Los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana: ¿Una estructura pedagógica y didáctica adecuada?

Euriel Rosas

Los libros de texto son recursos didácticos fundamentales en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes; la implementación de los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana ha generado expectativas y debates en torno a su estructura pedagógica, metodológica y didáctica; incluso en algunos casos el debate ha sido más político e ideológico. Esta disputa por la aprobación, edición y distribución de los libros de texto no es nueva, recordemos que en 1960 sucedió algo similar, en donde hubo desorientación provocada por la controversia cotidiana, que por motivos doctrinarios cubiertos o encubiertos, muchas veces fuera de equilibrio.

Quienes tienen una opinión pública, política o social, se rehúsan a admitir que existen otras miradas, distintas a las suyas, y eso genera discursos de intransigencia, que los medios de comunicación nos informan diariamente, provocando resistencias en la sociedad.

Por ejemplo, en aquella década de los sesenta, en una de las ediciones del periódico Excélsior el autor cuestionaba la designación de quien presidiría la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) Martín Luis Guzmán, el cual significaba para los conservadores “poner la iglesia en manos de Lutero” y que el gobierno de López Mateos se había equivocado; además concluía su nota: “el bien común y el derecho de los padres de familia exigen que se vigile la obra de Luis Guzmán, y se tomen precauciones defensivas al respecto”. (Torres, 1962).

Para la reforma educativa reciente, es importante destacar que los nuevos libros de texto intentan incorporar una estructura pedagógica centrada en la comunidad donde se desenvuelve el estudiante. Se busca promover el aprendizaje activo y participativo, a través de actividades prácticas y reflexivas; además de la “…vinculación del pensamiento humanista a un abordaje pedagógico-didáctico en el cual se recupere la plenitud de un proyecto de formación que vaya más allá del eje de aprendizaje que conformaron las propuestas didácticas hasta esta primera mitad del siglo XXI” (Diaz-Barriga, 2023),

Esto es un avance positivo, ya que se fomenta la construcción del conocimiento por parte del estudiante, en lugar de una mera transmisión de información; de esta manera tanto el plan de estudios como los Nuevos Libros de texto se “…organizan desde una orientación diferente, que enfatiza la colaboración y el reconocimiento de la responsabilidad que cada educando tiene ante su sociedad, y propone un proyecto de formación en el que se reconocen las desigualdades sociales, económicas y culturales de nuestro país y se asume la diversidad como punto de partida de la educación”. (Diaz-Barriga, 2023).

Sin embargo, aún existen desafíos en cuanto a la estructura pedagógica y didáctica de los libros de texto. Algunos contenidos parecen estar desordenados y no siguen una secuencia lógica de aprendizaje. Esto puede dificultar la comprensión y asimilación de los temas por parte de los estudiantes. Pero es ahí donde el docente hace su intervención pedagógica.
Hace más de seis décadas el libro intentaba responder a ese momento histórico-social. “Aunque el maestro no supiera los contenidos, haciendo ejercicios del libro con los niños podía enseñar” (Gallardo, 2023). Actualmente con los nuevos Libros de texto de la NEM, hay un “…replanteamiento en su estructura, o sea, ya no necesariamente son solo manuales en los que los niños trabajan con una secuencia de actividades, sino con proyectos” (Gallardo, 2023); siendo estos de aula, escolares y comunitarios.

El otro gran cambio es el tema de las fases y los campos formativos, es decir, “…el plan de estudios y los programas ahora no se organizan por una visión fragmentada, no podemos seguir sosteniendo las disciplinas” éstas se vuelven interdisciplinares. (Gallardo, 2023).

En cuanto a la estructura didáctica, los nuevos libros de texto incorporan estrategias y recursos que fomenten la participación y el pensamiento crítico de los estudiantes. Se han incluido actividades prácticas, preguntas reflexivas y propuestas de investigación e indagación centradas en la comunidad. Esto permite que los estudiantes se involucren activamente en su proceso de aprendizaje y desarrollen habilidades de análisis y síntesis.

No obstante, es necesario destacar que los nuevos libros de texto aún tienen margen de mejora en cuanto a la diversidad de estrategias didácticas. Si bien se han incluido algunas actividades prácticas, es importante que se promueva de manera efectiva una variedad de enfoques y metodologías como: el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo colaborativo y el uso de tecnología educativa, también es necesario incluir contenidos científicos y actividades que fortalezcan el aprendizaje, no necesariamente instruccionales. Esto permitiría atender las diferentes formas de aprendizaje de los estudiantes y fomentar su motivación e interés por el conocimiento.

Si bien los nuevos libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana poseen una estructura pedagógica y didáctica más centrada en la comunidad y en la integración disciplinar, aún existen desafíos por superar; como lo mencionan algunos académicos “son perfectibles”.

En ciclos escolares anteriores, se buscaba una rigurosidad para la autorización y distribución de los libros de texto al menos en el nivel de secundaria, a partir de un eje rector aún vigente, el Acuerdo número 18/12/17 publicado en el diario oficial de la federación. En dicho acuerdo en su artículo cuarto y algunas de sus fracciones establece que los libros de textos presentados deberán plantear los contenidos del programa de estudio de una forma lógica, gradual y con el nivel de profundidad requerido por el mismo, además de que estén libres de errores conceptuales, por último, establecía que las actividades planteadas y la información proporcionada sean congruentes con el aprendizaje que se esté tratando y comprensibles para los alumnos de diferentes contextos socioeconómicos y de diversas regiones del país.

Por lo anterior, es necesario que esta nueva familia de libros de texto, sean evaluados con la rigurosidad científica, axiológica, disciplinar, técnica, metodológica, pedagógica, didáctica, iconográfica que establece el artículo 3º constitucional, además de garantizar una secuencia lógica de aprendizaje, una organización clara de los contenidos y una diversidad de estrategias didácticas establecidas en los proyectos. Solo así se podrá brindar una educación de excelencia, que promueva el aprendizaje significativo y el desarrollo integral de los estudiantes y responda a las necesidades de su contexto y la solución de las diversas problemáticas de su comunidad.

Si bien se valora y reconoce el esfuerzo de cientos de maestros que participaron en el diseño, edición y evaluación de los nuevos libros de texto a través de una convocatoria abierta a diversos actores de la educación, lo que no es nuevo, ya en su diseño de los primeros libros en 1960 también se publicó una convocatoria para que se participara; es necesario que a partir de los resultados de la implementación para el ciclo escolar 2023-2024 se analice la pertinencia de los contenidos y proyectos.
Por último, como sabemos el libro de texto es un recurso didáctico que fortalece el aprendizaje y donde “…el docente tiene la capacidad y responsabilidad de mediar entre este recurso y el aprendizaje real del estudiante. También el docente puede, y debería, analizar críticamente el contenido de estos libros, identificando no solo lo que dicen, sino también lo que omiten o lo que insinúan. De esta manera, el maestro se convierte en un agente activo que no solo transmite conocimientos, sino que también construye, cuestiona y reconstruye saberes junto con sus estudiantes”. (Navarro, 2023).

Lo anterior, responde a una necesidad de capacitación, profesionalización y principalmente de actualización docente para la implementación del plan de estudios de la NEM y los Libros de Texto; en este caso se evidenció la inversión de recursos económicos en estos rubros por parte de las autoridades educativas estatales y federales; dejando solo a las sesiones y orientaciones de los Consejos Técnicos Escolares las cuales fueron insuficientes por las múltiples actividades que se reflexionan y analizan para fortalecer el aprendizaje y la organización de la institución. Sin embargo, sabemos del papel primordial que tiene el docente en la implementación y operatividad de ésta y las anteriores reformas educativas, por lo que debemos cuidar y revalorar la función docente, fortalecer su práctica, otorgarles las herramientas y recursos necesarios, incentivarlos para su mejora; por que al cuidar al docente también estamos cuidando a sus estudiantes y por consecuencia garantizando el derecho a la educación.

REFERENCIAS
Acuerdo número 18/12/17 por el que se determinan los Lineamientos a que se sujetará el procedimiento para autorizar el uso de libros de texto destinados a escuelas secundarias del Sistema Educativo Nacional. (2017, 17 de diciembre) Diario Oficial de la Federación, https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5507679&fecha=13/12/2017#gsc.tab=0 (consulta: agosto de 2023).
Arellano, Francisco. (1962). El texto único y la agitación. Los libros de texto gratuitos y las corrientes del pensamiento nacional. Biblioteca del Consejo Nacional Técnico de la Educación. Vol. II, pp. 151.
Diaz- Barriga, Ángel. (2023), Recuperar la pedagogía. El plan de estudios 2022. Del Marco Curricular al Plan de Estudio 2022. Voces, controversias y debates. Revista Perfiles Educativos. Vol. 45, núm. 180, Suplemento 2023, pp. 6-15.
Gallardo, Ana. (2023, 12 de agosto). El nuevo modelo de enseñanza y los libros de texto: tres académicos debaten sobre la polémica educativa. El país, en: https://elpais.com/mexico/2023-08-13/el-nuevo-modelo-de-ensenanza-y-los-libros-de-texto-tres-academicos-debaten-sobre-la-polemica-educativa.html?fbclid=IwAR1OfZBDMHNpwtwjx-9RqSAEn8A1V1TpX2DuiWtGpcINCbM1djpWbP7FREE (consulta: 15 de agosto de 2023).
Meza, Antonio. (1998). XII. Los libros de texto. Un siglo de educación en México. Tomo II, FCE- CONACULTA. pp. 46-58.
Navarro, Manuel. (2023, 13 de agosto). ¿y los docentes en el análisis de los libros? Manuel Alberto Navarro Weckmann.com, en: https://manuelnavarrow.com/2023/08/13/y-los-docentes-en-el-analisis-de-los-libros/?fbclid=IwAR065qNCY8hFNV-zvAARzdN-B067kc2dKoMWR5_-xCoG4h4LyWVzcoSKIgQ (Consulta: 15 de agosto de 2023).
Torres, Jaime. (2005). Texto sobre educación. SEP-CONACULTA. pp. 261-266.

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