Rosaura Ruiz.  El Plan de Estudios 2012 de la licenciatura en Educación Primaria de la Escuela Normal Superior destina a Ciencias Naturales sólo 12 horas (menos de 5% del mapa curricular), lo que es, a todas luces, insuficiente para cubrir adecuadamente los conocimientos disciplinares que el docente debe manejar a un nivel superior y saber transmitir significativamente a sus alumnos; así también como para dominar con soltura e imaginación el contenido disciplinario científico de nivel primaria, y para contar con la claridad necesaria para responder adecuadamente las dudas del alumnado.

Revisando el temario de las asignaturas relacionadas con Ciencias Naturales (“Acercamiento a las Ciencias Naturales en la Primaria” y “Ciencias Naturales”), consideramos que, por ejemplo, en cuanto a Física, los temas que contempla no son los adecuados para transmitir conocimiento significativo ya que los primeros temas que trata están enfocados a la Astronomía y no al movimiento de objetos cercanos y cotidianos que funciona perfecta y más claramente como base para comprender el Sistema Solar.

Por otra parte, los temas, y aún el orden de los mismos son inadecuados, ya que la forma lógica de tratar una introducción a la Física sería, movimiento, interacción y energía, mientras que en el temario se abordan como primer tema la electricidad (interacción y energía) y posteriormente temas de energía y movimiento planetario, lo cual, en el mejor de los casos, conduce a un aprendizaje memorístico sin profundidad, lejos de construir un conocimiento significativo de la disciplina. Lo que se podría lograr con un temario pertinente y bien ordenado. Por ejemplo uno que abarcara, a grosso modo y en este orden, lo siguiente: naturaleza de la ciencia; movimiento de los objetos y sus interacciones (subtemas: la noción del tiempo, descripción del movimiento de los objetos, representación gráfica posición-tiempo, un tipo particular de movimiento: el movimiento ondulatorio, etc.); el trabajo de Galileo: una aportación que dio origen a la ciencia moderna; la idea cotidiana de fuerza; el concepto de fuerza; la relación entre masa, aceleración y fuerza (Leyes de Newton, Ley de la Gravitación Universal, Leyes de Kepler, etc.); cargas eléctricas; conducción eléctrica de los objetos; nociones de átomo y sus componentes; la luz y sus propiedades; temperatura, calor y energía (subtemas: nociones de temperatura, formas de energía y el principio de conservación de la energía, aparatos que transforman la energía, plantas de generación de electricidad y sus repercusiones en el ambiente); fuentes alternas de energía; sociedad, energía y ambiente; la célula (estructura, organelos, tipos de células, etc.); células madre; el gen (la herencia, el DNA, organismos transgénicos); la evolución (biodiversidad, el origen de las especies, etcétera.); el ecosistema; y, por último, ciencia, sociedad y bioética.

Resulta obvio que cubrir los temas antes listados requiere una cantidad de tiempo de la que no se dispone en el plan de estudios actual, de modo que, a nuestro criterio, la principal es realizar una nueva priorización anteponiendo a los grandes temas, así como darle el peso adecuado a la parte disciplinar de las Ciencias Naturales. Por lo anterior, y para que los profesores puedan impartir de forma adecuada los campos de formación relativos a Ciencias Naturales es necesaria una reestructuración del Plan de Estudios, balanceando de forma adecuada el tiempo que se le dedica a la parte disciplinar y a la parte pedagógica.

El documento fuente del presente, ha sido preparado por un grupo de la Facultad de Ciencias y será presentado en el próximo Foro de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo organizado por la SEP.  

Directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM

Publicado en El Universal