Los maestros pueden prevenir el abandono escolar

Sofía Gutiérrez Larios*

Una llamada puede prevenir el abandono escolar. Múltiples alertas se han difundido sobre el riesgo de que miles de niños, niñas y adolescentes no regresen a clases. A pesar de que el peligro existe cada ciclo escolar, hoy el COVID-19 lo acentúa.

Pero volviendo a la primera línea: una llamada puede prevenirlo. Necesariamente de los maestros. Los docentes sabemos qué alumnos se encuentran en la penosa situación, y debido al vínculo personal que hemos desarrollado con ellos, nuestras palabras influyen en sus decisiones. Los alumnos y padres de familia ponderan el juicio del maestro más de lo imaginado, con independencia de su carácter en cátedra: afectuosos o severos, los maestros son generalmente respetados.

El 25 de junio, la SEP estimó que alrededor de 800,000 estudiantes de tercero de secundaria no continuarán su tránsito a la educación media superior. Para los que pasan de sexto de primaria a secundaria la situación es también riesgosa.

El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, exhortó a no tomarlo con indiferencia, y a que todas las autoridades hagan lo posible por impedir el abandono educativo. 

Desde luego, se necesita acción del Gobierno, pero cada docente; primer contacto con los alumnos, tiene bajo su manga la mejor carta. Juguémosla en favor de un México alfabetizado. 

Una llamada podría bastar, pero la inacción, nada logra.

P.D. De lecturas epidémicas: varios libros han incluido tramas de enfermedades y epidemias. Dos premios Nobel de Literatura nos ofrecen opciones. José Saramago con “Ensayo sobre la ceguera”, y Gabriel García Márquez con “Cien años de soledad” y “El amor en tiempos del cólera”. Este último, de acuerdo a periódicos y casas editoriales, ha disparado sus ventas por la pandemia, pero vale la pena descubrir el otro par. 

“Ensayo sobre la ceguera” y “El amor en tiempos del cólera” introducen su trama con el título, pero “Cien años de soledad” es sorpresiva, porque incluye una repentina Peste del Insomnio, que se propaga ocasionando la pérdida del sueño y la memoria. Una deleitable línea dice: “Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”. 

¿Nuestra cuarentena también es eficaz? ¿El trabajo recobrará su ritmo? A través de lecturas, podemos imaginar respuestas a éstas y muchas más interrogantes. No hay mejor momento que esta pandemia para descubrir tales libros.

*Docente de primaria pública en Colima. Licenciada en Educación Primaria por el Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima (ISENCO). sofiglarios@hotmail.com 

 

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