Un México extraviado

• Ignacio Guerrero
• 21 junio, 2016
• Opinión
• Ignacio Guerrero, reforma educativa

¿Y yo?, aquí nomás, criticando…

A diario veo o escucho en la televisión, radio e internet, noticias que me llevan a pensar, cosas que me generan tristeza, indignación, coraje, o que a veces me divierten porque son tan obvias las mentiras y la contradicción en ellas que no puedo más que reírme y menear la cabeza de un lado a otro. Aclaro, ni tengo la verdad absoluta, ni la absoluta autoridad moral, ni tampoco soy un dechado de virtudes humanas, pero bueno… tampoco soy el peor, “me defiendo” en algunas cosas, y sobre todo intento reflexionar lo que está a mi alrededor, o que me llega de alguna parte.

Dicho lo cual…

México es un país lleno de contradicciones, es la verdad aunque nos duela, y por mucho que se diga que los mexicanos no debemos hablar mal de nosotros mismos (esta idea por supuesto que le conviene principalmente al gobierno), hay que hacerlo, sobre todo cuando se vive en un sistema que está mal, a ver si al enterarse todo el mundo les da una poca de vergüenza a los que tienen poder político, y que pueden actuar para cambiar las cosas. Por supuesto que los cambios sociales son asunto de todos. Como pueblo parece ser que todavía no hemos podido liberarnos del lastre que venimos arrastrando desde la conquista. Quienes fundaron a la “Nueva España” nos rompieron social y culturalmente, y desde entonces no hemos podido conseguir el equilibrio justo entre el pasado y el futuro, el cual nos ubique en el presente y partamos de él hacia mejores niveles como nación, mejor balanceados, más conscientes y menos contradictorios.

Pero así vamos caminando, aunque muy lentamente, poco avanzamos como pueblo, siempre sujetos a lo que hacen otros países, dependientes de lo económico, educativo y social de los demás. Si a la reina de la Gran Bretaña le duele un pie y cojea, a causa de ello aquí seguro subirá el dólar. Y en educación si en España inventan una “paella de constructivismo”, seguro que aquí haremos un “pozole educativo”, o si se les ocurre inventar las “competencias flamencas”, aquí seguramente inventaremos las “competencias jarochas”.

Pero en fin, sobrevivimos y eso ya es ganancia. Las anteriores son realidades que vivimos en nuestro país las cuales para no amargarnos la vida hay que verlas con cierta jocosidad, sin embargo también importa analizarlas, para -ojalá- corregir lo que está mal y que a todos nos afecta..

Los extravíos a los que me refiero son los siguientes.

En cuanto a los mandos oficiales superiores del gobierno…

Tenemos un secretario de educación pública joven, sin absolutamente ninguna experiencia en las aulas. Si lo más importante de un país es la educación de sus nuevas generaciones, habrase visto entonces mayor aberración. Es como si se pusiera al timón de un trasatlántico a un muchacho que jamás estuvo ni siquiera en una canoa. Y no es que menosprecie la inteligencia del secretario actual, no, el señor Nuño Mayer puede tener una idea respecto a la educación y puede ser muy inteligente, pero para dirigir un barco de las características del que está en sus manos se necesita más que una idea, es necesario tener experiencia en el ramo. El que lo hiciera debería haber cubierto cuando menos unos veinte años en las aulas y haber tenido en ellas una trayectoria sino ejemplar, por lo menos regular o normal. Esto, debería estar contemplado en las leyes.

El Secretario Nuño Mayer ha llegado a un punto en su gestión en el que simplemente ya no puede resolver nada, ni en lo educativo, ni en lo laboral. La Reforma -su reforma ahora-, es repudiada por la gran mayoría del gremio docente, por encontrarla vacía en lo principal que es lo educativo, dirigida exclusivamente a adelgazar la nómina magisterial, y está a punto de concluir para quedar en la historia como otro fallido intento del gobierno en esta materia. A la Reforma “Educativa” le queda de vida lo que resta de este año y parte del siguiente (quizá concluya antes). El secretario de educación pública decidió utilizar el tolete, y bueno… ahí están las consecuencias, la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) -y organizaciones afines- no aflojarán en sus posturas radicales, y si no ha habido un baño de sangre que salpique hasta la presidencia, es porque Dios ha sido extraordinariamente indulgente con el secretario Nuño Mayer, el cual pide sensibilidad a los demás mientras él no la muestra y que acusa a la CNTE de utilizar niños en sus manifestaciones y él hace sus discursos frente a ellos.

En cuanto al Sistema Educativo…

Es un hecho que el Sistema Educativo actual no funciona como debiera, perdón por la arrogancia de mi parte pero no he pasado treinta años de mi vida en él como para no ver que hay fallas tanto en las escuelas como en las demás partes que lo conforman, y el primer error es el siguiente. Siempre que se habla del Sistema Educativo, en donde sea, se hace referencia únicamente a las escuelas y al profesor. ERROR garrafal, y lo escribo con mayúsculas para que se lea bien, las palabras: SISTEMA EDUCATIVO, se refieren a TODAS LAS PARTES QUE INTERVIENEN EN LA EDUCACIÓN DE UNA PERSONA (escuela, padres de familia, medios de información/comunicación, gobierno, etc.), así pues empecemos por corregir nuestra interpretación del mismo.

Lo cierto es que así como está el Sistema Educativo solo puede producir mexicanos pobres en conocimientos, en cultura, y en aspiraciones a una mejor vida en sociedad. Pero no porque esté mal hay que meter reformas a la ligera, “al vapor” como se hizo. NO, se requiere una Reforma profunda que involucre seria y obligatoriamente a todas las partes que intervienen en la educación de una persona. Desgraciadamente lo que está implementandose actualmente solo son cambios por “encimita”. Es una Reforma que se nombra “educativa” pero que de ello no tiene NADA, son simples cambios de tipo LABORAL. Engañosa, con términos vistosos, atractivos, como es el de la CALIDAD de la educación que se menciona en ella, pero poco aclarados -no soy el primero en decirlo-, porque, ¿qué entiendes tú Lector por calidad educativa? Seguramente al oír la palabra CALIDAD pensarás que es algo bueno para todos, para ti o para tus hijos si los tienes en la escuela, como igual pienso yo, pero… para otras personas calidad puede significar lo siguiente. Por ejemplo para un empresario calidad de la educación suministrada a un joven puede significar que la escuela produzca un trabajador sumiso, que jamás le reclame nada, que le trabaje 20 horas al día con un salario miserable. Y para la clase política dominante, calidad puede significar mexicanos obedientes que vivan en un mundo de necesidad alimentado con sus promesas y con las fantasías de la televisión.

En la iniciativa de reforma enviada por Peña Nieto a la asamblea legislativa está un acercamiento a lo que el gobierno piensa acerca de la calidad de la educación, dice así:

“Ésta existe en la medida en que los educandos adquieren conocimientos, asumen actitudes y desarrollan habilidades y destrezas con respecto a los fines y principios establecidos en la Ley Fundamental.”

Me llama la atención el término: actitudes, ¿qué tipo de actitudes busca la reforma en los educandos?.

Más adelante la iniciativa señala:

“Si la educación es política de Estado, la calidad de los procesos educativos requiere de los esfuerzos a los que están obligados sus actores: poderes públicos, órganos de gobierno, autoridades, instituciones, maestros, organizaciones gremiales, expertos, padres de familia y la sociedad en su conjunto.”

Entonces, si la calidad de la educación es obligación de TODOS en la sociedad, no solo de los profesores: ¿en dónde están las obligaciones de los demás actores?.

Pero si quieres algo todavía más complicado de digerir, te dejo lo que la Ley del INEE (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación) señala como calidad educativa:

“Calidad de la Educación, a la cualidad de un sistema educativo que integra las dimensiones de relevancia, pertinencia, equidad, eficiencia, eficacia, impacto y suficiencia;”

¡Uff!

En cuanto a lo político…

La clase política dominante no quiere que A. Manuel López Obrador llegue a la presidencia, y sin embargo le llenan el camino de rosas para que lo haga. En lugar de sentarse a dialogar las reformas con la gente que las sufre, para ver que puede modificarse en ellas que afloje un poco el estrés de la sociedad y se involucre más en su consecución, prefieren reafirmarlas así como están olvidándose del sentir de la gente que los puso ahí precisamente para que hicieran eco a las demandas sociales. Por supuesto que habrá quien capitalice la inconformidad y quizá será López Obrador, permitiéndole esto llegar a la presidencia, su sueño dorado, -o quizá su obsesión- y no será por seis años, NO, eso es una ilusión, será quién sabe por cuántos años. Pero a lo mejor eso es lo que le hace falta a nuestro país, una verdadera rasurada al sistema político, que se la de alguien que aborrece a las instituciones actuales, y que no deje ningún pelo en la cabeza de la patria del cual puedan agarrarse los políticos actuales para continuar sus privilegios, llevándola así hasta tocar fondo (como está sucediendo en otros países) de tal manera que después solo nos quede levantarla acomodando las cosas de una mejor manera para todos.

Los políticos hablan, discuten y hasta hartan con el cuento del combate a la corrupción y cuando se les da la oportunidad de demostrar su discurso en los hechos, actúan contradictoriamente tergiversando las nuevas leyes destinadas a evitarla, como es el caso de la Ley 3 de 3.

El Sistema político mexicano actual navega entre lo vulgar, lo farandulesco, lo irracional, lo que conviene a cada partido y lo que ordenan las grandes corporaciones nacionales e internacionales. Poco podemos esperar de él los mexicanos, y no hay para cuando se corrija esto, a menos que cayera en la presidencia alguien con ideas extremas.

En cuanto a los medios de comunicación…

Los medios de comunicación critican al sistema educativo, pero no hacen nada -absolutamente nada-, por modificar sus programas simplones agregándoles siquiera alguna “vitamina” cultural. Hablan de educación y critican a los maestros, pero… ¿qué saben los dueños y los que salen a cuadro en la televisión acerca de lo que es el quehacer educativo?. Me parece que su visión acerca de la educación es bastante corta, limitada. Pregonan que quieren una mejor educación para los niños y los jóvenes, ¿y quién no la querría?, pero… ¿qué hacen para mejorarla?. Programas de apoyo como es el de bécalos -y otros- que se basan en las donaciones de la gente, ya sabemos que son para la evasión de impuestos.

“No es nuestro giro la educación”, -dijo alguien de los medios… “nuestra función es otra”. Sí, claro, la televisión tiene la función de divertir y de lucrar con ello, es un simple negocio, y como tal, no esperemos entonces la sociedad que los medios de comunicación nos digan siempre la verdad. Ellos hablarán de cualquier cosa según convenga a sus intereses, según les deje ganancias mayores.

En cuanto a lo social…

Y la sociedad siempre creyendo lo que dice la televisión. Adultos y jóvenes dan por hecho lo que escuchan y ven en los medios. Han sido muchos los jóvenes que alguna vez me dijeron: “lo escuché en la radio” o “lo vi en la TV”, por lo tanto es verdad. Menos mal que las redes sociales cada vez más les están ganando terreno a los medios de comunicación tradicionales (TV, Radio y Prensa), y aunque no todo lo que se dice en internet es verdad, por lo menos están rompiendo la telaraña que los medios clásicos habían tejido, en la que tenían atrapada a la gente.

Socialmente nos hace falta mucho para entender la vida en comunidad. Tiramos basura en las calles y luego reclamamos al gobierno porque no hace nada por mantener limpias las alcantarillas que se tapan con ella, y peor aún, vamos al mar y nos quejamos de la suciedad que hay en las playas en las que desembocan los ríos de los pueblos que llevan la basura que obstruía las alcantarillas. Llueve y que mejor momento para deshacernos de la basura tirándola en los arroyos temporales que se forman en las calles. Generamos ruido, malos olores, humo en nuestras casas, y que el vecino se aguante. Nos quejamos de la corrupción existente en el país y en cuanto nos detiene el oficial de tránsito para infraccionarnos de inmediato sacamos el billete para resolverlo. Entendemos que la educación de un niño inicia en el hogar y hacemos cosas frente a él que no lo ayudan en su formación, y además lo depositamos en la escuela esperando que sea ésta la que sí lo eduque. Etc., etc., etc.

En cuanto a lo sindical…

Tenemos un México con sindicatos completamente desorientados, ajenos a sus principios y a sus agremiados, que hacen exactamente lo contrario a aquello por lo que fueron creados. En nuestro caso, trabajadores de la educación, un SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación): apocado, apagado, arrinconado, encañonado. Me pregunto qué pensarían los que lo fundaron, ¿qué reacción tendrían al ponerlos frente al SNTE actual? ¿El cuerpo sindical que existe hoy es el que imaginaron y por el que lucharon tantos trabajadores? Y no es solo el SNTE, están también el sindicato petrolero, el de la CFE, que son ahora simples plataformas políticas. No dudo que nuestro simbólico dirigente una vez concluida su gestión se le premie con una senaduría o por lo menos con una diputación plurinominal.

En cuanto a la seguridad personal…

Las policías del país completamente infiltradas por la delincuencia organizada. Actualmente nadie puede tener la certeza de que al denunciar algún atropello a sus derechos sus quejas serán atendidas y de que no habrá represalias por ello. NO, estamos a merced de la delincuencia, y las policías los protegen, e incluso se “cuadran” ante ellos, les dicen “jefes”, habrase visto mayor aberración de aquellos que están para defender a los ciudadanos que solo quieren trabajar y vivir en paz. Se acabaron los tiempos en los que cualquiera podía caminar por las calles de su pueblo o ciudad a altas horas de la noche sin preocupaciones. Se acabaron los tiempos en los que podías transitar libremente por cualquier camino vecinal, ahora, antes de andarlo tienes que investigar primero si no hay “retenes” en él colocados por la delincuencia. Facinerosos transitando por las calles de la ciudad en autos a toda velocidad y con sus aparatos de sonido a todo lo que dan. Y mientras tanto la policía… papando moscas.

La desconfianza es total hacia los cuerpos de seguridad del país, incluso hasta los que antes eran considerados incorruptibles están perdiendo credibilidad.

En cuanto a la justicia…

La justicia actual o bien se aplica en función del dinero o el poder que tenga la persona (esto no es nuevo), o bien es mediática (esto sí es nuevo). Juicios largos y tediosos que invitan a desistir a las personas. ¿Para qué invertir tanto tiempo en un proceso si al final el resultado lo dará el juez no en función de la legalidad, sino en relación al dinero, o el compadrazgo o de lo que digan los medios de comunicación?.

Justicia mediática es lo que hay actualmente, pues basta con que los medios insistan en algo -lo que sea- para que políticos y gobierno se los concedan.

En fin, es mi percepción y pretendo señalar para corregir, no es solo por criticar. Corto aquí, para muestra ya señalé varios extravíos que lamentablemente suceden en mi país. Chueco y borroso así lo veo… ¿O será que la vista me está fallando?.

Pero, pero, pero… por increible que parezca… se mueve.

Lentamente, soportando lastres, miserias, desprecios, casi a rastras, y no como debiera hacerlo, pero se mueve. Y esto es también… otra contradicción.