Siete aspectos que debes conocer sobre el nuevo reglamento del IPN

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Luego de que el pasado miércoles, 24 de septiembre, el Consejo General Consultivo del Instituto Politécnico Nacional aprobara el nuevo Reglamento Interno de la institución –que sustituirá al reglamento vigente desde 1998–, miles de alumnos, egresados, docentes y personal no docente de esta casa de estudios manifestaron su inconformidad con esta reforma estatutaria, al considerar que dicha modificación representa “toda una política de reestructuración global del IPN, que atenta contra su proyecto fundacional”, además de que, denunciaron, careció de un proceso de consulta “amplia, informada, discutida y participativa”.

Tal inconformidad generó que, un día después de anunciada la aprobación de la reforma, la comunidad politécnica marchara mutitudinariamente en la Ciudad de México para demandar su abrogación,protesta que, a su vez, llevó a la directora del Politécnico, Yoloxóchitl Bustamante, a aclarar que aún cuando ya fue aprobado, el nuevo reglamento todavía no cobra vigencia al no haber sido publicado aún en la Gaceta Politécnica, y defendió la medida, garantizando que “el IPN es y seguirá siendo una institución educativa pública, del Estado mexicano, comprometida con el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos”.

Este 26 de septiembre, los estudiantes del Politécnicno marchan otra vez desde las primeras horas de la mañana; bloquean avenida de los Maestros, Constituyentes y Taxqueña, así como las vocacionales 11, 4 y 13.

Así, ante la polémica suscitada por dicha reforma, y ante la falta de información precisa sobre los cambios aplicados al Reglamento Interno, aquí te presentamos un resumen de dichas modificaciones, elaborada a partir de la comparación del antiguo y el nuevo ordenamiento:

Filosofía social vs filosofía productiva

Aunque la dirección general del IPN aseguró ayer en un comunicado que el objetivo de esta casa de estudios seguirá siendo “el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos”, este valor, explicitado en el reglamento de 1998, fue eliminado del nuevo reglamento aprobado. En su anterior versión, dicha norma establecía que las investigaciones científicas y tecnológicas del Politécnico deben contribuir “a mejorar la calidad de vida de la población, y a la conservación y uso sustentable de los recursos naturales de la Nación”, aspecto que fue sustituido por uno nuevo, ya que ahora se establece como meta de las investigaciones del Poli el contribuir “a la solución de problemas en áreas estratégicas, prioritarias, y otras de interés general”, además de que se marca como obligación del personal docente el “coadyuvar en el fortalecimiento de la innovación y la competitividad empresarial”. Las acciones de vinculación, asimismo, ahora estarán orientadas a “fomentar la cultura emprendedora, la incubación de empresas, el incremento de la productividad y la competitividad”.

Asimismo, entre las funciones del IPN establecidas por el reglamento de 1998 sólo se contemplaba la “docencia, la investigación científica y tecnológica y la difusión de la cultura”, pero el nuevo reglamento añade una nueva función, que es promover “la generación de vínculos con los sectores productivo y social”.

Otros dos valores provenientes del discurso nacionalista con el que fue creado el IPN, pero que fueron eliminados de su nuevo reglamento, son aquellos que veían el servicio social como una forma de “retribuir a la sociedad los beneficios de los servicios educativos recibidos”, así como un medio para “desarrollar en los alumnos y egresados un elevado sentimiento de solidaridad social”. Ambos conceptos fueron sustituidos por un nuevo valor: que el servicio social debe ser realizado “en beneficio del Estado y de la sociedad”.

Por último, destaca también la modificación aplicada al objetivo expreso del IPN de contribuir a “alcanzar el progreso social de la Nación”, ya que en el nuevo reglamento dicho progreso social se da ya por alcanzado, y la nueva meta del Politécnico ahora es sólo “fortalecerlo”.

¿Quién diseña los planes de estudio?

Otra de las modificaciones al reglamento interno del IPN que generaron amplias críticas fueron aquellas relativas a los planes de estudio, y es que la reforma aprobada elimina el mecanismo mediante el cual cualquier modificación a dichos programas de enseñanza debía ser puesta a consideración del Consejo General Consultivo, así como con los Consejos Técnicos Escolares. Así, el nuevo reglamento deja la modificación a los planes de estudio a criterio únicamente de los directivos –ya sin la participación de los representantes del sector escolar y académico–.

El nuevo reglamento, además, suprime la larga lista de características que debían cumplir los planes de estudios, y que garantizaban su efectiva aplicación, tales como la descripción ordenada de los objetivos y contenidos de la asignatura, los métodos y medios didácticos requeridos, el tiempo de dedicación de cada unidad, así como su relación con otras disciplinas, bibliografía, prácticas y visitas escolares, técnicas y profesionales y los procedimientos de evaluación.

De hecho, aún cuando el antiguo reglamento depositaba en los Consejos Técnicos Consultivos Escolares la facultad de “conocer y acordar” sobre “el programa de mediano plazo del director de la escuela”, así como “las propuestas de creación, modificación o supresión de programas académicos, planes y programas de estudio”, el nuevo reglamento sólo les concede “conocer y opinar” sobre dichos rubros.

Y aunque no tiene que ver con los planes de estudio, destaca que el nuevo reglamento suprimió también la obligación de las autoridades de “fortalecer la red de bibliotecas y el acervo documental, magnético y audiovisual (del IPN) el cual deberá mantenerse permanentemente actualizado”.

Derechos y obligaciones del alumnado

Otro punto del reglamento cuya reforma fue ampliamente criticada por los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional fue aquella relacionada con la expulsión de aquellos que se retrasen en sus estudios, ya que la nueva norma establece que “causará baja del programa académico” aquel alumno que adeude más de dos materias durante más de dos periodos escolares anteriores al que curse. Esta situación, sin embargo, ya estaba incluida en el reglamento de 1998, el cual establecía como obligación de los alumnos mantener su condición de “regular”, para lo cual era requisito imprescindible el no adeudar más de dos materias por más de dos periodos lectivos.

Por el contrario, un derecho que sí perdieron los estudiantes fue el de poder cambiar de carrera, una vez, durante sus estudios, ya que esta posibilidad no se menciona ya en el nuevo reglamento.

Asimismo, del nuevo reglamento fue borrado el derecho a “obtener del Instituto el reconocimiento de sus organizaciones y asociaciones cuando éstas persigan fines académicos”.

Además, la reforma aprobada suprime también el derecho de los egresados del IPN a ser considerados como parte de la “comunidad académica”, la cual, desde ahora, sólo será integrada por “alumnos, personal académico, personal no docente y personal directivo”.

Por último, el nuevo reglamento elimina el derecho expreso de los alumnos a “recibir el número de clases previstas para cada asignatura, señaladas en los planes y programas de estudios”, aunque con la reforma sí se añadió a sus obligaciones la de “cumplir con las sesiones y actividades establecidas en el programa de estudios”.

Evaluación obligatoria de docentes

Debido a que el reglamento de 1998 establecía un sistema de evaluación de la calidad educativa que sólo medía dicho parámetro a nivel “institucional”, sin entrar a la examinación particular de los catedráticos, el nuevo reglamento ahora establece explícitamente que el personal académico deberá ser sometido a un proceso permanente de “evaluación”, la cual se deberá desarrollar con base en “perfiles, parámetros, indicadores e instrumentos que permitan medir su calidad”.

De hecho, el nuevo reglamento establece que a partir de ahora el sistema de reconocimientos, becas y estímulos para académicos del IPN se basará “en la evaluación del desempeño” de los catedráticos, y señala también que los nuevos académicos deberán ser contratados con base en un “concurso de oposición”.

Nuevas prohibiciones

Con la reforma al Reglamento Interno del IPN quedaron incluidas a este ordenamiento algunasprohibiciones a acciones específicas de la comunidad académica como el hackeo cibernético, la toma de instalaciones y el consumo de tabaco.

En materia de hackeo, la norma ahora incluye la obligación de “abtenerse de realizar actividades que dañen o degraden los servicios informáticos institucionales y cualquier medio que los soporte, como es la infraestructura de cómputo y comunicaciones”, “violar o intentar vulnerar los mecanismos de confidencialidad y autenticación de archivos”, “suplantar la identidad electrónica de personas o activos de tecnologías de la información y la comunicación”, así como “no incurrir en alguna conducta sancionada por la normatividad en materia de tecnologías de la información y la comunicación”. Esta prohibición deberá ser acatada lo mismo por alumnos, que por docentes, personal no docente y directivos.

Todos ellos, además, deberán abstenerse de “impedir el ejercicio de actividades a los miembros de la comunidad politécnica o el uso de sus instalaciones, así como influir indebidamente en la toma de decisiones”. Además, señala que “se considerará grave aquella conducta que afecte la prestación de los servicios que el Instituto tiene a su cargo”, y se les considera ahora causales de responsabilidad.

De hecho, se establece que “el alumno que provoque alguna afectación al patrimonio de Instituto, estará obligado a reparar el daño”.

Por otra parte, también queda prohibido a los docentes “realizar cobros indebidos adicionales a sus remuneraciones”, y a los alumnos se les advierte de no “intentar influir en el profesor, alumnos, personal del Instituto o alguna otra persona, con el objeto de acreditar indebidamente cualquier unidad de aprendizaje o conseguir la modificación de la calificación obtenida”.

Derechos humanos

Entre las reformas aplicadas en el nuevo reglamento del IPN destaca que, por primera vez, se plantea la obligación de esta institución educativa de promover “la perspectiva de género, la sustentabilidad ambiental, el respeto a los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y la no discriminación”.

Además, se subraya que es derecho de los alumnos recibir educación “evitándose cualquier forma de discriminación”, y se incluye como obligación de toda la comunidad académica el abstenerse de realizar o participar “en cualquier acto o forma de violencia, discriminación o falta de respeto en contra de las personas que se encuentren en las instalaciones del Instituto”.

Asimismo, los alumnos cuentan ahora con el derecho expreso de “recibir asistencia y atención en caso de considerarse objeto de algún acto de violencia por parte de cualquier otro miembro de la comunidad politécnica”.

Epílogo: nuevos símbolos

El antiguo reglamento del IPN establecía también que son símbolos de esta casa de estudios su escudo, lema e himno institucional, a los cuales ahora se suman el “huelum y la figura representativa de la mascota”.

A continuación, te presentamos de forma íntegra tanto el reglamento de 1998, como el reglamento aprobado el pasado miércoles.

Reglamento 1998

Reglamento Interno by http://www.animalpolitico.com

Publicado en Animal político

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