La sede Tenango, de la Universidad Pedagógica Nacional, enfrenta graves problemas estructurales que impiden que sus alumnos tomen clase en el edificio que originalmente ocuparon, el cual tiene más de 150 años de antigüedad.
Marco Antonio Jiménez es estudiante de la UPN-Tenango, nos relata las condiciones de las instalaciones en las que toman clases y los distintos procesos que han emprendido para contar con instalaciones dignas, ninguno de los cuales ha dado resultados.
Este es el México educativo real.
El caso de la UPN-Tenango: una universidad que se está derrumbando
Por Marco Antonio Jiménez
La UPN-Tenango se fundó hace 20 años en la cabecera municipal de Tenango de Doria, en el estado de Hidalgo, es la primera universidad de la región, enfocada como otras sedes de la UPN a responder a la necesidad de formación y profesionalización de los docentes de la zona.
Esta sede, al igual que muchas universidades, se fundó sin tener edificio propio y empezó a trabajar en instalaciones prestadas, pertenecientes a la presidencia municipal, fueron cedidas en comodato, actualmente tienen una antigüedad de 150 años, al principio, este edificio proporcionó una solución, que pretendía ser temporal, a la necesidad de alojar a los alumnos.
En la UPN-Tenango se imparten dos licenciaturas: Intervención Educativa y Educación para el Medio Indígena, además de una maestría: Educación Campo Practica Educativa, cuenta con una plantilla de 17 docentes, solo uno de ellos tiene base y atiende a más de 400 alumnos.
Desde 2007 surgieron diversos problemas estructurales en la unidad. El techo es de teja sostenido con vigas de madera, posee un plafón de triplay, debido al deterioro de la madera, la rotura de las tejas, los daños de los pichones y el paso del tiempo, empezó a filtrarse el agua hacia los salones, en ese momento, gestionó la reparación del espacio; a través de un proyecto de reparación con la UPN-Pachuca y con la Presidencia Municipal, hasta la fecha esta reparación no se ha concretado.
La UPN-Tenango se esta derrumbando, se cae a pedazos, los alumnos ya no tenemos donde meternos, hace unos meses logramos, entre los miembros de la sociedad de alumnos y el director de la sede, gestionar un apoyo económico para rentar un edificio, pero la renta se agota al finalizar el semestre, y no podemos regresar a tomar clases en las instalaciones en comodato, pues se corre el riego de que se colapsen.
En 2009 se buscó la donación de un predio, para construir un edificio propio, la UPN-Hidalgo demoró 4 años en aprobar el recurso, pero al final aprobó el ejercicio de 5 millones de pesos para construir las instalaciones, el proyecto se encuentra detenido en Instituto Hidalguense de la Infraestructura Educativa (Inhife), ni siquiera se ha colocado la primera piedra, nos reunimos con el Subsecretario de Educación Media Superior y Superior del estado de Hidalgo y se comprometió a que antes de terminar 2014 las instalaciones ya estarían construidas. Nos manifestamos con el Gobernador del estado, pero hace caso omiso. El Director General de UPN-Hidalgo se comprometió a agilizar los procesos, en la misma reunión con el Subsecretario, y seguimos esperando.
Lo que no puede esperar más es el edificio que nos ha albergado por tanto tiempo, de esta universidad hemos egresado casi todos los docentes que, actualmente, estamos en servicio en la región, fue detonante de la profesionalización en educación, hijos de los primeros egresados ahora estamos estudiando en ella, estamos agotando todas las instancias pacificas para que nos hagan caso, lo único que pedimos es un espacio digno donde poder estudiar.
