Dra. Gloria Esther Trigos Reynoso
Antecedentes
En una entrega anterior, publicada en este mismo espacio, de fecha 3 de noviembre del 2017, titulada “Etnicidad: inclusión y equidad”, se dio a conocer una primera aproximación al conocimiento de las características de un segmento de la población estudiantil de la Universidad Autónoma de Tamaulipas: alumnos que proceden de una comunidad indígena y/o hablan una lengua indígena.
Los objetivos de ese entonces, se lograron en alguna medida: Identificar a los alumnos que hablan alguna lengua indígena, su procedencia y desempeño académico; conocer cuáles son las variantes lingüísticas presentes en la institución y, visibilizar a esta población estudiantil para contribuir a mejorar la atención brindada durante sus estudios universitarios.
Y, se especifica que se lograron en alguna medida, dado que aún no es posible identificar a todos los alumnos porque no todos están dispuestos a darse a conocer, tampoco conocemos todas las variantes lingüísticas ya que hace casi tres años se habló de la existencia de 14 variantes utilizando el criterio de asociación de acuerdo al lugar de procedencia y, finalmente, se ha logrado avanzar escasamente, en dejar entrever su presencia.
Ellos siguen llegando a nuestra institución lo que implica confianza en la misma. En ese primer estudio se reportaba la existencia de 638, hoy, en el primer semestre del año en curso, se habla de 810. Lo que nos obliga a generar acciones que nos permitan corresponder a esa confianza, máxime por su buen desempeño académico, en general.
Objetivo
En este momento, vemos como importante, y es a lo que se aspira, lograr la confianza de los alumnos con estas características para expresarse y, con ello, permitirnos conocerlos mejor. Con este propósito se ha seguido insistiendo en comunicarnos con ellos, logrando a la fecha respuesta solamente de 170, de un total de 810 que hemos podido identificar, entre egresados, estudiantes inscritos y también, quienes han truncado sus estudios universitarios.
Acciones desarrolladas
En el proceso de búsqueda de información se procuró fomentar la confianza en los alumnos para lograr su colaboración, avanzándose un poco en cuanto a facilitarles el reconocimiento de su lengua materna. Eso motivó a establecer contacto con el Director del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) para darle a conocer esta iniciativa. El Director escuchó con mucho interés el planteamiento presentado y, al constatar que ya contábamos con mucha claridad respecto a este subgrupo estudiantil, propuso emprender acciones conjuntas para atenderlo, como parte de lo que posteriormente podría ser un Convenio de Colaboración Interinstitucional para la Creación de un Centro de Lenguas Indígenas en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, tendiente a mejorar la calidad educativa y la capacitación lingüística e intercultural, al asumirse como Institución de Formación, Evaluación y Certificación de Lenguas Indígenas Nacionales.
En el mes de febrero del año 2019, personal del INALI visitó la UAT, específicamente el Centro Universitario Victoria, con el propósito previamente definido de evaluar a un número de alumnos para brindarles una Constancia de Conocimientos Generales de su Lengua Materna a quienes se hicieran merecedores de ella. En esa ocasión, se logró evaluar a 20 alumnos (15 en forma presencial y 5 por vía telefónica) de los cuales sólo 17 reunieron los requisitos para obtener dicho documento. Quedó pendiente una segunda visita al Centro Universitario Tampico-Madero, con el mismo fin. La idea era, con la guía de ese Instituto, ir formando en la práctica, evaluadores de cada una de las variantes lingüísticas identificadas, para poder ampliar este beneficio. Anhelo que esto se logre en algún momento.
También se estableció comunicación con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para dar a conocer esta actividad y ver la posibilidad de lograr algunos apoyos, de acuerdo a los programas que tuviera. Se nos informó que ofrecían unas becas cuyo único requisito es la comprobación de pertenecer a una comunidad originaria. Enviaron el enlace de la Convocatoria respectiva, la cual se difundió entre los interesados. Algunos alumnos lo intentaron, pero al parecer no se obtuvieron asignaciones. Se les envió la relación de alumnos con los datos requeridos, pero por alguna razón ya no hubo respuesta. Esperamos restablecer la comunicación con ese organismo.
Por otra parte, debido a que uno de los requisitos de egreso de licenciatura lo constituye el dominio del inglés como segundo idioma, se consideró conveniente enviar a la instancia correspondiente, una propuesta de incorporación al Reglamento de Alumnos, consistente en que a este segmento estudiantil le sea considerado el español como segunda lengua, en virtud de que ya dominan una primera lengua que es la materna, hecho que sería avalado con la respectiva Constancia emitida por el INALI.
De ser considerada esta iniciativa, el beneficio inmediato sería, amén del incremento en el número de titulados, la reducción del tiempo entre el egreso y la titulación.
Esta disposición no los limitaría en el caso de que sea es de su interés, estudiar uno o varios idiomas, y sí les facilitaría egresar de la licenciatura. Cabe agregar que esta medida incluso, puede ser opcional dado que uno de los 810 alumnos egresó con muy buen promedio, de la Licenciatura en Idioma Inglés y es probable que otros puedan interesarse por cursar este tipo de carreras.
Asimismo, tratando de buscar apoyos federales o estatales para poder realizar otro tipo de acciones para acercarnos más al conocimiento de este subgrupo, se revisó alguna Convocatoria que entre los requisitos para poder participar en ella, establecía que la Institución interesada hubiera registrado en el formato estadístico 911 la existencia de estos alumnos. Al preguntar en la instancia correspondiente acerca de su registro, contestaron que hasta ese momento, no se había informado al respecto. Se solicitó que se incluyeran, puesto que ellos forman parte de la población estudiantil. De esta forma, a partir del año 2019, se empezó a dar cuenta de su existencia. Esperamos que en un futuro cercano se pueda tener acceso a fondos federales para desarrollar algunas acciones en su beneficio.
Metodología
En esta entrega se dan a conocer algunos datos brindados por este grupo, a través de su respuesta a correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes de WhatssApp, contacto a través de terceros, así como algunos casos incluidos por extensión, esto es, cuando se identifica que un alumno que dijo hablar alguna lengua indígena específica, tiene uno o varios hermanos estudiando en la Universidad, pero que no habían brindado esa información.
Los datos obtenidos fueron registrados en Excel y analizados con el paquete estadístico SPSS 19.
La fuente de información considerada como punto de partida para este trabajo, es el Sistema Institucional de Información Académica y Administrativa (SIIAA) de la propia Universidad. Sin embargo, al no ser suficiente por el alcance que se le pretende dar a este estudio, se tuvo que recurrir a los medios antes señalados para enriquecer los datos de manera cualitativa.
Es así que se enviaron más de 1000 correos, ya que algunos alumnos registran hasta dos correos distintos, que en muchas ocasiones son rechazados debido a que las cuentas ya no están vigentes o el buzón está lleno. Y, un buen número de los que se envían sin problema aparente, simplemente no tenemos respuesta. Esto refiere una gran falta de actualización de datos personales, y tal vez, temor a participar.
Se ha recurrido a solicitar el apoyo de los que sí contestan, para identificar a más alumnos; algunos dicen que sí lo harán, pero no envían información, otros dicen que no conocen a nadie con esas características. Es probable que así sea.
En cualquiera de los escenarios, se complica contar con información más amplia y a la vez, confiable.
Algunos resultados
Como ya se mencionó, la población en estudio son 170 alumnos de los cuales 86 son mujeres y 84 son hombres;
Se encuentran distribuidos 15 en la zona norte, 50 en la zona centro y 105 en la zona sur de la UAT.
161 se trasladaron de su lugar de origen para realizar sus estudios universitarios y 9 no lo hicieron. La situación de traslado, para la gran mayoría constituye un factor adverso a superar. Conocer esta característica, brinda la oportunidad de identificar, desarrollar y ofertar algunos cursos a distancia, para reducir el tiempo que deberán permanecer fuera de sus hogares.
El grupo de edad predominante al momento de ingresar a la UAT, es el que corresponde al de 18 y 24 años con una presencia del 92.4%.
Las carreras que más eligen son las de Licenciado en Enfermería, Contador Público, Licenciado en Derecho, Médico Veterinario Zootecnista seguidas de Arquitecto e Ingeniero Civil.
Las variantes lingüísticas presentes son, en orden descendente, Náhuatl, Huasteco (Tének), Totonaco, Zapoteco, Tepehua, Otomí, Mixe, Tsotsil y Zoque. Estos datos revelan la confirmación de siete de las catorce señaladas anteriormente y la existencia de dos más, no consideradas en ese entonces.
También se pudo confirmar lo que se percibía en cuanto a que no todos los hablantes de lengua indígena, proceden de comunidades indígenas, tal es el caso de un alumno tamaulipeco que por cuestiones familiares debió realizar una estancia en una comunidad ubicada en la Sierra de Chiapas y, para poder realizarla adecuadamente, se vio en la necesidad de aprender la lengua Tsotsil.
Los alumnos son originarios de los estados de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca, Distrito Federal, Baja California Sur, Chiapas, Guerrero y México.
El tiempo de permanencia en la Universidad, oscila entre uno y diez años.
63 son egresados (49 de manera oportuna y 15 con rezago), 92 se encuentran estudiando y, 15 han abandonado sus estudios (13 baja voluntaria y 2 baja por sistema). En otros espacios se ha señalado que la baja voluntaria está asociada a cuestiones económicas y la baja por sistema, a cuestiones académicas y/o administrativas.
A continuación se presenta el promedio obtenido de acuerdo al tipo de variante lingüística, observándose que los que dominan el tsotsil, el zapoteco y el zoque, tuvieron promedios superiores a 8 y el resto tiene presencia en alguno de los promedios menores agrupados.
En la siguiente tabla se puede apreciar la relación entre egreso y titulación por variante lingüística, nivel de estudios y promedio general. Se observa claramente que no ha habido egreso con promedios menores a 7.50.
Por otra parte, 100 alumnos estudiaron el nivel educativo inmediato anterior en una institución pública de carácter general, 48 en una técnica, 18 en una privada y del resto no se encontraron datos.
En cuanto al estado civil, 126 alumnos no lo registraron, encontrándose que 40 dijeron ser solteros, 2 casados y dos más, vivir en unión libre.
Hallazgos
En la sinuosidad que presenta el camino de la recopilación de datos, se van identificando situaciones que con su aparición, algunas veces fortuita, fortalecen el ánimo para continuar en la tarea. Me refiero concretamente a la identificación de dos alumnas que aunque sólo realizaron sus estudios de posgrado (Maestría y Doctorado) en la UAT, procedentes ambas de diversos Institutos Tecnológicos, son ejemplo de claridad en sus metas y de perseverancia hasta su logro. Una de ellas actualmente es miembro del sistema nacional de investigadores nivel I (S.N.I I) y la otra, seguramente también va a incursionar en ese ámbito, dado que su producción académica así lo sugiere.
Éste, tiene similitud con otros hallazgos obtenidos del análisis de diferentes programas becarios federales, donde se señala como relevante el dar a conocer casos de éxito profesional, que sin carecer de contratiempos y vicisitudes diversas, han logrado superarse de manera permanente. (Cfr. “Identificando casos de éxito de programas becarios federales”. 27 de mayo, 2017. Educación Futura).
De la misma manera, es motivo de gran satisfacción que dos alumnas lograron, por su buen promedio, una beca de movilidad académica por lo que realizaron una estancia de un semestre de duración, en España. Ambas alumnas recientemente habían sido evaluadas por el INALI, obteniendo notas muy halagüeñas.
Recomendaciones
Derivadas de la información presentada, nos resta realizar algunas recomendaciones para incentivar la tarea de análisis académico y con ello, la investigación educativa y la producción académica, cuyo mayor impacto se observará en la reflexión y mejora permanente del proceso de enseñanza – aprendizaje, para contribuir a la formación de mejor recurso humano a partir de sus necesidades, características y cosmovisiones específicas.
- Realizar un Censo de la población estudiantil para identificar la diversidad existente en ella, para su mejor atención.
- Generar alianzas o trabajos interinstitucionales, para fortalecer los programas de atención específicos para cada subgrupo identificado.
- Definir estrategias para que los alumnos registren sus datos de manera correcta y completa, en el Sistema Institucional de Información Académica y Administrativa (SIIAA).
- Actualización periódica de los datos personales.
- Uso obligatorio del correo institucional para facilitar la comunicación con los alumnos y docentes.
- Identificar a los egresados que desean realizar estudios de posgrado para promover y gestionar la asignación de becas de los organismos federales o estatales que ofrecen estos apoyos.
- Conocer las causas de rezago, para entender este hecho. Dos casos en los que hubo la oportunidad de conocer la causa real, nos invita a contemplar la conveniencia de explorar esta vertiente, ya que no todos se pueden explicar por bajo desempeño académico. No todo tiene que ver con reprobación.
- Generar una línea de investigación sobre este tema.
Algunas reflexiones
Las respuestas más recurrentes dadas a la pregunta relacionada con alguna o algunas dificultades que hayan tenido durante su trayectoria estudiantil, fueron: problemas económicos, discriminación, burlas de algunos compañeros. Ello pone de manifiesto la necesidad de fomentar una cultura de respeto a la diversidad e interculturalidad.
Resulta por demás edificante, por un lado, imaginar el deseo de superación de los alumnos que fueron los primeros de su familia en trasladarse a otro estado para realizar estudios profesionales y, por otro, el papel que jugaron como soporte o respaldo para que sus hermanos menores y en un caso mayor, pudieran estudiar. Es loable percibir esa voluntad férrea para proseguir a pesar de las condiciones adversas y, aunque esto no es una condición exclusiva de este subgrupo, llama la atención por su doble y hasta triple tipo de vulnerabilidad: económica, ser hablante de una lengua materna y, en algunos casos, tener algún tipo de discapacidad.
A manera de cierre de este escrito, conviene insistir en la necesidad de fomentar una cultura de la diversidad en la que se incluyen los diferentes tipos de grupos de alumnos que coexisten en una población estudiantil y reiterar que no todos tienen las mismas necesidades y tampoco requieren las mismas soluciones.
Cada vez es más necesario, favorecer la sistematización de la información y la existencia de series históricas de información cuantitativa para facilitar su usabilidad en el análisis de temas inherentes al comportamiento académico de los alumnos de la UAT, y por ende, temas de desarrollo educativo, al contar con bases de datos altamente confiables y consistentes que serían la plataforma para la realización de investigaciones cualitativas. Esto es, cada vez es más necesario, trabajar bajo las directrices de la inteligencia institucional, de la analítica académica.
Finalmente, no cabe duda que cada persona o grupo de personas con alguna similitud, encierra en sí misma un tesoro inagotable de conocimiento y experiencias de vida. Los resultados presentados, hablan en ese sentido. Y, si a partir de esta gratificante experiencia debo describir al grupo que nos ocupa, tendría que hacer referencia a varias virtudes: tenacidad, paciencia, orgullo, docilidad, templanza, metas y propósitos claros, sed de superación…
La adversidad que en algún momento han tenido que enfrentar los ha fortalecido. Quizá, sin saberlo, son ejemplo inequívoco de resiliencia. ¡Enhorabuena!
Dra. Gloria Esther Trigos Reynoso
Dirección de Información Académica y Administrativa
Universidad Autónoma de Tamaulipas
Posdata: Agradezco a la Lic. Dulce Maleny García Lara, su amable disposición para apoyar en la depuración, complementación y revisión de datos.