[2] Profesor y guerrillero nicaragüense, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

[3] Fragmento del Diario Oficial de la República, 18 de marzo de 2016, donde se actualiza la reglamentación de Conafe.

[4] Fragmento del artículo 3o. de la Constitución de los Estados Mexicanos.

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