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Formación docente para el Nuevo Marco Curricular

María Teresa Galicia Cordero

En las entrevistas que me realizaron en República Dominicana sobre el proyecto formativo que investigué, cuando me preguntaron sobre los retos de la educación superior, una de mis respuestas fue: “todo es contexto”, relacionada con la necesidad de vincular tanta la teoría como la práctica en escenarios relacionados siempre, con la realidad social.

Regreso a México y encuentro que se está difundiendo la nueva propuesta del estado mexicano, el Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana. Este planteamiento pedagógico del gobierno actual debe ser analizada por todos los actores involucrados en este importante proyecto y en discusiones públicas por la importancia que reviste. 

El documento de trabajo (como se lee en los documentos), tiene aún apartados en construcción. Se están realizando Asambleas (cuya invitación toma en cuenta lo dispuesto en el artículo 3º. constitucional) a los diversos actores involucrados en la educación básica, superior y normal del país, para que aporten propuestas dentro de su participación en las Asamblea de Análisis del Plan y Programa de Estudios para el diseño de los Libros de Texto Gratuitos para la educación básica, que a nivel nacional que se llevarán a cabo del 30 de enero al 25 de marzo del 2022.

La modalidad es híbrida con trasmisión en vivo por YouTube y Facebook de la SEP. Entre sus propósitos, está el de colegiar con la comunidad educativa el Plan y programas de Estudio para la Educación Básica y así llegar a un acuerdo de carácter nacional para elaborar los Textos Gratuitos en el marco de la Nueva Escuela Mexicana. Aquí en Puebla, la asamblea se llevó a cabo el 13 de febrero.

En la misma invitación se pueden descargar a través de un código QR, tanto el plan y programa de estudios como las trasmisiones realizadas en las redes sociales. Personalmente pienso que en una asamblea no es posible establecer un acuerdo nacional, me parece que debiera de hacerse todo un proceso de información y formativo en los colectivos docentes, para entonces contar con la reflexión docente necesaria que tome en cuenta sus saberes y experiencias, dado que, y está demostrado, ninguna reforma educativa pasa del discurso institucional a los hechos. 

Sin duda este nuevo marco curricular se ha tardado en llegar , estamos a la mitad del sexenio y todos sabemos que el impacto de un diseño curricular no es inmediato , una rápida lectura del documento base, presenta una propuesta más viable que las que le han antecedido, especialmente cuando seguimos dentro de una pandemia que ha demostrado entre algunas de sus consecuencias, la falta de correspondencia entre los contenidos planteados en los currículos y su escasa vinculación con lo que ocurre en la realidad social de nuestros alumnos.

Se plantea el generar conocimiento significativo sobre los procesos educativos, se parte de un diagnóstico que toma distancia de las características de los modelos educativos anteriores a las que se ha enfrentado la educación, alude por ejemplo a la falta de consideración a la diversidad, a la discriminación, el racismo, individualismo, el uso excesivo del enfoque por competencias, el enfoque del capital humano, de pruebas estandarizadas, de desigualdad, de machismo, de brecha social y de brecha digital,  fragmentación del conocimiento, a la carencia de aprendizajes significativos, a la inclusión e incluso al exceso del trabajo administrativo que se les impone a los profesores. Presenta los elementos de la política curricular actual, tales como: el derecho humano a la educación, los profesionales de la docencia y su necesaria revaloración, las dimensiones diagnóstica y formativa de la evaluación y el currículo nacional desde la diversidad.

Esta estructura curricular, insisto,  requiere del  conocimiento y del  análisis necesario  de parte de las y los docentes mexicanos , puesto que abarca aspectos complejos  en los que es necesario profundizar, como el aprendizaje como hecho histórico social, la   comunidad como eje articulador de los procesos educativos y el perfil de egreso de educación básica con los  ejes articuladores de la  inclusión, pensamiento crítico, la interculturalidad crítica,  igualdad de género, vida saludable, fomento a la lectura a la escritura y educación estética, que a su vez se  articulan con los cuatro campos formativos del currículo de educación básica: Lenguaje, Saberes y pensamiento científico, Ética, naturaleza y sociedad y De lo humano a lo comunitario .

¿Por qué insisto en la necesidad de que los profesores estén no solamente informados, sino también formados para este cambio curricular? Porque implica un cambio específico para cada campo formativo, que se organizará tomando en cuenta la descripción /naturaleza del campo; los contenidos; los diálogos; las progresiones de aprendizaje, las orientaciones didácticas y las sugerencias de evaluación. 

Me detendré un poco en los diálogos, que desde mi punto de vista implican una transformación profunda considerando la enseñanza tradicional que se realiza en la mayoría de las escuelas.  En el documento referido se lee: “Son el medio para que el estudiantado estructure los conocimientos de cada campo formativo. También los diálogos establecen los aspectos centrales para organizar el trabajo de planeación, seguimiento y evaluación de los contenidos entre el profesorado, de manera tal que se favorezcan experiencias educativas a través de una comunicación y relación de igualdad que reconoce la capacidad de las y los integrantes de la comunidad para aportar saberes y conocimientos. De la misma manera, se establece comunicación entre los diferentes campos formativos y los distintos ejes articuladores, que se conectan entre sí por este medio” (p.137).

Lo anterior implica a aquello que refiere al “aprendizaje dialógico”, que se utiliza en Comunidades de Aprendizaje: “El aprendizaje dialógico se produce en diálogos que son igualitarios, en interacciones en las que se reconoce la inteligencia cultural en todas las personas y que están orientadas a la transformación de los niveles previos de conocimiento y del contexto sociocultural para avanzar hacia el éxito de todas y todos. El aprendizaje dialógico se produce en interacciones que aumentan el aprendizaje instrumental, favorecen la creación de sentido personal y social, están guiadas por principios solidarios y en las que la igualdad y la diferencia son valores compatibles y mutuamente enriquecedores” (Aubert et al., 2008, p, 167). 

La puesta en práctica de este aprendizaje dialógico, se logra después de un proceso continuo y sistemático entre teoría y práctica, que la mayoría de los profesores no han utilizado y aunque se mencione a la enseñanza por proyectos articuladores, una malla curricular en construcción y evaluaciones diagnósticas y formativas, los retos para su implementación son de gran envergadura, especialmente si no se introduce a los maestros en el debate necesario que amerita. 

Si bien, prevalecen un conjunto de buenas intenciones, tenemos que poner el acento en aquellas debilidades que a través del tiempo han persistido a pesar de las reformas educativas: baja calidad del profesorado por la manera en que hasta ahora se realiza el reclutamiento, la selección  y la contratación de plazas en donde sigue existiendo falta de trasparencia y equidad; planes y programas de estudio enciclopédicos con estrategias pedagógicas que siguen estimulando la repetición y la memorización; evaluaciones cuantitativas centrada en un número para certificar la fragmentación de conocimientos, que no los saberes de los alumnos; recomendaciones estándar sin tomar en cuenta la autonomía profesional de docente ni las adecuaciones curriculares que en la práctica muchos maestros realizan intentando vincular los contenidos a los contextos; ponderar el individualismo sin tomar en cuenta lo colectivo; un discurso hegemónico sobre lo que implica educar a partir de la búsqueda de la calidad educativa entre algunos.

La intención explícita de este  proyecto educativo es transformar la educación de nuestro país a partir de grandes finalidades a las que se tiene que orientar el trabajo escolar , aún desglosadas de manera insuficiente e inacabada , pero que en general, centran la tarea educativa  en las responsabilidades que toca a la escuela y a los docentes  sobre lo que es necesario realizar en el contexto especifico de la escuela y de sus estudiantes reconociendo la diversidad de nuestro sistema educativo, además de  desarrollar habilidades, actitudes y formas de actuar sensibles al contexto, ante los desafíos sociales planteados por el entorno y posibilitar así el diálogo y fortalecimiento de saberes entre las culturas con quienes convivimos.

Sabemos  que entre las causas principales del rezago educativo y los bajos niveles de aprendizaje  esta la formación docente, la trasparencia y la politización de lo educativo, si nos enfocamos en dar la vuelta a esto, si existe un verdadero compromiso político y social para realizarlo y que las Asambleas no solo sirvan para legitimar este proyecto, tal vez se genere  una discusión amplia y fundamentada sobre  perspectivas que impulsen y acompañen el cambio, especialmente,  la modificación de  la concepción del trabajo docente  y la trasformación también, de la formación inicial. 

Referencias 

Aubert, A., Flecha, A., García, C., Flecha, R., & Racionero, S. (2008). Aprendizaje dialógico en la sociedad de la información. Barcelona: Hipatia.

SEP (2022) Marco Curricular Común para Educación Básica 2022. Documento de trabajo https://drive.google.com/drive/folders/1QBltJ49652byMzLtbKApziMCybgI5leZ?fbclid=IwAR1MujCYdk2hfaHrDFLQRC7LtPSN7JTDV9_zh2oTMNesWDefmvoXgDCgCRs

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