𝐁alance educativo a unos meses de concluir la administración

Eduardo Grajales

A poco más de año y medio para que concluya la actual administración, el proyecto educativo de la 4T todavía no consolida. Esto no es crítica destructiva, sino una reflexión a manera de balance entre metas y resultados obtenidos hasta ahora.

A la distancia de las promesas presidenciales hechas en la campaña del actual Presidente, podemos señalar lo siguiente:

Referente a la implementación de un nuevo modelo curricular, el proyecto de mayor relevancia educativa, “La Nueva Escuela Mexicana” (NEM) sigue siendo un enigma para miles de maestros que carecen de la información básica para comprender la filosofía, valores y objetivos que persigue el rubro el gobierno actual.

En diversos acercamientos con docentes, observo una amplia desinformación del significado de la NEM, y lo mismo sucede con el Marco Curricular.

La base magisterial carece de información técnica y pedagógica que le permita construir los recursos necesarios para materializar este interesante, pero controvertido, proyecto educativo. Actualmente, muchos de ellos navegan en un laberinto de dudas, desde cuál es el plan curricular oficial, hasta el cómo construir los planes analíticos y sintéticos próximos a ponerse en marcha. La cosa no es para menos.

De este panorama, deriva otro compromiso incumplido: un proyecto sólido de capacitación docente, no sólo para implementar la NEM, sino para intervenir en temas trascendentales en el aula como acoso escolar, educación sexual, habilidades digitales, educación inclusiva, equidad de género, cultura de paz, y otros, que tanta falta hace en las escuelas.

Hoy día, la oferta académica de los centros de formación docente sigue siendo obsoleta para la dinámica escolar actual. Por otro lado, no se aprecian mecanismos de evaluación, del Sistema Educativo, objetivos y transparentes que permitan evaluar las condiciones reales de la educación mexicana.

La Comisión de Mejora Continua de la Educación que supuestamente sustituiría al desaparecido INEE, no ha estado a la altura. A dos años de la pandemia, es evidente la ausencia de información del impacto que esta tuvo en las escuelas, por ejemplo, lo que no puede permitirse en un sistema educativo de una potencia en desarrollo como México.

De esta manera, podemos ir identificando otros pendientes en el financiamiento educativo, el Sistema para la Carrera de las y los Maestros, en infraestructura, tecnología, democracia sindical, y más…

Lo anterior, son tan sólo datos que debemos analizar a meses de que concluya el actual gobierno, y hacer lo posible por hacerlo recapacitar respecto a las promesas ofrecidas y sus exiguos resultados.

Si bien se han logrado avances en la basificación de miles de trabajadores de la educación, desapareciendo una política educativa estigmatizadora del docente, y en la promulgación de una reforma constitucional de altura (que por primera vez incluye a los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, y describe al maestro como “agente de transformación social”) todavía falta mucho por hacer.

Sin duda la 4T ha hecho aportes importantes en estos años, pero el esfuerzo sigue manteniéndose insuficiente; los resultados son escasos, el avance lento y los retos muchos.

En los albores del inicio del proceso para el relevo presidencial, resulta prioritario repensar la educación y esbozar ideas para un proyecto que refuerce la propuesta educativa actual, pero esta vez, con un toque moderno y vanguardista, que ponga por lo menos en la ruta internacional a la educación mexicana y al magisterio mexicano, a favor de las nuevas generaciones.

roberto.e.gglz@gmail.com

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