El temor a “fracasar” en la escuela

Martha Pereira Moncayo*

La repetición escolar, no importa el nivel que cursen las niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) genera, en muchos de ellos, gran temor porque los expone a la ira o a la decepción familiar, a la burla de sus pares y, peor aún, a cuestionarse su propia inteligencia y capacidad de aprender, minando la confianza en sí mismos. 

Durante mi experiencia como maestra de primaria pude constatar que la decisión de reprobar a un estudiante debe tomarse como medida extrema, luego de haber agotado todos los recursos posibles y poniendo al centro de esta resolución el bienestar de la NNAJ, considerando los siguientes cuatro factores para reducir el impacto socioemocional y las probabilidades de abandono escolar antes de tomar esta medida: 

El primero y más importante tiene que ver con los aspectos socioemocionales. Cuando se pide la repetición por cuestiones académicas, es importante considerar si la madurez emocional y la resiliencia del estudiante le permitirán afrontar los desafíos que implica esta decisión, incluida la posibilidad de que pase por momentos de ansiedad, depresión, sensación de fracaso, etc. que pueden, a la larga, resultar en abandono escolar.  

El segundo factor, ligado estrechamente al primero, es el apoyo y cariño por parte de la familia. Uno de los temores más grandes de NNAJ es perder el amor de sus familiares, por lo que condicionar éste a los resultados escolares puede generar daños emocionales profundos y no ayudará a que el estudiante aprenda ni se sienta mejor con respecto a sus propias capacidades. Es esencial que los NNAJ que repiten el ciclo escolar sepan que no están solos y que cuentan con el apoyo incondicional de sus familias, lo que incluye una comunicación constante con la escuela y la protección ante la posible presión de compañeros e, incluso, de otros familiares.

En tercer lugar, está la capacidad del sistema educativo, traducido en la posibilidad de recursos de atención y apoyo que tenga la escuela, para que las NNAJ puedan realmente lograr los aprendizajes esperados para el nivel o grado escolar. El mero hecho de repetir el grado, sin un acompañamiento adecuado no garantiza que quienes cursan nuevamente esos contenidos, los adquieran.

El factor final tiene que ver con la posibilidad de cambiar al estudiante de escuela, para evitar que sea objeto de burlas o lástima por parte de quienes fueron sus compañeros y que el Niñas, Niños, Adolescentes y Jóvenes no quiera asistir a la escuela por vergüenza o porque se siente menos capaz que quienes pasaron al siguiente grado. 

Aunque los porcentajes de repetición de grado escolar pueden verse como un signo de esperanza de que los estudiantes que reprobaron no abandonaron sus estudios, no existen datos de cuánto tiempo les toma en promedio concluir su trayectoria escolar, si lo hacen. Es importante señalar que la repetición, la reprobación y el abandono escolar son producto de la suma de muchos factores, entre ellos la decisión personal, el contexto social y la (in)capacidad del estado para asegurar el derecho a la educación. Es hora de quitar el estigma de “fracaso” escolar y apoyar a quienes más lo necesitan para asegurar que accedan, aprendan y participen en la escuela.  

En Mexicanos Primero Jalisco ponemos a disposición los datos educativos del estado en nuestro micrositio: www.diagnosticoeducativojalisco.org donde pueden consultar, entre otros, el indicador de repetición.  

*coordinadora de investigación en Mexicanos Primero Jalisco

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