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  • Re-imaginando México: Talentum- Universidad segunda generación

    Re-imaginando México: Talentum- Universidad segunda generación

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    Para existir, cualquier agrupación, sea un equipo de futbol, una empresa, o un país, requiere una historia que la cohesione y la vuelva identificable. Esas historias son constitutivas e indispensables y suelen involucrar una multitud de símbolos, de pequeñas y grandes historias, así como de personajes y momentos emblemáticos.

    Hay narrativas mejores y peores para sustentar y potenciar a una colectividad. Uno de los relatos nacionales más efectivos en el mundo es el del sueño americano que de tanta utilidad le ha sido a los Estados Unidos. Otro, muy poderoso también, es el francés centrado en el trinomio igualdad, libertad, fraternidad, y en los valores y referentes republicanos.

    La fuerza de un relato identitario tiene que ver con su verosimilitud, tracción emocional, inclusividad, y con qué tanto es compartido por los integrantes del grupo. Cuando una de esas falla, la narrativa deja de ofrecerles a los integrantes del grupo un sustrato y un norte para identificarse y hacer posible el crecimiento de este.

    Conviene apuntar que, por más fuertes que sean, no todos los relatos nacionales son igualmente posibilitadores para el conjunto de los miembros de la agrupación o similares en facilitar o impedir relaciones de cooperación con otras agrupaciones. Por ejemplo, los cuentos identitarios de Hitler, de Mussolini o de Stalin, si bien muy potentes, fueron relatos tremendamente excluyentes en lo interno y enormemente costosos y disruptivos internacionalmente.

    Dado que ninguna colectividad nacional puede prescindir de alguna narrativa identitaria, la pregunta para cualquier país es qué tanto el relato nacional dominante resulta útil para hacer viable la supervivencia de esa colectividad, para apuntalar su crecimiento, y para promover el la participación activa de la mayoría de sus integrantes en los trabajos y empeños del conjunto.

    En el caso mexicano, los datos disponibles indican que el sentimiento nacional sigue siendo muy fuerte. Así, lo sugiere, por ejemplo, el altísimo porcentaje (uno de los mayores del mundo) de connacionales que valoran y están orgullosos de ser mexicanos, según la Encuesta Mundial de Valores. Ese nacionalismo a prueba de balas, muertos, injusticias y exclusiones sin fin, contribuye a explicar el que, a pesar de fracturas y violencia crecientes, México siga siendo un país más o menos unido, estable y gobernable.

    La narrativa nacional construida por artistas, intelectuales y políticos mexicanos al final de la revolución mexicana le ofreció al país una plataforma de despegue y crecimiento central por muchas décadas. Ese relato sigue permeando y consiguiendo mantenernos como colectividad distinta a otras, a pesar de sus flagrantes contradicciones (glorificación del pasado indígena y olvido completo de los indígenas vivos) y sus numerosas áreas de desgaste (colores y folklores, cada vez más de plástico). El cuento que nos contamos y le contamos al mundo sobre de qué va México, sin embargo, ha ido perdiendo capacidad para inspirar y hacer posible la construcción de una colectividad capaz de convocarnos y beneficiarnos a todos. Hoy y desde hace tiempo, ese relato sirve ya sólo o sobre todo, para que unos cuantos lucren con la administración operativa de esa cosa llamada “México”, a costillas de las mayorías sin derechos y sin voz.

    Este 2016, Talentum-Universidad, programa de la unidad de educación del CIDE, hecho posible gracias a la SEP y Santander-Universidades, tuvo como tema: Re-imaginando México. Los 30 alumnos y 30 alumnas universitarios provenientes de 27 entidades federativas, de instituciones tanto públicas como privadas, y seleccionados a nivel nacional a través de un proceso muy riguroso y competitivo, tuvieron una agenda intensa de actividades. Conferencias, cursos y talleres, primero, en el CIDE. Luego, la semana pasada, en la ciudad de Pittsburgh en los Estados Unidos, gracias al entusiasmo y generosidad del World Affairs Council de Pittsburgh, del gobierno de esa ciudad, de la University of Pittsburgh y la Carnegie-Mellon University (el Heinz College de esta última ofreció a los egresados de Talentum becas de 50% de la colegiatura para sus maestrías).

    Hoy en la clausura en el Museo Memoria y Tolerancia de la ciudad de México, se presentarán y premiarán a los finalistas del trabajo en equipo y a distancia que desarrollaron desde sus lugares de residencia estos universitarios mexicanos talentosos y comprometidos con un país más potente e incluyente. Su reto consistió en imaginar y describir el México del 2050.

    60 o 120 jóvenes son, por sí solos, pocos para re-imaginar y re-armar México. El sueño de Talentum es que su unión haga la fuerza y ayude a inspirar y a contagiar a otros para que, entre todos y en los hechos, podamos construir una casa nacional más justa y más grande para todos.

  • Concluye PIPE segunda generación del programa Talentum-Universidad

    Concluye PIPE segunda generación del programa Talentum-Universidad

    13731640_1054975697928179_2879520964907377064_n

    Este miércoles, el Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas (PIPE), del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), presentó a la segunda generación de jóvenes graduados del programa Talentum Universidad, una iniciativa que brinda una alta formación académica y de liderazgo a 60 jóvenes universitarios de todo el país.

    Durante la ceremonia de cierre, Blanca Heredia, coordinadora del programa y Salvador Jara, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, coincidieron que el impulso a los jóvenes talento es fundamental para mejorar las condiciones que imperan en el país.

    Con este programa, señalan, se busca “desanudar las anclas del origen no elegido y ensancharle horizontes a jóvenes mexicanos talentosos.”

    Al arranque de esta segunda convocatoria, Sergio López Ayllón, Director General del CIDE, aseguró que el talento que no se cultiva, no sirve, de ahí la importancia de Talentum.

    Afirmó que están emprendiendo una aventura intelectual y humana que va a transformar su vida; y que al mismo tiempo, los transformará en los lideres que requiere el país.

    Del 10 al 16 de julio los alumnos de  Talentum-Universidad hicieron un viaje de estudio a  universidades de Pittsburgh y Carnegie Mellon en Estados Unidos, donde participaron en conferencias, dinámicas y visitas a empresas enfocadas en tecnología e innovación.

    . Durante la visita se firmó un convenio con el Heinz College de la Universidad Carnegie Mellon que ofrece becas de colegiatura para estudiar posgrados en esa importante escuela de políticas públicas a los egresados de Talentum-Universidad.

    A su regreso a la Ciudad de México, los alumnos realizaron prácticas profesionales sombra con líderes de primer nivel en empresas, gobierno y organizaciones de la sociedad civil. Entre otras: ATT México, Senado de la República, la Unidad de Gobierno Digital del SFP, Infotec, CONACYT, INEE y HP México.

  • Talentum: un programa para la esperanza

    Talentum: un programa para la esperanza

    talentum_participantesEl capital humano es el recurso más importante de una nación. México tiene aún una población relativamente joven que tiene el potencial de reconstruir el entramado social y reparar nuestros problemas ancestrales: desigualdad, injusticia, impunidad. Pero no estamos haciendo lo suficiente para dar un buen cauce a nuestros estudiantes. Sistemáticamente los resultados de las pruebas internacionales de desempeño académico —principalmente PISA— muestran que tenemos el nivel más bajo de desempeño en lectura, matemáticas y ciencias, aún comparado con otros países con niveles de ingreso similares e incluso menores.

    El problema adquiere matices insospechados cuando se le mira desde otros ángulos. Una de estas dimensiones tiene que ver con el talento, es decir con la inteligencia o aptitud excepcional que tienen algunos estudiantes y que se distribuye de manera más o menos uniforme entre la población. Conforme a estándares internacionales, un país con las características de México debería tener entre 5.1 y 8.6% de sus estudiantes en los niveles superiores (5 y 6) de la prueba PISA. Los resultados muestran que sólo el 0.6% de los estudiantes mexicanos se ubicaron en esos niveles (véase pipe.cide.edu/talento-en-mexico)

    El problema es más grave si consideramos que no existe un programa nacional que sistemáticamente identifique y dé atención especial a esos alumnos. Esto es crucial porque si bien el talento es una condición dada, de nada sirve si no se cultiva y desarrolla. Dicho de otro modo, no sólo tenemos una brecha de talento, sino que también lo desperdiciamos alegremente. Es como tener una mina de oro y dejar que el agua se lo lleve; y esto no es sólo metáfora pues existe evidencia de que el uso del talento puede tener una incidencia significativa en el crecimiento del país.

    El programa interdisciplinario sobre políticas y prácticas educativas del CIDE diseñó Talentum, un programa piloto que, con el apoyo de la SEP y el Conacyt, ha logrado en pocos meses resultados alentadores. En sus diferentes componentes (bachillerato, universidad, mujeres) el proyecto ha logrado identificar muchos estudiantes con talento.

    IDHace unos días concluyó el ejercicio de la primera generación Talentum universitario. A la convocatoria abierta respondieron cerca de 13 mil estudiantes, de los cuales se seleccionaron 60 tras un cuidadoso proceso de selección. Estos jóvenes provienen de 20 estados, de escuelas públicas y privadas, mitad hombres y mitad mujeres, y con un amplio abanico de carreras que va de las ingenierías a las letras. Un dato relevante es que el 26% provienen de hogares con ingresos menores a los 10 mil pesos mensuales y 31% son los primeros en sus familias en acceder a educación universitaria.

    Durante varias semanas los participantes tuvieron un conjunto de actividades diseñadas expresamente para facilitar el desarrollo de habilidades, tanto cognitivas como no cognitivas, que incluyeron, por ejemplo, una competencia para resolver retos sociales en equipos interdisciplinarios. Al cierre de la etapa las y los jóvenes crecieron, desarrollaron vínculos y fortalecieron su sentido de responsabilidad personal y social. Son líderes potenciales que mostraron que invertir en ellos suma y fortalece a todos.

    El reto ahora es cómo escalar este ejercicio a nivel nacional y convertirlo en una política pública del Estado mexicano. Ciertamente hay dificultades logísticas y financieras, pero si la política es el arte de modificar el curso de la historia, aquí hay una oportunidad de realmente hacerlo. Resulta difícil transmitir la emoción de ver 60 rostros llenos de vida y potencial. Quiero imaginar que un día podemos llenar el Auditorio Nacional con nuestros talentos y cambiar este país.

     

    Director del CIDE

  • Sistema educativo aún no logra identificar a jóvenes talento: Tuirán

    Sistema educativo aún no logra identificar a jóvenes talento: Tuirán

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    El Subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán, señaló que en nuestro país hay muchos jóvenes con talento y que cuentan con muchas habilidades, sin embargo reconoció que, desafortunadamente, nuestro actual sistema no es capaz de identificarlos adecuadamente para brindarles el apoyo necesario.

    Durante la clausura del programa Talentum Universidad,una iniciativa del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el funcionario recalcó que para lograr esto, es necesario mantener los presupuestos asignados para los siguientes años, con el objetivo de establecer programas que ayuden a mejorar el nivel educativo de los jóvenes.

    En este sentido,  confió en que el presupuesto 2016 sea del mismo nivel de los últimos años, pues es esencial para aumentar la productividad y la competitividad a fin de mejorar los niveles de bienestar individuales y familiares.

    Para ello, insistió, se establecerá la meta de incrementar la matrícula a 877 mil lugares en el nivel medio superior.

    Este programa tiene como objetivo brindar a las y los jóvenes oportunidades y nuevas experiencias académicas y profesionales, estableciendo fuertes vínculos entre distintos sectores.

    Talentum consiste en formar a un grupo diverso de estudiantes con el propósito de brindarles la oportunidad de participar en una experiencia educativa de vanguardia para el desarrollo de una carrera académica y profesional exitosa, reuniendo a 60 estudiantes (30 hombres y 30 mujeres) de diversas universidades, de 20 estados de la República, para formar nuevas dinámicas de desarrollo profesional.

    Bajo este contexto, Blanca Heredia, coordinadora del programa e investigadora del CIDE, pidió a los estudiantes a seguir con el esfuerzo, porque el programa busca que tengan vidas grandes a través del apoyo que estarán recibiendo para su educación.

    El programa Talentum del área de educación del CIDE busca justo eso: desanudar las anclas del origen no elegido y ensancharle horizontes a jóvenes mexicanos talentosos. Ahora mismo estamos en la Universidad de Stanford con alumnos de universidades públicas y privadas, provenientes de 20 entidades federativas, quienes tuvieron que pasar muchas pruebas y obstáculos de diversos tipos para ser parte de esta iniciativa. Este viaje de estudio al norte de California tiene por objeto abrirles nuevas perspectivas y animarlos a imaginar futuros más amplios.

    Finalmente, Heredia señaló que este programa aspira, en general, a impulsar un futuro más próspero y más justo para todos y a demostrar que el talento y el esfuerzo pueden ser una vía efectiva para escapar de las limitaciones asociadas a la desventaja socioeconómica.

  • Desperdiciando talento: ¿Hasta cuándo?

    Desperdiciando talento: ¿Hasta cuándo?

    talentumCristóbal Miguel García Jaimes tiene 19 años, es del estado de Guerrero de 19 años y es el inventor del acelerador de partículas más barato del mundo. Gracias a sus enormes logros, Cristóbal, quien cursa el 2º semestre de la carrera de Física en la UNAM, ha recibido numerosos premios y distinciones. Los apoyos concretos, sin embargo, han escaseado y, para costearse sus estudios, trabaja en las noches de velador.

    A diferencia de Cristóbal quien ha recibido, al menos, importantes reconocimientos, miles y miles de jóvenes mexicanos buenísimos para las matemáticas, la música, el diseño, el baile, el deporte, entre tantos otros, viven en un país que no les ofrece oportunidades, reconocimiento, o apoyo ninguno para desarrollar su potencial. Muchísimos de ellos, de hecho, ni siquiera saben que lo tienen. Tal es el caso, por ejemplo, de varios chicos de Mérida que están participando en el programa Talentum-Bachillerato del CIDE cuyo objetivo es detectar e impulsar a jóvenes con alto potencial de talento matemático, provenientes de medios con desventaja social. Durante la inauguración del programa en Mérida, algunos de ellos me dijeron que “eran malos en matemáticas”, con una certeza escalofriante. Ello, a pesar de que estuvieron entre los mejores 90, seleccionados con pruebas muy rigurosas, a partir de un universo de alrededor de 1,400 alumnos de 1º de bachillerato de dos planteles de bachillerato tecnológico en esa ciudad.

     No sé bien de dónde sacaron aquella idea. Quizá lo concluyeron a partir de sus calificaciones en la escuela. El problema es que las calificaciones escolares en México suelen tener poco o nada que ver con los aprendizajes y capacidades de los alumnos.

    Los indicios al respecto abundan y son un signo más de lo poco que en México valoramos el conocimiento y los aprendizajes efectivos. Un estado de cosas, enloquecido y perverso que priva a los alumnos de saber qué saben, pueden hacer e, incluso, de tener una idea clara de quienes son.

    talentum_participantesEn el caso de los 60 universitarios que participan en el programa Talentum-Universidad, también organizado por el CIDE con apoyo de la SEP y el Conacyt, ocurre algo similar (aunque menos grave), en la relación entre calificaciones escolares y puntajes en pruebas independientes. Menos grave, pues todos ellos sabían ya que eran buenos alumnos. Similar, pues, si bien sus promedios en la carrera que están cursando varían de forma importante, sus puntajes en el proceso de selección para el programa los ubicaron en los 60 primeros lugares de un universo inicial de 13 mil interesados y 2 mil candidatos de todo el país que culminaron la etapa inicial de ese proceso.

    Talentum Universidad busca identificar e impulsar el desarrollo de estudiantes universitarios mexicanos con gran potencial, particularmente, en términos intelectuales, así como de su empuje, perseverancia, creatividad, compromiso social y honestidad.

    Conocer y convivir con esas 30 chicas y 30 chicos talentosos provenientes de muy diversas latitudes geográficas y sociales estos últimos días ha sido extraordinario. Ahí están… sólo hace falta salir a buscarlos. Iniciativas como esta, si bien van creciendo en número en México siguen siendo, desafortunadamente, muy marginales.

    El desperdicio a manos llenas del talento de niños y jóvenes mexicanos es uno de los mayores costos de una sociedad armada sobre la reproducción y defensa del privilegio. No darles las oportunidades y apoyos para que vuelen lejos y alto es horriblemente injusto para ellos y sus familias, especialmente para aquellos con mayores desventajas socioeconómicas. Es también y sobre todo un error trágico y casi incomprensible desde el punto de vista colectivo. Una falta que contribuye todos los días a limitar el crecimiento del país en su conjunto y a seguir reproduciendo creencias, hábitos y prácticas que sólo celebran el mérito, el esfuerzo y el talento en el discurso, pero lo niegan en los hechos.

    Twitter: @BlancaHerediaR

  • A educación de calidad en México, sólo se accede con “llave del privilegio”

    A educación de calidad en México, sólo se accede con “llave del privilegio”

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    Desafortunadamente, en México para acceder a educación de calidad, es necesario tener ciertas llaves de privilegio, como sociales o económicas, lo que desemboca en un sistema injusto y desigual; señaló Blanca Heredia, Coordinadora del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas (PIPE) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

    Durante el inicio del programa Talentum Universidad: los líderes que nos hacen falta, Heredia enfatizó que los resultados de la prueba PISA, exhiben a México como uno de los países con mayor rezago en educación, por lo que repercute profundamente en el desarrollo nacional.

    Además, dijo, que la mayoría de la élite en México se encuentra en posiciones privilegiadas por herencia y no porque lo hayan ganado por sus propios méritos.

    Agregó que Talentum es muy ambicioso, sin embargo, dijo, busca que los mexicanos con mucho talento se desarrollen  en ambientes favorables para poder aprovechar al máximo sus habilidades.

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    En entrevista, explicó que este programa tiene como objetivo brindar a las y los jóvenes oportunidades y nuevas experiencias académicas y profesionales, estableciendo fuertes vínculos entre distintos sectores.

     

     

    “Este programa conjunta a 60 estudiantes (30 hombres y 30 mujeres) de diversas universidades, de 20 estados de la República, los cuales, vivirán una experiencia que los transformará y motivará a hacer un esfuerzo por mejorar las condiciones del país.”

    Por su parte, Segio López Ayllón, Director General del CIDE, invitó a los jóvenes a cultivar su talento y aprovechar las herramientas que les brinda para ello.

    Recordó que el CIDE es una institución educativa pública, por lo que debe evitar que la cultura del privilegio llegue a estos espacios.

    Finalmente señaló que los retos que les esperan a los jóvenes estarán marcados por un difícil camino, sin embargo, dijo, el esfuerzo por cultivar y desarrollar el talento será gratificante.

    Talentum consiste en formar a un grupo diverso de estudiantes con el propósito de brindarles la oportunidad de participar en una experiencia educativa de vanguardia para el desarrollo de una carrera académica y profesional exitosa.

    Talentum aspira, en general, a impulsar un futuro más próspero y más justo para todos y a demostrar que el talento y el esfuerzo pueden ser una vía efectiva para escapar de las limitaciones asociadas a la desventaja socioeconómica”, concluye Heredia.

  • Talentum: en busca de líderes mexicanos

    Talentum: en busca de líderes mexicanos

    Talentum Universidad: los líderes que nos hacen falta, ofrece a jóvenes universitarios la posibilidad de vivir una experiencia educativa de vanguardia con la intención de que puedan desarrollar una carrera académica y profesional exitosa.

    Talentum es una iniciativa del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas (PIPE) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) dirigida a estudiantes mexicanos, de cualquier carrera, inscritos en instituciones de educación superior en México, del quinto semestre en adelante.

    Como parte de Talentum, las y los estudiantes tendrán acceso a conferencias magistrales y capacitaciones, además viajarán a Silicon Valley y a la Universidad de Stanford en los Estados Unidos donde tomarán cursos y conocerán a los líderes mexicanos más importantes de la zona.

    Las y los interesados deberán presentar su cv, una carta de recomendación académica, otra de exposición de motivos, así como distintos documentos, la lista de requisitos puede ser consultada en la plataforma Talentum.

    Después de la presentación de sus candidaturas, a las y los candidatos se les aplicarán distintos exámenes y entrevistas, el listado de personas seleccionadas se dará a conocer el 3 de marzo.

    La convocatoria estará abierta hasta el próximo 25 de febrero, para más información puedes consultar en la página del PIPE.  O bien los perfiles en Facebook:

    O en twitter:

  • Arranca “Talentum”

    Arranca “Talentum”

    TALENTUM
    (Para Anahí, Idalia, Edgar y Luis)

    El sábado pasado iniciamos –en la realidad “real”- el primer piloto del programa Talentum. Este programa -apoyado por el CONACYT, el CIDE y el Colegio de Bachilleres (DF)- busca abrirles oportunidades para una formación universitaria de excelencia (hoy básicamente reservadas a nuestras élites) a chicos y chicas sobresalientes en matemáticas, provenientes de hogares de escasos recursos. Talentum aspira, más generalmente, a impulsar un futuro más próspero y más justo para todos y a demostrar que el talento y el esfuerzo pueden ser una vía efectiva para escapar de las limitaciones asociadas a la desventaja socioeconómica.

    Llevábamos ya casi dos años investigando y planeando, y, por fin, se dieron las condiciones para un primer aterrizaje con jóvenes de carne y hueso, en un salón con pupitres naranjas, ventanitas con barrotes, una tele Sony vieja, y un cañón y un proyector que funcionaban mejor de lo previsto.

    Unos días antes, durante la bienvenida, les habíamos dicho a los alumnos seleccionados que participar en el programa iba a implicarles sacrificar algunas horas de sus valiosísimos sábados y que hacerlo era totalmente voluntario, pero que si decidían entrarle, un primer requisito era ser escrupulosamente puntuales. No acababa de decírselos cuando empezó a entrarme el terror a quedarnos sin participante alguno (¡!). (We do live in Mexico, after all).

    Terror o no, había que hacerlo así. Básicamente porque todo lo que sabemos sobre lo requerido para “hacerla” en la escuela y en la vida profesional indica que ser “super listo” no basta. Para ello se requiere un “algo más” hecho de cosas –llamadas entre los especialistas “habilidades socio-emocionales o no-cognitivas”- tales como ser puntuales, persistentes, disciplinados y “creérsela”.

    Llegó el sábado y la hora anunciada para iniciar actividades. La mayoría de las mujeres llegaron temprano. Unos cuantos –todos varones- se presentaron después de los 5 minutos pre-anunciados de tolerancia. Resuelto el tema de aplicar la primera regla, iniciamos.

    Cúmulo de caras y lenguajes corporales que reflejaban desde expectación –la minoría- hasta una mezcla entre pasmo y vergüenza (la mayoría). Muchos pares de brazos abrazados con ahínco a sus bolsas y mochilas, miradas evitando otras miradas, hombros encorvados y muchas piernas moviéndose a ritmo de “tic”. Muy buenos alumnos, de orígenes humildes, venciendo (intuyo) sus miedos y atreviéndose a entrarle a una aventura nada “cool (ser “muy listo” no es nada “cool” entre los adolescentes), un sábado –de puente- en la mañana.

    Al cabo de dos horas de remar contra el aceite pastoso de silencios a todo volumen y de renuencias firmes a participar activamente, la situación dio un vuelco casi completo. Los alumnos empezaron a mirarnos a los ojos e incluso a brillar. Caras y cuerpos despertando de su letargo; voces alzándose, cada vez más seguras.

    Al giro en el ánimo contribuyeron la espléndida presentación de nuestro orador para esa primera sesión (un joven mexicano excepcional, un mago de los números, un especialista en economía de la salud), y un conjunto de dinámicas y ejercicios explícitamente diseñados para motivar involucrar a los alumnos. Presenciar, en vivo y en directo, como jóvenes muy listos, dotados (hasta ahora) con muy pocas oportunidades para hacerse de vidas más anchas, se iban poniendo cada vez más vivarachos me llenó de alegría y me hizo sentir que el cambio era posible.

    Es apenas el inicio de un pasito a favor del país que queremos. Pero hoy, ya valió la pena. Esto de intentar cambiar el mundo (un paso a la vez), vale la pena. Se los recomiendo a todos.

    Publicado en El Financiero