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Golpe a la 22: el debate / El problema es el diablo

Nota del editorTribuna Milenio convocó a cuatro destacados analistas: Manuel Gil Antón  (ColMex y Educación Futura); Sergio Cárdenas (CIDE); Emilio Blanco (ColMex), y Fernando Ruiz  Ruiz (Mexicanos Primero), a debatir sobre el presente y futuro del IEEPO y la CNTE en Oaxaca. Por ser de interés general, reproducimos aquí el debate.  Bienvenida la deliberación pública.

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Manuel Gil Antón (investigador de El Colegio de México y Director Académico de Educación Futura)
1. Dicen que Dios creó a los humanos. Otros aseguran que nosotros lo parimos por miedo a la muerte y la nada. Hay debate. Donde no hay discusión es en el invento, por cuenta propia, del Diablo. Artilugio genial.

2. Barbajanes, rateros, violentos, flojos, truhanes, impresentables, sucios, feos y muchos más términos, y peores, se han usado para designar a los integrantes de la sección 22 del SNTE, que en su mayoría pertenecen a una corriente sindical llamada CNTE, a su vez compuesta por varias tendencias. Quizá alguien no lo sepa: la CNTE es parte del SNTE.

3. El diablo es una invención formidable: todo mal se debe a él y fruto de sus actos se generan desgracias y entuertos al por mayor. Le es propio haber surgido en un momento muy antiguo al rebelarse frente al creador, por definición bueno y puro, pero severo: lo expulsó del lado luminoso de sus obras y se refugió en la opacidad. Es, en la tradición cristiana, el Ángel Malo. La comodidad de su existencia es que contribuye a la actividad intelectual más generalizada de la especie: la simplificación de nuestros problemas. Para todo hay uno y sólo un culpable. Si se erradica, no habrá más pecados, problemas, tentaciones o desgracias.

4. Lleve, lleve… No más diez le vale, solo diez le cuesta: es una oferta, una promoción enorme dada la desmemoria y el tan frecuente estilo de concluir las sobremesas y rematar los artículos en los diarios: todo es culpa del Lucifer Sutano, o el Chamuco Merengano. Dicho lo cual, podrá dormir tranquilo y disfrutar el aplauso generalizado de sus escuchas o lectores. A mayor ayuno de contexto e historia, mejor.

5. El único problema de la existencia del diablo, y el confort que provoca, es que atrofia la facultad para pensar en serio nuestra vida social y, con el tiempo, incluso en dosis bajas pero constantes, produce lo que la Real Academia conoce como estupidez: “Torpeza enorme en entender las cosas”. Nos pasó cuando “echamos al PRI de Los Pinos” al iniciar el siglo, por no entender que el asunto estaba muy enredado y bien atado y atorado en las grietas de las instituciones. En cuanto al problema de la educación, bastaba con dar una patada a Jongitud o enviar de embajadora en Saturno a la profesora Gordillo. En cuanto se vayan, con ellos se irá el problema. Pues no.

6. A pesar de lo vivido, seguimos buscando al malo, al Satán que impide El Progreso y despinta las fachadas. En vez de hacernos cargo de que cualquier problema social, si es relevante, no lo produce un factor o actor por más que así parezca, celebramos en el Ángel de la Independencia el triunfo de nuestros prejuicios. Mal negocio.

7. Ahora es el turno de la CNTE. En su versión actual, el diablo mayor era el IEEPO y con el nuevo IEEPO (más un montón de dinero que se usará pulcramente sin duda) todo será miel sobre hojuelas, aunque, claro, los frutos no se verán de inmediato. Simplificado el asunto, la solución es tan fácil. El Maligno no tiene historia. Al aparecer, reivindica siempre la teoría de la generación espontánea: todo iba bien y, de pronto, llegaron los de la 22 y le dieron en la torre a la rectoría de la educación en Oaxaca por parte de las autoridades de la Vieja Antequera. ¿Será?

8. Partamos de una premisa sólida. Los dirigentes de la 22 no ejercieron su poder y manejaron las cosas de una manera que, en gran medida, debemos con toda razón reprobar, sin la contraparte que no sólo lo concedió, sino que obtuvo beneficios, tan grandes o mayores a los de la cúpula sindical. Imposible hacerlo sin cómplices, y los socios en el desaguisado administrativo del sistema educativo en Oaxaca fueron las autoridades locales y federales. Tal cual lo dijo hace unos días Gabino Cué: “El mando nunca lo tuvo la CNTE, era compartido” (El Universal, 22/07/2915)

9. Es del todo falso que la SEP –o las SEPS locales– fueran inocentes niñas asediadas por el Lobo Feroz. Eso es un cuento. No hay prestación, prebenda o privilegio que administren los señores del sindicato, que no haya sido pactada con el ente homólogo oficial que ahora se presenta justiciero y ofendido al ver su figura en el espejo. ¿De veras justicia? Vaya pues: órdenes de aprehensión, también, contra los gobernadores de Oaxaca que por su propio beneficio concedieron lo que hoy se afirma que les arrebató la CNTE. Otro titular periodístico es muy preciso: “Boquete de 7 mmdp, fruto de favorecer a la CNTE en Oaxaca”.

10. No estamos de acuerdo con la venta de plazas. Coincido. Tampoco se vale decir que los profesores, y menos todos, habían comprado o vendían las plazas en una esquina. Había un mercado organizado de puestos de trabajo, es cierto, pero quien lo hacía posible e incluso compartía su organización era el gobierno, ya sea el federal, pues toda plaza vendida era respaldada por Hacienda y reconocida por SEP, o los gobiernos estatales. Y la tramitación de las herencias, los acuerdos para que fuera posible, tienen dos firmas: el o la señora del sindicato en cualquiera de sus versiones, y las autoridades. En el caso que comento, firmaron sin duda, en directo o por interpósita persona, Heladio, Diódoro, José, Ulises y Gabino, por decir algunos. Ellos gestionaron la distribución de dineros y aceptaron procedimientos heredados u originales. ¿A cambio de nada?

11. El IEEPO estaba tomado por la 22, gritan muchos; ¿por qué guardan silencio cuando las secretarías estatales de educación están dirigidas por valedores del SNTE? Claro, una es beligerante, y la otra arregla en lo oscurito sus negocios mientras acompaña al gobernador, o al señor secretario, para salir en las fotos de la reforma educativa.

12. Ni un peso transferido, ni una plaza otorgada, ni un recurso para prestaciones, ni miles de millones a lo largo de medio siglo se ha arrebatado a la SEP central o a sus hermanas en los estados: se ha pactado todo, y han salido con beneficios políticos y económicos, a raudales, las dos partes, las dos dirigencias: la laboral y la burocrática. Son lo mismo. ¿40 órdenes de aprensión contra los dirigentes de la 22 por usar mal los fondos públicos?

13. Órale, pero al menos las mismas para quienes ayer y hoy se enriquecieron, ganaron elecciones, pusieron diputados o senadores, controlaron tensiones, consiguieron apaciguar tensiones, ¿gobernabilidad?, hicieron negocios aberrantes como Enciclomedia o esperpentos similares. Y en cada entidad federativa (los profesores y las profesoras de gis y pizarrón lo saben) hay, hubo y sigue habiendo caciques sindicales y funcionarios medrando con los recursos para la educación. Hartos, hoy alarmados y jubilosos por la recuperación del orden, miraron para otro lado, en su momento, a sabiendas de lo que sucedía.

14. La impunidad es tal sin importar el lado de la tranza en que se esté. Si hay delitos que fincar a los dirigentes de la 22 o de cualquier otra sección, que se haga con el debido proceso, pero que no se deje pasar, por olvido conveniente, el vergonzoso espectáculo de autoridades que antes, apenas ayer, fueron parte de lo que llaman barbarie y grave violación a los derechos de la infancia y hoy, ufanas y solemnes, pedantes, declaran que se acabó el problema pues ya le quitaron el infierno al diablo. ¿A poco creen que no sabemos o vamos a olvidar sus fechorías?

15. ¡Al ladrón, al ladrón!, grita el ratero. Y corre. Se la resbalan las monedas mal habidas por los bolsos rotos. Los estamos viendo, no olvidamos. No olvidaremos. ¡Ya se fue el diablo, se acabó la rabia! Sí, cómo no: están recargados en el tridente, hipócritas, aunque se pongan corbatas cada vez más coloridas y sacos de federalismo solidario.

CODA: Con la misma fuerza y claridad con la que hay que rechazar toda forma de violencia o chantaje político al magisterio y la sociedad, por parte de la y del ENTE que corresponda, es menester denunciar a quienes de manera directa y a sabiendas lo propiciaron, permitieron y alentaron. Las y los profesores que han padecido el autoritarismo de las SEPS, la soberbia sindical de todo signo, y no obstante trabajan con esmero, que son hartos y están hartos de estigmas y atropellos, no me dejarán mentir: hacen falta dos para bailar tango, y muchos para dañar a la educación como se ha hecho en el país. No ha sido cosa del diablo: es y ha resultado del pacto corporativo ente autoridades de todos los colores y dirigencias gremiales antidemocráticas, que de no ser advertido abonará a la impunidad, la falta de transparencia y la rendición de cuentas.

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