Me encuentro profundamente sorprendido con el actual estado de cosas y con la última etapa del proceso de la llamada “reforma educativa a la mexicana”. Si bien el mes de mayo siempre había sido un mes de movilizaciones magisteriales por las demandas históricas de los maestros democráticos: mas salario a los maestros, democracia sindical y profesionalización digna. El mayo del 2016 ha dado muestras de escenarios inéditos en la historia por la disputa del proyecto educativo en México. Quiero en esta ocasión, ir un poco más allá del recuento de coyuntura y hacer un poco de análisis en cuatro planos:
- ¿Cuál es la representación de reforma educativa (RM) que tiene para los jerarcas de la SEP?
Aquí comienzan las dificultades de todo tipo, parece que la concepción sobre educación y sobre reforma que subyace a los principales funcionarios de la SEP (incluyendo al titular de dicha dependencia), está sesgada a la realización de posturas y acciones de confrontación con las personas que no comparten sus formas de pensar o de actuar.
Parece que la reforma educativa (si nos dejamos llevar por los últimos acontecimientos) es un ajuste de cuentas cuyo objetivo es someter a los maestros a toda costa a la racionalidad burocrático–autoritaria bajo una perspectiva descaradamente neoliberal. Con ello se demuestra que al actual gobierno no le interesa la educación sino el sometimiento de sus educadores, bajo este galimatías mal llamado reforma educativa.
- ¿Qué es lo que se debate en educación? O ¿cuál es la verdadera disputa del proyecto educativo en nuestro país?
La disputa actual teniendo como pretexto la imposición de la reforma educativa, ha servido para esconder en el fondo finalidades maniqueas, ello encierra las verdaderas aspiraciones de país al que aspiramos. El gobierno de Enrique Peña Nieto inventó una idea provocadora de “reforma educativa” con la intención de encubrir un proyecto político para derrotar y colocar de rodillas al amplio destacamento de maestros y maestras que tienen aspiraciones verdaderamente democráticas y que están convencidos en sus principios y acciones que a partir de una educación diferente es posible y deseable que la educación tiene una función ideológica en estar siempre al lado de las causas del pueblo.
¿Cuál es el rumbo que toma la reforma?
Las posiciones de fuerza no han concluido, ha hecho falta una mejor interlocución, un referí, un garante que haga las veces de árbitro y que se coloque en el centro para mediar verdaderamente y la única forma de avanzar es que las partes cedan un poco.
- ¿Cuál son los escenarios que se visualizan y cual sería el escenario deseable?
En escenario de lo que está por venir es impredecible. Pero un escenario deseable, es que el actual gobierno ceda o que la SEP encuentre un relevo pronto y llegue una nueva figura de titular para la SEP. Un secretario que sea un personaje con una visión diferente. Que desmantele todo lo construido hasta ahora para dar lugar al diseño de una verdadera reforma que tanto le falta al país y a los mexicanos pero una reforma que se construya con los maestros y sus propuestas.
No es posible continuar bajo este clima de presión, chantaje y hostigamiento. Una reforma educativa no se traza de esta manera, lo que vemos ahora es la más burda forma de manipulación política.
Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara
Correo: mipreynoso@yahoo.com.mx

La propuesta y el proceso de reforma educativa mexicana no da muestras de avances en este momento. El titular de la SEP no ha tenido una postura educativa ante el sistema, ni tampoco ante la sociedad. Su postura pública ha sido de amenaza, de intimidación y últimamente de esquirolaje.
El estado actual de la reforma se encuentra paralizado en el mismo punto en donde inicio. Al considerar que todo deberá evaluarse, todo lo que se aparezca en el camino para conocer cómo marcha o cómo funciona el sistema, poniendo especial énfasis en la evaluación del trabajo de los docentes debido a que en ellos descansa la mayor parte de la responsabilidad en la tarea educativa. ¿Y luego? Si esto ya lo conocíamos desde el inicio, ¿por qué no se brincan la página y llegamos al capítulo de lo que realmente necesita la educación de México? Parece que al actual gobierno no le interesa avanzar en educación, su interés verdadero está puesto en darle vueltas a la noria y seguir así aunque no pasemos del punto cero.
En el otro lado, en Palacio Nacional o en las casas de gobierno, los gobernantes recurren a la pieza oratoria menos demagógica que esté a la mano sin conseguirlo del todo y hablan, ante un auditorio amorfo, son acompañados del titular de la SEP o los secretarios de educación en los estados y los dirigentes de oropel del SNTE. En el SNTE ya no disimulan su entreguismo y su incapacidad por defender (aunque sea de palabra como fue siempre, a los trabajadores de la educación) hoy ya no se distingue quién es quién, quién el patrón y quién el representante de los trabajadores.
Las Escuelas Normales Rurales (ENR) del país están en proceso de muerte y como decía Eran Huerta, morirán de muerte natural. Hace unos días Carlos Ornelas, en este mismo portal, mencionaba el debate que había generado con sus artículos, sobre el proceso de agonía de las ENR, incluso el blog educativo del periódico El Universal, también entró al debate.
Pensemos e imaginemos un sistema educativo sin escuelas normales y sin normales rurales. El escenario es concebible desde la congruencia neoliberal patrocinada por el actual gobierno, abrir el mercado educativo y de formación docente al mejor postor. La formación de los nuevos docentes que atenderán la escuela publica mexicana se formarán en todas las universidades del país (las públicas y las privadas), a partir de colocar a la formación docente como un fetiche o como una mercancía más y no como uno de los servicios más importantes del compromiso educativo del estado mexicano.
El nivel y el clima de tensión es tal que los actores centrales de operar el sistema (docentes frente a grupo, directores de escuela, asesores técnico pedagógicos, etc.), han generado una especial animadversión a la actual iniciativa de reforma, el repudiar una iniciativa en concreto como sucede actualmente, genera una cultura de oponerse a todo iniciativa de reforma y esto en el fondo genera una cultura de la no aceptación por el cambio.
Reformar la reforma implica junto a todo lo anterior, atender las áreas desatendidas, los grupos vulnerables, los espacios que se han mantenido en los márgenes del sistema, los grupos o agencias que se les ha golpeado o excluido como es el caso de las disidencias magisteriales, las disidencias universitarias, etc. Mirar lo no mirado implica una estrategia de inclusión verdeara, con el firme propósito de superar rezagos salir de zonas de bajo desarrollo y hacer transformaciones que nos garanticen cambios cualitativos que se hagan evidentes en el corto plazo.
La verdad parte de una afirmación a modo de tesis la cual es sostenida o defendida con argumentos de todo tipo. Por ejemplo: “todos los políticos son corruptos, los diputados son flojos, los maestros no saben enseñar adecuadamente, la reforma educativa no es ni reforma ni tampoco educativa, los normalistas de Ayotzinapa no fueron incinerados o quemados en el basurero de Cocula en Guerrero”. Estas son las afirmaciones, ahora habría que acompañar los argumentos respectivos, para sostener y demostyrar diochas afirmaciones.
En cada debate internacional en el seno de las cumbres mundiales sobre cualquier cosa, en cada manifiesto planetario se reconoce que la educación es la clave para superar todos los problemas, para resolver todos los conflictos y para generar ejes que garanticen un verdadero desarrollo que beneficie a pueblos y comunidades. Sin embargo, educar hoy se ha tornado en una tarea compleja y cada vez más difícil; en donde el reto no es sólo el desarrollo armónico de las capacidades y potencialidades de los sujetos escolares.
La educación preescolar es un espacio institucional el cual deberá concebirse más como un laboratorio que como un espacio predecible de educar, esperar lo inesperado, en donde todo o cualquier cosa puede pasar desde la perspectiva de la lógica infantil. La educación preescolar deberá hacerse más creativa y menos esquemática dando lugar a la llegada de cuenta cuentos, profesores chiflados, experimentos científicos, debates infantiles en donde entre niños y niñas se construyan y circulen las ideas sobre el mundo de hoy y sobre otro mundo posible para el mañana.
En el momento de escribir este artículo tengo presente aquella obra musical llamada “El diluvio que viene”, en donde en el colofón de la obra un grupo de hormigas bien organizadas logran construir una barca para evitar el diluvio. La metáfora cabe para pensar-nos en la situación de la educación que atraviesa nuestro país en este momento, y de pensar de igual manera en la reforma que viene.
La reforma que viene deberá trascender los esquemas sexenales, deberá ser producto de un pacto entre todas las fuerzas y agencias políticas en la perspectiva de anteponer los intereses de la educación del país muy por encima de los intereses partidistas, de un grupo o de una ideología determinada.
Las escuelas Normales de México, desde su creación y desarrollo forman parte del buen legado que heredaron del apartado social de la revolución mexicana de 1910. México tenía que optar por un modelo de formación y optó por el modelo de moda en los años finales del siglo XIX: el modelo normalista.
Hoy todo esto el gobierno de Peña Nieto lo pretende enviar al cesto de la basura ¿por qué? La respuesta es relativamente sencilla: los caprichos empresariales y las deudas a cambio de favores políticos se cobran caro. Se trata de cortar los vasos comunicantes que unen al normalismo con las prácticas críticas y beligerantes que cuestionan el modelo de educación y de nación que actualmente prevalece en nuestro país.
Una de las grandes lecciones que ha dejado la pasada experiencia de evaluación a los miles de docentes en nuestro país, es que el gobierno habla mucho y poco o nada escucha, que el trabajo educativo que realizamos miles de docentes debe escribirse, dialogarse y sistematizarse, que la sistematización de experiencias educativas surgidas desde la práctica docente es una de las asignaturas pendientes entre maestros y que el diálogo horizontal es la única manera de contrarrestar las imposiciones verticales surgidas desde el gobierno, el SNTE, el INEE y otros organismos empresariales o gubernamentales.
Uno de los elementos que no deben perderse de vista es que los docentes formamos parte de esto que le llamamos MAGISTERIO, somos profesionales de la educación cuya naturaleza es pensar-nos en colectivo, que realizamos nuestra labor en distintos espacios, ámbitos de trabajo, con tareas diversas (docencia, asesoría, gestión), en todos los niveles educativos (preescolar, primaria, secundaria) y en todas las modalidades de atención (especial, física, indígena), pero que nuestra constante es que nos debemos y tenemos un compromiso social con la comunidad en donde se ubica cada escuela, cada entorno social. Todos los niños y niñas son importantes en nuestro trabajo, todos y todas nos demandan una respuesta profesional y cada día de trabajo es gratificante en la profesión.