viernes, julio 18, 2025
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
Sin resultados
View All Result
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
Sin resultados
View All Result
Sin resultados
View All Result
Home Destacada

Carta al silencio

por Pluma invitada
18 junio, 2025
en Destacada, Opinión
Un profesor se aleja del aula.
Share on FacebookShare on Twitter

Jorge Gastélum

Setenta y dos años tenía Don Guillermo Huerta, el cabello entrecano, un carácter afable no exento de malos ratos y unos ojos que parecían haber visto el paso de los siglos. Había dedicado cuatro décadas de su vida a enseñar literatura en la unidad universitaria de San Miguel, un lugar donde los libros olían a papel viejo y la tecnología más moderna era un proyector colgante del techo del aula, no siempre compatible con las laptops de los docentes.

Sus clases ―que años antes hicieron alucinar a tantas cohortes de estudiantes― eran un ritual: recitaba a Rulfo de memoria y con admiración, desentrañaba la carpintería secreta de las novelas de García Márquez y hacía que las palabras de Sor Juana cobraran actualidad. Pero los tiempos habían cambiado, y con ellos, sus alumnos.

Los centennials, como les llamaban, llegaban al aula con los ojos pegados a sus celulares dizque inteligentes. Sus dedos patinaban sobre las pantallas, atrapados en un remolino de mensajes, memes y vídeos al parecer más interesantes que el romance de Dulcinea y Don Quijote o los versos de Bécquer.

Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá!
Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

El profesor Huerta intentaba todo: proyectaba su voz como un trovador cantando poemas de Miguel Hernández y Antonio Machado, usaba ejemplos modernos ―series actuales y novelas ilustradas, comparaba Romeo y Julieta con historias de pandillas, solicitó crear perfiles en Instagram de personajes Cervantes, Shakespeare y  Gorthe―, una vez incluso intentó explicar el romanticismo con una analogía sobre likes (como si estos fueran gestos románticos o expresiones reales de cariño) y stories(porque así como el romanticismo expresa sentimientos genuinos, las stories son una ventana para compartir sensibilidades).

Pero nada funcionaba. Los alumnos alzaban la vista un segundo, asentían en modo indeterminado y volvían a clavarse en sus pantallas, como si el aula fuera sólo un fondo borroso en el flujo interminable de contenidos de las redes. Feeds, que les llaman.

Una mañana, mientras explicaba la tragedia de Edipo Rey combinando a Sófocles con Freud, advirtió que nadie ponía atención. Una estudiante reía en voz baja viendo un vídeo, otro deslizaba el índice en una aplicación de citas, y hasta el jefe de grupo, que solía ser el más atento, estaba enviando un mensaje. Don Guillermo dejó caer el marcador, recordando un experimento de Einstein. La gravedad funcionó. El sonido de plástico resonó en el aula y mostró que aquello era la realidad física, no la virtual ni la metafísica, pero nadie lo notó. En ese momento, la copa de cristal de su vocación se rompió dentro de él. No era la tecnología lo que lo agotaba, sino la indiferencia, la desconexión, la falta de curiosidad por el mundo que él apreciaba tanto.

Esa noche, sentado ante su pequeño escritorio, bajo la luz izquierda de una lámpara articulada, Don Guillermo escribió una carta. Sus manos temblaban de angustia, una tristeza profunda lo asaltó, como si estuviera despidiéndose de algo muy entrañable en su vida.

Estimado director de la Unidad Universitaria Sanmigueleña, 
Estimados colegas y alumnos:
 
Hoy, con el corazón acongojado, pero en paz, dejo mi cátedra como docente de literatura de esta institución, misma que he desempeñado con la devoción que se me reconoce, durante cuatro décadas. Mi decisión no nace de un impulso súbito, sino de una reflexión larga y dolorosa sobre mi lugar en un mundo que parece haber olvidado el valor de la palabra y las palabras.
He intentado, con todas las fuerzas de mi alma, transmitir a mis alumnos el amor por las historias que han civil-izado la humanidad. Estoy convencido de que la literatura es un espejo para comprendernos, un faro para no perdernos como sociedad. Sin embargo, me encuentro frente a un muro inmaterial: no es la tecnología lo que me retira, pues reconozco su potencial, sino la indiferencia que ella alimenta. Mis alumnos, atrapados en sus pantallas como si estas fueran «pezones electrónicos» ―diría Stephen King―, parecen haber olvidado cómo escuchar, cómo ver más allá de las sombras de la caverna de Platón que son las redes, cómo maravillarse ante lo que no cabe en un vídeo de quince segundos.
No los culpo. Son hijos de su tiempo, como yo lo fui del mío. Pero mi voz, que una vez resonó en aulas llenas de ojos curiosos y oídos receptivos, hoy se pierde en un silencio que no logro entender. No puedo seguir siendo un eco que, de ignorado, no suena ni repica. Por tal razón, doy un paso al costado, con la esperanza de que otros, con más herramientas, tal vez logren reconectar a esta generación con la belleza del conocimiento.
Agradezco a la unidad universitaria los años compartidos, a mis colegas su apoyo y a aquellos alumnos que, aunque pocos, me recordaron por qué elegí esta vocación y me enorgullecieron. Me retiro con la certeza de que la literatura seguirá viva, aunque yo no esté para contarla.
 
Atentamente, 
Guillermo Huerta
Profesor de literatura
Empleado 4744 hasta hoy
6 de junio de 2025 

Al amanecer, Don Guillermo dejó la carta sobre el escritorio del director. Caminó por el pueblo una última vez, con los Cantares de Machado bajo el brazo, y paso a paso, verso a verso, se perdió en el horizonte, dejando tras de sí un silencio que, quizás, algún día alguien rompería.

Facebook Comentarios
Pluma invitada

Pluma invitada

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • La Corte de EU autoriza a Trump el desmantelamiento del Departamento de Educación

    Compartir 0 Tweet 0
  • La educación superior debe cumplir con gratuidad, acceso universal y excelencia académica: Gustavo Pacheco López

    Compartir 0 Tweet 0
  • IPN fortalecerá modelos de predicción a fenómenos meteorológicos extremos con Inteligencia Artificial

    Compartir 0 Tweet 0
  • Gustavo Pacheco López, nuevo rector general de la UAM

    Compartir 0 Tweet 0
  • Nueva condena de ex integrantes de la Junta de Gobierno de la UV a la "prórroga" solicitada por el Rector

    Compartir 0 Tweet 0

Educación Futura

CDMX

555555555

contacto@educacionfutura.org

  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA
  • Directorio
  • Nosotros
  • Contacto
  • Publicidad
  • Apoya a EF
  • Súmate a EF
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA

Sin resultados
View All Result
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Saberes
  • Formación Cívica
  • Tecnología / IA