
Es necesario deconstruir estereotipos sobre la masculinidad hegemónica y normalizar su diversidad.
Este 8 de marzo es una fecha importante para recordar desde distintas perspectivas sobre las mujeres y sus derechos; sin embargo, me parece que dentro de ese debate que seguramente se abrirá, uno de los temas principales es el papel que juegan los hombres en las diversas sociedades que existen en nuestro planeta.
En todas ellas la desigualdad y la inequidad entre hombres y mujeres es evidente, que se ha traducido en la dominación del género masculino y la subordinación del género femenino, lo anterior mediado por factores históricos, geográficos, políticos, económicos, religiosos, académicos y profesionales, lo que lleva a afirmar que el género es una construcción sociocultural producida y reproducida por la sociedad (Fernández y Bell, 2023).
El origen de las manifestaciones de todo tipo en este día, tienen que ver con una lucha permanente para que los derechos de las mujeres no solo sean visibilizados, sino que en la vida cotidiana se hagan efectivos, ya que, a pesar de todo el camino ya transitado para lograrlo, la violencia sigue presente. Por eso diferentes grupos de mujeres se movilizan y hacen lo posible para que no se olvide que aquí estamos.
Algunos datos. En la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022) que permiten capturar y difundir información sobre las experiencias de violencia de mujeres en condición de vulnerabilidad, la proporción de actos de violencia física , específicamente la sexual en su contra es mayor, ya que el porcentaje de mujeres que vivió situaciones de agresión mediante acoso sexual, manoseo, exhibicionismo o intento de violación (15.5 %) fue cinco veces mayor que el de hombres (3.2 %) y el porcentaje de mujeres (4.8 %) que fue obligada mediante violencia física o amenaza a tener una actividad sexual no deseada (violación sexual) fue 2.5 veces mayor que el de los hombres.
En el 2023, la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y sus organizaciones socias en México, IDHEAS y EMAF, publicaron un informe documentando sobre el recrudecimiento de la violencia de género y específicamente los casos de desaparición de mujeres y niñas en México, especialmente en el estado de Guerrero. En el 2024 un nuevo informe continua con este análisis enfocándose en el estado de México, punto de confluencia de las redes del crimen organizado y trata de personas, además de analizar los obstáculos que enfrentan las familias para acceder a la justicia.
Si el problema de la conmemoración del 8M, se enfoca en que se desquicia el tránsito, se gritan consignas, que se están pintando monumentos, que se está dañando el patrimonio nacional y noticias que focalizan la mirada solamente en eso, se olvida que se está agrediendo a las mujeres, que se les está violando, que se les desaparece y que sigue prevaleciendo una figura estigmatizada en el hombre por la estética, la publicidad, el discurso audiovisual, gráfico y literario. Sin duda, también los medios de comunicación masiva desempeñan un papel preponderante en su construcción, apropiación, consolidación, legitimación y reproducción.
En la actualidad, este discurso puede observarse en muchas novelas y películas de ciencia ficción que conciben al protagonista como el hombre con mejor apariencia corporal (trabaja en sus abdominales, bíceps, tríceps); su personalidad es rebelde, autoritaria, dominante; en la mayoría de los casos es un hombre blanco, heterosexual, dueño de una empresa, multimillonario y mujeriego, que modifica su conducta hipersexual luego de interactuar con la protagonista: chica ingenua, virginal, pobre, manipulable en la mayoría de los casos (Belikov, 2020).
La literatura menciona que hay diversas masculinidades y en este sentido, se define a las masculinidades como aquel conjunto de signos, símbolos, rasgos y acciones que describen distintas maneras de ser hombres de acuerdo con sus características identitarias, únicas y diversas en el mundo, es decir, no existe un solo modo de concebir al hombre, por lo que las agrupan en dos dimensiones: masculinidad hegemónica y masculinidades subalternas (Fernández y Bell, 2023).
Según Connell (1995), la masculinidad hegemónica se constituye en aquel modelo que se impone y reproduce; por tanto, se naturaliza como práctica e identidad de género obligatoria para todos los hombres. Este desfile de masculinidad tóxica ha sido aceptado, naturalizado y reproducido -consciente o inconscientemente- por miles de escritores, lectores y consumidores lo que ha convertido en tendencia un producto que esquematiza e idealiza al hombre a determinada forma de ser y actuar, por lo que hay que deconstruir los estereotipos sobre la masculinidad hegemónica y realizar una propuesta que normalice y naturalice la diversidad del hombre.
En las masculinidades subalternas se asume que cada hombre es un ser único y diferente; no tiene que resultar igual o semejante a los otros, pero hay que educar, predicar con el ejemplo y reconocer que los hombres tienen que aportar para que esta dominación sobre la mujeres desaparezca, aprender qué es la masculinidad, qué significa ser hombre y que se tiene que hacer para ser más compasivo, más empático, comprender no solo a las mujeres de su entorno, a todas las personas, a todos los géneros, a todas las identidades, solo así se puede asumir que la lucha de las mujeres empieza a fructificar.
Pero contribuir y guiar a los hombres que deseen legítimamente conectar sus mentes con sus corazones y encontrar su grandeza, identidad y propósito dejando de lado las actitudes machistas y aprendiendo a amar; es necesario emplear miradas y estrategias que deconstruyan las disímiles masculinidades, así como políticas públicas que las respeten y las cuiden. Además, se requiere modificar los mensajes de los productos comunicativos literarios, gráficos y audiovisuales; no para que vuelvan a reproducir inconscientemente esos estereotipos, sino para que ofrezcan otro punto de vista, una nueva mirada que no juzgue la diversidad, que la acepte y conviva con ella.
Referencias
Belikov, L. (2020). Prohibido enamorarse de Adam Walker. España: Nova Casa Editorial.
Connell, W. (1995). Masculinities. Berkeley: University of California Press.
Fernández Cribeiro, Adlih de la Caridad y Bell Águila, Osmel. (2023). Otra mirada a las masculinidades: un enfoque normativo-comunicacional. Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina , 11(2), . Epub 01 de agosto de 2023
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