Educación Futura

Etiqueta: ANUIES

  • La seguridad en las Instituciones de Educación Superior: compromisos y límites

    La seguridad en las Instituciones de Educación Superior: compromisos y límites

    Norma Rondero López
    Norma Rondero López

    Norma Rondero López


    En los últimos meses hemos podido atestiguar el agravado clima de inseguridad en las instalaciones de importantes instituciones de educación superior. Destaca el caso de la agresión en el CCH de la UNAM por el impacto de un acto en el que se involucra a integrantes del alumnado y por el fatal resultado del ataque. Sin embargo, el problema de la (in) seguridad en las instalaciones de las universidades es un asunto que ya desborda los mecanismos de atención con los que cuentan nuestras instituciones.

    No sólo se trata de ver si hay capacidad, voluntad o recursos -materiales, humanos y legales- para atender la problemática, más bien es necesario reconocer que la problemática que viven las y los universitarios no puede ser única y exclusivamente responsabilidad de las instituciones. El problema rebasa las puertas de las universidades, y se asocia con las condiciones generales del contexto nacional y mundial, la población toda que vive o cuando menos conoce (vía redes sociales) la violencia en expresiones no imaginadas.

    Ante esta situación estamos llamados a concebir mecanismos de atención más creativos, eficientes y legítimos. Pero ¿son las instituciones capaces de resolver la problemática por sí solas? No, imposible. La inseguridad de las y los integrantes de las comunidades universitarias, es un tema que debe convocar no sólo a directivos de los planteles y a sus órganos colegiados, sindicatos, profesores; llama también a las madres y los padres de familia, pero sobre todo debe convocar a las autoridades locales y federales.

    ¿Qué sí podemos hacer ahora en las universidades? Primero, conocer nuestros límites. La atención a la salud y al bienestar de las comunidades universitarias debe ser integral y al alcance de las políticas y recursos institucionales. Todas las instituciones tienen personal e instalaciones para el desarrollo de actividades deportivas y culturales, ofrecen talleres artísticos, cuentan con defensorías universitarias para la atención a actos de violencia, existen oficinas de orientación profesional y cuentan con instalaciones para el servicio médico con programas de atención a la salud basados en la prevención. Todas estas instancias, los posibles programas, el necesario despliegue de esfuerzos institucionales pueden dirigirse a construir alternativas integrales para que, las personas que forman parte de las comunidades universitarias tengan opciones. La prevención, la atención temprana, la diversificación de la oferta de actividades y servicios podrían configurar programas con objetivos y metas claros para colectividades complejas y diversas.

    Suena ingenuo para los niveles de inseguridad y violencia que viven las comunidades universitarias en la actualidad, pero es a lo que mínimamente debemos comprometernos en lo inmediato. La solución directa a los actos violentos y a la inseguridad pasa por otros ámbitos: el de la colaboración con distintas instancias de gobierno. La facilidad para adquirir drogas (“legales” o ilegales) dentro de los campus universitarios no es un secreto; la existencia del llamado bloque negro destruyendo las instalaciones o infiltrado en nuestras aulas, tampoco lo es; la violencia de género (todos los géneros) se vive en todos los espacios de la vida de las y los jóvenes. Pero también es cierto que la insuficiencia de herramientas legales y la presencia de grupos que se oponen a instrumentar protocolos más contundentes[1] contribuye a complejizar la problemática.

    Entonces ¿Cómo responder a la demanda por garantizar seguridad en las instalaciones universitarias y sus alrededores? ¿Cómo rebatir las quejas de otros sectores que consideran la implementación de acciones directas como un acto de autoritarismo en las IES?

    La propuesta inicial de involucrar a todas las personas que forman parte de las

    comunidades universitarias, y sus familias, para generar programas integrales que contribuyan a la prevención de actos violentos y al cuidado del bienestar de esa comunidad debe, necesaria e ineludiblemente, contar con el apoyo de instancias de gobierno para poder atender con los medios adecuados y los recursos suficientes. ¿Estamos en condiciones de abrir el diálogo y resolver, en el ámbito de nuestras competencias, los problemas de seguridad y violencia en nuestras instituciones? ¿Las personas que integramos esa comunidad universitaria -a veces diluida en intereses de grupos y otras evasivas cuando no se sienten interpeladas- estamos dispuestas a contribuir al debate y a la generación de propuestas viables en nuestros ámbitos de incidencia institucional?

    [1] Véase, por ejemplo: Garnica, A. (2025), “Sistema de gestión para la seguridad y convivencia en instituciones de educación superior”, México, ANUIES.

    Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/riie-uam/la-seguridad-en-las-instituciones-de-educacion-superior-compromisos-y-limites/

  • Universidades y cultura de paz: dinámicas internas y enfoque territorial

    Universidades y cultura de paz: dinámicas internas y enfoque territorial

    La apuesta por la cultura de paz desde la universidad es una oportunidad para convertirla en palanca de movilización para la justicia social

    Leticia Ventura Soriano** y Cristina Perales Franco

    En los últimos años, las universidades en México han incorporado con fuerza el concepto de “cultura de paz“, que hace referencia a valores, actitudes y comportamientos que contribuyen a la justicia, equidad, solidaridad, respeto a los derechos humanos y el rechazo explícito de la violencia. Es evidente el entusiasmo institucional en torno al tema y a nivel nacional se organizan congresos, crean redes, abren direcciones y desarrollan protocolos en torno a la paz.

    Actualmente, la cultura de paz se aborda en ámbitos diversos de las estructuras organizacionales universitarias y encontramos desde políticas transversales o unidades dedicadas a la inclusión, género y cultura de paz, hasta proyectos informativos sobre la construcción de una cultura de paz o la inclusión de sus temáticas en el currículum.

    Estos esfuerzos son valiosos y dignos de apoyo de las autoridades correspondientes y de un reconocimiento social. Sin embargo, resulta necesario que estos no constituyan acciones aisladas, puesto que se requiere una articulación que permita visualizar los vacíos existentes y no duplicar tareas que pueden ser cubiertas de forma conjunta. Las universidades deben, por tanto, generar vínculos al interior y entre ellas que les permitan identificar necesidades situadas y contextualizadas.

    Para el desarrollo de paz en las universidades proponemos pensar en al menos dos aspectos clave y detonantes de procesos más integrados. El primero tiene que ver con el trabajo al interior de las instituciones, las cuales se encuentran atravesadas por formas violentas. En este sentido, se parte por preguntar si el esfuerzo por desarrollar la paz está transformando las relaciones cotidianas de las comunidades universitarias, es decir, si la “cultura de paz” es parte de las dinámicas relacionales.

    Este es un aspecto medular en la construcción de este objetivo, pues la paz no debe verse como un “nuevo campo”, adicional al trabajo universitario, sino como una forma alternativa de vivir juntos y juntas en la universidad. La presencia de la cultura de paz como parte del trabajo de las universidades abre la posibilidad para analizar y atender prácticas institucionales arraigadas que requieren ser transformadas, particularmente aquellas derivadas de ejercicios de poder basados en el autoritarismo y la exclusión.

    Esto implica salirse de discursos sobre la paz como un estado deseable e interrogar su propia cultura interna. Si algo tiene la cultura de paz es su relación con la realidad inmediata, la cual es dinámica y compleja, posicionando los conflictos como oportunidades de transformación bajo criterios de justicia, inclusión y participación.

    El segundo punto sitúa a las universidades en un contexto más macro, donde la cultura de paz representa una opción para articular esfuerzos que respondan a necesidades locales y regionales. Para ello, se requiere “hacer concreto” el concepto de paz, reconociéndolo como contingente a las propias dinámicas sociales y culturales.

    En esto, la noción de paz territorial puede ser útil. Este enfoque, trabajado principalmente desde el contexto colombiano por colegas como Sandra Bautista, se basa en que existen ya múltiples experiencias de construcción de paz, aún en medio de la guerra, y propone pensar la paz desde una mirada del territorio donde se construyen formas específicas de vivir, sentir y pensar el espacio que habitamos.

    Desde una perspectiva universitaria implica, además de reconocer cuáles son los retos de los contextos en que se sitúan estas instituciones, concebir a la universidad como parte de su territorio y establecer vinculaciones explícitas con actores sociales fuera de las universidades en trabajos conjuntos para la construcción de paz. La universidad puede ser, en este sentido, una pauta institucional en la búsqueda del bienestar que articule la participación de actores locales, regionales y nacionales.

    La apuesta por la cultura de paz desde la universidad representa, por tanto, una oportunidad para construir la paz en el día a día de las instituciones universitarias y para convertir a la universidad en palanca de movilización para el cambio y la justicia social. Esperamos que estas nuevas iniciativas se consoliden como verdaderas alternativas articuladoras en las instituciones de educación superior.

    ** La Dra. Leticia Ventura Soriano (Universidad Pedagógica Nacional) es Doctora en Pedagogía por la UNAM. Profesora de licenciatura, maestría y doctorado, con una trayectoria centrada en la formación y profesionalización docente. SNII -candidata. Miembro de la Red Nacional para la Paz de la ANUIES, ha colaborado en proyectos orientados a la transformación educativa.

    Fuente: https://www.generacionuniversitaria.com.mx/opinion/universidades-y-cultura-de-paz-dinamicas-internas-y-enfoque-territorial/?fbclid=IwZnRzaANBNRBleHRuA2FlbQIxMQABHjJn0CCXd4r97XC2nllzoFISn_kRsrYdWI2Tf25_i8Jzxt95m-5nH-gVdfJu_aem_sfOoL7j2kXIjrkVB8zis5Q

  • ¿Quién regula la IA en la educación superior?

    ¿Quién regula la IA en la educación superior?

    Abril Acosta y Ricardo Reza

    En la educación superior pública mexicana crece una tensión de fondo: mientras que desde el discurso oficial se plantea que la inteligencia artificial (IA) transformará prácticas y resultados, su uso se incrementa sin lineamientos claros, sin una adecuada formación docente y estudiantil, ni mecanismos efectivos para supervisarla. La IA se emplea cada vez más dentro y fuera de las aulas, pero sabemos poco —casi nada— sobre si potencia capacidades o, por el contrario, puede reducirlas o incluso fomentar malas prácticas como el plagio y el fraude académico.

    A nivel internacional, foros impulsados por la UNESCO y la OEI han insistido en la necesidad de plantear principios como la transparencia, ética y gobernanza en el uso de IA, pero en México no hay regulación sectorial específica para su uso en educación superior; prevalecen referencias generales y lineamientos no vinculantes. Tampoco se han debatido iniciativas como el prototipo de política pública sobre IA Open Loop México (INAI, BID y Meta, 2023)1. El Observatorio de Inteligencia Artificial en la Educación Superior (OIIAES) impulsado por la SEP, la ANUIES y algunas universidades, ha buscado articular políticas públicas, capacitación y principios éticos, pero sus propuestas aún no se traducen en marcos vinculantes y no se han incorporado las opiniones de diversas universidades. Además, la Ley Federal para el Desarrollo Ético, Soberano e Inclusivo de la IA es escasamente conocida y sus efectos en la vida universitaria siguen siendo marginales.

    Es necesario preguntarnos: ¿hacemos un uso efectivo y ético de la IA en la educación superior? Ante la ausencia de normas generales y marcos institucionales, sin alfabetización digital suficiente ni espacios para reflexionar críticamente sobre su implementación, la IA podría potenciar la investigación, pero también debilitar la enseñanza, profundizar brechas digitales y precarizar el trabajo docente. Las tecnologías autogenerativas pueden al mismo tiempo permitir que se completen procesos en menos tiempo, pero también una sobrecarga de tareas de supervisión docente, concentración de funciones y presión para generar productos académicos en menos tiempo, reduciendo la autonomía y las condiciones laborales. Estos procesos reconfiguran el perfil, las prácticas y el rol del personal académico, pues si bien la IA permite mejorar el desempeño, también puede conducir a una desprofesionalización progresiva: fragmentación de tareas y pérdida de reconocimiento, con efectos en la calidad educativa y en la docencia e investigación como actividades intelectuales y socialmente comprometidas.

    La IA no es neutra ni inevitable, su despliegue responde a decisiones políticas, pedagógicas y de investigación, con efectos tangibles en la vida académica y laboral. Incorporarla requiere acciones concretas: regulación efectiva y democrática, gobernanza participativa, órganos especializados, formación crítica y mecanismos de participación activa de la comunidad universitaria. No está claro si podremos lograrlo a la velocidad con la que avanza la tecnología, pero sin estas salvaguardas, las promesas de innovación corren el riesgo de transformarse en procesos opacos y una mayor desigualdad.

    Abril Acosta, UAM Xochimilco: aacosta@correo.xoc.uam.mx

    Ricardo Reza, Centro de Actualización del Magisterio en la Ciudad de México: ricardoa.rezaf@aefcm.gob.mx

    Artículo publicado originalmente en El Universal

  • Admite USICAMM que curso de ANUIES para ingresar a la docencia en Media Superior está fuera de la Ley

    Admite USICAMM que curso de ANUIES para ingresar a la docencia en Media Superior está fuera de la Ley

    Por: Erick Juárez Pineda

    El titular de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), Francisco Cartas Cabrera, señaló que el curso que tiene costo y es impartido por la  Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y que solicita la misma USICAMM en las Disposiciones específicas del proceso de selección para la Admisión en Educación Media Superior, está fuera de la Ley y que estos lineamientos los estableció la Subsecretaría de Educación Media Superior.

    En un video difundido en redes sociales donde el funcionario mantiene una reunión con diversos legisladores, explicó que desde la USICAMM consideran que esto no debe incluirse en la convocatoria, pues el proceso no debería tener costo, sin embargo, fue esta misma dependencia la que publicó los lineamientos y no había objetado en ningún momento.

    “La Subsecretaría de Educación Media Superior debería explicar con mayor precisión sobre estos requisitos, incluyendo el curso de habilidades que tiene costo”.

    El Curso de Exploración de Habilidades para la Docencia en Educación Media Superior que forma parte de los requisitos publicados en las Disposiciones específicas del proceso de selección para la Admisión en Educación Media Superior,tiene un costo de 1250 pesos y tiene que ser pagado por el aspirante.

  • Las propuestas de ANUIES para el sexenio. Antecedentes

    Las propuestas de ANUIES para el sexenio. Antecedentes

    anuies

    Fundada en 1950, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) es una organización de carácter no gubernamental que representa en la actualidad a casi doscientas instituciones mexicanas de educación superior, que concentran poco más del sesenta por ciento de la matrícula de licenciatura del país. Uno de los propósitos constantes de la organización, desde sus orígenes, ha sido interactuar con el gobierno federal para la definición de las políticas públicas de educación superior del país.

    En su trayectoria histórica, la ANUIES ha fortalecido su fuerza de concertación de políticas mediante tres estrategias: el diseño de programas para el mejoramiento de la capacidad académica y organizativa de las IES, la representación de las instituciones públicas en la negociación del subsidio federal anual, y la formulación de propuestas y recomendaciones en el marco de la integración del programa educativo de la administración pública federal.

    Este año, en el marco de la contienda por la presidencia de la República, la ANUIES presentó a cuatro de los candidatos (Zavala, Meade, Anaya y Rodríguez) la propuesta titulada, en esta ocasión, “Visión y acción 2030. Propuesta de la ANUIES para renovar la educación superior de México. Diseño y concertación de políticas públicas para impulsar el cambio institucional”. Las correspondientes mesas de presentación y diálogo sobre el documento ocurrieron los primeros días de mayo de este año. El entonces candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, decidió no acudir a la invitación argumentando compromisos previos de agenda.

    Las propuestas de ANUIES para el sexenio que inicia en diciembre de este año contienen varias de las iniciativas y planteamientos que la agrupación ha sostenido desde hace tiempo, y también ideas y propósitos innovadores. Antes de proceder a su revisión y comentario, parece pertinente indicar los antecedentes sobresalientes, a ello dedicamos esta colaboración.

    La ANUIES ha realizado ejercicios de diagnóstico y propuesta semejantes desde hace ya varias décadas. Así se hizo en los años ochenta, tanto en el sexenio de José López Portillo (1976-1982), como en el de su sucesor Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), en ambos casos la ANUIES respondió a la encomienda de organizar propuestas para ser integradas al sistema nacional de planeación que comenzó a desarrollarse en esos periodos presidenciales. De entonces datan el “Plan Nacional de Educación Superior. Lineamientos generales para el periodo 1981-1991”, el “Programa Nacional de Educación Superior (PRONAES) en sus versiones de 1984 y 1985”, así como el “Programa Integral para el Desarrollo de la Educación Superior (PROIDES” de 1986.

    En 1988, en la inminencia de cambio de gobierno, la Asociación aprobó el documento “Declaraciones y aportaciones de la ANUIES para la modernización de la educación superior”, en cuyo contenido la administración de Carlos Salinas de Gortari basó la redacción del capítulo sobre el sistema en el Programa de Modernización Educativa (PME).

    El ejercicio de propuestas de la ANUIES para la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León se concretó en el texto, suscrito por el Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA), “Avances de la universidad pública en México”, publicado por la Asociación en 1994. En éste se establecen los aspectos que, desde la óptica de los rectores, permitirían una continuidad de políticas. Para el siguiente sexenio se presentó a los candidatos presidenciales, y posteriormente al presidente electo Vicente Fox Quezada, el documento: La educación superior en el siglo XXI. Líneas estratégicas de desarrollo. Un a propuesta de la ANUIES, aprobado en noviembre de 1999. El texto constituyó el marco de referencia de los programas para la educación superior propuestos en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 del Ejecutivo Federal en funciones, además de que fijó una perspectiva de mediano y largo plazo para el desarrollo del sistema que la Asociación reconoce como sustento de las propuestas que posteriormente se han elaborado.

    En 2006 la ANUIES formuló un nuevo documento: “Consolidación y avance de la educación superior en México”. El mismo se presentó, en una versión sintética, a los candidatos en la contienda presidencial de entonces y, en su versión extensa, al presidente electo Felipe Calderón Hinojosa. De ese pronunciamiento provino la meta de alcanzar, hacia el 2012, una tasa de cobertura equivalente al treinta por ciento del grupo de edad de 19 a 23 años, así como establecer un amplio programa de becas para mejorar la equidad de acceso y permanencia en el sistema, lo que dio origen al Programa Nacional de Becas para la Educación Superior.

    Para el periodo 2012-2018 la ANUIES concentró sus propuestas en el texto “Inclusión con responsabilidad social. Una nueva generación de políticas de educación superior”. En ese documento se propusieron una decena de ejes estratégicos: un nuevo diseño institucional para la gestión y coordinación de la educación superior; un nuevo sentido de cobertura de la educación superior; la vinculación: atributo fundamental de las funciones sustantivas; renovación de la evaluación para mejorar la calidad académica; fortalecimiento de la carrera académica: innovación: creación de polos regionales de investigación; plena movilidad en el sistema de educación superior; un nuevo enfoque de internacionalización; y financiamiento con visión de Estado; y reforzamiento de la seguridad en las instalaciones educativas.

    Otra idea de importancia en el enfoque de la propuesta de 2012 remitía a la noción de inclusión social. Sin dejar de reconocer la importancia de incrementar el nivel de cobertura alcanzado -el documento proponía lograr una meta mínima de cincuenta por ciento de cobertura bruta en el año 2020-, la idea de inclusión se refería también a la necesidad de renovar las formas en que el sistema universitario se proyecta y sirve a la sociedad en su conjunto.

  • Hacia la educación superior que todos queremos

    Hacia la educación superior que todos queremos

    Jaime Valls

    La ANUIES a lo largo de sus 67 años de vida ha logrado posicionarse como un promotor clave de los cambios que la educación superior en México ha requerido para su desarrollo y su fortalecimiento. A lo largo de su historia, no sólo ha representado los intereses de las instituciones asociadas ante las distintas instancias de gobierno, sino que en su seno ha concebido y puesto en operación proyectos de gran relevancia para la educación superior en nuestro país entre los que destacan programas para la evaluación y la acreditación de planes y programas de estudio, y certificación y reconocimiento del personal docente, así como programas de becas y apoyos financieros para impulsar el acceso a educación superior, entre otros.

    Como parte de este compromiso con la sociedad, de manera periódica la ANUIES ha elaborado documentos sobre el estado que guarda la educación superior en distintos momentos y presentado propuestas para impulsar su desarrollo.

    Así en el 2000 el documento La educación superior en el siglo XXI: Líneas estratégicas de desarrollo promovió el mejoramiento de la calidad, la pertinencia, la cobertura, la eficiencia y la equidad con que realizaban sus funciones las instituciones de educación superior. En el 2006 el documento Consolidación y avance de la educación superior en México: Elementos de diagnóstico y propuestas para una nueva generación de políticas de educación superior propuso diversos mecanismos para avanzar en materia de cobertura y continuar fortaleciendo la calidad, mientras que el documento Inclusión con responsabilidad social de 2012 subrayó la importancia de atender los temas vitales de la educación superior, adoptando y consolidando la responsabilidad social universitaria.

    Actualmente un grupo de expertos y académicos de las instituciones asociadas a la ANUIES se encuentra trabajando de manera colegiada en una propuesta para el desarrollo inmediato, de mediano y largo plazo de la educación superior, misma que será presentada a los candidatos que contenderán por la Presidencia de la República el año próximo, y a todos los actores universitarios, gubernamentales, legislativos, empresariales y sociales, a fin de permitirles conocer de manera más cercana los retos y desafíos del sistema nacional de educación superior, sumar sus esfuerzos y voluntades y plantear propuestas viables para emprender las reformas y transformaciones que la educación superior y la sociedad demandan. Este documento busca impulsar la innovación y facilitar la adopción de una nueva generación de políticas públicas para el cambio estructural que hagan viable la transformación de la educación superior. Entre las propuestas más importantes se encuentran la necesidad de revisar y actualizar la Ley para la Coordinación de la Educación Superior que data de 1978 a n de asegurar la operación, la planeación y la articulación de la educación superior y contar con una política con visión de Estado para el desarrollo sistémico de la misma.

    Ofrecerá asimismo, diversas alternativas para continuar avanzando en la ampliación de la cobertura con equidad y en la mejora de la calidad y rearma el compromiso de las instituciones de observar y ejercer plenamente su responsabilidad social, y hará un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a garantizar la certeza jurídica y presupuestal que permita a las instituciones de educación superior concentrarse plenamente en la misión que les ha encomendado la sociedad: brindar una educación de calidad, incluyente y pertinente que apoye el desarrollo económico y social del país.

    Secretario general ejecutivo de la ANUIES. jaime.valls@anuies.mx @jaimevalls

  • La educación superior en la equidad de género

    La educación superior en la equidad de género

    Jaime Valls*

    La conmemoración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo, fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reconocer la necesidad de avanzar en la igualdad de derechos de mujeres y hombres, es una ocasión propicia para analizar cómo se ha comportado ese fenómeno en la educación superior.

    Diversos estudios publicados por la ANUIES han coincidido en la contribución que la educación superior tiene en la movilidad social y en la generación de los denominados “grupos emergentes” integrados por profesionistas con gran dinamismo económico y participación política y social. Esa movilidad se caracteriza por una participación creciente de la mujer en las tareas de la educación superior, la ciencia, la tecnología y la cultura, así como en la economía.

    La estadística de las Universidades Públicas Estatales describe a organizaciones con menor inequidad de género entre sus integrantes, pues la participación de mujeres es cada vez más relevante. En esas instituciones las mujeres representan 39% de la planta de profesores de carrera; por otra parte, la cobertura educativa y la matrícula total es prácticamente la misma para ambos géneros.

    Es de destacar que las estudiantes presentan mejores indicadores de desempeño que los varones; por ejemplo, la tasa de deserción de las mujeres es menor que la de los varones y 54.1% del total de quienes terminan sus estudios son mujeres. No obstante, el Informe de la Unesco sobre la Ciencia. Hacia 2030 indica que sólo 28% de las mujeres obtiene su profesionalización, y de ese porcentaje, menos de la mitad alcanza un lugar en la agenda científica. Del mismo modo, las funciones de dirección universitaria son en su mayoría ocupadas por varones y la llegada de más mujeres a las rectorías, es aún tarea pendiente. En el mundo laboral, los varones continúan ocupando mejores niveles profesionales.

    Esto último puede deberse a tres cosas; primeramente, que la matrícula femenina en la educación superior se encuentra concentrada en carreras de las ciencias de la salud, sociales y administrativas, mientras que los varones se inclinan más por las carreras del área de las ingenierías y las tecnologías. En segundo término, el mercado laboral presenta mayores niveles de competencia en el sector terciario, justo en las áreas disciplinarias en donde la matrícula es superior y, tercero, por cuestiones culturales y por la imposibilidad de que las instituciones vean por el bienestar de su familia mientras ella labora, la mujer siempre se ha responsabilizado más de las tareas del hogar que el varón. De ahí que la mujer labore mayoritariamente en el sector informal o en actividades que no exigen una larga jornada, pues le permite atender simultáneamente sus responsabilidades, económicas como familiares.

    No obstante, la mujer profesional exitosa, integrante de los grupos emergentes de alta competencia, tiene que hacer un esfuerzo extraordinario para cubrir su doble o triple jornada; todas ellas son un ejemplo a seguir y una razón para continuar avanzando en la equidad. Precisamente ante esa situación, la ONU eligió como tema central para conmemorar este Día en 2017 el de “Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”, con la finalidad de que en ese horizonte se logre la igualdad laboral. Se trata de una desigualdad estructural que no debe continuar. Ello demanda de un cambio necesario en la dinámica social y familiar.

    En México, la educación superior está llamada a ser el verdadero factor de cambio y que el relevante papel que cada vez más juegan las mujeres en este sector, permita impulsar las transformaciones del mercado laboral y en el ámbito familiar, diversificando las fuentes de empleo, intensificando el uso de las TICs, favoreciendo el trabajo en casa femenino, y garantizando el respaldo de las instituciones a las mujeres en la atención de la familia.

    *Secretario general ejecutivo de la ANUIES @jaimevalls

  • La Educación Superior y la ANUIES en 2016 (II)

    La Educación Superior y la ANUIES en 2016 (II)

    Jaime Valls Esponda*

    Deseándoles un feliz año 2017, continúo con el recuento de los avances de la educación superior alcanzados durante el año 2016. Un objetivo fundamental de la ANUIES es promover la responsabilidad social de la educación superior. Por esa razón, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Yucatán y la participación de la Subsecretaría de Educación Superior y universidades de distintas regiones del país, se constituyó el Observatorio Mexicano de Responsabilidad Social Universitaria, Omersu.

    El Observatorio promoverá la integración de la responsabilidad social universitaria en los fines y funciones de las instituciones de educación superior. Las nuevas realidades y retos de la educación superior requieren de un marco normativo que responda a los mismos. Dado que la Ley para la Coordinación de la Educación Superior data de 1978 se requiere su revisión y actualización. Por ello, la ANUIES, conjuntamente con la SEP y el Senado de la República, organizó mesas de debate con el propósito de analizar la situación actual, los desafíos y las expectativas de la legislación mexicana en esta materia.

    Como resultado de estas mesas, el Consejo Nacional de la ANUIES creó una comisión de trabajo encabezada por el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y conformada por más de una docena de académicos y expertos de instituciones públicas y privadas a n de elaborar un anteproyecto de Ley General de Educación Superior bajo las siguientes premisas: el compromiso expreso en la ley de respetar la autonomía universitaria; el respeto a los diversos regímenes laborales de las instituciones de educación superior, por lo que no incorpora ningún elemento de carácter laboral; y el respeto a las condiciones de los alumnos, por lo que ninguna de las disposiciones afectaría su situación académica en lo relacionado con su ingreso, permanencia y egreso; la propuesta también debería reflejar las necesidades del sector de cara a los nuevos tiempos y requerimientos globales de una educación superior de calidad, incluyente, ética, universal y socialmente responsable.

    Luego de una amplia consulta ante las instituciones asociadas, el anteproyecto fue aprobado por el Consejo Nacional, con la indicación de continuar su revisión y consulta con especialistas del sector, los Poderes Ejecutivo y Legislativo y la sociedad en general.

    En materia de financiamiento, si bien en el 2017 el subsidio ordinario que recibirán las instituciones de educación superior públicas es similar al de 2016, éste continúa estando disociado de las dinámicas de expansión de la oferta educativa, lo que les genera una fuerte presión financiera e incertidumbre para el desarrollo sostenido de sus funciones académicas con estándares de calidad. Esta situación fue plenamente reconocida por el secretario de Educación Pública en su intervención en la Conferencia Internacional ANUIES 2016, en noviembre pasado, y ofreció empezar a trabajar en un nuevo acuerdo para financiar la educación superior de nuestro país en las próximas décadas. Este acuerdo busca redefinir la responsabilidad que tienen los gobiernos federal y locales para financiar la educación superior pública.

    Asimismo, establecerá los compromisos que las universidades deben asumir en el financiamiento y en el ejercicio transparente y responsable de los recursos. Arrancamos este 2017 convencidos del compromiso de los distintos actores de la educación superior y de la sociedad para seguir trabajando de manera decidida en el desarrollo y expansión de una educación superior de calidad que nuestro país demanda.

    *Secretario general ejecutivo de la ANUIES.

    jaime.valls@anuies.mx

    @jaimevalls

  • La educación superior y la ANUIES en 2016

    La educación superior y la ANUIES en 2016

     

    Jaime Valls*

    Concluye el año 2016 con logros y avances significativos en la educación superior del país y en el quehacer de la ANUIES. En este tenor, continuamos impulsando las acciones establecidas en la Agenda SEP-ANUIES para el Desarrollo de la Educación Superior, en los ejes de cobertura, calidad e internacionalización, responsabilidad social, normatividad y financiamiento, que van al encuentro de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Sectorial de Educación 2013-2018. En materia de ampliación de la cobertura, la ANUIES formuló un modelo estadístico que fue presentado en las reuniones regionales que sostuvo el secretario de Educación Pública con gobernadores y ante autoridades educativas de los estados, las cuales habrán de adoptarlo según sus propias realidades y expectativas.

    Con base en estimaciones preliminares, la matrícula de educación superior en el presente ciclo escolar se incrementó en 160 mil 953 estudiantes, 1.4% más en la tasa bruta de cobertura observada al inicio del ciclo escolar anterior, para situarnos en 37.2%. Asimismo, en lo relativo al fortalecimiento del Sistema Nacional de Educación a Distancia se concluyó el Diagnóstico y el Programa Indicativo para el Desarrollo de la Educación Superior a Distancia.

    Respecto de los avances para el impulso de la calidad, los trabajos para la creación del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior son notables y en los cuales están participando todos los actores involucrados, con el liderazgo de la Subsecretaría de Educación Superior y la ANUIES. La ANUIES ha continuado apoyando a la SEP con la Certificación de las Competencias Docentes del Nivel Medio Superior (Certidems).

    Este año se evaluaron 20 mil 512 docentes, de los cuales 89.3% logró su certificación para incorporarse a los indicadores positivos de fortalecimiento del Sistema Nacional de Bachillerato. Asimismo, atendiendo la invitación del maestro Aurelio Nuño, la ANUIES está participando en la formulación de una propuesta general del Programa de Formación Continua de Profesores de Educación Básica, para continuar con la implantación de las reformas estructurales de la educación, en el tema estratégico de la actualización del magisterio.

    En materia de internacionalización, nuestra asociación fue reconocida con el Premio AMPEI 2016, por el impulso a la integración de la dimensión internacional en los fines y funciones de nuestras asociadas. Asimismo, durante el presente año se incrementó la movilidad de estudiantes en 21% y se suscribieron convenios de cooperación con organizaciones de Canadá, España, Brasil, Alemania, Francia, Holanda y Colombia.

    Culminamos un año de gran productividad con la organización de 5 foros de Consulta Democrática Nacional sobre la Constitución, en coordinación con el Senado de la República, en el centenario de su promulgación, la Cátedra ANUIES Ética del Desarrollo Sostenible Dr. Manuel Velasco Suárez y la Conferencia Internacional ANUIES, organizada con la UNAM, con la participación de funcionarios y expertos académicos de 23 países.

    Los trabajos de la Conferencia versaron en la identificación de las contribuciones de las instituciones de educación superior para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En la próxima entrega continuaré exponiendo los avances de la educación superior logrados en 2016.

    Mientras tanto reciban mis mejores deseos en esta época de celebración, reflexión y paz.

    *Secretario general ejecutivo de la ANUIES.

    jaime.valls@anuies.mx

  • El fortalecimiento de la carrera académica en la educación superior

    El fortalecimiento de la carrera académica en la educación superior

    Los diálogos sobre la calidad de la educación superior que dieron inicio entre la Subsecretaría de Educación Superior y la ANUIES el año pasado focalizaron, entre otros aspectos, a la Carrera Profesional Docente, como uno de los ejes fundamentales para el logro y aseguramiento de la calidad educativa.

    anuiesDesde siempre se ha considerado que no puede haber buena calidad en la educación superior con profesores de bajo perfil académico, con posgrados de programas de dudosa calidad, sin las competencias docentes para enseñar, investigar, trabajar en redes y extender sus conocimientos en la sociedad. En las reuniones con la Subsecretaría, lo importante fue el reconocimiento sobre la necesidad de establecer nuevas políticas públicas para fortalecer la carrera académica.

    El tema, por consiguiente no es nuevo; desde 1991 la ANUIES impulsó, con el apoyo de la SEP, el Programa Nacional de Superación del Personal Académico (SUPERA), que fue instituido formalmente en el año de 1994, con el propósito de incrementar la calidad de la educación. Años más tarde, en 1996, el SUPERA sería substituido por el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), con una visión de mediano plazo al año 2006, que apostaba a una mejora del per l académico y de la organización de los profesores para desarrollar de manera adecuada sus actividades de docencia, generación y aplicación del conocimiento, tutoría y gestión académica.

    Los importantes logros del PROMEP, devenido en 2013 en Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior (PRODEP), como consecuencia de las reformas educativas, fueron asumidos por el nuevo programa capitalizando la experiencia acumulada en sus 17 años de vida. No obstante, todos esos programas han sido diseñados para fortalecer las competencias académicas de los Profesores de Tiempo Completo (PTC) que representan numéricamente una proporción menor de la planta académica de las instituciones públicas, donde los Profesores de Tiempo Parcial (PTP) son mayoría.

    Un estudio sobre la situación de los PTP, realizado por la ANUIES en 2015, a petición del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines de nuestra Asociación, en el cual participaron especialistas de universidades a liadas, encontró que más de la mitad de la formación de los estudiantes de Licenciatura está a cargo de los PTP, los cuales laboran en condiciones de gran inequidad frente a los PTC. Los PTP no han sido considerados en las políticas públicas de educación superior.jaime valls

    Esto es preocupante aún más cuando sabemos que el crecimiento de la matrícula de Licenciatura para hacer frente a las metas nacionales de la cobertura, ha tenido que atenderse casi exclusivamente con PTP. Esta ausencia de políticas en torno a uno de los elementos esenciales de la formación profesional se manifiesta de diversas maneras en las IES: heterogeneidad de modalidades de contratación, plantillas de horas de asignatura no reconocidas por la SEP, inexistencia de programas de formación, estímulo, reconocimiento y promoción, desconocimiento de derechos laborales, etc.

    Por tal razón, la Agenda de Puebla estableció el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Carrera Académica en Educación Superior, con el propósito de promover integralmente la formación disciplinaria y pedagógica; mejorar las condiciones de infraestructura y equipamiento; innovar las medidas de permanencia y de renovación de la planta académica de las instituciones de educación superior, considerando tanto PTC como PTP. Ello significa que los actuales programas institucionales de apoyo a la docencia, deberán ampliar sus acciones y su población objetivo para impulsar de manera integral el desarrollo de todo el personal académico.