La Sociedad Mexicana de Educación Comparada es una agrupación de investigadores y alumnos de posgrado que tiene como eje los estudios internacionales y comparados. Una pequeña cuadrilla de profesores mexicanos integrantes de la Comparative and International Education Society, convocaron a formar esta asociación en 2003. Se constituyó en 2004 y ese mismo año el Consejo Mundial de Sociedades de Educación Comparada la aceptó en su seno.
No obstante que la investigación educativa en México ya se había consolidado —y diversificado— desde la última década del siglo veinte, los estudios comparados e internacionales eran marginales en la producción de conocimiento. La institucionalización y desarrollo de la Somec poco a poco transforma ese panorama.
La Somec nació con buenos augurios y subió con rapidez la pendiente. Su primer presidente, Marco Aurelio Navarro Leal, destacado profesor y funcionario de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la puso en marcha. Bajo su liderazgo, la Somec organizó los primeros encuentros y conferencias a la sombra del Consejo Mexicano de Investigación Educativa; la Somec pronto produjo sus primeros libros.
Luego vinieron años de sosiego, algo de desconcierto y de poca productividad. La sociedad tuvo un pequeño trance de liderazgo. Sin embargo, como dice el clásico, los tiempos de crisis también son de oportunidad. Marco Aurelio retornó a la presidencia, la Somec se revitalizó y convocó al I Encuentro de Educación Comparada e Internacional, hace cuatro años.
Esta vez lo acompañó como secretaria general una joven y productiva investigadora, Zaira Navarrete Cazales. Hoy, ella es la presidenta y Marco Aurelio, presidente honorario. Son una mancuerna imbatible. Gracias a ellos, la sociedad crece, produce y publica (15 libros de 2004 a 2016), atrae a nuevos integrantes y sus congresos son cada vez más concurridos y fructíferos.
Los 11 y 12 de este mes, la Somec celebró el III Encuentro de Educación Comparada e Internacional. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México la hospedó con generosidad. Iliana Rojas Moreno, profesora del Sistema de Universidad Abierta de esa Facultad, fue la coordinadora del comité organizador.
Otras instituciones —muchas como para mencionarlas a todas— apoyaron de diversas maneras. En unas semanas, bajo la coordinación de Zaira y Marco Aurelio, verá la luz un libro que reúne una selección de las ponencias que fueron dictaminadas favorablemente por revisores externos. Más adelante, tras los dictámenes de rigor, también publicarán los textos de los conferencistas invitados.
En este III encuentro participaron investigadores de Argentina, Colombia, España, Estados Unidos y de 15 estados de la República. En total fueron más de 200 participantes, con 147 trabajos, entre conferencias y ponencias.
El encuentro sirvió también para conversaciones intergeneracionales; hubo mesas donde participaron investigadores con obra publicada y reconocimiento, junto a estudiantes de maestría o doctorado que apenas avizoran una posibilidad de desarrollo profesional en la academia.
Estos foros académicos, además de la celebración entre pares, genera debates, provoca colisiones de enfoques en competencia, abre perspectivas para el análisis más allá de las fronteras y genera conocimiento nuevo. También son espacios para consolidar o hacer nuevas amistades y encontrarse con ideas que antes no estaban en nuestro horizonte.
Jacinta Hernández Pérez fue la ganadora del primer concurso de la Somec por su tesis de doctorado en ese campo.
El logro más importante —hasta hoy— de la Somec: sus líderes atrajeron y organizarán el siguiente Congreso Mundial de las Sociedades de Educación Comparada. La cita es en mayo de 2019, en Cancún.