Rogelio Javier Alonso Ruiz*
Para el ciclo escolar 2021-2022, los alumnos de tercero y cuarto grados de educación primaria tienen en sus manos nuevos libros de texto de la asignatura de Español. Ante la ausencia de un plan de estudios que, para estas fechas, ya debería estar publicado en el Diario Oficial de la Federación y siendo aplicado en algunos grados de educación básica, la renovación de los libros de texto, conducida por Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), podría ser considerada como una de las primeras muestras de la denominada Nueva Escuela Mexicana.
Es explícita, en la presentación de ambos libros, la alusión a lo que, desde el plan de estudios anterior, se ha expresado como prácticas sociales del lenguaje: en el mensaje inicial a los alumnos, se “recuerda que lo importante no es memorizar datos, ni acaparar información para sentirte especial o único, lo relevante es entender que no estamos solos: nos rodean personas, plantas, animales… y todos merecen que los reconozcas y que te integres con ellos” (SEP, 2021a, p. 3). De este modo, los nuevos materiales dan continuidad, tomando como referencia planes de estudio anteriores (desde 1993 se habla de un enfoque comunicativo funcional), al uso de la lengua como medio de interacción social.
El desarrollo de las secuencias didácticas de los libros de texto se enmarca pues en prácticas sociales del lenguaje: la construcción de los productos orales o escritos se da a partir de la interacción entre estudiantes y docentes, generalmente culminando con presentaciones en contextos específicos (lectura dramatizada de un guion teatral ante un público, por ejemplo). Tomando como referencia la secuencia “Pasos a seguir” (SEP, 2021b, pp. 80-95), de tercer grado, de las 45 actividades que la conforman, sólo se propone efectuar nueve individualmente, mientras que las restantes se realizan en conjunto con los compañeros e incluso el maestro.
En sintonía con la preferencia al uso de la lengua, más que a la acumulación de conocimientos, el libro ofrece poca información sobre conceptos o procedimientos: de las 16 páginas que consta la secuencia mencionada, en la que se abordan los instructivos, sólo en tres párrafos muy breves (de 32 palabras el más extenso), alejados entre sí, se explica la definición, características o conjugación de verbos en este tipo de textos. En cambio, el desarrollo de los aprendizajes esperados se da mediante la exploración, la reflexión, la producción y el uso de la lengua. La proporción de actividades grupales, así como de información teórica en los nuevos libros de texto, es similar a la de sus antecesores.
Los aprendizajes principales que se buscan desarrollar a través de las secuencias didácticas de los nuevos materiales tienen una correspondencia absoluta con los aprendizajes expresados en el plan de estudios vigente. Así, por ejemplo, en tercer grado, las 14 secuencias que se proponen en el libro de texto se centran en alguno de los aprendizajes presentes en el plan de estudios 2017 (SEP, 2017, pp. 195-197). Llama la atención, mas no por eso se califica como errónea, la continuidad del enfoque y los aprendizajes, sobre todo si se considera que los impulsores de la Nueva Escuela Mexicana criticaban lo contenidos, procedimientos y fines escolares de otros tiempos. Si bien no se esperaba una revolución pedagógica, la crítica a las prácticas pasadas hacía esperar cambios importantes. La publicación del nuevo plan de estudios, con fecha incierta aún, permitirá, si las hay, conocer novedades en cuanto a contenidos y procedimientos: ¿habría que esperar en consecuencia un nuevo rediseño de estos libros?
En cuanto a la estructura del libro, su unidad básica es la secuencia (consta de 14), que en los materiales anteriores era denominada práctica social de lenguaje o, en otras asignaturas, lección. La secuencia, como la intervención pedagógica, se organiza en tres momentos explícitos: comencemos, profundicemos y concluimos. Además, se incluye un apartado de evaluación. La novedad más importante es la inclusión de la sección “Tiempo de leer”, que, de manera recurrente, busca motivar al uso de bibliotecas (escolares, comunitarias o digitales), emplear el libro de lecturas o desafiar a los estudiantes a explorar textos para fines diversos. Secciones como “dato interesante”, “glosario” o “TIC” ya estaban presentes en las ediciones anteriores del libro.
En el mismo libro se reconoce que una de sus partes esenciales son las imágenes (SEP, 2021b, p. 7). Con respecto al libro anterior, es mayor la presencia de ilustraciones, muchas de ellas sobre estampas naturales o sociales de la gran diversidad de la cultura mexicana. Podría afirmarse que, al menos visualmente, el libro se aprecia “más mexicano”. Lo mismo sucede
La discusión pública sobre el proceso de elaboración de los nuevos libros no fue ajena a argumentos radicales sin ningún tipo de matiz: la periodista Fernanda Familiar afirmó, en programa radiofónico en cadena nacional, que “los libros de texto van a manipular a la infancia mexicana [para que] vaya de acorde con el franquismo, el nazismo, el comunismo soviético y el socialismo venezolano” (Imagen Radio, 2021, 00m 11s). Aunque la comunicadora no especificó si se refería a algún libro de una materia específica (que quizá la mayoría desconoce), al menos en los referidos no se observa un esfuerzo por adoctrinar a los estudiantes.
Valga decir que el adoctrinamiento no sólo se podría dar a partir de la imposición de una visión de la Historia, sino también del uso de la lengua: poemas, cantos, biografías y narraciones pudieran ser aprovechados como vehículos de configuración ideológica. La ausencia de adoctrinamiento queda de manifiesto en la secuencia 6 del libro de cuarto grado (SEP, 2021a, pp. 95-111), en la cual los estudiantes deben resumir un acontecimiento histórico; en el desarrollo de la secuencia, se toman como referencia textos que abordan el Descubrimiento de América o la llegada de los españoles a Tenochtitlan, sin observarse que se conduzca a los alumnos a una determinada posición ideológica, pese a ser ampliamente conocida la postura del actual grupo político dominante respecto a tales hechos históricos.
Queda la duda si los nuevos libros de texto representan simplemente un proceso aislado de renovación de ciertos materiales educativos o si realmente son el fruto de un rediseño educativo que se ha denominado Nueva Escuela Mexicana, sobre todo considerando que no hay un nuevo plan de estudios (al menos publicado) que lo respalde. Aunque hay ciertas innovaciones, se observa continuidad en términos de enfoque de enseñanza y contenidos de aprendizaje. Parece ser que no tuvieron razón ni quienes adelantaban una renovación pedagógica profunda ni quienes alertaron de los fines más perversos al rediseñar los libros de texto. “Mucho ruido y pocas nueces” seguramente más de alguno pensará tras un proceso de elaboración de materiales educativos tan polémico como el que condujo Marx Arriaga.
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter: @proferoger85
REFERENCIAS
Imagen Radio. (23 de abril de 2021). Libros de Texto en México| ¡Qué Tal Fernanda! [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=hda6C8D8-zI
SEP (2017). Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación básica. México: autor.
SEP (2021a). Lengua Materna. Español. Cuarto grado. México: autor.
SEP (2021b). Lengua Materna. Español. Tercer grado. México: autor.