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El corrido mexicano como referente literario

Luis Omar Montoya Arias

Karla Liebed Solís García

Hasta hace tres décadas, la academia mexicana aceptaba sin cuestionamientos el origen andaluz del corrido (Stanford, 1984, p. 16). El máximo difusor de esta vertiente fue Vicente T. Mendoza, quien comenzó a trabajarla en 1926. Mendoza es autor de “Romance y Corrido” (1939), “Cincuenta Romances” (1940), “Cincuenta Corridos Mexicanos” (1941), “La Décima en México” (1947), “El Corrido Mexicano” (1954) y “El Corrido de la Revolución Mexicana” (1956), editados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) (Moedano, 1976, p. 67). Hoy sabemos que el vals es un elemento determinante para el desarrollo histórico, musical y estético del corrido mexicano (Tinajero, 2004, p. 24).

Durante el siglo XIX existió el tráfico de especias, telas y hierbas aromáticas entre los Estados Unidos y México, en un flujo de ida y vuelta (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 22). De 1920 a 1933 estuvo vigente la Ley Seca estadounidense. En este periodo se compusieron y grabaron “Los Tequileros” en 1930 (Giménez, 2007, p. 387) y “El Contrabando de San Antonio” (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 36). El Contrabando de El Paso fue llevado al registro discográfico en 1928 por RCA. Los hechos ocurrieron en agosto de 1924 (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 37).

“El Pablote”, compuesto e interpretado por José Rosales, data del 8 de septiembre de 1931. “Morfina y “Cocaína” creado por Manuel Cuellar Valdez, se hizo disco el 9 de agosto de 1934 (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 52). Días después se grabó “El Contrabandista” de Juan Gaytán, que junto a Manuel Cuellar Valdez y José Rosales, deben ser considerados los primeros compositores de corridos de narcotráfico en la primera mitad del siglo XX (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 62). 

Mariano Reséndez Garza, hijo de una familia acaudalada, fue propietario de la Importadora Casa Resendeña; se desempeñó como contrabandista de armas, comestibles y telas provenientes de Indiana, Estados Unidos, durante el siglo XIX. Introducía sus mercancías por Camargo y Reynosa, Tamaulipas (Ramos, 1991, p. 3). Murió en Agualeguas, Nuevo León, frontera con Tamaulipas, México, en 1887 (Ramos, 1991, p. 5). Su historia está íntimamente vinculada con la del Coronel Nieves Hernández. 

Nieves Hernández nació en Jaumave, Tamaulipas, en 1849 (Ramos, 1991, p. 9). Comisionado por Porfirio Díaz para combatir a gavilleros y contrabandistas, destacó como militar corrupto: brindó protección a delincuentes y él mismo se erigió como contrabandista. Estuvo en la nómina de Mariano Reséndez a quien otorgó protección (Ramos, 1991, p. 11). En enero de 1891 fue puesto a disposición del Consejo de Guerra, en Monterrey, Nuevo León. Se le acusó de traición, negligencia y falsedad. Recluido en la penitenciaria militar de Tlatelolco, Ciudad de México, murió en 1898 (Ramos, 1991, p. 13). 

Nieves Hernández es una clara muestra de un “corrido por encargo”, escrito a finales del siglo XIX. El objetivo de la composición era brindar una versión oficialista del personaje. Exagera al dar cuenta de supuestas virtudes y atributos. Tergiversa el desenlace del personaje al afirmar que murió en una emboscada, cuando en realidad falleció en el presidio de Tlatelolco, en la Ciudad de México. 

Reséndez fue sitiado en Reynosa, Tamaulipas. Pide ser entregado a Nieves Hernández, quien se encontraba en Matamoros. Reséndez creyó que obtendría protección de Hernández por los antecedentes entre ellos, pero éste se vio imposibilitado por la intervención de Bernardo Reyes, Gobernador de Nuevo León. El fusilamiento de Reséndez fue ordenado por Reyes en Cerralvo, Nuevo León (Ramos, 1991, p. 7). Sugerimos escuchar los corridos de Mariano Reséndez y Nieves Hernández, con Los Cachorros de Juan Villarreal y con Carlos y José.

El corrido del hampa fue grabado el 9 de septiembre de 1935 por el dueto Flores y Durán, habla “de las mujeres galantes, viciosas y malhechoras que en Ciudad Juárez hay de a montón” (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 65). “La Canela” es un corrido que relata lo sucedido en 1934: el contrabando de canela de Ceilán a Monterrey, Nuevo León, vía Reynosa, Tamaulipas (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 33).  El corrido de Mier y los dos contrabandistas rescatan el tráfico de radios y grabadoras de Estados Unidos a México (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 34). 

Pablo González, “Pablote”, fue un traficante de Chihuahua, México, que murió a principios de 1930. Fue esposo de Ignacia Jasso “La Nacha”. La pareja lideró la mafia de Ciudad Juárez, Chihuahua, durante la década de los veinte del siglo pasado. Sus competidores eran emigrantes chinos que se dedicaban al tráfico de opio y que llegaron a Juárez luego del terremoto que azotó a San Francisco, California, en 1920 (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 53). A la muerte de Jasso, misma que aconteció en 1970, el negocio quedó en manos de Manuel, Natividad, Ignacia y Pabla, sus hijos. La banda del Pablote y La Nacha traficaron marihuana, morfina y heroína (Ramírez-Pimienta, 2011, p. 70). 

Paulino Vargas Jiménez fue uno de los 25 hijos que tuvo su madre. Además del inmenso talento artístico que poseía, don Paulino Vargas compuso decenas de corridos gracias a que “estuvo presente en muchos peligros”. Como lo dijo en vida: “Para hablar de la lumbre hay que quemarse” (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012).  Llevó su premisa hasta el límite. 

Paulino Vargas Jiménez, padre del corrido moderno y fundador de Los Broncos de Reynosa, comenzó grabando directo a la matriz, en un canal. Vargas trabajó desde joven. “Andaba de gira, se encontraba con Las Hermanas Huerta y le grababan canciones” (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012). La editora se dedicaba a cobrar sus regalías. Firmó con Intersong [hoy parte de Warner Music]. Vargas decidió armar su propia editora. Nace Paulino Musical en1978. A partir de 1989, Paulino Vargas hijo, se hizo cargo de ella. Paulino Vargas Jiménez estuvo en Warner, en EMI y en la SACM. Vargas Jiménez se salió de la SACM porque las cuentas no eran claras respecto a las regalías provenientes de los Estados Unidos. La jubilación que la SACM ofreció a Vargas Jiménez fue de 1,000 pesos mensuales. Paulino Vargas Jiménez tuvo fricciones con Roberto Cantoral. Dejó a la SACM en 1996. Optó por afiliarse en Estados Unidos. Teodoro Bello, abandonó a la SACM a los meses. Tras la muerte de Javier Núñez en 1991 a los 73 años de edad, Paulino Vargas hijo, se integró por completo al equipo de trabajo de su padre y de Los Broncos de Reynosa.   

Paulino Vargas Jiménez fue un hombre de poder que trabajó, cantó y tocó para políticos y capos del narcotráfico mexicano. “Admirador de Pancho Villa, estuvo de lado del pueblo y contra la desigualdad social. En vida, apoyó a enfermos y familias necesitadas”. A Paulino Vargas sus compañeros músicos, lo recuerdan con cariño. 

Sugerimos escuchar “El Poder de la Firma”, “Los Súper Capos”, “Al Filo del Reloj”, “Allende el Bravo”, “La tumba del Mojado”, “El Cuerno de Chivo”, “Las Mujeres de Juárez”, “Ramiro Sierra”, “Carga Ladeada” y “Clave Siete”. Su último corrido fue grabado por Los Tigres del Norte y se intitula “Reina de Reinas”, dedicado a Sandra Ávila Beltrán. Desde principios de 1970, la obra de Vargas Jiménez fue censurada por el gobierno mexicano. Llegó a estar preso por Camino de Sacramento, corrido dedicado a Antonio López de Santa Anna, Presidente de México durante el siglo XIX. “Los parientes del político mexicano, se quejaron en la Secretaría de Gobernación. Lo presaron. Afortunadamente no ficharon a mi padre. No hubo papeleo” (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012).

Vargas Jiménez componía para escuchas especializados; gracias a sus relaciones laborales, desde la época de Pedro Avilés, en la década de 1970, tuvo acceso a fuentes primarias. Cuando cayó Rafael Caro Quintero, en la década de 1980, grupos norteños “fueron requeridos por el gobierno mexicano como parte del desahogo de pruebas, entre ellos Paulino Vargas Jiménez. Las posibles imputaciones en su contra, fueron desestimadas por un juez” (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012). Es conocido como el Tucídides de la música norteña mexicana. 

En 1975 hizo el disco “Carga Ladeada”, con CBS: la alemana Peerless se había negado a hacerlo por miedo a sanciones económicas y vetos del gobierno mexicano. En esa época Paulino Vargas Jiménez colaboró de cerca con Federico Méndez. En la década de 1960 entregó a Los Relámpagos del Norte, “El Espejo y “Con la Tinta de mi Sangre”, melodías que se volvieron referentes en la obra musical de Ramón y Cornelio. Existe una novela de Luis Humberto Crosthwaite, inspirada en la existencia musical de Los Relámpagos del Norte, misma que se intitula, Idos de la mente. Sugerimos escuchar la canción norteña que lleva el mismo nombre. 

Lino Quintana es un personaje central en “La Banda del Carro Rojo” de Paulino Vargas Jiménez. Ambos se conocieron en 1972. La fuga del rojo se derivó de Carga Ladeada. Román Iriarte y Muerte Anunciada, son corridos inspirados en Colombia. “El veto a mi padre, continúa. Siguen llegando multas por tocar sus corridos” (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012).

En 1984 Los Broncos de Reynosa compartieron estudio de grabación con don Antonio Aguilar. Paulino y Javier grabaron 15 canciones con banda. Se incluyeron corridos como el “Dr. Fonseca”, “Los Tres Gallos” y “La Tragedia de Gilberto”. Cabe destacar que, a pesar del veto constante que sufrió la obra de Paulino Vargas Jiménez, cada vez que Los Broncos de Reynosa se presentaron en Siempre en Domingo del celayense Raúl Velasco, gozaron de libertad para interpretar lo que quisieron. El hecho demuestra el poder de Televisa, Azcárraga y Velasco, y la importancia artística de Paulino Vargas y de Los Broncos de Reynosa.

En una entrevista realizada a Paulino Vargas hijo, en Saltillo, Coahuila, declaró:

Hice tres producciones de norteño, dos de ellas me las hizo mi papá. Hice dos de banda sinaloenses con adornos de acordeón y uno con norteño-banda que ya había hecho mi papá, pero que no comercializó. La Huella del Alacrán fue un corrido que me grabaron Los Tigres del Norte. Estoy en contacto con las canciones de mi papá. Él me motivó a componer. En un principio pensé que me estaba fusionando con mi padre. Yo le pedí que no me hiciera las canciones porque sería hacerme tonto y el día que no estuviera, quién me las haría. Al final me las hizo por completo y él me decía que no dejaba ayudar. En una de esas se vino la grabación de Los Tigres del Norte y mandé mi corrido. Tenía una pista de banda con esa canción y mandé varios corridos de mi papá. Me habló quien lleva la editora y me dijo que Jorge la quería, pero cantada por mi papá. Mi padre me la grabó y se la enviamos a Los Tigres del Norte. Cuando escogieron mi corrido, le dio gusto. De ahí respetó más mi faceta de compositor. Tengo 20 temas que me grabó mi padre con el acordeón y cantándolas. Tengo seis producciones trabajadas sobre la obra de mi padre. La Huella del Alacrán es verídica. Conocí al personaje en Estados Unidos. Este señor era dueño de una disquera que se llama, Alacrán Records. El señor es de Durango. Él creo a Los Tucanes de Tijuana, musicalmente hablando. El señor combinaba los negocios. Estaba en California y conectaba gente que venía de México con gente de los Estados Unidos: era intermediario, los ponía en contacto. Hizo mucho dinero. Con lo de la disquera trabajó mucho. Hizo a El Chapo de Sinaloa, cantante de banda sinaloense. Entonces el hermano andaba queriendo meter mano, quería entrar al negocio y lo pescaron. Ya lo habían agarrado, pero no pudieron probarle nada. Nunca lo pudieron conectar con el dinero. Finalmente lo vinieron soltando sin pagar nada, porque al principio le pedían cinco millones de dólares. Pasaron 10 años de eso y resulta que el hermano lo entregó. Está preso en Chicago. Él traspasó a Los Tucanes de Tijuana a EMI-casa grabadora, negocio por el que recibió cinco millones de dólares. El hermano andaba haciendo su negocio. Este señor trabajó con gente de Amado Carrillo y con la familia Arellano Félix. Me contó su historia. En su disquera mi papá grabó un disco, en 1994. Íbamos a sacar dos discos, pero el segundo ya no salió por sus problemas. Fue el disco que había producido en EMI. Lo relanzó este señor. Tenían estudio en Los Mochis (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012).

Jorge Hernández de Los Tigres del Norte declaró que:

El corrido se interpreta en Europa. Lo hemos cantado en Japón y Alemania. Trabajamos en España y Marruecos. Exponemos la historia de la cultura mexicana. Nuestros temas han sido analizados por los grandes maestros del corrido. Somos unos narradores que contamos historias. El corrido mexicano tiene una importancia muy grande en otros países y en México. Los mexicanos vivimos el corrido y los extranjeros tratan de entenderlo. (Hernández, J., comunicación personal, 29 de octubre de 2005). 

La música norteña aparenta sencillez en su estructura; sin embargo, es en su función social donde hay que concentrarnos. El corrido y sus vehículos [música norteña, banda sinaloense] pretenden comunicar historias, por eso Hernán Hernández, bajista de Los Tigres del Norte, habla del corrido mexicano como un nódulo de fuerza narrativa. Es ahí donde se explica la vigencia social del corrido (Hernández, H., comunicación personal, 29 de octubre de 2005). No extraña que en el norte, “la música de chirrines, la banda y los corridos, rifen” (Sosa, comunicación personal, 5 de septiembre de 2005).

El corrido mexicano se difunde en Europa, Asia, Sudamérica y Estados Unidos. En Chicago, por ejemplo, una de las avenidas más importantes lleva el nombre de Los Tigres del Norte. En Colombia se escriben corridos que narran historias de traficantes como Manuel Moreno y Pablo Escobar. Los españoles hacen novelas mexicanas, e incluso hay investigadores que se especializan en el corrido.

Si pensamos en los narcocorridos como narraciones que exaltan a personajes vinculados con el tráfico de drogas ilegales, “El Pablote” es el primer narcocorrido de la historia. El narcocorrido surge de la mano del registro discográfico. Antes del disco, el narcocorrido no existía. El narcocorrido como fenómeno cultural se consolidó entre la Depresión de 1929 y la Segunda Guerra Mundial. El corrido de contrabando se centra en las historias del negocio. El narcocorrido relata, en primera persona, los excesos, consumos culturales, comportamientos y representaciones sociales de quienes naufragan en ese mundo. El narcocorrido aspira a la mitificación del personaje. El corrido de contrabando da cuenta de lo sucedido, lejos de aspiraciones hedonistas: su centro es la narración. 

El narcocorrido detalla los excesos del capo y promueve el consumo de drogas. El corrido de contrabando es un registro que se apoya en contextos históricos y apela a coyunturas sociales. Para el corrido de contrabando el acontecimiento es lo más importante. El narcocorrido prioriza la ficción. El corrido de contrabando se preocupa más por la veracidad de lo narrado. El narcocorrido vive cercano a la fantasía y a la “diarrea mental”. El corrido de contrabandistas surgió en La Colonia; sus actores iniciales fueron los piratas que acecharon Tabasco, Campeche y Yucatán. 

Desde la época colonial, cuando los españoles gobernaban al México actual, se compusieron e interpretaron corridos que hablaban de contrabandistas. Llamo a esos vestigios históricos “corridos de contrabandistas”. El corrido de narcotráfico y el narcocorrido, surgen durante la primera mitad del siglo XX, de la mano del apunte fonográfico. El corrido de contrabando es un producto de La Colonia. El corrido de narcotráfico y el narcocorrido son un invento del siglo XX; desde entonces conviven y coexisten. Uno no le antecede al otro, surgieron en el mismo momento. El narcocorrido es una invención de las industrias culturales, primero desde lo conceptual, después desde lo vivencial y hoy desde lo visual.

En este sentido, reviste de importancia el testimonio de Paulino Vargas JR, hijo del líder-fundador de Los Broncos de Reynosa, dado en Saltillo, Coahuila, México, el 24 de febrero del 2012 durante una entrevista:

El alterado es un mercado de moda. Provocó que la gente regresara a las raíces de la música norteña. Las corrientes actuales son una escuela del mal. Estos chamacos pierden de vista el panorama. Muchos de ellos no conocen a gente de peso; si acaso personas de bajo rango. Desde ahí hablan. No sabe cómo está el negocio. Creen que todo es echar balazo, rafagear y subirse a coches nuevos. Los jóvenes creen que así operan los delincuentes. Caen en el espejismo de las cosas fáciles. Escuincles que no pueden sostener un rifle porque no cuentan con el adiestramiento. Se trata de sobrevivir, no de matar. El verdadero capo negocia, no enfrenta. La clase más baja es carne de cañón. Los pandilleros se están acabando porque todos andan metidos de sicarios. Chamacos que a los 14 años mueren. Vivimos entre gente resentida. Hay confusión. La vida fácil no existe. El Movimiento Alterado es una moda. La gente se satura de tanta barrabasada. Esto provoca vacíos y daña a los verdaderos compositores. Están matando a la música. Los corridos son una cuestión histórica. La prohibición no es el camino. Debe existir más exigencia de parte de las instancias artísticas. Propongo que antes de registrar un corrido, sea verificado por especialistas para determinar si cumple con los elementos básicos. El corrido seguirá existiendo aunque a usted no le parezca. Toda la vida el corrido ha sido una válvula de escape del pueblo. En Sinaloa han intentado prohibir los corridos y no hay manera. No se puede. Tendrían que arrancarles la piel. Es algo que los sinaloenses traen en la sangre. Por supuesto que va a mutar. El internet no lo ha podido controlar, ni en otros países que son más estrictos han podido lograrlo. La prohibición sólo hará más grande el problema. La gente vende, clandestinamente, la música (Vargas Jr., comunicación personal, 24 de febrero de 2012).

Es en lo popular donde están las claves para acercarnos a la comprensión de los grandes problemas nacionales y, al mismo tiempo, donde está la identidad de los pueblos. Si hablamos de identidad, es mejor tenerla que carecer de ella. México ha sido una nación expansionista con identidad definida, circunstancia que le ha permitido colonizar Iberoamérica. Si Estados Unidos es la potencia militar y económica de América, México es el gigante cultural que impone modas. En otro momento, se puede discutir el término “cultura” desde la historia conceptual. Para muchos, El Chavo del Ocho, La India María, Chabelo, El Chapulín Colorado y Cuauhtémoc Blanco, no son cultura, sino productos comerciales. Lo concreto es que millones de humanos asocian a México con estos rasgos populares.

Apelando a la identidad, fenómenos como la banda de viento sinaloense, la norteña y la música grupera, deben estudiarse. Por varias razones, la gente se refugia en estas músicas para narrar su existencia. Esto mismo sucede en el ámbito cinematográfico y televisivo, con las películas y las series o telenovelas que giran en torno al tema del narcotráfico, que han tenido gran aceptación y han sido seguidas por distintos sectores de la población. Desde la década de los 70 del siglo pasado varios directores encontraron inspiración con este telón de fondo. 

Con la agudización del problema, han llegado a las salas películas como El Infierno, de Luis Estrada. El argumento de la obra, donde el narcotráfico es el quid, involucra temas secundarios relacionados con la pobreza, la desigualdad y la codicia. “Las acciones de intimidación por parte de los narcotraficantes son un tema muy recurrente, el uso de la violencia, de las armas, de la tortura, la corrupción, las narco mantas, la venganza y, por supuesto, los asesinatos” (Tiznado, 2017, p. 104 y 105). 

Bibliografía

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Bernecker, W. (2005). Contrabando en el México decimonónico. Revista América Latina en la historia económica, 24, 133-149.

Giménez, G. (2007). Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. Ciudad de México, México: CONACULTA.

Moedano, G. (1976). La vida y la obra de Vicente T. Mendoza (1894-1964). Ciudad de México, México: SEP.

Morales, E. y Carrillo, G. (2017). Antropología y literatura sobre drogas y narcotráfico: México y Colombia. Cuadernos Americanos, 161(3), 195-219. Consultado en: http://www.cialc.unam.mx/cuadamer/textos/ca161-195.pdf.

Ramírez-Pimienta, J.C. (2011). Cantar a los narcos. Ciudad de México, México: Planeta.

Ramos, F. (1991). Mariano Reséndez y sus corridos. Ciudad Victoria, México: Gobierno de Tamaulipas.

Rulfo, J. (1993). El Llano en Llamas. Barcelona, España: Anagrama. 

Stanford, T. (1984). El son mexicano. Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.

Tinajero, R. (2004). El narcocorrido ¿Tradición o mercado? Ciudad de México, México: Universidad Autónoma de Chihuahua.

Tiznado, K. (2017). Narcotelenovelas: la construcción de nuevos estereotipos de mujer en la ficción televisiva de Colombia y México a través del relato de una realidad social (Tesis doctoral). Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona. Consultada en: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/459153/kta1de1.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Entrevistas

Hernández, Hernán [entrevista], sábado 29 de octubre del 2005, por Luis Omar Montoya Arias [trabajo de campo], El corrido mexicano.

Hernández, Jorge [entrevista], sábado 29 de octubre del 2005, por Luis Omar Montoya Arias [trabajo de campo], El corrido mexicano.

Rivera, José Juan [entrevista], 2012, por Luis Omar Montoya Arias [trabajo de campo].

Sosa, Eulogio [entrevista], 5 de septiembre del 2005, por Luis Omar Montoya Arias [trabajo de campo], El corrido mexicano.

Vargas, Paulino [entrevista], 24 de febrero del 2012, por Luis Omar Montoya Arias [trabajo de campo], El corrido mexicano.

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