De acuerdo con expertos laborales, son tres los principales factores que “presionan” los salarios de los profesionistas para que éstos no se incrementen como se esperaría:falta de generación de empleos formales, más profesionistas en carreras saturadas, y escasa capacitación, habilidades técnicas o incluso el dominio de un idioma.
Son 61 carreras profesionales que contabiliza el Observatorio para medir la evolución de los salarios profesionales; sin embargo, sólo las relacionadas con los sectores de servicios de transporte, minería y extracción, reportaron aumentos significativos en sus salarios y lograron superar los 20 mil pesos mensuales.
Los empleos en las carreras vinculadas al sector de servicios de transporte duplicaron el ingreso de los profesionistas ocupados, ya que en 2012 tenían un salario de 13 mil 997 pesos mensuales y al cierre de 2013 su sueldo se ubicó en 28 mil 723 pesos mensuales.
Los programas de estudio que confluyen en los sectores de servicios de transporte, la carrera mejor pagada, son ingenierías en sistemas de transporte, pilotos navales, aviadores y maquinistas.
En tanto, las vinculadas al sector de minería y extracción reportaron un incremento de 27 por ciento en el ingreso, al pasar de 16 mil 941 a 21 mil 568 pesos mensuales. Estos grupos de ocupación se ubican en los primeros dos lugares del Top 10 de carreras mejor pagadas.
Ernesto García, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), explicó que se trata de sectores que requieren que sus profesionistas posean ciertas habilidades técnicas y de capacitación, así como conocimientos técnicos de computación o programación. “Son carreras buscadas por empresas o industrias en crecimiento, que no están encontrándose con un número alto de egresados, lo que significa que hay una mayor demanda que explica que los salarios sean mas altos”.
En contraste, el sueldo de 23 carreras profesionales aumentó ligeramente y no pudieron superar los 16 mil pesos mensuales.
En este grupo se encuentran carreras como finanzas, contabilidad y fiscalización, electricidad y generación de energía, medicina, mercadotecnia y publicidad, tecnologías de la información y de protección del ambiente.
Mientras que en el resto de las carreras profesionales el salario disminuyó.
Las carreras que más redujeron el sueldo (hasta 5 mil pesos menos de 2012 a 2013) fueron filosofía y letras, al pasar de 20 mil 544 a 15 mil pesos; economía, que redujo el sueldo de 14 mil 820 a 11 mil 700 pesos; historia, que pasó de 13 mil 790 a 9 mil 280 pesos; e ingeniería química, al pasar de 13 mil 300 a 11 mil 694 pesos.
Otras carreras como derecho, electrónica, automatización, enfermería, ingeniería mecánica, metalúrgica y psicología, redujeron ligeramente su nivel salarial, pues en promedio estas carreras tenían en 2012 un salario de 10 mil 745 y en 2013 reportaron 10 mil 94 pesos mensuales.
Las razones
García explicó que en la medida en que no haya más oferta de trabajo para los jóvenes egresados, habrá más candidatos para la misma plaza. “Entonces la empresa no tiene ninguna presión para ofrecer un sueldo mayor”, expresó.
Dijo que los salarios se determinan por la oferta y demanda del mercado laboral, en el que las empresas tienen “plena” libertad de ofrecer los salarios que convengan a sus planes de expansión, por lo que si un profesionista no acepta el sueldo ofrecido en determinado puesto, “habrá hasta 20 personas disponibles para la misma plaza”.
La incorporación de más profesionistas de carreras saturadas al mercado laboral, “presiona” los salarios profesionales, señaló Jaime Rogerio, subdirector de Servicios de vinculación de la STPS, al agregar que las carreras con menor nivel salarial se relacionan también con el tamaño de su matrícula y una mayor probabilidad de desempleo.
Al cuarto trimestre de 2013, alrededor de 3 millones de personas o 40.5 por ciento de los profesionistas, eran de áreas económico-administrativas y ciencias sociales, cuyo salario promedio mensual fue 10 mil 570 y 9 mil 683 pesos mensuales, respectivamente.
“En la medida en que se sigan incorporando al mercado laboral profesionistas de carreras saturadas, no ayudará a que aumenten los salarios; y se contribuye a que se mantengan los salarios en los niveles actuales”, expuso Rogerio.
La falta de capacitación y habilidades y no contar con un idioma adicional, son factores que también influyen en el salario que recibe un profesionista y que lo hacen más o menos competitivo y productivo para las empresas.
Eduardo Rodríguez-Oreggia, investigador de la EGAP del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, apuntó que hay un desajuste entre la demanda de trabajo y lo que los trabajadores ofrecen en cuanto a habilidades. Agregó que en el mercado laboral mexicano no necesariamente contar con más educación hará al profesionista más productivo.
“La productividad en México es casi nula, entonces tenemos un severo problema de productividad laboral que no se ha focalizado de forma efectiva en las políticas públicas; todo esto no contempla como mejorar el match entre ocupaciones y habilidades de cada individuo”.
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