¿Cómo reformar a una institución formadora cuya misión es la transformación de los formadores?

 Reflexiones para reconstruir el Modelo Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional

Oscar Reyes Ruvalcaba

La comunidad académica de la Universidad Pedagógica Nacional se encuentra en un debate sobre la reconfiguración de su figura jurídica institucional, su modelo educativo y sobre la orientación de los planes y programas educativos. El presente escrito tiene como propósito contribuir al diálogo nacional sobre el modelo educativo que lleve a un mejor posicionamiento de nuestra casa de estudios en el marco de la política educativa nacional y los retos académicos en el contexto internacional.

Los elementos del modelo educativo consideran, en primer término, los retos del propio organismo universitario, pues en el devenir de la UPN se han creado problemáticas en las diversas regiones y Unidades que la integran. En la primera etapa del Congreso Nacional Universitario, de manera colectiva, se generó un diagnóstico que visibilizó los desafiós internos e insitucionales que enfrenta nuestra casa de estudios. Entre los problemas que se expresarón destacan los siguientes…

Desafios institucionales

  • Indefinición de la figura jurídica de la UPN en su conjunto, así como de sus Unidades.
  • Desarticulación del carácter nacional de la universidad.
  • Subordinación de las Unidades a las políticas educativas de los gobiernos de los estados.
  • Opacidad en el techo financiero y análitico de plazas de cada Unidad.
  • Baja representatidad de las Unidades en los órganos de desición de la Universidad.
  • Privilegios laborales y desiguldad en cargas académicas entre los docentes de base y de contrato.
  • Poco desarrollo de la investigación y la divulgación de la cultura en las Unidades.
  • Programas de formación rezagados conforme a los retos que demanda la sociedad, así como académicos con prácticas educativas tradicionales.
  • El estudiantado demanda renovación curricular, didáctica y de opciones de titulación.
  • Violencia intrainstitucional en varios niveles: académica, política y de género.

Desafios del entorno

Este primer esbozo de la situación universitaria nos permite reconocer nuestras limitaciones, pero también nuestras posibilidades de desarrollo. Sin embargo, la universidad se encuentra inserta en un entorno –nacional y mundial- y en un momento histórico en el que confluyen varios fenómenos críticos. Dichas situaciones constriñen el quehacer institucional, pero también se presentan como retos que los universitarios debemos entender y atender de una manera pro-activa. Entre dichos desafiós de encuentran:

  • Una crisis medio-ambiental de dimensiones globales, que pone en riesgo nuestra sobrevivencia en el planeta.
  • Una política económica neoliberal que fomenta la desigualdad económica y social.
  • Una dispora humana mundial, principalmente de migrantes pobres que huyen de la violencia y de la pobreza.
  • El retorno de fundamentalismos religiosos, raciales e ideológicos, que dan lugar a diferentes tipos de violencia.
  • La crisis de las narrativas históricas ha generado la incertidumbre en el conocimiento, donde se confunde la verdad con post-verdad.
  • Una postmodernidad denominada liquida, que conlleva a una vida y a un pensamiento marcado por lo pasajero y lo desechable.
  • La crisis de paradigmas cognitivos, que nublan la comprensión integral de los retos de nuestro tiempo.
  • Emergencia de sociedad-red, producto del desarrollo de las TICs que, si bien, conecta a las personas, también se ha convertido en una fuente de desinformación, segregación y violencia simbólica.
  • El fomento a una cultura de la competencia, del reconocimiento mediatico, y de un individualismo exacerbado.
  • Crisis del patriarcado, que se expresa como violencia de género, visibilizado por movimientos que demandan la igualdad de entre géneros.

La universidad debe considerar tanto los retos institucionales, como los desafíos sociales, que hoy se expresan en nuestro entorno local, nacional y mundial. Un modelo educativo requiere tomar conciencia de esos desafios para contribuir a su resolución.

 

  1. Modelo Educativo

1.1 Qué es un modelo educativo

El modelo constituye un marco filosófico del cual emana la política educativa de la institución. Incluye las concepciones de sociedad y de ser humano; la conceptualización de cultura y educación; y la conciencia del tipo de saberes a generar, así como de los medios para fomentarlos. O de manera interrogativa:

  • ¿Cuál es nuestra concepción de ser humano? ¿Cómo está constituido? ¿Cómo desarrollar su potencial? 
  • ¿Cuál son las características de la sociedad en que vivimos? ¿Qué sociedad buscamos construir? ¿Cuál es el papel de la universidad en el entramado social?
  • ¿Cómo concebimos la educación? ¿cuáles son sus principales actores? ¿qué papel corresponde a cada uno? ¿Cómo se relacionan?
  • ¿Qué tipos de cultura y conocimientos debe generar la universidad? ¿Cómo fomentar dichos saberes? ¿Cómo realizar los procesos de enseñanza-aprendizaje de la cultura académica?

1.2 Conceptualización del modelo

El modelo educativo que se propone atender, tanto las necesidades institucionales, como los desafíos contextuales del sistema-mundo. Busca contribuir a la atención y resolución de dichos retos, desde la perspetiva de nuestro campo, la educación, pero en dialogo con otras disciplinas y saberes humanos. Reconoce el carácter global y complejo de las problemáticas educativas, que están entrelazadas a otros retos sociales, políticos, económicos y ambientales. 

Dada en la encrucijada en la que hoy se encuentra inserta nuestra universidad, la reconstrucción de nuestro modelo debe considerar la resignificación y actualizar nuestros orígenes desde la perspectiva de la complejidad.

 

2. Componentes del modelo

Los componentes de la propuesta de modelo educativo se fundamentan los conceptos fundacionales que definen y caraterizan a nuestra alma mater, esto es, repensar el estatus de Universidad; su función Pedagógica; su alcance Nacional; y su misión “Educar para Transformar”.  Reconocer las fuentes de la que emana el quehacer y la misión de nuestra casa de estudios es la mejor manera para reconstruir nuestro Modelo Educativo.

2.1 Educar para Transformar

Educación que no transforma,

deforma.

Cultura que no se reconfigura,

se desfigura

 

El gran desafio que tiene la UPN se puede sintetizar en la pregunta: ¿Cómo reformar a una institución formadora cuya misión es la transformación de los formadores? O, en otros términos, ¿de qué manera nos re-educarnos los educadores que laboramos en un centro para educadores? O visto recursivamente

El termino transformación significa “transitar de una forma a otra”, pero ¿qué es lo que se transforma? ¿qué nuevas formas se constituyen en ese tránsito? ¿para qué se transfiguran? En su origen, la palabra Educar se usaba indistintamente para la acción de “criar” o de “cultivar”. De igual manera, desde la perspectiva sociológica, el concepto de educación se relaciona de manera directa con la noción de cultura. De allí que varios estudiosos consideren que el objeto de la educación consiste en la socialización a través de la cultura, ya sea como transmisión cultural intergeneracional (Durkhein), como reproducción socio-cultural (Bourdieu), como resistencia cultural (Giroux) o como entrecruce de culturas (Pérez Gómez). En suma, no hay solo una cultura, sino una diversidad de cultivos, por ello es conveniente hablar de dialogo entre sujetos de culturas diferentes, en resumen, de interculturalidad.

Sustituyendo los términos Educar y Transformar por sus equivalentes , obtenemos la relación dialógica: 

TRANSFIGURACIÓN —– INTERCULTURAL

Surgen los cuestionamientos: ¿qué se cultiva? ¿A quienes se cultiva? ¿para que se cultiva?  Cabe agregar que educar también implica el proceso de socialización, es decir, otorgamos herramientas culturales no sólo para adaptarnos a la sociedad, sino para transformarla postivivamente en beneficio de todos. Con base en ello, para la elaboración del modelo educativo, del lema de la UPN “Educar para transformar”se deriva el principio: Fomentar la reconfiguración intercultural de los actores educativos para incidir positivamente en el entorno social.

 

2.2 Universidad

Saber que no se regenera,

se degenera

Por su origen histórico, la universidad remite a un gremio cuyo oficio era la producción del saber. Los universitarios eran los responsables, en primer término, de generar conocimiento y de congregarlo para, posteriormente, difundirlos. Así, la universidad tiene como función sustantiva producir conocimiento, enseñar a generar saberes y propiciar su divulgación.

Desde la persectiva linguística, la palabra Universidad tiene su origen en Universitas, la cual implica universalidad, unicidad o totalidad. Pero no como totalidad absoluta, ya que el todo remite a las partes que lo componen. Por ello, el todo es considerado totalidad concreta (Kosik), unitas-multiplex (Morin), o bien, unidad en la diversidad (Marx). La universidad, entonces, nos remite a lo universal, considerado como la relación dialógica entre todo y parte, entre unidad y diversidad, o como síntesis de múltiples determinaciones. Es decir, el saber que allí se genera tendrá una visión universal, pero localmente situado. Abierto al reconocimiento de la diversidad de perspectivas, tanto en su construcción, como en su interpretación, en síntesis, la universidad debe fomenta el diálogo de saberes. Esta re-generación dialógica de saberes será, a la vez, una y múltiple. La palabra integración significa elaborar algo entero a partir de partes, la unidad por medio de la diversidad. Por tanto, la relación parte-todo, unidad y diversidad, puede ser resumida con el concepto integración. 

Por ello, cabe preguntarse, en la actualidad ¿cuál sería la naturaleza de esos saberes? ¿a quiénes van dirigidos? ¿cómo produirlos? ¿cómo enseñar a generarlos? En resumen, la universidad tiene como mandato: la generación, la enseñanza, la divulgación y el diálogo de saberes. Pero, de acuerdo con los desafios de nuestro tiempo, requerimos de un dialogo de conocimientos situados, pertinentes, integrales, y socio-ambientalmente comprometidos. 

De aquí podemos generar otro principio del modelo educativo: 

Generar conocimiento integral social y ambientalmente comprometido.

 

2.3 Pedagógica

Métodos que no reconstruye.

destruye.

La palabra Pedagogía, por su origen, tiene como significado “conducir hacía, acompañar o encaminar al hijo”. A su vez, etimológicamente la palabra hijo hace referencia al ser que es amamantado. Se relacionado con el término alumno (“el que es alimentado”). Por las características de nuestra institución tomaremos la acepción de alumno como susituto de hijo. El pedagogo es, entonces, aquel sujeto que conduce o acompaña, por un determinado camino, al alumno. 

Tenemos la relación 

 

La pedagogía, entendida como encaminar, pone énfasis en el proceso que conduce del origen al destino del alumnado. Es decir, la pedagogía destaca el proceso de mediación, esto es, los medios, caminos o métodos de que usamos para orientar a las y los estudiantes. Pero ¿cómo se gestan estos caminos? ¿debemos darles mantenimiento o construirlo de nuevo? 

Una tarea del pedagogo es reconocer, renovar y, quizá, reinventar los caminos por los que hay que acompañar al alumnado. Nuestra tarea consiste en construir puentes entre el origen y el fin al que este novel ser está destinado.

De allí se deriva otro principio para orientar el Modelo Educativo: 

Construir métodos y medios para orientar a los sujetos en su quehacer educativo.

 

2.4 Nacional

Comunidad que no renace,

se deshace.

La palabra Nacional tiene su origen en natío, nación, la cual remite a nacimiento. Antropológicamente, el conocepto de nación hace referencia a las relaciones de fraternidad que establecen los nacidos en un mismo territorio. Dichos vínculos son de hermandad comunal, pues la nación se representa como una madre simbólica.

Así, desde un punto de vista social, nacional remite a la constitución de una comunidad, pero con diferentes acepciones: nación como comunidad constituida por un tejido social (Schneider y Weiner); como comunidad imaginaria (Anderson); como una comunidad de origen y destino (Morin); o bien, en el caso de México, una comunidad desdibujada (Lomnitz).

La nación en gestación, en nuestro caso, es el de la comunidad universitaria de carácter nacional, pero enmarcada en desafios trans-nacionales. 

Existe aquí una relación dialógica   

 

Cabe preguntarnos, ¿cómo está constituidad nuestra comunidad? ¿somos una comunidad de organización central o de relación horizontal? ¿autocrática o democrática? ¿constituimos una comunidad cerrada o abierta a los desafíos de nuestro entorno? ¿Somos una comunidad universitaria nacional madura capaz de elaborar sus propias leyes de autogobierno? 

De estos cuestionamientos se puede derivar otro principio: 

Gestación de una comunidad universitaria autónoma, democrática, horizontal y abierta a los desafíos de nuestro tiempo.

 

3. Integración de los componentes básicos

Recapitulando e integrado los diversos componentes y los principios que derivan de éstos obtenemos…

  • “Educar para transformar” consiste en fomentar la reconfiguración intercultural de los actores educativos para incidir positivamente en el entorno social.
  • Universidad: demanda generar conocimiento integral social y ambientalmente comprometido.
  • Pedagógica: implica construir métodos y medios para orientar a los sujetos en su quehacer educativo
  • Nacional: entraña la gestación de una comunidad universitaria autónoma, democrática, horizontal y abierta a los desafíos de nuestro tiempo.

 

Vinculación de las funciones sustantivas de nuestra casa de estudios

 

Integrando lo revisado en un bucle recursivo, que va continuamente de la universidad -en tanto instancia generadora de saberes-, a lo nacional –entendido como la gestación de una comunidad-, siempre mediado por lo pedagógico, conceptuado como medios y métodos educativos. Todo ello en un entorno educativo y en una transformación permanente, representamos el gráfico:

 

Si vinculamos los diversos conceptos y elaboramos un solo un enunciado, obtenemos una conceptualización ampliada de la misión de la UPN:

La universidad tiene como misión la transformación intercultural de su comunidad y de su entorno, a través de la generación de saberes y médios educativos, con el fin de atender los desafíos de la sociedad y de nuestro tiempo.

 

Además, si incorporamos la autonomía académica, podemos transitar de ser UPN a constituirnos en una UPANET

Universidad Pedagógica Autónoma Nacional “Educar para Transformar”.

 

En suma, desde la óptica de su filosofía educativa, si es posible reformar a la UPN resignificando y actualizando sus raíces. De esa manera podemos cumplir cabalmente con nuestra misión: transformar a los formadores o… 

“Educar para Transformar”.

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